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La presentación del sermón

Rev. Dr. Pablo A. Jiménez


Director, www.drpablojimenez.com

1
Introducción
Una de las ideas centrales de este curso es que
el sermón es un «evento». Es un acto por
medio del cual una persona debidamente
preparada presenta un mensaje religioso ante
una congregación en el contexto de un
servicio de adoración a Dios. Si esta tesis es
correcta, entonces la presentación del sermón
es la conclusión del proceso homilético.

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Organización
 En este capítulo discutiremos dos aspectos
relacionados a la presentación del sermón.
 En primer lugar, ofreceremos consejos
prácticos sobre cómo presentar nuestros
sermones de manera más efectiva.
 En segundo lugar, discutiremos cómo
podemos evaluar nuestra predicación.

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Consejos prácticos
Primera parte

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Expectativas altas
 El primer consejo, y quizás el más importante,
que podemos ofrecer es que la persona que
prepara un sermón debe creer que el mismo
va a hacer alguna diferencia en la vida de las
personas que habrán de escucharlo.
 El predicador o la predicadora debe tener
expectativas altas, confiando que la
exposición de la palabra de Dios será eficaz.
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Antes del servicio
 Prepárese físicamente: Cuide su salud. Vele su dieta
y haga ejercicio.
 Prepárese emocionalmente: Relájese antes del
sermón. Lea sus notas y practique el sermón en voz
alta.
 Prepárese espiritualmente: Mantenga un ambiente
espiritual durante todo el proceso de preparación
sermonaria. Organize grupos de oración e
intercesión.

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Si es visitante
 Vístase adecuadamente, de acuerdo a la
tradición de la congregación que les invitó.
 Llegue temprano para saludar a la gente y
para conocer el templo.
 De ser posible, suba al púlpito para conocer
dónde está el micrófono, dónde deben colocar
su bosquejo, y cómo deben pararse.

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Durante el servicio
 Una vez comience el servicio, debe dedicarse
a adorar a Dios.
 No se distraiga leyendo o repasando sus
notas.
 Tampoco abuse de su voz, cantando a gritos.
 Prepare su garganta para predicar, cantando
en voz baja y en el tono más bajo posible.

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Si está nervioso/a
 Recuerde que no hay razón para ponerse
nervioso o nerviosa.
 Usted no está frente a una audiencia hostil.
Por el contrario, se encuentra ante una
congregación deseosa de escucharle con
amor.
 Si los nervios le atacan, ore a Dios pidiendo
calma.
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Si eso no funciona
 Haga ejercicios de relajación:
 Cierre los ojos. Respire profundamente. Retenga
el aire por unos segundos y exhale lentamente.
 En forma discreta, cierre su puño. Presione con
fuerza por varios segundos. Abra la mano
lentamente.
 No abuse de ellos, porque pueden causar
sueño.

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Las presentaciones
En muchas iglesias, se presenta a los predicadores o
predicadoras visitantes con una larga introducción.
Muchas veces, la presentación cae en excesos,
tratando de alagar a la persona o dando detalles
innecesarios sobre su vida. En todo caso, responda en
forma humilde y agradecida a la presentación, sin
darle mayor importancia.

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Durante el sermón
 Lleve al púlpito lo que sea estrictamente necesario.
Hay personas que, además de la Biblia y el bosquejo,
llevan libros de ilustraciones y grabadoras al púlpito.
Estas cosas distraen a la audiencia, sobre todo si se
caen al piso.
 Use su voz natural. No trate de hablar en un tono
más grave ni trate de imitar la voz o el estilo de otra
persona. Mantenga un volumen de voz adecuado.

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El uso del micrófono
 Use su voz natural. No trate de hablar en un tono
más grave ni trate de imitar la voz o el estilo de otra
persona.
 Mantenga un volumen de voz adecuado. Tampoco
deje caer su voz al final de la frase. No grite. Use
pausas y silencios para dar énfasis. Varíe el volumen
y la entonación de su voz.
 Maneje el micrófono en forma efectiva. Si desea
darle énfasis a una frase, acérquese al micrófono y
hable en voz baja, casi susurrando.

