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C. Huerta como herramienta pedagógica

CONTENIDO:

 La huerta como una poderosa herramienta pedagógica.

 Cómo incorporar la huerta al currículo escolar.

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La huerta como una poderosa herramienta pedagógica

Indagando en la historia costarricense, se encuentra que las huertas

estudiantiles surgen de la relación natural entre los centros
educativos, las familias y las comunidades y de su interés por brindar
una sana alimentación en los comedores escolares por medio de un
trabajo colaborativo.

Los informes de la Secretaría de Instrucción Pública de Costa Rica a

inicios del siglo XX, consignan las cantidades de hortalizas producidas
en los centros educativos, así como los beneficios pedagógicos del
trabajo en agricultura para la formación integral del estudiantado.
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En 1945 el Sr. Remberto Briceño Álvarez presentó un informe

sobre el trabajo de mejoramiento de la escuela rural, la cual
buscaba una renovación pedagógica.

Se capacitó a 160 maestros en nuevas técnicas de pedagogía, las

cuales involucraban actividades prácticas en agricultura,
educación sanitaria, economía doméstica, trabajos manuales y
educación física.

Estas técnicas fueron aplicadas en la provincia de Heredia en

forma de plan piloto para luego extender la experiencia a otras
escuelas del país 1. Capacitación a docentes en nuevas técnicas agrícolas para las huertas
estudiantiles, Región Brunca, 2017.

1 Informe sobre el Trabajo de mejoramiento de la escuela rural. Ensayos en Heredia. Presentado por el señor Remberto Briceño Álvarez el 20 de Diciembre de 1946. Disponible en: Gobierno de Costa Rica (1946). Memoria
de Educación Pública. Presentada al Congreso Constitucional por el Lic. Hernán Zamora Elizondo, Secretario de Estado del Despacho de Educación Pública.
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Al respecto Remberto Briceño comentó:

“la fisonomía de nuestras escuelas cambió como era de esperarse. No solo se atendió a las técnicas corrientes
de enseñar a leer, escribir y contar a los alumnos, sino que se les trató de educar para la vida, dentro de nuestra
realidad costarricense. En agricultura se cultivaron preciosas huertas estudiantiles y caseras y árboles frutales,
mejorando a estos por medio del injerto; asimismo, se criaron algunos animales como gallinas, conejos y abejas
(…) El aprendizaje de las materias pues, se logró a través de la vida y en relación con la vida del niño y del futuro
hombre, como lo recomienda Dewey. La huerta y el jardín; las plantas y los animales; el comedor escolar y la
cocina; el pequeño taller improvisado en el corredor o en el patio de la escuela; los distintos materiales con que
se trabajó en los proyectos de procedencia local o de otros ambientes, etc., dieron abundantes temas de estudio
en las distintas materias de enseñanza, enlazados con espontaneidad y lógica. Solo faltó para realizar un
trabajo de educación activo más completo, comodidad y dinero”
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Así entonces, se tienen registros del uso de la huerta estudiantil

como herramienta pedagógica desde 1946 en el país. Lo mismo
se observa a lo largo y ancho de la historia de los países
latinoamericanos, donde las huertas surgen espontáneamente
impulsadas por los esfuerzos del personal docente, madres y
padres de familia para mejorar la alimentación y el rendimiento
estudiantil, principalmente la experiencia brasileña, que se ha
convertido en un ejemplo de los beneficios sociales que tiene el
aprovechamiento pedagógico de las huertas estudiantiles.
Comunidad Educativa, Escuelas Los Geranios, Guácimo, Limón, 2016.
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En Costa Rica, el PNH, registra todos los años experiencias del personal docente que aprovechan la huerta como herramienta
pedagógica:

Desarrollo de Se aprovechan Trabajo terapéutico Rescate y promoción

materiales que se habilidades artísticas con población con de alimentos
utilizan en la huerta y de la comunidad necesidades especiales autóctonos en la
diseño de actividades educativa para en la huerta. huerta estudiantil en
para promover el transformar la huerta comunidades
conocimiento en estudiantil en un aula indígenas.
diferentes niveles. verde que permite el
acercamiento con la
naturaleza en
ambientes urbanos.
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Es típico el caso de niños que creen que la leche viene de una caja o que dibujan un pollo
desplumado y listo para comer. A esto se unen los hábitos alimentarios poco saludables que, a
través de una huerta escolar, pueden empezar a cambiar mediante el deleite del sabor de frutas y
verduras.

La huerta también es un pequeño ecosistema en miniatura, donde la comunidad educativa puede

aprender, en directo, las relaciones existentes entre todos los organismos que habitan el planeta y
establecer los cimientos de un verdadero respeto por el medio ambiente. Asimismo, la huerta
puede ser una herramienta de integración de estudiantes con dificultades por diferentes motivos:
discapacidades, trastornos de comportamiento y otros.

