Sunteți pe pagina 1din 18

EL SERMÓN

NARRATIVO
EL SERMÓN NARRATIVO
El sermón expositivo no es el único tipo de sermón bíblico. El
sermón narrativo es otro estilo de predicación bíblica que toda
persona que predique el evangelio debe incluir en su
repertorio.
DEFINICIÓN
El sermón narrativo es aquel que presenta un aspecto del
mensaje de una unidad de la Biblia, por medio de una o más
historias. Es decir, este tipo de sermón comunica el mensaje
del evangelio por medio de la narración.
FUNCIÓN
La función del sermón narrativo es involucrar a la audiencia en
la narración de tal manera que pueda identificarse con la
historia y experimentar el mensaje del texto. Esto se hace
posible porque la narración atrae y mantiene el interés de la
audiencia a lo largo de toda la presentación. También puede
guiar la imaginación de nuestros oyentes de tal manera que las
imágenes, ilustraciones e ideas presentadas en nuestro
sermón sean más llamativas y más reales.
Además, la narración ayuda al oyente a identificarse con los
personajes de la historia y, por lo tanto, permite que la
audiencia también esté «viviendo» la experiencia que escucha.
La narración creativa y bien diseñada puede darle un sabor
contemporáneo al pasaje bíblico porque establece un puente
para que el oyente pueda salvar la distancia entre la historia
bíblica y el momento actual.
Podemos decir que el propósito del sermón narrativo es que la
audiencia identifique su historia —tanto personal como
colectiva— con la historia que narramos.
En cierto sentido, la predicación narrativa trasciende los
detalles de la historia bíblica. Este tipo de predicación proclama
una «historia compartida» donde se entrelazan el relato bíblico,
la historia de la iglesia, la historia personal de quien predica y
la historia personal de cada oyente.
FORMA DEL SERMÓN
Hay dos formas básicas de presentar el sermón narrativo. La
primera emplea el bosquejo del sermón tradicional, dedicando
los «puntos» del sermón a la narración de los distintos
episodios de la historia. La segunda toma la estructura de la
historia como el punto de partida para desarrollar la forma del
sermón.
A. Forma tradicional
Como vimos anteriormente, el sermón tradicional comienza con
una breve introducción luego de la cual anuncia su tema o idea
central. Después desarrolla los «puntos» o ideas secundarias del
sermón. A su vez, estos puntos se subdividen en «incisos». El
sermón termina con una conclusión que recalca la idea central
del sermón y afirma su propósito. A continuación sugerimos
algunos modelos de sermones narrativos que siguen el
bosquejo tradicional.
1. MODELO BÁSICO
Este modelo divide la historia en distintos episodios, discutiendo los
mismos en los «puntos» del sermón. El desarrollo de un sermón como
éste se organizaría de la siguiente manera:
I. Primer episodio
1. Inciso #1
2. 2. Inciso #2
3. Inciso #3
II. Segundo episodio
1. Inciso #1
2. 2. Inciso #2
3. Inciso #3
En este punto debemos recordar que un sermón tradicional no debe
tener menos de dos ni más de cinco puntos.
2. HISTORIA Y CONTEXTUALIZACIÓN (I)
Éste es un modelo de dos puntos. En el primero, la persona
que predica cuenta o narra una historia bíblica. En el segundo,
interpreta o contextualiza la historia. Este estilo de sermón
narrativo se bosqueja de la siguiente manera:

