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OFICINA DIOCESANA DE EDUCACIÓN

CATÓLICA – HUARAZ

LA LITURGIA
EN LA VIDA DE LA
IGLESIA

2015
PROLEGOMENOS
 La importancia de la Liturgia en la Iglesia se observa en:
 El hecho de que el Concilio Vaticano II se ocupa de una
manera expresa del tema a lo largo de 7 capítulos en la
Constitución Sacrosanctum Concilium. Máxima categoría
teològica.
 Lo trata en otros lugares de la Lumen Gentium y de la
Presbyterorum Ordinis.
 «El celo por promover y reformar la sagrada Liturgia se
considera con razón como un signo de las disposiciones
providenciales de Dios sobre nuestro tiempo, como el paso del
Espíritu Santo por su Iglesia» (SC 43), como un medio muy
eficaz de promover el ecumenismo y la evangelización (SC 2) y
también como consecuencia necesaria de su misma naturaleza
y con independencia de circunstancias de tiempo y lugar.
 Según la Biblia y los Santos Padres, la Liturgia hunde sus
raíces en el misterio de la salvación y, en consecuencia, en
la redención obrada por Jesucristo y continuada por la
Iglesia.
 La Liturgia no es solo una realidad que, a través de Cristo,
trae la salvación a los hombres sino que también a través
de Cristo, lleva hasta la Santísima Trinidad el culto
verdadero y perfecto de los hombres.
 La Liturgia católica incluye la santificación y el culto. Hay
acciones litúrgicas en las que se acentúa uno de estos
aspectos, como por ejemplo en el sacramento de la
Penitencia se destaca más el aspecto santificador,
mientras que en el sacramento de la Sagrada Eucaristía se
destaca el aspecto del culto. Pero, en todas las acciones
litúrgicas están presentes ambos aspectos, puesto que en
Cristo «se realizó plenamente nuestra reconciliación y se
nos dio la plenitud del culto divino» (SC 5).
 Esta acciòn cultual como santificadora, se realiza a través
de los 7 sacramentos, los sacramentales de la Iglesia, la
Liturgia de las Horas y el Año litúrgico. «La Liturgia es, por
tanto, un conjunto de signos eficaces, cada uno a su modo,
en los que Cristo, asociando consigo a la Iglesia, su
Cuerpo y Esposa, tributa al Padre un culto perfectísimo y
comunica la salvación a los hombres».
CONTENIDOS
 ¿Qué es la Liturgia en la Iglesia Católica como acción
salvífica de Cristo?
 El significado de la asamblea litúrgica.
 Los elementos básicos de la celebración litúrgica.
 El espacio y el tiempo celebrativo.
 Los diferentes ciclos del Año Litúrgico o tiempos litúrgicos.
 La Liturgia de las Horas a nivel personal y comunitario
 La formación del equipo litúrgico en las comunidades y
parroquias
1. LA LITURGIA, NOCIONES
FUNDAMENTALES

1.1 NOCION E HISTORIA


Algo de etimologìa… leitourgia
laos ergon
Algo de historia… en el helenismo…
En el AT… 150 veces en la versiòn de los LXX
emplea el tèrmino para designar culto de
sacerdotes y levitas.
En el NT… 15 veces. He 13,2 es el ùnico texto que
lo usa en el sentido de “liturgia cristiana”.
 En los escritos post-apostòlicos… didace – 1ra
carta a los corintios (Papa Clemente)…
leitourgia se emplea en sentido cultual y
eucarìstico… se aparta del sentido levìtico y
adquiere derecho
 Desarrollos ulteriores…
 En el oriente griego leitourgia expresò el culto
cristiano en general y la eucaristìa…
 En el Occidente latino fue ignorado totalmente.
En lugar de “liturgia”, se empleò munus, officium,
sacramentum, opus, ritus, actio, celebratio…
 En el s.XVI reaparece para indicar los rituales,
en el S. XVII-XVIII es asumido por los
protestantes, en 1917 ingresa en el CDC y
adquiere caràcter oficial en la Iglesia.
1.2 LA LITURGIA EN EL CONCILIO VATICANO II
El Sínodo de los Obispos de 1985 dice:«la
renovación litúrgica es el fruto más visible de toda
la obra conciliar». El Concilio elaboró una teología
de la Liturgia rica y novedosa, que ha permitido
dinamizar y profundizar la celebración litúrgica en
todo el postconcilio.
Las afirmaciones fundamentales del Concilio
Vaticano II se encuentran, sobre todo, en los
numeros del 5 al 7 de la Sacrosanctum Concilium,
y las ideas que allí se dicen son, entre otras, las
siguientes:
 La humanidad, unida a la persona del
Verbo, Cristo, fue instrumento de nuestra
salvación.
 La redención efectuada por Cristo en su
muerte y resurrección tiene una dimensión
específicamente litúrgica.
 Cristo mandó a los apóstoles no solo a
predicar, sino también a realizar la obra de
la salvación que proclamaban mediante el
sacrificio y los sacramentos, en torno a los
cuales gira toda la vida litúrgica.
 Cristo esta siempre presente en su Iglesia, sobre
todo, en la acción litúrgica.
 Cristo está presente en el sacrificio de la Misa, en
la persona del ministro.
 Toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo
sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es
acción sagrada por excelencia, y no la iguala
ninguna otra acción de la Iglesia.
 En la Liturgia los signos sensibles significan y,
cada uno a su manera, realizan la santificación del
hombre. Asimismo, la Cabeza y los miembros
ejercen el culto público íntegro.
 Otros documentos conciliares, como Lumen
Gentium 7- 11 y Presbyterorum Ordinis 2,
nos ofrecen también luces sobre el tema
que estamos tratando.
 La Iglesia, que tiene como cabeza a Cristo,
constituye y comunica con él a todos los
miembros, el Espíritu Santo, a través de los
sacramentos, especialmente de la
Eucaristía.
 El sacerdocio común de los fieles se
actualiza por la práctica de los sacramentos
y de las virtudes.
 Por el ministerio de los presbíteros se consuma el
sacrificio espiritual de los fieles en unión con el
sacrificio de Cristo, mediador único, que por
manos de ellos, en nombre de toda la Iglesia, se
ofrece incruenta y sacramentalmente en la
Eucaristía hasta que el Señor mismo retorne.
 En los Decretos Apostolicam Actuositatem 3-4 y
Ad Gentes 5-6 se menciona lo siguiente:
 En unión con Cristo, los seglares desarrollan su
espiritualidad, sirviéndose de las ayudas
espirituales comunes a todo los fieles,
particularmente de la Liturgia.
 La misión de la Iglesia se hace presente con el
ejemplo de vida, la predicación y con los
sacramentos.
 1.3 LA LITURGIA EN EL DOCUMENTO DE
SANTO DOMINGO
 En el Documento de Santo Domingo, en los
números 34, 35, 37, 51, 53, 58, 117, 145, 152 y
302, se nos recuerdan las siguientes ideas:
 La Liturgia «es la cumbre a la cual tiende la
actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la
fuente de donde mana toda su fuerza» (SC 10).
 En la Liturgia se hace presente hoy Cristo
Salvador. La Liturgia es anuncio y realización de
los hechos salvíficos (SC 6) que nos llegan
sacramentalmente; por eso, convoca, celebra y
envía.
 Sin una capacidad de contemplación, la Liturgia,
que es acceso a Dios a través de signos, se
convierte en acción carente de profundidad.
 Nuestras Iglesias locales, que se expresan
plenamente en la Liturgia y en primer lugar en la
Eucaristía, deben promover una seria y
permanente formación litúrgica del pueblo de Dios
en todos sus niveles, a fin de que pueda vivir la
Liturgia espiritual, consciente y activamente.
 Se debe promover una Liturgia que, dentro de las
normas dadas por la Iglesia, adopte las formas,
signos y acciones propias de las culturas de
América Latina y del Caribe.
 La acción pastoral debe asumir las nuevas formas
celebrativas de la fe, propia de la cultura de los
jóvenes, y fomente la creatividad y la pedagogía
de los signos, respetando siempre los elementos
esenciales de la Liturgia.
 Se debe promover una Liturgia viva en la que los
fieles se introduzcan al misterio
 1.4 LA LITURGIA EN APARECIDA
 n.99 (b)
 n. 100 (b, d, e)
 n. 157- 158
 n. 175
 n. 176-177
 n. 246-249
 n. 250-253
 n. 254
 n. 255
 n. 256-257
 n. 258-265
1.5 LA LITURGIA, CELEBRACION DEL MISTERIO
DE CRISTO

 La Liturgia cristiana celebra y vive el misterio de


nuestra salvación realizado en Jesucristo, que es
el origen, el contenido y el centro de toda la
Liturgia cristiana.

 1.5.1 LA LITURGIA, CELEBRACIÓN DE LA HISTORIA


DE LA SALVACIÓN
Entendemos como Historia de la Salvación todos
los hechos, acontecimientos, manifestaciones e
intervenciones que Dios ha realizado para llevar
adelante el plan de salvación del mundo.
 La acción liberadora de Dios comienza –en forma
de promesa– con los patriarcas.
 De una manera explícita se manifiesta en la salida
de Egipto, se afianza con la Alianza y se conserva
por medio de los profetas, que constantemente
llaman al pueblo a la conversión.
 Con la encarnación del Verbo, el anuncio de la
liberación da paso a la realización y se inicia la
etapa de la plenitud de los tiempos.
 Jesús, el Dios-Hombre, convertido en Mediador y
Pontífice, con su misma encarnación y con todos
los actos de su vida, especialmente los de su
muerte y resurrección, reconcilió plenamente a los
hombres con Dios y realizó la plenitud del culto
divino.
 De este modo, del tiempo de la preparación se
pasa al tiempo de la realización.
 Después de su glorificación, la presencia de Cristo
no ha desaparecido ni disminuído, se ha
transformado.
 Por medio de su Espíritu sigue su presencia en el
mundo y sigue actuando en la Iglesia, Cuerpo
Místico de Cristo, que prolonga en el mundo la
presencia de Jesús resucitado.
 Esta prolongación tiene lugar -no exclusiva, pero
sí principalmente- en la Liturgia, pues, si bien no
es la única realidad eclesial portadora y
comunicadora de la salvación, sí es la más
importante; ya que de ella derivan y hacia ella
convergen todas las demás acciones eclesiales.
 1.5.2 LA LITURGIA, CELEBRACIÓN DEL
MISTERIO PASCUAL DE CRISTO

 SC 6 dice: "La Iglesia nunca ha dejado de


reunirse para celebrar el misterio pascual».
 Precisamente, la Liturgia cristiana no es sino el
misterio pascual de Jesús que ahora se continúa,
se actualiza y se nos ofrece en la celebración
litúrgica de la Iglesia.
 Esta celebración no es un simple recuerdo de los
acontecimientos de la salvación o de una mera
representación simbólica, sino que en ella se
actualiza, se hace presente y se manifiesta con
toda su eficacia salvadora el misterio pascual de
Jesús y desde él toda la historia de la salvación.
 1.5.3 LA LITURGIA, ACCIÓN SALVADORA DE JESÚS

 SC 7 dice que «Con fundamento se considera la


Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de
Jesucristo».
 Esto significa que la Liturgia es un acto personal
de Jesús que está siempre vivo y operante en la
Iglesia. Una actuación de Jesús, que por medio de
su Espíritu vivificador, continúa su acción
salvadora en el interior de la comunidad cristiana.
 De ahí que la Liturgia cristiana no es un acto de
culto sin más, como puede suceder en otras
religiones, sino que es el mismo Jesús el que
actúa, él es el que bautiza, el que perdona, el que
une a los novios, el que confirma la fe de los
jóvenes, el que alimenta a la comunidad en la
Eucaristía.
 1.6 LA LITURGIA, PRESENCIA ESPECIAL DE
CRISTO