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Fuente: Facebook Eco-lógica

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De esta forma, se busca estimular la

creatividad especial del personal docente
para generar situaciones de aprendizaje con
el estudiantado. Se espera cumplir el
cometido y que muy pronto se pueda ver en
todos los centros educativos del país
muchas huertas, estudiantes y personal
docente, experimentando con alegría en el
laboratorio más antiguo de la humanidad.
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Aportes de la huerta a la formación integral del estudiantado

El sistema educativo cumple un rol determinante en el

desarrollo de modos de convivencia en la sociedad. El centro
educativo es un espacio que contribuye a fortalecer la
formación de personalidades democráticas, respetuosas de la
diversidad y capaces de dialogar y establecer concertaciones,
así mismo, la huerta constituye un espacio para compartir,
convivir, crear y producir, fuente de inacabables conversaciones
y aprendizajes, un espacio para conocer técnicas y vivir
experiencias, comprender y producir la vida.
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Para vivir en armonía con la naturaleza, se debe ser capaz de

participar libremente de un movimiento creativo en el que nada
permanece fijo y nadie se aferra a sus propias ideas. El diálogo
hace posible, en suma, la presencia de una corriente de
significado en el seno del grupo, a partir de la cual puede emerger
una nueva comprensión, algo creativo que no se hallaba, en modo
alguno, en el momento de partida. Y este significado compartido
es el “aglutinante”, el “cemento” que sostiene los vínculos entre
las personas y entre las sociedades (Bohm: 30). Con el diálogo no
se busca ganar o convencer, se busca compartir. No se está
compitiendo contra los demás, sino que se comparte con los
demás.
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Espacio lúdico
recreativo

Seguridad Herramienta
Alimentaria y para fomentar
Nutricional La la ciudadanía Dar click a cada tipo para
mostrar más información
huerta
como:

Actividad
Espacio para
productiva y
aprender
recreativa
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Por estas razones, se considera que la huerta estudiantil constituye una poderosa herramienta pedagógica
que puede contribuir con el proceso de enseñanza-aprendizaje en el centro educativo en diversos niveles del
desarrollo humano y en la cual, el personal docente cumple un papel trascendental para estimular la
construcción del conocimiento
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¿Cómo incorporar la huerta al currículo escolar?

Educar en un mundo globalizado implica reconocer que la educación es un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida,
porque siempre hay aprendizajes nuevos por lograr. Más allá de los conocimientos y de las destrezas que se deben fomentar,
enfrentamos hoy la urgencia de promover, en todos los habitantes, habilidades para el aprendizaje continuo y para insertarse
proactivamente en la comunidad internacional.
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La Educación para una Nueva Ciudadanía tiene como

prioridad la formación de personas críticas y creativas, que
reconozcan y respeten las diferencias culturales, étnicas, de
género, de orientación sexual y de religión. Se busca, así,
conformar una ciudadanía cuyo accionar se fundamente en
principios y valores éticos, así como en el respeto y la
responsabilidad por el medio ambiente, enlazando el
proceso educativo con la realidad social, cultural, ambiental
y económica del contexto inmediato, así como del país y la
región.
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Se promueve así, la autonomía personal, a partir

de un abordaje pedagógico que brinde igual
importancia a la formación humanística y la
tecnológica, de manera que las ciencias, las
tecnologías, las artes, las letras, los deportes y las
distintas visiones de mundo puedan coexistir y
desarrollarse en un ambiente de solidaridad,
equidad y vigencia de los derechos humanos.
Concurso de recetas, Escuelas de Cajón de Pérez Zeledón.
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Los pilares que sustentan la Educación para una Nueva

Ciudadanía son tres:

Fuente: Transformación curricular: fundamentos conceptuales en el

marco de la visión “Educar para una Nueva Ciudadanía”, MEP (2015).
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Se considera que la huerta estudiantil constituye un espacio muy interesante y versátil para
desarrollar acciones pedagógicas relacionadas con el pilar de La Ciudadanía para el Desarrollo
Sostenible, ya que promueve una mayor armonía del ser humano con los ecosistemas que tienen
recursos limitados, que a su vez, permite trabajar en un nuevo paradigma para llevar a cabo una
economía ecológica que implica desarrollar modos de vida más austeros, más saludables, más
solidarios. Se estimula así una nueva relación del ser humano con las demás personas, con las
otras formas de vida y, en general, con el ambiente, armonizando el desarrollo social con el
desarrollo económico y la sostenibilidad de los recursos disponibles para cada pueblo, región o
país y para el planeta.
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En este esfuerzo, la huerta constituye una vía de empoderamiento del estudiantado para que tomen decisiones
informadas, que asuman la responsabilidad de sus acciones individuales y su incidencia en la colectividad actual y
futura, y que, en consecuencia, se desarrollen sociedades con integridad ambiental, viabilidad económica y justicia
social para las presentes y futuras generaciones, en los marcos del respeto hacia la diversidad cultural y de la ética
ambiental.

En la huerta, el personal docente puede trabajar diversos temas como cambio climático, biodiversidad, gestión
integral del riesgo, producción y consumo sostenible, entre otros, para incorporarlos al desarrollo del currículo,
mediante procesos educativos interactivos, centrados en cada estudiante, que a su vez promuevan la exploración y la
acción transformadora.
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La experiencia de aprendizaje en la huerta resulta estimulante, ya que, con el liderazgo del docente, se promueve el
desarrollo de competencias fundamentales para el desarrollo sostenible, tales como:

• Pensamiento crítico y sistémico

• Toma de decisiones colaborativas
• Ética que implica asumir la responsabilidad del desarrollo del presente, sin perder
de vista las necesidades de las futuras generaciones

Se fomenta la transición de las comunidades hacia economías verdes y sociedades con estilos de vida que contribuyan
a crear un mundo justo, pacífico, tolerante, inclusivo, seguro y sostenible.
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X debe contemplar el desarrollo

Cada actividad que desarrolle el docente como facilitador del proceso de aprendizaje en la huerta,
de habilidades del estudiantado, agrupadas en cuatro dimensiones, las cuales se presentan en el siguiente vínculo:

Mostrar
Dimensiones

Para cada habilidad, se han establecido una serie de indicadores, mediante los cuales es posible determinar cómo se va
desarrollando el proceso educativo en cada estudiante, con base en los temas definidos para cada ciclo de la educación formal,
con base en el diseño de la nueva propuesta de enseñanza-aprendizaje en este modelo.