I. Narración de la historia
A. Episodio #1
B. Episodio #2
C. C. Episodio #3
II. Explicación de la historia
A. Inciso #1
B. Inciso #2
C. Inciso #3
3. HISTORIA Y CONTEXTUALIZACIÓN (II)
También se puede contextualizar la historia cuando se
interpreta brevemente cada episodio. En este caso, en cada
punto del sermón se narraría y se interpretaría un episodio
dado. Este bosquejo tendría el siguiente aspecto:
I. Primer episodio
1. Narración
2. Interpretación
II. Segundo episodio
1. Narración
2. Interpretación
B. FORMAS INDUCTIVAS
La forma inductiva sigue la estructura narrativa de un cuento
corto. Un cuento tiene cuatro partes principales: marco escénico,
trama, punto culminante y desenlace.
1. Marco escénico: En esta sección se presentan tanto los
personajes como el problema o discrepancia que dará pie a la
acción.
2. Trama: Aquí encontramos el desarrollo de la acción. En esta
sección la tensión narrativa aumenta a medida que el problema
se va complicando.
3. Punto culminante: Éste es el momento donde la tensión
narrativa llega a su punto más alto. A partir de aquí,
comenzamos a vislumbrar el desenlace de la situación.
4. Desenlace: Al final, la tensión narrativa se disipa y la
situación problemática comienza a resolverse.
El bosquejo del sermón narrativo inductivo reproduce la estructura del
cuento corto. Es decir, en vez de comenzar con una introducción como
tal, empieza indicando el marco escénico de la historia. En vez de
emplear «puntos» en el desarrollo del sermón, tiene una sección donde
se narra la trama y otra donde se narra el punto culminante de la
historia. Finalmente, en vez de una conclusión, narra el desenlace o la
solución de la historia. El bosquejo de este tipo de sermón luce de la
siguiente manera:
I. Marco escénico
II. Trama
A. Episodio #1
B. Episodio #2
III. Punto culminante
IV. Desenlace
Debemos tomar en cuenta que el elemento más importante de una
historia es la «trama». Es decir, la manera en que se complica el
problema central, afectando a todos los personajes. Por eso
podemos afirmar que toda historia presenta un problema o un
conflicto que debe ser resuelto.
En este tipo de sermones, los comentarios que van interpretando y
contextualizando la historia se ofrecen a lo largo de la narración. La
idea es entremezclar estos comentarios con la narración, de manera
que el significado de la historia se haga evidente. El mensaje central
de la historia bíblica se presenta hacia el final del sermón, sea en el
punto culminante o en el desenlace de la historia. Esto es lo que le
da un movimiento «inductivo» al sermón.
VARIANTES
Hasta aquí hemos visto que la predicación narrativa expone el
mensaje de una o más historias bíblicas con un mínimo de
explicación. En esta sección ofrecemos algunas alternativas que
pueden darle variedad a nuestros sermones narrativos.
A. El sermón en primera persona
Aquí el predicador toma el rol de uno de los personajes de la
historia, hablando como si fuera dicho personaje. Hay quien hasta
se disfraza para aumentar el impacto dramático de este tipo de
sermón. Bien trabajado, el sermón en primera persona puede ser
efectivo e impresionante. Mal trabajado, puede ser artificial y hasta
aburrido.
B. Una historia no-bíblica
Esta variante consiste en la presentación de una historia que
no es bíblica pero que bien puede ilustrar una doctrina
cristiana o el mensaje central de algún pasaje bíblico. Algunas
personas buscan historias que ilustren el mensaje de un
pasaje bíblico tomado de los profetas del Antiguo o de las
epístolas del Nuevo Testamento. Por lo regular, la historia tiene
varios puntos de contacto con el pasaje bíblico. Además, debe
ser una historia poderosa e impresionante. La dificultad con
este tipo de sermón estriba en encontrar una historia que
cumpla con todos los requisitos indicados.
C. El sermón histórico
El sermón histórico es una variante poco usada del sermón
narrativo. Este tipo de sermón nos relata un episodio tomado
de la historia secular o de la historia de la iglesia, que tiene el
propósito de ilustrar una idea bíblica o una doctrina cristiana.
Aunque esta forma puede ser muy amena e interesante, en su
centro tiene un propósito educativo que la acerca al sermón
temático.
CONCLUSIÓN
El sermón narrativo, quizá, es el método más efectivo de todas
las formas básicas de la predicación. Por esta razón, para
quien llega a dominarlo, el sermón narrativo se convierte en
uno de los mejores aliados a la hora de predicar la palabra de
Dios.

S-ar putea să vă placă și