 SC n.7 dice: «Cristo .. , está presente en el


sacrificio de la Misa, sea en la persona del
ministro ... sea, sobre todo, bajo las especies
eucarísticas. Está presente con su fuerza en los
sacramentos, de modo que, cuando alguien
bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente
en su palabra, pues, cuando se lee en la Iglesia
la Sagrada Escritura, es El quien habla. Está
presente, por último, cuando la Iglesia suplica y
canta salmos el mismo que prometió “Donde
estan dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos (Mt 18, 20)”.
 Es verdad que la presencia de Cristo se da de
otras maneras (en los pobres, en la acción
misionera, en los signos de los tiempos, etc.); pero
el Concilio afirma la presencia de Cristo en cinco
momentos litúrgicos:
 La presencia de Cristo en la asamblea reunida en
su nombre.
 La presencia de Cristo en la Palabra proclamada.
 La presencia de Cristo en el sacrificio eucarístico.
 La presencia de Cristo en los demás sacramentos.
 La presencia de Cristo cuando la Iglesia ora y
suplica.
 1.6.1 La presencia de Cristo en la asamblea
reunida en su nombre
 En la asamblea no puede estar ausente aquel que
la convoca: el Dios de nuestro Señor Jesucristo.
En su nombre nos reunimos (en el nombre del
Padre y del Hijo ... ), con su nombre nos
saludamos (el Señor esté con ustedes), por su
nombre nos dirigimos al Padre (por nuestro Señor
Jesucristo).
 Según Mt 18, 20: «Donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio
de ellos». Jesús está realmente presente de un
modo activo en cumplimiento de su palabra. Al
reunirse la asamblea en nombre de Jesús se hace
presente y cada uno de los participantes en la
asamblea litúrgica tiene que descubrirle.
 1.6.2 La presencia de Cristo en la Palabra
proclamada
 En el mismo n. 7 de la Sacrosanctum Concilium se
dice que «está presente en su Palabra, pues
cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura,
es Él quien habla».
 En la SC 33 se nos recuerda que Cristo sigue
anunciando el evangelio y en la Ordenación
General del Misal Romano 33 se nos dice que
Jesús mismo, por su Palabra, se hace presente en
medio de los fieles.
 Aunque, en la celebración litúrgica, la Palabra de
Dios no se pronuncia de una sola manera ni actúa
sobre los fieles con la misma eficacia, Cristo
siempre está presente y se realiza el misterio de la
salvación, santifica a los hombres y tributa a Dios
Padre el culto perfecto (OGMR 4).
 1.4.3 La presencia de Cristo en el sacrificio eucarístico
 SC 7 dice que Cristo está presente en la persona del
ministro y este actúa «representando» al mismo Cristo. El
ministro es como la mediación concreta de Cristo Mediador.
 El que transforma el pan en el Cuerpo de Cristo y nos
santifica y nos salva no es el ministro sino Cristo con la
fuerza de su Espíritu. Cristo está presente bajo las especies
de pan y vino de una manera real, verdadera y sustancial y
esta presencia es peculiar ya que supone un cambio
sustancial en los dones, los cuales dejan de tener la
sustancia de pan y de vino y se convierten en el Cuerpo y la
Sangre de Jesús.
 Solo aceptando un cambio sustancial se comprende la
presencia de Cristo en la Eucaristía. Mientras en los otros
sacramentos los elementos materiales como el agua, el
aceite etc., no cambian su identidad real ni se transforman,
en cambio en la Eucaristía se da ese cambio, en el que
Cristo se hace presente.
 1.6.4 La presencia de Cristo en los sacramentos
 Cristo es el primer sacramento (proto sacramento),
de quien deriva el sacramento general que es la
Iglesia.
 así dice Lumen Gentium 48 «Iglesia sacramento
universal de salvación», la cual se expresa en el
sacramento particular que es toda la Liturgia y,
sobre todo, en sus siete ritos mayores, a los
cuales se les reserva, en sentido técnico, el
nombre de «sacramento».
 La obra realizada por Jesucristo es actualizada por
la Iglesia, a través de toda la Liturgia,
especialmente por los siete sacramentos.
CRISTO, SACRAMENTO DEL PADRE

LA IGLESIA, SACRAMENTO DE CRISTO

LOS SIETE SACRAMENTOS, CRISTALIZACION DE LA REALIDAD


SACRAMENTAL DE LA IGLESIA
BAUTISMO ORDEN

CONFIRMACION MATRIMONIO
EUCARISTIA UNCION
RECONCILIACION
 1.6.5 La presencia de Cristo cuando la Iglesia ora y suplica

 SC 83 al hablar de la Liturgia de las Horas, dice que Cristo


mismo une a sí la comunidad entera de los hombres y la
asocia al canto de este divino himno de alabanza.
 Esta vinculación de toda la humanidad a Cristo orante, según
nos recuerda la Ordenación General de la Liturgia de las
Horas 7, cobra una significación especial y es más estrecha
cuando se trata de los miembros de su Iglesia. Recordando
la figura del Cuerpo Místico en que Cristo es la cabeza y los
bautizados los miembros, donde está la cabeza está también
el cuerpo y donde está el cuerpo está también la cabeza.
 Por eso, en la oración de Cristo al Padre está misteriosa-
mente presente la Iglesia.
 Del mismo modo, en la oración de los miembros del Cuerpo
de Cristo, que es la Iglesia, está presente Él. El n.7 de la
OGLH, trae una cita de San Agustín que dice «Cristo ora por
nosotros, ora en nosotros y es invocado por nosotros».
2. LA LITURGIA, ALABANZA A
DIOS Y SANTIFICACION DEL HOMBRE

Veamos el fin último de la Liturgia, que es la alabanza a nuestro


Dios y la santificación del hombre, y como ésta se realiza a través
de signos litúrgicos concretos dentro de la Iglesia.

 2. 1 LA LITURGIA, ALABANZA A DIOS Y SANTIFICACIÓN DEL


HOMBRE

 Toda la vida y la existencia de Jesús tiene una doble dimensión: por


una parte, alabar a Dios, tal como él mismo lo dice en Jn 17,4 «Yo
te he glorificado en la tierra llevando a cabo la obra que me
encomendaste realizar» y; por otra parte, salvar a todos los
hombres, como lo indica Jn 10,10: «Yo he venido para que tengan
vida y la tengan en abundancia».
 Por eso en la Liturgia cristiana encontramos siempre esta misma
doble dimensión: por una parte, adoración y alabanza a Dios,
acción de gracias y contemplación y, por otra, ofrecimiento de
gracia a los hombres, salvación, santificación y liberación.
 2.1.1 La celebración de la gloria del Padre

 La finalidad primera de la Liturgia es la alabanza. La


Liturgia es el servicio a la gloria de Dios, canto de alabanza
y de acción de gracias al Padre, que se nos revela en el
rostro de Jesús y nos salva.
 En la acción litúrgica lo primero es alabar, confesar la
grandeza y el amor de Dios que se nos manifiesta en
Jesús, proclamar las maravillas que Dios realiza en los
hombres.
 Por lo tanto, hay que subrayar este espíritu de alabanza
que aparece presente en toda la Liturgia. En la Eucaristía
como sacrificio de alabanza, en las doxologías, en las
anáforas o plegarias eucarísticas, en las bendiciones, en
los cantos y en los salmos de alabanza y de acción de
gracias, en las exclamaciones de la asamblea, en los
gestos de adoración, en la elevación de los corazones.
 2.1.2 La Liturgia, santificación del hombre
 Cuando SC 10 habla de la Liturgia como la cumbre y la
fuente de la vida eclesial dice: «que sobre todo de la
Eucaristía, mana hacia nosotros la gracia como de su
fuente y se obtiene con la máxima eficacia aquella
santificación de los hombres en Cristo y aquella
glorificación de Dios a la cual las demás obras de la Iglesia
tienden como a su fin».
 Esta salvación implica una liberación del hombre total, del
pecado y de la muerte, de todas sus esclavitudes. Una
liberación para toda la humanidad que genere la justicia
entre los hombres, la generosidad, la paz y la fraternidad
entre los pueblos.
 La Liturgia es una acción de acogida de la salvación que
nos viene de Dios, y precisamente por eso nos lleva a
proclamar y cumplir la voluntad de Dios, a trasformar
nuestros corazones y nuestras vidas, a luchar por el reino
de Dios y su justicia entre los hombres.
 2.1.3 La relación entre la gloria de Dios y la salvación de
los hombres

 La gloria de Dios consiste en salvar al hombre, y la


salvación del hombre es el fruto de la gloria de Dios.
Buscar la gloria de Dios no significa olvidar la salvación del
hombre, sino buscarla. Por otra parte, la salvación del
hombre encuentra su plenitud en la glorificacion de Dios.
 Por eso, en la acción litúrgica y en toda la vida cristiana
estas dos dimensiones están estrechamente unidas entre
sí: al glorificar al Padre nos abrimos a su gracia y a su
acción salvadora, y al acoger la salvación y trasformar
nuestras vidas, damos gloria a Dios.
 De ello se saca una conclusión: la celebración litúrgica y la
evangelización deben de estar siempre unidas. Liturgia y
evangelización, celebración y misión son dos realidades
esenciales que hemos de vivir unidas.
 2.2 LA LITURGIA, ACCIÓN DE LA IGLESIA
 SC 26 dice «Las acciones litúrgicas no son acciones privadas,
sino celebraciones de la Iglesia, que es «sacramento de
unidad», es decir, pueblo santo congregado y ordenado bajo
la dirección de los Obispos. Por eso pertenecen a todo el
cuerpo de la Iglesia, lo manifiestan y lo implican».
 2.2.1 La acción litúrgica manifiesta a la Iglesia
La Liturgia es la experiencia fundamental de la Iglesia, donde
se manifiesta y se expresa lo que ella es, lo que cree, lo que
confiesa y lo que vive. Cuando los creyentes se reúnen para
celebrar el misterio de Cristo, revelan lo que es la Iglesia.
En SC 41, al referirse a la vida litúrgica diocesana, se dice
que «persuadidos de que la principal manifestacion de la
Iglesia se realiza en la participación plena y activa de todo el
pueblo santo de Dios, en las mismas celebraciones litúrgicas,
particularmente en la misma Eucaristía».
 De aquí se derivan unas consecuencias importantes: que
si se celebra de una manera deficiente, descuidada y
superficial, estamos desfigurando el rostro de la Iglesia,
oscureciendo el testimonio que ha de dar de sí misma;
asimismo, cuando la celebracion más que manifestar y
expresar a la Iglesia, refleja los gustos de un sacerdote, la
originalidad de un grupo, los intereses de una familia, las
iniciativas y sugerencias de un equipo de Liturgia, entonces
la Liturgia se privatiza, pierde su dimensión eclesial y se
vacía de su verdadero contenido.
 2.2.2 La acción litúrgica construye la Iglesia

 La acción litúrgica no solo manifiesta a la Iglesia, sino que


la construye. En esa acción litúrgica es donde se va
edificando la Iglesia y va creciendo como Cuerpo de Cristo.
En la SC 59 se nos recuerda, hablando de los
sacramentos, que «no solo suponen la fe, sino que, a la
vez, la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de
palabras y de cosas».
 En el bautismo la Iglesia engendra nuevos hijos a la fe; en
la eucaristía alimenta y nutre la vida espiritual de los
creyentes; en la penitencia devuelve a los pecadores a la
vida plena de la comunidad; en el matrimonio nacen los
nuevos hogares cristianos; por el orden se constituyen los
nuevos ministros para la comunidad, y, a lo largo del Año
Litúrgico, la Iglesia vive de los misterios de Cristo.
 La Didascalia (o «Doctrina de los Doce Apóstoles y de los
discípulos de Nuestro Salvador», pertenece al grupo de
obras antiguas cristianas que contienen prescripciones de
carácter moral y litúrgico y que se remontan hasta los
mismos Apóstoles), en el n. 13 dice: «Que no falte nadie a
la asamblea; antes al contrario, que sea fiel a reunirse en
ella. Que nadie disminuya a la Iglesia por no asistir a ella, y
que así no disminuya en un miembro el Cuerpo de Cristo».
 De aquí podemos deducir que si el fiel se ausenta de la
vida litúrgica de la comunidad no solo se queda sin la
fuente de la vida cristiana, sin el alimento que le sostiene
su vida de creyente, sino que no colabora a la construcción
de la Iglesia misma.
 Por lo tanto la acción litúrgica es propia de la totalidad de la
comunidad y ha de estar abierta a todos, no puede estar
reservada a una minoría, sea del tipo que sea, cultural, social ni
espiritual. Cuando, por razones pastorales, una asamblea
litúrgica está compuesta solo por niños, o por jóvenes, o
mujeres, o matrimonios, ha de cuidarse que no pierda jamás su
dimensión eclesial.
 2.3. LOS SIGNOS EN LA LITURGIA
 El signo, según San Agustín, es «una realidad que conduce a otra
distinta», Por ejemplo, el signo del humo.
 Existen tres clases de signos. Los signos naturales están fundados
en la naturaleza de las cosas, de tal manera que entre el
significante y lo significado existe una unión intrínseca: por ejemplo,
la huella de un animal en la arena y el animal mismo. Los signos
convencionales dependen de la voluntad del hombre: por ejemplo,
las senales de tráfico de la carretera. Los signos simbólicos
dependen de la voluntad del hombre, pero tienen un fundamento en
la realidad; por ejemplo, el agua del bautismo, que purifica y da una
nueva vida porque Cristo así lo ha dispuesto; pero el agua en sí
misma ya lleva el simbolismo de la limpieza y de la vida.
 En este sentido, los signos litúrgicos, tanto los de institución
divina como los de la Iglesia, son «Símbolos». En
consecuencia, son fácilmente comprensibles desde una
perspectiva de fe y muy adaptados a la naturaleza humana.
 Pero son símbolos religiosos, no profanos. De hecho, lo que
significan y confieren es la salvación obrada por Jesús
durante su vida terrena y actualizada ahora por El mismo, a
través del ministerio de la Iglesia.