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La respiración
 Respire. Mantenga un ritmo de respiración
constante. Los nervios pueden acelerar la
respiración, haciendo que se quede sin aire o que
hable demasiado rápido. Mantenga una velocidad
promedio. No hable demasiado rápido ni con
demasiada lentitud.
 Limite el uso de las muletillas.
 Evite usar expresiones de alabanza a Dios como
muletillas. No tome el nombre de Dios en vano.

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Contacto visual
 Mantenga un buen contacto visual con la
congregación. Mire directamente a la audiencia.
Trate de mirar alternadamente en varias direcciones,
sin olvidar a las personas que están sentadas en la
parte trasera. Si así lo desea, puede tomar algunas
personas como puntos de referencia. De este modo,
cuando mire a la izquierda pondrá su vista sobre
Pedro, pero cuando voltee a la derecha mirará a
Raquel.

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Cree un ambiente propicio
 Transmita seguridad y convicción por medio
del tono de su voz y del manejo del tema.
Mantenga un tono fraternal, recordando que
está hablando a sus hermanos y hermanas en
la fe.
 Cree un ambiente propicio para escuchar el
mensaje del evangelio de Jesucristo.

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El ruido
 Como indicamos en el capítulo sobre
comunicación, se predica tanto con nuestras
palabras como con nuestros gestos. Los
choques o discrepancias entre la palabra y la
acción son «ruidos» que distraen y confunden
a la congregación.
 La gente tiende a creer lo que transmiten
nuestros gestos más que lo que decimos con
nuestras palabras.
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La postura
 Mantenga una buena postura en el púlpito.
 Coloque el pecho, que es el «centro» de su persona,
de frente a la congregación.
 Nunca le dé la espalda a la audiencia. No se incline
ni se recueste del púlpito.
 Para evitar movimientos involuntarios, coloque un
pie un tanto al frente del otro. Las personas que se
paran con un pie al lado del otro tienden a
balancearse de lado a lado.

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Cambios en la postura
 Los cambios en la postura también le
transmiten mensajes a la audiencia.
 Por ejemplo, inclinarse hacia el frente
trasmite compañerismo y familiaridad.
 Inclinarse hacia atrás transmite reserva y
evaluación.
 Balancearse de lado a lado transmite
indecisión.

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Qué hacer con los brazos
 No trate de hacer demasiados gestos con sus
manos. Trate de dejar sus brazos colgando, al
lado de su cuerpo. Limite los movimientos
nerviosos, tales como poner las manos en los
bolsillos o jugar con sus espejuelos. Si está
muy nervioso o nerviosa, coloque sus manos
sobre el podio, con las palmas extendidas.
Mueva sus manos sólo cuando desee hacer un
gesto que pueda reforzar sus palabras.

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Coordine los gestos
 Coordine los gestos con sus palabras.
Recuerde que el gesto debe preceder a la
palabra, no seguirla. Es decir, nunca haga un
gesto tarde, después de decir lo que deseaba
ilustrar.
 Recuerde, además, que los gestos deben ser
sugestivos, no imitativos. Con esto debemos
decir que sus gestos no deben tratar de imitar
la acción sino de sugerirla.
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Después del culto
 Tome tiempo para saludar a la congregación después
de que el servicio de adoración haya terminado. No
se despida rápidamente.
 Reciba con gratitud y humildad los comentarios de la
gente. No preste mayor atención a comentarios
impropios, sean estos demasiado positivos o
negativos.
 Dedíquele tiempo a las personas que estén
conmovidas.

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Si es visitante
 No opaque al pastor o pastora de la congregación.
Nunca lo desautorize. Rechace los comentarios
impropios, sobre todo los de aquellas personas que
desean compararle con el pastor.
 No acapare la atención de la audiencia. Si alguien le
da dinero en la puerta del templo, no lo rechace, pues
de otro modo puede avergonzar a dicha persona. Sin
embargo, no debe quedarse con el dinero. Entregue
la ofrenda al pastor o a la pastora de la congregación.

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predicación, visite
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 El uso de este portal,
dirigido por el Dr.
Jiménez, es gratuito.

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