Sobre los vicios de dicción • Son errores que se realizan de manera verbal o escrita cuando se hace uso del lenguaje.
• Dificultan la comunicación y suelen
generar no solo confusión, sino, además, reflejan una falta de dominio adecuado del idioma. Vicios de dicción más comunes • Pleonasmo: emplear más palabras de lo necesario para expresar una idea. Ejemplos: salir afuera, subir arriba, planear el futuro, etc.
• Cacofonía: emplear de manera
continua morfemas generando sonidos desagradables. Ejemplos: Mientras tras la puerta estaba ella. Cuando estuviste, viste la película. Parece que aparece en un momento. • Vulgarismo: frases o palabras empleadas popularmente de manera incorrecta. Ejemplos: Aí ta el problema en lugar de Allí está el problema Aburrición en lugar de Aburrimiento Dijistes en lugar de Dijiste • Muletillas: son todas aquellas palabras o expresiones que se emplean de manera recurrente sin un sentido comunicacional válido.
Ejemplo: Vine a verlo y me equivoqué de dirección y no sabía qué hacer y
tuve que esperar y … Vicios de dicción • Barbarismos: es el uso inadecuado de vocablos. Ejemplos: Aereopuerto en lugar de Aeropuerto Cabo en lugar de quepo Dentrar en lugar de entrar • Modismos: son términos o palabras originarias de una determinada lengua y que se emplean de forma incorrecta en el lenguaje cotidiano. Ejemplos: Armados hasta los dientes Bailar con la más fea Estar en la luna • Neologismos: son palabras de uso cotidiano que no han sido reconocidas oficialmente para su uso en el idioma escrito u oral.
Ejemplos: chatear, navegador, disco duro, emoticones, etc.
• Queísmo: es la eliminación intencional de conectores lingüísticos. Ejemplos: Incorrecto Correcto ¿Qué hablas? ¿De qué hablas? Acuérdate que no debes comer en Acuérdate de que no debes comer la calle. en la calle. Vicios de dicción: ¿Cómo evitarlos? Para emplear adecuadamente un idioma existen varias técnicas y estrategias, muchas de ellas sencillas y de fácil manejo, por ejemplo: • Si asumimos a la lectura como un hábito sano y productivo descubriremos que no solo mejorará nuestra redacción y ortografía, sino, además, varios procesos intelectuales como la atención, análisis síntesis, entre otros. • Estudiar gramática y ejercitarse de manera frecuente en dicho tema es un hábito sano que siempre dará buenos resultados. • Si reconocemos nuestros errores tanto en el manejo del lenguaje oral como del escrito, es más fácil buscar mecanismos y estrategias para mejorar; por ello, el grabarnos cuando hablamos en público, releer nuestros escritos siempre serán una buena referencia. ¡Gracias!