 2.3.1 Las clases de signos litúrgicos

 a) Signos relacionados con los gestos y las actitudes del


cuerpo.

 Gestos son: la señal de la cruz, los golpes de pecho, los ojos
elevados al cielo, la imposición de las manos, las manos
juntas y plegadas junto al pecho. manos elevadas y
extendidas, manos que dan y reciben la paz, etc.
 Actitudes del cuerpo: estar de pie, arrodillarse, sentarse,
inclinarse, marchar en procesión, postrarse, etc.
 b) Signos relacionados con los elementos que usa la
Liturgia
 El pan y el vino, el aceite, la ceniza, el agua, el incienso, la
luz, el color, la sal, el fuego, el perfume, los ramos, la cruz,
los vestidos, las insignias, los vasos, las imágenes, etc.
 c) Signos relacionados con los lugares
 El templo, el presbiterio, la sede, el ambón, el altar, el
baptisterio, la fuente bautismal, el lugar penitencial, el
cementerio, etc.
 d) Signos relacionados con las personas que actúan en la
Liturgia
 La comunidad, el obispo, el presbítero, el diácono, el
acólito, el lector, el salmista, el coro, etc.
 e) Signos relacionados con el tiempo
 De dìa, de noche, horas, vigilias, semana, estación, año,
domingo, fiesta, jubileo, etc.
 f) Signos relacionados con las acciones
 Abluciones, inmersión, signación, unción, imposición de
manos, absolución, bendición, banquete, beso de paz,
canto; plegaria, silencio, etc.
 Los signos litúrgicos no puramente externos; son siempre
una realidad−puente entre el significado ligado al mismo
signo y las personas para quienes el signo significa algo.
Son medios de comunicación y de encuentro.

 2.4 LA LITURGIA, CELEBRACION A TRAVÉS DE


LOS SIGNOS
 Los signos de la Liturgia forman parte de un fenómeno
religioso universal, que es el de la necesidad de las
mediaciones de lo sagrado, para que el hombre pueda
ponerse en contacto con la divinidad. La Liturgia cristiana.
asume estos medios y modos de comunicación entre Dios
y el hombre que son los signos.
 SC 33 dice: "los mismos signos visibles que usa la
sagrada Liturgia han sido escogidos por Cristo o
por la Iglesia para significar realidades divinas
invisibles».
 Por lo tanto, el mismo Jesús o la Iglesia los
escoge para que sean signos de salvación y de
encuentro del hombre con Dios.
 Los signos litúrgicos son prolongación, en el
tiempo, de la humanidad del Hijo de Dios.
 Por eso, de la misma manera que las obras que
realizaba Jesús eran signos que manifestaban la
salvación de Dios en medio de los hombres, así
también los gestos, las palabras y las acciones
que integran los signos litúrgicos, manifiestan y
expresan la glorificación de Dios y la santificación
del hombre.
 Los signos litúrgicos también son la respuesta del
hombre a Dios, SC 33 dice "En efecto, en la Liturgia
Dios habla a su pueblo, Cristo sigue anunciando el
Evangelio. Y el pueblo responde a Dios con el canto y
la oracion. Mas aún, las oraciones que dirige a Dios el
sacerdote −que preside la asamblea representando a
Cristo− se dicen en nombre de todo el pueblo santo y
de todos los circunstantes».
 Los signos liturgicos son signos que suponen la fe, lo
dice SC 59 y, por lo tanto, los signos expresan la fe de
la Iglesia que actúa como sacramento universal de
salvación.
 Los signos liturgicos suponen y exigen la fe del
hombre que celebra el signo sagrado y esta fe es
suscitada y se apoya en la Palabra de Dios (SC 9,35).
Los signos litúrgicos alimentan y nutren la fe de
quienes la celebran.
 2.5 DIMENSIONES FUNDAMENTALES DE LOS SIGNOS
LITURGICOS

 1. El signo litúrgico es signo demostrativo de las


realidades invisibles, que son la santificacion del
hombre y el culto a Dios.
 2. El signo litúrgico es signo rememorativo de los
hechos y de las palabras de Cristo, en las cuales se
efectuó la obra de la salvación y se nos dio la plenitud
del Cristo verdadero.
 3. El signo litúrgico es prefigurativo de la gloria que un
día se ha de manifestar en la Jerusalén celeste. Hacia
ella se orienta nuestra santificación y nuestro culto.
 4. El signo litúrgico es comprometido, en el sentido
que la acción salvífica dispone al hombre para
expresar en toda su existencia cuanto celebra en los
signos.
3. LA ASAMBLEA LITÚRGICA

 Los seres humanos, por naturaleza, tienden a reunirse.


Toda celebración humana comienza siempre con una
reunión. Aquellas personas que se sienten unidas por
algún motivo y están dispersas en la vida diaria, se reunen;
vuelven a expresar su vinculación a través de su presencia
física.
 Entre los cristianos también se da esta característica; como
es lógico, viven dispersos y se reúnen en asamblea para
celebrar su fe. El Señor nos reúne en asamblea y el hecho
de estar reunidos significa y manifiesta a la Iglesia.
 3. 1. LA ASAMBLEA ES UN SIGNO
 3.1.1 La importancia de la Asamblea
 La palabra asamblea es reciente en el lenguaje litúrgico;
antes se hablaba de la asistencia de los fieles. EI
descubrimiento del término bíblico de asamblea traduce el
descubrimiento de una realidad de la fe cristiana.
 La asamblea litúrgica es una realidad que hunde sus raíces
en el AT, cuando Dios llama, elige y separa a Israel de
entre los demás pueblos para hacer de él una comunidad
religiosa en vistas a salvar a la humanidad caída.
 Por ello, Israel es llamado posesión de Dios, su heredad,
gente amada por Dios, pueblo sacerdotal objeto de las
promesas, etc.
 El término hebreo «Qahal Yavéh» que significa la
«asamblea del Señor», se traduce al griego con la palabra
«ekklhsia», al latín «ecclesia» y al castellano «iglesia».
 En el NT el término «ekklesia» se recoge en las
expresiones «iglesia de Cristo», «Iglesia de Dios», o
«Iglesia del Señor» y designaba tanto a la Iglesia universal
como a la particular o local. En los Hechos se describe a
las primeras comunidades reuniéndose «en un mismo
lugar» y formando «un solo corazón y una sola alma»
Asimismo, en los Santos Padres la palabra Iglesia está
muy ligada al sentido de asamblea.
 LG 26 dice: «Esta Iglesia de Cristo está
verdaderamente presente en todas las legítimas
reuniones locales de los fieles que, unidas a sus
pastores, reciben también en el Nuevo Testamento el
nombre de iglesias. Ellas son, en su lugar, el Pueblo
nuevo, llamado por Dios en el Espíritu Santo y en gran
plenitud (1Tes 1,5) .... en estas comunidades, aunque
sean frecuentemente pequeñas o vivan en la
dispersión, está presente Cristo, por cuya virtud se
congrega la Iglesia una, santa, católica y apostólica».
 El uso actual establece una ligera distinción entre
asamblea e Iglesia. Iglesia designaría el grupo local de
los cristianos y asamblea más bien la reunión de los
cristianos en un lugar determinado y en un tiempo
concreto.
 3.1.2 El origen de la asamblea litúrgica
 La asamblea litúrgica cristiana tiene su origen en las
asambleas del pueblo de Dios en el AT. Entre las cuales
tiene especial importancia la primera gran asamblea
celebrada por los hebreos a los pies del Sinai,
inmediatamente después de la liberación de Egipto y con
ocasión de su constitución como pueblo de Dios. La
tradición bíblica llama a este acontecimiento «asamblea de
Yavéh» y, al dìa en que tuvo lugar le llama «el día de la
asamblea».
 En esta «asamblea de Yavéh» se presentan cuatro
elementos que hay que destacar:
 La convocación que el mismo Dios hizo de su pueblo.
 La presencia de Dios en medio de él, sobre todo, mediante
la palabra que le dirige a través de Moisés.
 La adhesión del pueblo a las proposiciones de Dios.
 El sacrificio conclusivo con el que se selló la Alianza
establecida entre Dios y el pueblo (Ex 19, 24).
 Esta fue la primera asamblea, luego se sucedieron muchas
otras siguiendo el mismo esquema o uno parecido. La
celebrada en Siquén bajo la presidencia de Josué después
de la entrada en la tierra prometida (Jos 24); la que tuvo
lugar con ocasión de la dedicación del templo realizada por
Salomón (1 Re 8) y la que se celebró al retorno del exilio
de Babilonia (Neh 8-9).
 En toda la historia de Israel la asamblea es una realidad
estable para expresar su vinculación a Dios y a su culto, y
como tal, se manifiesta en los momentos más
trascendentales de su historia.
 3.1.3 La asamblea en el Nuevo Testamento
 a) La asamblea en los Hechos de los Apóstoles

 Los Hechos mencionan las reuniones de los cristianos para la


enseñanza de los Apóstoles, la oración y la fracción del pan (4,
20. 31-32; 6, 2-6; 12, 12; 14,29; 2, 42; 3, 1213).
 Ofrece una descripción de la primera comunidad cristiana.
«Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión, en la fracción del pan y en las oraciones»(He 2,42).
 Este texto es uno de los primeros testimonios sobre la
asamblea litúrgica cristiana y la SC 6 lo cita en relación con
el día de Pentecostés. «Desde entonces, la Iglesia nunca
ha dejado de reunirse para celebrar el misterio pascual:
leyendo cuanto a él se refiere en toda la Escritura (Lc 24,
27), celebrando la Eucaristía, en la cual se hacen de nuevo
presentes la victoria y el triunfo de su muerte, y dando
gracias al mismo tiempo a Dios por el don inefable (2 Cor 9,
15) en Cristo Jesús, para alabar su gloria (Ef 1, 12) por la
fuerza del Espíritu Santo».

