2.

2 LA JUSTICIA
El Autor José López Hernández, indica que Epicuro se refería a la Justicia desde tres perspectivas:

2.2.1 La justicia como virtud: “la justicia es, por tanto, un simple medio para el fin de la vida
sabia, que es la felicidad”. Es decir que a través de la justicia se puede obtener bienestar y
tranquilidad, debido a que el correcto actuar brinda motivos de placer, todo lo contrario, ocurre
cuando se actúa con injusticia ya que dicho actuar producirá molestia y dolor.

Una de las interrogantes es ¿Cometerá el sabio una injusticia que le favorezca individualmente, si
sabe con certeza que no será descubierto? A lo que Epicuro responde “Aunque nadie estuviere
presente, quien ha alcanzado el fin del género humano (la sabiduría) será lo mismo de honesto”.
Dejando saber que la persona que es justa sabe lo que es correcto y lo hace, demostrando que
debe hacer coincidir su pensar y su actuar. Para ello realmente se necesita que el hombre este
convencido plenamente de su valores y principios, y que éstos le permitan comportarse de forma
concordante a ellos, aunque nadie esté presente para observarlo. Las personas que actúan
justamente no buscan una gratificación de sus semejantes, sino más bien es un compromiso y
satisfacción personal.
2.2.2. La justicia como instrumento político: “no es algo que exista de por sí, sino tan solo en las
relaciones recíprocas de aquellos lugares donde se establezca algún pacto para no agredir ni ser
agredido”. Es decir que la justicia es de utilidad común y nos ayuda a no causar ni recibir daño
alguno, para ello el hombre deberá usar su razón y decidir la mejor manera de actuar dentro de la
sociedad.

Lo que se persigue con la justicia como instrumento político es el cumplimiento de la ley, ya que de
esta manera el actuar del hombre se encamina hacia la felicidad en el ámbito de lo político. No se
persigue tanto una dimensión particular de la justicia sino universal ya que se pretende que todos
los individuos que participan en la vida común, sean libres e iguales tanto en la distribución
proporcional de los bienes, como en la corrección de los modos de trato o en la reciprocidad
proporcional
3. EL ESTOICISMO: es una escuela de filosofía no estrictamente griega, porque en sus orígenes
tienen un fuerte componente oriental y en sus representantes es occidental y latina. El
fundador de esta escuela es Zenón. Su fin principal del estoicismo era ayudar al hombre a
conocer su propia esencia y ayudarle a realizar ésta en cada ocasión.
Fue una de las escuelas filosóficas helénicas de mayor influencia. Su periodo de auge se
registra entre el siglo III a. de C. y el II d. de C. Su debilitamiento coincidió con el auge del
cristianismo.