 b) La asamblea en San Pablo


 En los escritos paulinos abundan los textos alusivos a la
asamblea cristiana denominada con la palabra «ekklesia»
(1 Cor 1,2; Ef 1,14.23). San Pablo presenta la asamblea
como el cuerpo de Cristo, la Iglesia, y recomienda que la
asamblea local esté abierta a las demás iglesias.
 c) La asamblea en el Concilio Vaticano II
 El tema de la asamblea ha sido muy valorado en la
Iglesia desde los tiempos primitivos, aparece tanto en los
escritos del NT como en la literatura de los Santos
Padres, en la Didajé 41, 1; en la Didascalia 13, 1; en San
Ignacio de Antioquia; Efesios 5,3 etc.
 La asamblea fue desde el principio signo de pertenencia
a la Iglesia, la participación en la asamblea se
consideraba algo constitutivo de la vida del cristiano y al
ir perdiendo el entusiasmo primitivo se fue apagando el
interés por la asamblea litúrgica y los pastores
impusieron la obligación de participar en la asamblea de
los días festivos.
 La asamblea, en los últimos tiempos, es cuando se ha
puesto de relieve y entre los puntos más logrados en la
reforma litúrgica del Concilio Vaticano II ocupa lugar muy
importante el de la revalorización de la asamblea litúrgica
(SC 26-32).
 3.1.4. La asamblea litúrgica cristiana
 Podríamos definirla como «una reunión de
cristianos convocada por la Palabra de Dios,
presidida por un legítimo ministro, congregada
en un determinado lugar para celebrar una
acción liturgica y que goza de la presencia
cualificada de Cristo» (José Antonio Abad, o. c.).
 Sus características:
 es convocada por Dios mismo,
 Cristo està presente en ella,
 es reuniòn de toda la comunidad cristiana,
 es fraternidad en la diversidad y,
 es realidad participativa y festiva.
 a) Es convocada por Dios
 La asamblea liturgica es una reuniòn de fieles que ha
respondido a la convocatoria hecha por Dios, para que
se unan a Cristo y unidos a El puedan tributarle el culto
que le es agradable.
 Según esto, la oración de la asamblea litúrgica no es el
resultado de sumar cada una de las oraciones de cada
uno de los fieles presentes, sino la oración con la que
cada cristiano, unido a Cristo y en Cristo a los demás
hermanos, prolonga y personaliza la oración viva de la
Iglesia.
 De este modo, la asamblea litúrgica se convierte en un
signo sagrado y salvífico de la acción de Dios, en cuanto
que manifiesta que la congregación o reunión de los
fieles solo es posible si Dios toma la iniciativa y se acerca
a cada hombre para revelarle y comunicarle su designio
salvífico. La asamblea litúrgica es, por tanto, un misterio
antes que una realidad material.
 b) Cristo está presente en ella

 El Vaticano Il ha hecho dos grandes


afirmaciones:
 1) la realidad de la presencia de Cristo en todas
las acciones litúrgicas y
 2) los modos diferentes de esa presencia (SC 7).
En lo que respecta a la asamblea, dice: «Cristo
está presente cuando la Iglesia suplica o canta
salmos, pues El mismo prometió «Donde dos o
más están reunidos en mi nombre, allí estoy yo
en medio de ellos».
 El Concilio cita expresamente Mt 18,18, que es
fundamental en este punto, ya que se trata de un
texto con sentido comunitario o eclesial y está
encuadrado en un contexto de caridad y amor
fraterno, propio de todo el c. 18 de San Mateo.
 c)Es reunión de toda la comunidad cristiana

 La asamblea litúrgica es la reunión de todos los que


han recibido la fe por el Bautismo y no han renegado
públicamente de ella. Es pues, una congregación
universal, abierta a todos, y carente de cualquier
exclusividad.
 Si algo se advierte en las comunidades cristianas
primitivas es que, como decía San Pablo: «Ya no hay
judío ni gentil, siervo o esclavo». De aquí que la
verdadera asamblea litúrgica se oponga frontalmente a
los grupos minoritarios que se cierran intencionalmente
en sí mismos o excluyen a otros cristianos.
 Por eso el ideal de la asamblea cultual no es la que
podríamos llamar especializada: niños, jóvenes,
intelectuales, obreros..., sino aquella en la que aparecen
juntos los ricos y los pobres, los niños y los ancianos, los
ignorantes y los sabios.
 d) Es fraternidad en la diversidad
 La asamblea litúrgica supera, con la fraternidad cristiana,
todas las diferencias humanas, sociales, económicas,
culturales, etc. Esta característica de fraternidad, sobre
todo en la Eucaristía, conviene no perderla de vista sobre
todo en nuestra época tan amenazada por los
particularismos y diferencias sociales e ideológicas.
Cuando se reúnen los cristianos todos son hijos de Dios
y miembros del mismo Cuerpo de Cristo.

 e) Es realidad participativa y festiva


 La apertura, propia de toda auténtica asamblea litúrgica,
no es solo física sino también celebrativa; es decir, la
asamblea es la comunidad de fieles en donde todos
participan consciente y piadosamente, gracias a las
exigencias que brotan del Bautismo y de la misma
celebración.
 Por otra parte, la asamblea litúrgica tiene un
carácter festivo:
 tanto porque celebra un misterio de alegría (la
salvación obrada por Cristo),
 cuanto porque es portadora de un misterio de
gozo: la presencia del mismo Cristo.
 El carácter festivo de la asamblea cristiana no
tiene nada que ver con algunas manifestaciones
«litúrgicas» de caràcter desacralizante, profano o
dramático, en donde la alegría del misterio de
Cristo es suplantada −total o parcialmente− por
una alegría que está condicionada por el uso de
ciertos instrumentos, melodías, movimientos o
actitudes corporales, así como por un entorno que
dificulta −si es que no hace invisible− la
percepción de la originalidad de la asamblea
cristiana.
 3.2 EL PUEBLO DE DIOS EN LA ASAMBLEA

 Por voluntad de Jesús la Iglesia es jerárquica y, por tanto,


una realidad en la que existe unidad de misión y diversidad
de funciones. Esto explica que en la Liturgia −epifania de la
Iglesia (SC 2.16.19)− existan unas acciones que
corresponden a los fieles y otras a los ministros.
 Teniendo presente esta realidad eclesiológica, el Vaticano
II enseña que "en las celebraciones litúrgicas, cada cual,
ministro o fiel, al desempeñar su oficio, harán todo y solo lo
que les corresponde por la naturaleza de las acciones y las
normas litúrgicas» (SC 28).
 En la asamblea litúrgica existen, pues, dos clases de
personas: los ministros (de iure o de facto) y los fieles. Son
ministros de iure los que han recibido el sacramento del
Orden, obispos, sacerdotes y diáconos, o han sido
instituidos con un rito especial, como los lectores o los
acólitos. Son, en cambio ministros de facto quienes
ejercitan ciertos ministerios sin estar instituídos para
hacerlo.
 Según esto, el organigrama de la asamblea litúrgica sería el
siguiente:
 Ministros ordenados.
 Ministros instituídos.
 Ministros de facto.
 Los fieles.
 3.2.1 Los Ministros ordenados

 Reciben este nombre los que participan −en mayor o menor


grado− del sacerdocio ministerial de Cristo.
 El Obispo posee la plenitud del sacerdocio y el supremo
pastoreo de una porción del Pueblo de Dios. Esta potestad no la
tiene por delegación del pueblo o del Papa, sino porque Cristo
mismo se la ha comunicado en el rito de la ordenación.
 Por este motivo, el Obispo, además de ser el dispensador de los
sagrados misterios es, al mismo tiempo, moderador, promotor y
custodio de la vida litúrgica y quien ejerce el ministerio de
presidir y actuar en la Liturgia en la Persona de Cristo−Cabeza,
predicar con autoridad al pueblo de Dios y moderar la
celebración según la normativa vigente.
 El Presbítero es verdadero sacerdote, aunque no tiene la
plenitud del sacerdocio ministerial y está subordinado al obispo,
de quien es probo colaborador. Por esto, en las celebraciones
litúrgicas actúa como ministro de Cristo y representante del
obispo.
 Gracias a ello, el presbítero ofrece el sacrificio de la Misa,
preside la asamblea congregada, dirige la oración, anuncia el
mensaje de salvación, asocia a los fieles a la ofrenda del
Sacrificio, da a sus hermanos el pan de vida eterna, etc.
 El Diácono, que recibe «la imposición de manos no en orden al
sacerdocio, sino al ministerio» (LG, 29), sirve al pueblo de Dios,
en comunión con el obispo y el presbítero, en el ministerio de la
Palabra y de la caridad.
 Los ministerios del diácono, en general, son éstos: proclamar y,
a veces (CIC 757), predicar el Evangelio, proponer a los fieles
las intenciones de la plegaria universal y sugerir a la asamblea,
con moniciones oportunas, el comportamiento que debe adoptar
en diversos momentos de la celebración. El diácono es,
también, ministro ordinario del Bautismo, de la Comunión y de la
Exposición y Bendición del Santísimo Sacramento (CIC 943).
Puede asistir como delegado al matrimonio (CIC 1108) Y presidir
el rito de los funerales y de la sepultura.
 3.2.2 Los Ministros instituidos

 Reciben el nombre de ministerios instituidos los que se


habilitan para determinadas acciones litúrgicas mediante
un rito específico que no forma parte del sacramento del
Orden. En concreto son dos: el lectorado y el acolitado;
quizá podría incluirse el ministerio extraordinario de la
comunión cuando se otorga mediante un rito litúrgico.

 a) El Lector
 El ministerio especifico del lector es la proclamación de
las lecturas bíblicas, excepto el Evangelio. Para que
pueda cumplir convenientemente su ministerio es
necesario que tenga una buena formación bíblica,
litúrgica y técnica. De ahí que no todos sirvan para
realizar este ministerio. De hecho, la Iglesia, sin excluir a
nadie, se lo confía solo a quienes ofrecen garantías
suficientes (Directorio sobre el lector 11).
 La formación bíblica supone, al menos, el conocimiento
básico de la historia de la salvación y de la naturaleza del
leccionario.
 La formación litúrgica requiere una instrucción fundamental
sobre la Liturgia en general y sobre la Liturgia de la
celebración en la que se ejerce el ministerio.
 La formación técnica se refiere al arte de la lectura en
público. Este arte exige: preparar previamente la lectura
que se va a proclamar; adoptar la articulación y el tono ade-
cuado para que la palabra llegue a todos con nitidez y
claridad; seguir el ritmo exigido por el texto que se proclama
(narrativo, interrogativo, sapiencial, etc.) y; leer con
sinceridad, agilidad, unción, convicción, recogimiento y
respeto.
 b) El Acólito
 El acólito es instituído para ayudar al sacerdote y al
diácono. Sus funciones principales son: llevar la Cruz en las
procesiones, ayudar al diácono en el cuidado del altar y de
los vasos sagrados, y velar por el destino adecuado de las
ofrendas.
 3.2.3 Los Ministros de facto
 Estos ministerios los ejercen aquellas personas que
no son instituídas para determinados oficios, pero los
desempeñan de manera estable o, simplemente,
ocasional.
 Estos ministerios pueden estar:

 a) Al servicio de la asamblea (SC 29; OGMR 68)


 Las personas encargadas de la limpieza y
ornamentación, vestuario litúrgico y vasos sagrados,
etc.
 Los encargados de la acogida y del orden (los
antiguos hostiarios). En algunas comunidades
cristianas existen personas que se dedican a recibir a
los fieles a la puerta de la Iglesia acomodándolas y
ordenando las procesiones, para que nadie se sienta
extraño, sino acogido por la comunidad.
 El comentador o monitor de la asamblea, donde sus
intervenciones pueden ser indicativas, indican las
posturas corporales, el modo de organizar las
procesiones, etc.; explicativas, cuando se ambienta una
lectura, o se explica el significado de algún signo, etc.; o
exhortativas, cuando se indica la actitud espiritual que
debe asumir la asamblea para participar en cada
momento de la celebración. Las moniciones no se
hacen desde el ambón, sino desde otro lugar adecuado
(OGMR 68, 272).

 b) Al servicio de la Palabra de Dios

 El lector no instituido (SC 29; OGMR 66).


 El salmista (OGMR 36).
 c) Al servicio del altar y del ministro ordenado

 El acólito no instituído (SC 29; OGMR 66).


 El ministro extraordinario de la comunión y de la
exposición del Santísimo (OGMR 68; Instrucción
Inmensae caritatis; Ritual de la Santa Comunión y del
culto a la Eucaristía fuera de la Misa).
 El maestro de ceremonias (OGMR 69).

 d) Al servicio del canto litúrgico y de la música (SC 29;


MS 13-26; OGMR 63, 64, 78, 90)

 Los cantores y la schola.


 El director de canto de la asamblea.
 El organista y los restantes músicos.
 3.3 LA ASAMBLEA Y LA EFICACIA DE LAS ACCIONES
LITURGICAS
 El pueblo fiel y los ministros instituidos o de facto forman
parte de la asamblea litúrgica, sin embargo, ni uno ni otro
se requieren para la validez y eficacia plena de las
acciones litúrgicas.
 No se requieren para la Santa Misa, segùn dice la OGMR,
que en este punto recoge la práctica de muchos siglos de
la Iglesia. Aunque no haya presencia de pueblo, dice el n.4
"la celebración eucarística no pierde por ello su eficacia y
dignidad, porque es un acto de Cristo y de la Iglesia».
Conviene usar una terminología que evite malentendidos:
no hablar de misas privadas y misas públicas (todas son
públicas por ser acciones del Cuerpo Místico), sino de
misas con pueblo o sin pueblo.
 Tampoco se requiere la presencia del pueblo y de los
ministros instituidos o de facto en los demás sacramentos.
Tampoco en el rezo de la Liturgia de las Horas, pues
siempre que un fiel destinado para ello reza el Oficio
Divino, su oración no es exclusivamente suya, sino de toda
la Iglesia.
4. LA CELEBRACIÓN LITÚRGICA

 La celebración litúrgica cristiana tiene diversas


formas según los distintos tiempos y lugares.
Pero dentro de esta variedad existen algunos
elementos que permanecen. Estos son unos
signos de identificación y vínculos de unión entre
las diferentes iglesias y comunidades.
Respondamos preguntas como: ¿qué es
celebrar?, ¿cómo celebrar la Liturgia?, ¿qué
criterios se deben tener en cuenta a la hora de
celebrar?...
 4.1 LA CELEBRACIÓN
 SC 7 dice «toda celebración litúrgica, por ser obra
de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la
Iglesia, es acción sagrada por excelencia». La
acción celebrativa consiste en la evocación y el
anuncio de un hecho de salvación, en la
actualización de ese hecho aquí y ahora para los
que toman parte en la celebración, mediante un
ritual compuesto de símbolos, palabras y gestos.
 La celebración litúrgica es el acto que evoca y
hace presente la salvación realizada por Dios en
Jesús con la fuerza del Espíritu Santo. Podríamos
distinguir tres conceptos distintos:
 qué es Liturgia cristiana.
 qué es celebración y
 qué es ceremonia.
 La Liturgia cristiana implica y abarca toda la existencia
cristiana, convertida en una ofrenda grata a Dios.
 La celebración es el momento en que tiene lugar la
actualización de la salvación mediante gestos, palabras y
ritos.
 La ceremonia es un elemento externo de la celebración, es
una norma o costumbre ten el campo litúrgico o social.
 La celebración en cuanto acción sagrada de una asamblea
comprende estos elementos:
 Un acontecimiento, que siempre es Jesús, su vida, su obra,
y sobre todo su muerte y su resurrección.
 Una comunidad, que siempre es la Iglesia.
 Una situación festiva, que nace de saber que el Señor está
en medio de nosotros y sigue actuando.
 Y el ritual, que es el conjunto de gestos, palabras, acciones
y objetos que intervienen en la celebración.
 El contenido de la celebración cristiana es siempre
el mismo: El Misterio Pascual de Jesucristo.
Según la SC 7 «Cristo está presente en su
palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la
Sagrada Escritura, es El quien habla. Está
presente cuando la Iglesia suplica y canta
salmos»; la acción celebrativa es como un diálogo
entre Dios y los hombres y este diálogo aparece
siempre ritualizado de la manera siguiente:
 anuncio de la Palabra de Dios al leer las Sagradas
Escrituras.
 canto de himnos o de salmos, meditando el texto
proclamado.
 oraciones de la asamblea: preces del pueblo y plegarias
del presidente.
 signos, gestos y ritos simbólicos.
 San Justino dice sobre el domingo: "Se leen las memorias
de los apóstoles o los escritos de los profetas según el
tiempo lo permite... El que preside toma la palabra para
exhortar ... Luego nos levantamos todos juntos y hacemos
subir plegarias a lo alto...”.
 Entonces, como ahora, la estructura litúrgica celebrativa
aparece como un conjunto de lecturas, cantos, oraciones,
plegarias, gestos, etc. Todo esto tiene un significado
teologico profundo:
 Dios convoca a la asamblea cristiana con su Palabra.
 La asamblea hace suyo este anuncio y lo medita a través
de sus cantos.
 La asamblea sabe que la salvación de Dios es más que
promesa y pasa a las preces y súplicas.
 Finalmente, inserta su oración en la oración de Cristo al
Padre mediante la oración del Presidente de la asamblea,
punto culminante de toda la asamblea.
 4.2 LAS LECTURAS
 En la mayoría de las celebraciones litúrgicas el primer elemento
es la lectura de la Palabra de Dios. Después de una introducción
se leen una o varias lecturas. La comunidad se reùne
convocada por la Palabra.
 Leyendo SC 6, 7, 24, 33, 35 como DV 21, 23, 24 nos damos
cuenta de la importancia que se le da a la Sagrada Escritura. La
proclamación de la Palabra en la Liturgia es un signo de la
presencia de Cristo en la asamblea. La palabra de Dios siempre
es eficaz como dice Gn 1,3-5; Is 55, 10-11; Jn 9, 57. Dios hace
lo que dice y cuando se escucha hay que hacerlo con una
profunda fe en su fuerza. En la Liturgia celebramos la Palabra,
no celebramos ideas sino acontecimientos de salvación.
 En la celebración litúrgica la Palabra tiene un carácter casi
sacramental y siempre es eficaz y actual (SC 33); al ser
proclamada en la asamblea, Dios mismo sigue hablándonos hoy
y cobra plena actualidad; para nosotros se hace viva y eficaz, da
vida y santifica. En la Liturgia la Palabra se convierte en fuente
de plegaria para toda la Iglesia y la acompañamos de cantos y
oraciones.
4.2.1 El Leccionario
 No es un libro cualquiera, ni es la Biblia, sino un libro que
contiene la Palabra de Dios que va a ser proclamada en la
asamblea liturgica y contiene una selección y ordenación de
pasajes bíblicos.
 La Liturgia de la Palabra en la celebración tiene cuatro
momentos:
 Palabra profética: textos que anuncian la plenitud de los tiempos
que se realizará en Jesús. Está tomada de los libros históricos o
proféticos o sapienciales del AT.
 Palabra de los salmos. Se trata de un salmo que retoma la idea
anterior de una manera lírica y poética.
 Palabra apostólica: son lecturas del NT (Hechos, Cartas o
Apocalipsis) que expresan la experiencia de Cristo vivida por los
apóstoles y las primeras comunidades cristianas.
 Palabra evangélica: se refiere a las palabras y acciones de
Jesús, desde las que es posible interpretar los demàs eventos y
palabras de la historia de la salvación.
 Esta ordenación la encontramos en la Didascalia del s. II: "y
estando de pie el lector ... lea los libros de Moisés y de Josué, el
de los Jueces y el de los Reyes ... y los del retorno, ademàs de
los de Job, Salomón y los profetas. Acabadas las lecturas,
hechas entre dos, otro cante los himnos de David. Luego léanse
nuestros Hechos, las cartas de Pablo ... y después el diácono o
presbítero lea el evangelio».
 La elección de los textos de los Leccionarios se han hecho
segun estos criterios:
 Se presenta en ellos el misterio de Cristo y de la historia de la
salvación en su totalidad.
 El Año Litúrgico es el marco para presentar orgánicamente todo
el misterio de la salvación.
 Los textos más importantes de la Escritura se proclaman en los
domingos y en las fiestas. El resto de la Escritura se lee en los
tiempos llamados de «feria». Y ambas series son
independientes entre sí.
 Las lecturas de las fiestas de los Santos, sacramentos etc. se
han seleccionado con criterios propios.
 Se conserva el uso tradicional de ciertos libros en algunos
tiempos litúrgicos p.ej. los profetas en la Cuaresma.
 4.2.2 La Palabra Proclamada
 La Iglesia hace desde siempre unos signos en señal de
veneración: un lugar especial para proclamarla – ambón-, una
procesión con velas e incienso, el beso, la postura de pie, las
aclamaciones, etc.
 La proclamación de esta Palabra de Dios la hace un lector; que
debe tener unas características técnicas para que no se malogre
su contenido, como son:
 Vocalizacion: se debe pronunciar bien y regular el volumen de la
voz de modo que se oiga bien lo que se dice.
 Regulacion del ritmo: se debe intercalar pausas en las comas,
en los puntos y puntos aparte.
 Modulacion de la voz: se debe dosificar los fuertes y los graves
según el sentido de la frase.
 Postura corporal erguida: se debe tener la cabeza alta, mirando
frecuentemente a la asamblea para que la lectura se convierta
en verdadera interlocucion.
 Segun la OGMR n.11, es conveniente y oportuno hacer una
introducción a las lecturas para suscitar el deseo de escuchar,
no de hacer un resumen o pequena homilía; solo se trata de
despertar el interés de los que escuchan.
 4.2.3 La Homilía
 La homilía, que sigue a la proclamación de las lecturas, no
es en sí misma Palabra de Dios, pero es parte integrante
de la proclamación litúrgica (SC 52; OGMR 41). Está
reservada al sacerdote y se hace desde la sede o desde el
ambón, nunca desde el altar (OGMR 11,61,97, 165). En
ella se exponen durante el Año Litúrgico, a partir de los
textos sagrados, los misterios de la fe y las normas de la
vida cristiana (SC 52).
 4.3. EL CANTO LITÚRGICO
 Los cantos son parte de las fiestas y celebraciones. En las
celebraciones litúrgicas el canto es parte esencial. En toda
la Biblia encontramos el canto. El ejemplo más perfecto
son los salmos, que expresan la admiración y el
reconocimiento de la presencia de Dios en la creación, en
la historia y en la vida de cada hombre.
 La Iglesia primitiva continuó esta práctica y los apóstoles
invitaban a los fieles a expresarse con salmos, himnos y
cánticos inspirados (Ef 5,18-20; Sant 5,13). San Juan
Crisóstomo dice: "Desde que baja en medio de nosotros el
salmo, reúne las voces mas diversas y forma con todas
ellas un cántico armonioso». San Basilio: "El canto del
salmo rehace amistades, reune a los que estaban
separados entre sí, vuelve amigos a los que estaban
enemistados ... y reúne al pueblo en la sinfonía de un
mismo coro». San Agustín: «Yo siento que estas palabras,
cuando se cantan, sumergen mi alma en devoción más
ferviente y apasionada que si no se cantasen».
 Siempre que las personas se han reunido en nombre del
Señor para celebrar los misterios del Señor, la música y el
canto han ocupado un lugar importante. Hay dos
documentos en los últimos tiempos de la Iglesia que
manifiestan este interés y son la Sacrosanctum Concilium y
Musicam Sacram
 4.3.1 Las funciones y los valores del canto

 La Iglesia se sirve del canto y la música para celebrar el


misterio de la salvación. La razón del canto se encuentra
en el servicio que debe prestar a la acción litúrgica (SC
112). El canto ha servido siempre para expresar los
sentimientos más profundos del hombre. El canto
desarrolla la participación y permite que los sentimientos
de fe, alabanza, gozo, etc., adopten una expresión más
intensa y penetrante.
 El canto crea comunidad; como dice la Ordenación
General de la Liturgia de las Horas 270 «El canto dimana
de lo profundo del espíritu ... y pone de manifiesto de un
modo pleno y perfecto la índole comunitaria del culto
cristiano» y el canto es un signo de comunión y en el n.16
de Musicam Sacram dice «Nada más festivo ni mas grato
en las celebraciones que toda una asamblea entera
exprese su fe y su piedad por el canto».
 4.3.2 La Animación

 En la asamblea litírgica existe una diversidad de servicios


para el canto. Ante todo, está el pueblo que es el
responsable principal del canto, pero también existen
individualidades que cantan: el presidente, el salmista, el
solista, la schola, el coro, la coral y el director o animador
del canto. Es muy importante saber conjugar todos estos
actores que intervienen en el canto. Tiene una gran
importancia el animador del canto que dirige la asamblea y
que además tiene que ensayar. Su función consiste en
impulsar, animar a cantar sin olvidar que el principal
animador de la acción litúrgica es el presidente (OGMR
64).
 La schola o el coro ayuda al canto colectivo de la
asamblea, colabora alternativa o dialogalmente con ella,
enriquece el canto con la polifonía y suple en ciertos
momentos al pueblo para que este escuche. Nunca
suplanta a la asamblea, sobre todo en el salmo, en el
santo, en la aclamación eucarística, etc.
 4.4 LA ORACIÓN LITÚRGICA

 Es una parte muy importante de la celebración


litúrgica. Después que Dios ha hablado a su
pueblo por la palabra proclamada, el pueblo
responde con la oración. Según la práctica
antíquisima de la Iglesia, la oración litúrgica se
dirige al Padre, por medio de Jesucristo en la
unidad del Espíritu Santo.

 La oración litúrgica va acompañada de actitudes y
gestos corporales como: estar sentados, de pie,
de rodillas, con las manos juntas, las manos
levantadas o extendidas. etc. Asimismo, la oración
se puede dividir en dos grandes apartados:
oraciones del sacerdote y oraciones del pueblo.
 4.4.1 Las oraciones del sacerdote
 En la Liturgia cristiana existen diversos tipos de oración
presidencial: las grandes oraciones consecratorias y los
modelos de tipo colecta.
 Las oraciones consecratorias son acciones de gracias y
comprenden plegarias eucarísticas, las fórmulas de la
ordenación, bendición o consagración de obispos,
presbíteros, diáconos, abadesas, vírgenes, así como del
agua bautismal, del crisma, de las iglesias ... La plegaria
eucarística de la Misa es un ejemplo típico de este tipo de
oración consecratoria.
 Otro tipo de oración presidencial es el modelo «tipo
colecta». Esta es una oración mucho más breve y suele
encontrarse no en el momento culminante de la
celebración, sino al final de una acción o rito a modo de
conclusión. Como su nombre indica, esta oración trata de
recoger el sentido de lo que precede inmediatamente y
explicitarlo dentro del conjunto de la celebración. Consta
normalmente de una alabanza a Dios, de una súplica y de
una conclusión.
 4.4.2 Las oraciones del Pueblo
 Dice la OGMR 47 que existen dos modelos de plegaria
litúrgica que pertenecen a toda la asamblea, aunque en su
ejecución intervengan diversos ministros: la oración de los
fieles y las letanías.
 SC 53 dice «Restablézcase la oración común o de los
fieles después del evangelio y de la homilía, principalmente
los domingos y fiestas de precepto, para que, con la
participación del pueblo, se hagan súplicas por la Santa
Iglesia, por los gobernantes, por los que sufren cualquier
necesidad, por todos los hombres y por la salvación del
mundo entero».
 Esta ha sido una de las mas bellas restauraciones del
Concilio. La OGMR 46 recuerda que se ha de pedir por la
comunidad local. Deben estar presentes siempre en la
oración de los fieles estas cuatro peticiones: a) por la
Iglesia, b) por los gobernantes, c) por los que sufren, d) por
la comunidad local (en este orden).
 La oración de los fieles es una plegaria especialmente
representativa de la asamblea litúrgica, «pueblo santo de
Dios congregado y ordenado bajo la dirección de sus
pastores» (LG 26).
 Por eso intervienen en ella, además de la comunidad, los
distintos ministerios (OGMR 47):
 El presidente (obispo o sacerdote) que debe invitar a la
oración y concluir las preces.
 El diácono o un cantor que lee las intenciones.
 La asamblea entera, que expresa sus súplicas, o con una
invocación común que se pronuncia después de cada
intención, o con la oración en silencio.
 Hay varios modos de presentar las intenciones. El canto,
especialmente en las invocaciones comunes, es muy
conveniente. Se puede emplear la creatividad, pero
respetando siempre la estructura fundamental y la
jerarquía de las intenciones.
Las letanías son una fórmula antiquísima de plegaria litúrgica,
de mucha fuerza participativa y de gran popularidad. Su más
antigua expresión, herencia probable del judaísmo, es la letanía
diaconal, practicada en Siria ya en el s.IV; el diácono anunciaba
una serie de intenciones breves y el pueblo respondía
suplicando: Kyrie eleison (Señor ten piedad).
 Las letanías se usan en los ritos de la ordenación, en la
consagración de las vírgenes, en la dedicación de iglesias,
altares, en la bendición del agua bautismal, etc. Sin perder su
carácter procesional y penitencial, en las Rogativas y otras
procesiones. Actualmente, se han incorporado a las letanías
también los santos locales y los patronos.
 4.5 LOS SIGNOS
 La Liturgia no es solo el intercambio de palabras entre Dios y su
pueblo. El pueblo recurre a otros signos materiales, como son
las expresiones corporales, los gestos, las acciones, etc. La
Liturgia incorpora los signos y los símbolos como una realidad
fundamental de su dinámica. Tanto el rito (o el símbolo) como el
gesto, apoyados por la palabra, constituyen el lenguaje
expresivo de la Liturgia que celebra la acción de Cristo y de la
comunidad por medio de todos estos modos.
SIGNIFICADO DE LOS SÍMBOLOS
LlTURGICOS
5. EL ESPACIO Y EL TIEMPO
DE LA CELEBRACION

 Toda celebración alcanza plenitud gracias a la


combinación del espacio y del tiempo. El dónde y el
cuándo: el dónde de la celebración cristiana es la
asamblea eclesial, la reunión de la comunidad y por
supuesto en el templo; el cuándo es la fiesta, hay
celebración cuando hay fiesta.

 5.1 EL ESPACIO CELEBRATIVO O TEMPLO


 Para la celebración litúrgica hace falta un espacio
adecuado. Al principio del cristianismo a éste espacio
celebrativo se le llamaba «cara de la Iglesia»; con el paso
del tiempo, el nombre de Iglesia pasa de la comunidad al
edificio donde se reune, al templo.
A lo largo de la historia, Oriente hizo de sus
templos un cielo en la tierra, todos llenos de
iconos. Occidente los convirtió en toda una
catequesis de piedra, luz y sonido. El espacio de
la celebración en el cristianismo es un poema de
belleza y verdad. SC 123 y 124 dice del templo:
 que debe estar al servicio de las necesidades
materiales de la asamblea y de la celebración.
 debe expresar su misterio profundo, su significado
cristiano y eclesial; que sea el lugar de la
presencia de la asamblea en la que Dios se hace
presente.
 La OGMR y el Ritual de la dedicación de Iglesias y
Altares (1977) nos dan los principios orientativos
para crear o adaptar los espacios para la
celebración:
 a) Para que haya buena comunicación entre Dios
y el hombre el templo debe tener algunas
condiciones, como son:
 Que sea práctico para la celebracion, donde se
oiga bien, se vea bien, se pueda orar...
 Donde pueda haber armonía entre el
recogimiento, amor, belleza y comunión.
 Valor simbólico y referencia a lo trascendente.
 Y que tanto los materiales como la decoración
lleven a la espiritualidad.
b) Desde el punto de vista la comunicabilidad
dentro de la asamblea, la arquitectura del
templo debe hacer posible:
 La constitución de la asamblea, el encuentro.
 Que se perciba bien al ministro, a los gestos y a
los ritos.
 La presidencia y moderación de la plegaria, de
los movimientos de los ministros, y de las
actitudes corporales de la asamblea.
 La diferenciación de ministerios y funciones.
 La dirección del canto y las intervenciones del
coro.
 La distribución y ordenación mutua de los
distintos lugares en el templo: altar, ambón,
sede, tabernáculo (sagrario) etc.
c) Desde el punto de vista de las relaciones entre la
Liturgia y la vida, entre el templo y la calle, la
arquitectura debe tener en cuenta
 El paso de la calle a la celebración, creando zonas
intermedias como pórtico, atrio, zona verde.
 La importancia del acceso a los lugares de la
celebración, facilitando la acogida cálida, la seguridad,
cierta comodidad.
 La importancia de los ritos iniciales como: procesión de
entrada, aspersión, etc.

 5.1.1 Los elementos que integran el espacio celebrativo


o templo
 1) IGLESIA/TEMPLO.Edificio en el que se reúne la
comunidad cristiana para escuchar la Palabra de
Dios,orar unida, recibir los sacramentos y celebrar la
Eucaristía.
2) PRESBITERIO: zona alrededor del altar, diferente de
la nave del templo.
3) ALTAR: la mesa del sacrificio y del banquete pascual
(ara y mesa) y el centro de la acción litúrgica.
4) SEDE: puesto del celebrante o presidente.
5) CATEDRA: puesto del Obispo en la Iglesia catedral.
6) AMBON: lugar del anuncio de la Palabra de Dios.
7) LUGAR DE LOS FIELES (NAVE): lugar reservado a
los fieles demodo que les permita participaren la
celebración.
8) LUGAR DE LOS CANTORES: parte del lugar de los
fieles donde los cantores y músicos que cumplen su
oficio.
9) TABERNÀCULO O SAGRARIO: lugar destinado para
laConservación de la Eucaristía.
10) FUENTE BAUTISMAL: recipiente donde brota o se
contiene el agua bautismal.
11) LUGAR PENITENCIAL: lugar y sede destinados a
lacelebración de la Penitencia.
12) LA SACRISTIA: aula próxima a la Iglesia destinada a
revestirse los ornamentos litúrgicos y desde la que se inicia
la procesion de entrada.
 5.1.2. Los objetos, las insignias y los ornamentos litúrgicos
 Se usan en las celebraciones liturgicas, tienen un valor
práctico, simbólico y hasta artístico. Muchos de ellos tienen
historia propia y distinguen a los ministros de la
celebración.
 La SC 128 da a las Conferencias Episcopales facultad para
que en cuanto a la materia, y la forma de los objetos y
vestiduras sagradas, sean adaptadas a las costumbres y
necesidades locales; la OGMR 287 pide que se busque
con cuidado la noble simplicidad, que tan bien le cae al
arte auténtico.
- EL CÁLIZ Y LA PATENAVasos destinados a
ofrecer,consagrar y sumir el pany el vino (OGMR 289).
- EL COPÓNVaso destinado a contenerlas hostias
consagradas.
- VINAJERAS
- CRISMERAS
- ACEITE (e HISOPO)
- PILA DE AGUA BENDITA
- INCENSARIO
5.1.2.2 Las vestiduras sagradas
- ALBA: vestido común para todos los ministros de
cualquier grado,se ciñe si es necesario(OGMR 298).
- CASULLA: vestido propio del sacerdote(OGMR 299).
- DALMÁTICA: vestido propio del diácono.
- LA ESTOLA: pieza que el sacerdote lIeva
alrededor del cuello, y el Diácono
atravesada, del color de la casulla(OGMR
302).
- 5.1.2.3. Los colores litúrgicos
- 5.1.2.4. Las insignias liturgicas
- ANILLO(Cerem Episco 58)
- BÁCULO(Cerem Episco 59)
- MITRA (OGMR 60)
CRUZ PECTORAL (OGMR 61)
- EL PALIO (OGMR 62)
 5.2. EL TIEMPO CELEBRATIVO
 5.2.1 La fiesta
 Es algo común a todos los seres humanos
celebrar la fiesta. La fiesta cristiana es un tiempo
celebrativo de la Liturgia que se convierte en un
acto de culto y oportunidad de salvación presidido
por la eucaristía. Notas características:
 La fiesta es símbolo de la presencia de Jesús en
medio de los suyos.
 Es una anticipación de la vida eterna.
 EI culmen de toda fiesta cristiana es el domingo,
que es anterior a cualquier fiesta o tiempo litúrgico.
 5.2.2 EI Calendario Litúrgico
 EI tiempo está dividido en períodos que marcan la vida, las
actividades y las fiestas de los hombres. Los cristianos
tienen también una distribución del tiempo en el que
celebran los misterios de Cristo y expresan su fe. Se trata
del Calendario Litúrgico. Tiene su propio ritmo, una
sucesión de fiestas y una alternancia de tiempos. Se
establece conforme a estos ritmos:
 Diurno: cada día es santificado por las celebraciones del
pueblo de Dios, principalmente, por la Eucaristía y la
Liturgia de las Horas.
 Semanal: gira en torno al domingo, dia del Señnor y fiesta
principal de los cristianos.
 Anual: cuenta con 52 semanas y a través de ellas se
desarrolla todo el misterio salvífico de Cristo, cuya fiesta
principal es el Triduo Pascual.
 5.3. EL DOMINGO, DÍA DEL SEÑOR
 Desde el principio de la vida de la Iglesia, los cristianos
aparecen como gente que se reúne regularmente en un día
fijo, el día primero de la semana: el domingo.
 5.3.1 EI día del Señor
 La razón por la que los primeros cristianos escogen este
día, el domingo como día del Señor, es clara: el misterio
pascual de Jesús está unido al primer día de la semana y
ese día es el día de la resurrección y de los encuentros con
el Resucitado (Mt 28, 1; Jn 19, 31; 20, 1-19; Mc 16, 1-2.9).
 Ese día sera el día del memoriaI de la gran liberación, el
día de su señorío (Ap 1, 10). Todos los textos insisten en
que ese día y no otro es cuando se reúne la asamblea (Jn
20, 19; Hch 20, 7).
 En la Didajé 14 se nos dice: "EI día del Señor reuníos para
la fracción del pan y la eucaristía, después de haber
confesado vuestros pecados para que sea puro vuestro
sacrificio».
En la SC 106 "La Iglesia, por una tradición apostólica que trae
su origen del mismo día de la resurrección de Cristo,
celebra el Misterio Pascual cada ocho días, en el día que
es lIamado con razón día del Señor o domingo».
 5.3.2 EI día de la reunión cristiana
 EI año 112 Plinio el joven afirma que los cristianos
arrestados "afirmaban que toda su falta o error se había
limitado a reunirse habitualmente un día fijo, antes del
alba». En la Didascalia de los apóstoles se nos dice: "EI
día del domingo estad todos alegres, pues el que se aflige
el domingo comete pecado».
 La asamblea dominical que según SC 42 "representa a la
Iglesia visible establecida por todo el orbe», sale al
encuentro del Señor Resucitado y se deja comunicar la
fuerza salvadora de su Pascua. La reunión dominical nos
educa en nuestra conciencia de comunidad, nos forma en
el sentido de pertenencia a la Iglesia y de fidelidad a una
comunidad, a la que pertenecemos, y al mismo Cristo,
cuyos miembros somos.
 Si no acudimos, nos empobrecemos a nosotros mismos y
empobrecemos a la comunidad. Nos reunimos, además,
para adquirir fuerzas y poder dar testimonio de Cristo
resucitado ante el mundo; por eso, es también un signo
misionero.
 5.3.3 EI día de la Eucaristía
 SC 6 dice: «La Iglesia nunca ha dejado de reunirse para
celebrar el misterio pascual». EI domingo es el día
memorial de la Pascua del Señor y la Iglesia se reúne para
celebrar el misterio pascual de Cristo. No hay domingo sin
asamblea y no hay domingo sin Eucaristía. La Eucaristía
es la característica típica del domingo cristiano.
 La fidelidad a la Eucaristía del domingo encuentra ya
testimonios en la antiguedad: EI relato de Emaús (Lc 24).
EI relato de Tróade (Hch 20, 7). EI testimonio de Justino
(Apologia I, 67). EI domingo es el encuentro semanal con
el Resucitado. Se hace presente en la Eucaristía (SC 7),
para comunicarnos la fuerza de su Vida y nos asociamos a
su victoria pascual. Celebramos su presencia.
 La eucaristia dominical ofrece al cristiano dos mesas a las
que estamos invitados:
 La mesa de la Palabra: Es el día de la proclamación de la
Palabra. Dios nos ha hablado y nos sigue hablando hoy a
la comunidad reunida. La Palabra convierte y salva, libera
y santifica, guía e ilumina. Hay un diálogo entre Dios y el
hombre.
 La mesa de la Eucaristía: con sus valores de memoria
agradecida y la realización del gesto de partir y compartir el
pan eucarístico. Cristo nos hace partìcipes de su Cuerpo y
de su Sangre, nos hace entrar en la dinámica salvadora y
se renueva la Alianza nueva y eterna para participar en su
sacrificio de la cruz y en su victoria. Y se da a sí mismo
como alimento para el camino de la vida.
 La comunidad cristiana se reúne para cumplir lo que el
Señor mandó: «Haced esto como memorial mío». La
asamblea hace memoria agradecida del misterio pascual
de Cristo, lo asume, sintoniza con ÉI y le ofrece al Padre y
se ofrece a sí misma a ÉI en su Hijo, Cristo Jesus (LG 11).
 5.3.4 EI domingo, día de descanso
 La característica del descanso del domingo aparece en el año
321 , cuando el emperador Constantino impuso la obligación
de descansar el domingo (Còdigo de Justiniano 11,1, 12, 2) Y
que favorecía poder celebrar mejor el día del Señor.
 En los siglos sucesivos se ha fundamentado el descanso
dominical en el tercer mandamiento de la ley de Dios, más
que en la Pascua de Cristo y en su sentido de liberación y
fiesta. EI descanso dominical tiene una realidad social:
recuperación de fuerzas físicas y valorar la dignidad de la
persona humana. Lamentablemente, cada día más se están
secularizando los valores cristianos.
 EI descanso dominical tiene un carácter pascual. Los judíos
descansaban en memoria de su liberacion; los cristianos, en
memoria de la Pascua de Cristo. Es el día en que nos
sentimos liberados por ÉI y lo convertimos en un dia de culto
a Dios. EI descanso dominical es un signo de nuestra
liberación humana y cristiana. Liberados por Cristo, día de
encontrarnos con nosotros mismos, con los demás, con la
naturaleza y principalmente de una manera reposada con
Dios.
 Es un gesto profético en esta sociedad en que vivimos que
solo busca la productividad y la ganancia. En el Código de
Derecho Canónico 1247, después de afirmar que los
cristianos participan en la Eucaristía dominical, añade: «se
abstendrán de aquellos trabajos y actividades que impidan
dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del
Señor y disfrutar del debido descanso de la mente y del
cuerpo».
 5.3.5 EI domingo, día de otras actividades
 EI cristiano debe tener en cuenta otras actividades
propias del domingo, como son: EI día propio de los
sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo y
confirmación. EI día más significativo para distribuir la
comunión a los enfermos. La oracion de la Liturgia de las
Horas, principalmente laudes y vísperas. La adoración
eucarística, la catequesis, la oración personal o familiar, el
ejercicio de las obras de misericordia, etc.
6. EL AÑO LITURGICO

 Hoy, todo cristiano que asiste con cierta regularidad a las
misas dominicales está bastante familiarizado con los
distintos tiempos litúrgicos que, a lo largo del año, se van
sucediendo, como el Adviento, la Cuaresma, la Pascua y
hasta el tiempo ordinario.
 EI mismo ritmo de las parroquias se ha dejado marcar por
estos tiempos fuertes y ciertas actividades tanto
catequéticas como Iitúrgicas están unidas a estos ciclos.
Conocer el Año Litúrgico, no es solo saber en qué tiempo
nos encontramos, sino experimentar la presencia de la
acción salvadora y santificadora de Dios que se manifiesta
en la historia y, también, en los tiempos de los hombres. La
manera mejor de conocer el Año Litúrgico es la vivencia de
la salvación siguiendo el curso del año.
 6. 1. EL DESARROLLO Y EL SIGNIFICADO DEL AÑO
LITURGICO

 EI Vaticano II dedica todo el Capítulo V de la Sacrosanctum


Concilium para hablar del Año Litúrgico. Y lo que hoy
lIamamos Año Litúrgico es el resultado de un largo proceso
en el que han intervenido muchos factores, tanto de tipo
historico como catequético. La organizacion de todo el año
es fruto de una larga evolucion a través de los años.
 EI fondo de todo está en la historia de la salvación y lo que
caracteriza a la religión cristiana es el hecho de que Dios
ha entrado en la historia del hombre. San Pablo, a este
plan de salvación, lo lIama Misterio. En el Año Litúrgico la
asamblea, la Iglesia, celebra los acontecimientos mediante
los cuales Dios entró en la historia y en la vida de los
hombres.
 EI centro de todo es la persona de Jesús. ÉI es la clave para
interpretar todo el plan salvífico de Dios, desde la creación
hasta su última manifestación gloriosa (Ef 4,13). Todos los
acontecimientos de la vida de Jesús están orientados hacia
un cumplimiento que es el misterio pascual. Desde aquí se
contempla y se interpreta su vida, su persona, su misión.
 EI Año Litúrgico refleja no tanto la vida terrena de Jesús sino
su misterio, en cuyos acontecimientos se ha realizado el plan
de salvación (Ef 2, 14-18). Y el cristiano se pone en contacto
con estos misterios, principalmente el de la muerte y
resurrección, a través del Año Litúrgico.
 SC 102 dice que la Iglesia «en el círculo del año desarrolla
todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad
hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la
dichosa esperanza y venida del Señor. Conmemorando los
misterios de la redención, abre las riquezas del poder
santificador y de los méritos de su Señor, de tal manera que,
en cierto modo, se hacen presentes en todo tiempo para que
puedan los fieles ponerse en contacto con ellos y lIenarse de
la gracia de la salvación».
 EI Año Litúrgico es un conjunto de tiempos y de fiestas,
caracterizados por la memoria actualizada de los misterios
de la vida de Cristo, al que se unen la conmemoración de
la Santísima Virgen María y de los Santos.
 Como todos sabemos, el Año Litúrgico no coincide con el
año civil sino que da comienzo con el primer domingo de
Adviento y termina con el domingo dedicado a la
solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.

 6.2. LOS TIEMPOS Y LAS FIESTAS DEL AÑO LITURGICO

 EI Año Litúrgico es un tiempo simbólico, un signo de


salvación que recorre el círculo completo de las
estaciones, de los meses y de los días del año solar,
siendo portador de una significación y de un poder de
salvación, que no es otro que el misterio de Cristo, centro y
culmen de toda realidad simbólica cristiana.
 Tiene una estructura que distribuye y articula las
celebraciones de la comunidad cristiana, siguiendo unos
períodos de tiempos variables segun la situación del año o
Iigados a determinadas fechas del calendario.
 EI Año Litúrgico consta de tres grandes ciclos temporales
que son la Pascua, la Navidad y el tiempo Ordinario; y,
ademas, de un conjunto de solemnidades y de fiestas del
Señor, de la Virgen María y de los Santos.

 6.2.1. La Pascua o ciclo pascual

 Este tiempo consta de tres grandes momentos:


 EI tiempo de la Cuaresma.
 EI Triduo pascual.
 EI tiempo de Pascua.
 6.2.1.1 EI tiempo de Cuaresma
 La cuaresma es un camino hacia la Pascua y comienza
con el Miércoles de Ceniza. Los grandes temas que nos
ofrecen las lecturas y textos de este tiempo, pueden
reducirse a la Pascua, los sacramentos, el desierto, la
Alianza y la conversión. Cristo, por el misterio pascual, ha
hecho la Alianza eterna entre Dios y el pueblo; los
sacramentos de la iniciación cristiana, propios de este
tiempo, exigen una conversión constante y nos introducen
en el misterio de Cristo muerto y resucitado.
 Todo el tiempo está ordenado a la preparación de la
celebración de la Pascua. Prepara tanto a los catecúmenos
como a los fieles a celebrar el misterio pascual. Los
catecúmenos se encaminan hacia los sacramentos de la
iniciación cristiana, tanto por la «elección» y los
«escrutinios», como por la catequesis. Y los fieles, por su
parte, dedicandose con más empeño a escuchar la Palabra
de Dios y a la oración, y mediante la penitencia, se
preparan a renovar sus promesas bautismales que
realizarán en la Vigilia del Sábado Santo.
 6.2.1.2 EI Triduo pascual
 La Iglesia celebra cada año los grandes misterios de la
redención de los hombres desde la Misa vespertina del
jueves santo "en la Cena del Señor» hasta las Vísperas del
domingo de Resurrección. A este período de tiempo se le
lIama "Triduo pascual» porque con su celebración se hace
presente y se realiza el misterio de la Pascua; es decir, el
paso del Señor de este mundo al Padre.
 a) El Jueves Santo
 Con el Jueves Santo termina la Cuaresma y se inicia el
Triduo pascual. La Misa "en la Cena del Señor» evoca la
última cena en la cual el Señor, habiendo amado hasta el
extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a
Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies de
pan y vino y los entregó a los Apóstoles para que lo
comiesen y bebiesen, mandándoles que ellos y sus
sucesores también lo ofreciesen. La celebración de esta
tarde tiene su centro en al institución de la Eucaristía, en la
institución del Orden sacerdotal y en el mandamiento
nuevo del Señor.
 b) EI Viernes Santo
 En este día, en que «ha sido inmolada nuestra víctima
pascual: Cristo», la Iglesia meditando sobre la Pasión de
su Señor y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento
del costado de Cristo dormido en la Cruz e intercede por
la salvación de todo el mundo.
 En este día no se celebra la Eucaristía, siguiendo una
muy antigua tradicion, y se distribuye la Comunión
solamente durante la celebración. EI tono triunfal y
victorioso de la Liturgia de este día es el reflejo de la
teología de San Juan, que presenta la cruz como el
momento de la glorificación de Jesús.

 c) EI Sábado Santo
 A lo largo de todo el sábado santo la Iglesia entera
permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su
pasión y muerte, su descenso a los infiernos, y
esperando la resurrección. En este día no se celebra la
Eucaristía.
 d) La Vigilia Pascual y el Domingo de Pascua
 Según una muy antigua tradición, ésta es una noche de
vela en honor del Señor. Es la «madre de todas las
vigilias». Durante la Vigilia Pascual, la Iglesia espera la
resurrección del Señor y celebra los sacramentos de la
iniciación cristiana. EI Domingo de Resurrección es el
tercer día del Triduo. Y es el domingo de los domingos.
 6.2.1.3 EI tiempo Pascual, experiencia del Resucitado
 Durante todo el tiempo pascual se continúa la celebración
de la Pascua. Los 50 días que van desde el domingo de
Resurrección hasta el de Pentecostés se celebran con
alegría, como un solo día festivo, como si fuera todo «un
gran domingo».
 EI tiempo pascual es el tiempo de la presencia y de la
experiencia del Señor resucitado entre los suyos. EI
Domingo de Pentecostés es el colofón de la Pascua en el
que se da el don del Espíritu Santo y nace la Iglesia.
 6.2.2. EI ciclo de Navidad
 Hay dos tiempos que estan inseparablemente unidos, que
son la Navidad y la Epifanía. Son como dos aspectos del
mismo misterio. La Navidad nació en Occidente y la
epifanía en Oriente. Pero ambas fueron aceptadas y
celebradas complementariamente.
 En la Navidad celebramos el misterio del nacimiento y en
la Epifanía celebramos la manifestacion de su divinidad a
los Magos, al pueblo judío en el Jordán y en el milagro de
Caná en las bodas. La Navidad es el encuentro de lo
divino con lo humano y de lo humano con lo divino. La
epifanía es la visibilidad gloriosa de su divinidad. Es el
misterio de un Dios que viene, que está y que se
manifiesta.
 La Navidad es el misterio del nacimiento que se nos hace
presente «hoy» y que se nos comunica en la celebración
liturgica. EI «Dios-con-nosotros» quiere en cada Navidad
hacer de nosotros los cristianos, «nosotros-con-Dios»,
hijos partícipes de su nuevo nacimiento y de su vida.
 Antes de la Navidad existe un tiempo de preparación
lIamado de Adviento que consta de los cuatro domingos
anteriores a la Navidad y termina en las vísperas del día 24
de diciembre.
 Según el Calendario Romano actual, «el tiempo de
adviento tiene una doble característica: es el tiempo de
preparación a las solemnidades de la Navidad -en las que
se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los
hombres- y, a la vez, es el tiempo en el cual, mediante ese
recuerdo, las mentes se dirigen a la expectativa de la
segunda venida de Cristo al final de los siglos. Por este
doble motivo se presenta como tiempo de la gozosa y
devota expectativa» (34).
 Las fiestas comprendidas entre el 17 y el 24 de diciembre
inclusive se ordenan de un modo mas directo a preparar la
Navidad (Cf. J. A. Abad. o.c., pp. 251-252).
 6.2.3. EI tiempo ordinario
 Comprende las 33 o 34 semanas que discurren entre el lunes
siguiente al domingo después del 6 de enero y el martes anterior
a miércoles de ceniza, por una parte; y el lunes después de
Pentecostés hasta las primeras vísperas de Adviento, por otra.
Este tiempo no celebra ningun aspecto peculiar del misterio de
Cristo, de ahí su designación de «tiempo ordinario», «tiempo
durante el año». Los domingos de este tiempo son los que mejor
retienen y manifiestan el carácter pascual del domingo cristiano.
 6.2.4 Solemnidades, fiestas y memorias
 a) Las solemnidades y fiestas del Señor
 Forman parte de la memoria y de la celebración que la Iglesia
hace del misterio de Cristo a lo largo del año y están
relacionadas con los tiempos litúrgicos mas cercanos:
 Con la Navidad, las fiestas de la Presentación y la Anunciación.
 Con la Pascua, las fiestas de la Trinidad, Corpus, el Corazón de
Jesús, la Transfiguración, la Exaltación de la Cruz, etc.
 La solemnidad de Cristo Rey, que abre y prepara el Adviento y
es recuerdo de la última venida del Señor, se relaciona con los
dos ciclos y hace de enlace entre un año que termina y otro que
comienza.
 b) Las solemnidades y fiestas de la Virgen Maria
 La Iglesia en el culto que tributa a la Santísima Virgen
María admira y ensalza el fruto más espléndido de la
redención, en la que ella tuvo una participación activa.
 A lo largo del año se van celebrando fiestas y
solemnidades dedicadas a la Virgen María y deben
contemplarse en especial conexión con el Año Litúrgico.
 Se relacionan con el Adviento. la Inmaculada, la
Anunciación, la Visitación.
 Se relacionan con la Navidad-Epifanía: María Madre de
Dios, Natividad de María, Sagrada Familia, Presentación
de Maria.
 Se relacionan con la Pascua: la Asunción de María a los
cielos, la Virgen de los Dolores, el Corazón de María, el
Carmen y otras muchas advocaciones con que el pueblo
cristiano venera a la Santísima Virgen.
c) La Sacrosanctum Concilium se ha ocupado del culto a
los Santos y se ha fijado en tres aspectos: el hecho de la
existencia de los Santos, su legitimidad teológico-pastoral,
y sus Iímites.
 EI Nuevo Calendario Romano se ha confeccionado según
5 criterios:
 - Disminución del numero de santos de devoción.
 - Examen crítico de los santos contenidos en el calendario
del año 1960.
 - Selección de los santos de mayor importancia.
 - Revisión del día que debía celebrarse cada santo.
 - Universalidad respecto a pueblos y tiempo.
 Por otra parte, el nuevo Calendario prevé cuatro
grados de celebracion:
 Solemnidades; las de primera clase de antes -que son 10 fijas y 4
móviles-;
 Fiestas; las de segunda clase de antes -23 fijas y 2 móviles-;
 Memorias Obligatorias; que son 63;
 Memorias Libres; que son 95.
 Las solemnidades, fiestas y memorias obligatorias
constituyen el catálogo de días que "recuerdan a santos de
memoria universal» (SC 111).
 En algunos lugares se ha interpretado el nuevo Calendario
como una invitación a darles menos valor a la "memoria»
de los santos; pero ésta no es la intención de la Iglesia,
que ve en los santos testimonios preclaros de la gloria de
Dios, miembros del Cuerpo Místico especialmente unidos a
su Cabeza, modelos y protectores, hombres y mujeres con
una permanente actualidad.
 En efecto, nadie como el Santo manifiesta que Dios ha
creado al hombre a su imagen y semejanza, pues ningún
otro proclama con mas nitidez el amor con que Dios se ha
prodigado para manifestar su imagen (gloria de Dios) y
nadie puede repetir con idéntica verdad lo que decía San
Pablo "ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí». Además,
la gran diversidad de santos -en edad, situaciones de vida,
modo de vivir el Evangelio. etc.- hace de ellos un modelo
perfecto de diversidad de opciones en el servicio de Dios.
 5.3. LA ESPIRITUALIDAD Y LA PASTORAL DEL AÑO
LITURGICO
 EI Concilio Vaticano Il cuando habla de la reforma del Año
Litúrgico y de las orientaciones de los fieles en los nn. 107
y 108 de la Sacrosanctum Concilium, dice:
 «Revísese el Año Litúrgico de manera que, conservadas o
restablecidas las costumbres e instituciones tradicionales
de los tiempos sagrados de acuerdo con las circunstancias
de nuestra época, se mantenga su índole primitiva para
alimentar debidamente la piedad de los fieles en la
celebración de los misterios de la redención cristiana, muy
especialmente el misterio pascual.
 Oriéntese el espíritu de los fieles, sobre todo, a las fiestas
del Señor, en las cuales se celebran los misterios de la
salvación durante el curso del año. Por tanto, el ciclo
temporal mantenga su debida superioridad sobre las
fiestas de los Santos, de modo que se conmemore
convenientemente el ciclo dentro del misterio salvífico»,
 La reforma del calendario litúrgico se ha hecho conforme a
estos principios fundamentales:
 - EI domingo es la fiesta primordial y, como tal, debe
respetarse y proponerse a la piedad de los fieles (SC 1 06).
 - El Misterio Pascual es el centro de todo el Año Litúrgico
(SC 107).
 - Las Fiestas de los Santos se han de orientar desde y en
relación al misterio pascual, y se reducen a las de los
santos importantes a escala universal y particular (SC 111).
 A continuaciòn, algunas orientaciones pastorales para los
que animan la Liturgia en las comunidades cristianas:
 Para celebrar con más provecho el misterio de Cristo, tal como lo
celebra el Año Litúrgico, es necesario purificar ciertas perspectivas
anecdóticas, sentimentales o moralistas y centrarse más en la
dimensión salvífica del misterio de la redención que se celebra. Se
ha de poner el acento en la riqueza del misterio pascual y en que
él, Jesucristo, es el centro.
 La espiritualidad del Año Litúrgico exige vivirse y
alimentarse, sobre todo, a través de los ritos y las plegarias
de las mismas celebraciones y, ante todo, de las lecturas
en la Liturgia de la Palabra.
 EI Año Litúrgico es un medio muy pedagógico para una
evangelización de los cristianos sobre los misterios de
Jesucristo y para una mayor profundización en su camino
de seguimiento de Cristo.
 La pastoral del Año Litúrgico tiene que valorar los tiempos
liturgicos fuertes en su auténtico contenido salvífico,
orientándolos hacia una participación cada vez mayor en la
Pascua de Cristo y vinculando estrechamente la
celebración de los sacramentos de iniciación cristiana a los
ritmos ya sea en los tiempos de la cuaresma como en el
tiempo pascual.
 Los tiempos fuertes del Año Litúrgico, sobre todo,
Cuaresma y Pascua son tiempos muy propicios para
intensificar la vida cristiana, particularmente, en la lectura
de la Palabra de Dios, las las celebraciones litúrgicas
propias y la oración litúrgica de las Horas y oficio divino.

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