Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
• . A pesar de tener una audición normal, el lenguaje oral de los pacientes con
TEA puede presentar un retraso de incluso varios años. Sus deficiencias varían
en gran medida en alcance e intensidad, desde lo que solíamos denominar
trastorno de Asperger (estas personas pueden hablar con claridad y tienen
inteligencia normal o incluso superior) hasta los individuos con afectación tan
intensa que apenas pueden comunicarse. Otros pueden mostrar patrones de
expresión oral inusual y uso idiosincrásico de frases.
COMUNICACIÓN
• La maduración social de los pacientes con TEA es más lenta que la de los niños
normales, y las fases del desarrollo pueden ocurrir fuera de la secuencia esperada.
Los progenitores con frecuencia se inquietan durante los segundos 6 meses de vida,
cuando su hijo no establece contacto visual, responde con sonrisas o se acurruca;
en vez de esto, el bebé se aleja del abrazo del progenitor y se queda mirando el
espacio vacío. Los lactantes mayores no señalan los objetos o juegan con otros
niños. Pueden no estirar los brazos para ser cargados o mostrar la ansiedad normal
al separarse de los progenitores. Quizá como resultado de la frustración por la
incapacidad de comunicarse, el TEA tiene como consecuencia frecuente berrinches
y agresividad en niños pequeños. Con poca necesidad aparente de cercanía, los
niños mayores tienen pocos amigos y no parecen compartir sus alegrías o tristezas
con otras personas. En la adolescencia y en los años posteriores, esto puede
manifestarse como una falta de necesidad de actividades sexuales.
CONDUCTA MOTRIZ
• Las metas del desarrollo motor de pacientes con TEA suelen alcanzarse a
tiempo; los tipos de conducta que eligen los distinguen de otros. Incluyen
acciones compulsivas o rituales, sin un fin determinado (denominadas
estereotipias), girar, balancearse, aplaudir, golpearse la cabeza y mantener
posturas corporales extrañas. Chupan los juguetes o los hacen girar en vez de
utilizarlos como símbolos para un juego imaginario. Sus intereses restringidos
los conducen a preocuparse por las partes de los objetos. Tienden a resistirse
al cambio y prefieren apegarse de manera rígida a la rutina. Pueden parecer
indiferentes al dolor o a las temperaturas extremas, así como mostrar
inquietud por oler o tocar objetos. Muchos de estos pacientes se lesionan al
golpearse la cabeza, pincharse la piel o hacer otros movimientos repetitivos
• Con la excepción del subtipo antes conocido como trastorno de Asperger, el TEA no se había
reconocido del todo hasta que Leo Kanner introdujo el término autismo infantil temprano en
1943. A partir de entonces, el concepto extendió su campo de acción y desarrolló
subdivisiones nuevas (el DSM-IV enumeró cuatro tipos además del muy general sin otras
especificaciones); no obstante, en la actualidad, volvió a contraerse para constituir el concepto
unificado que presenta el DSM-5. Si bien el grado de discapacidad varía mucho, el efecto que
tiene sobre la vida de la mayor parte de los pacientes y sus familias es profundo y duradero. El
TEA se relaciona a menudo con discapacidad intelectual; la discriminación de estos dos
trastornos puede ser compleja. Se presentan anomalías sensoriales en quizá 90% de los
pacientes con TEA; algunos niños detestan las luces brillantes o los ruidos intensos, o incluso la
textura rugosa de algunas telas u otras superficies. Una minoría muestra habilidades cognitivas
“brillantes”, capacidades especiales en computación, música o memoria por repetición, que en
ocasiones alcanzan un nivel prodigioso.
• Al incorporar los diagnósticos previos de trastorno autista, trastorno de Rett,
trastorno de Asperger y el trastorno desintegrativo infantil, la prevalencia
general del TEA se aproxima a 6 por 1000 niños en la población general;
algunos estudios refieren incluso cifras más altas. Y las cifras han aumentado en
los años recientes, al menos, en parte, por una tendencia mayor al
reconocimiento del TEA. El autismo afecta a todos los grupos culturales y
socioeconómicos. Si bien los niños son afectados con una frecuencia dos veces
mayor que las niñas (quizá hasta cuatro veces), estas últimas pueden presentar
afectación más grave (debe mencionarse que el trastorno antes conocido
como de Asperger tiende a aparecer con mayor frecuencia en niñas). Los
hermanos de los pacientes con TEA tienen un riesgo muy alto de padecer el
mismo trastorno
CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DEL
TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA
• Desde la niñez temprana, el contacto con otros afecta en cierto grado casi
todos los aspectos del desempeño de estos pacientes. Las relaciones sociales
varían desde un desajuste leve hasta una carencia casi completa de interacción.
Puede existir sólo una disminución de la capacidad para compartir intereses y
experiencias, pero algunos pacientes son por completo incapaces de dar pie o
responder al acercamiento de otros. Tienden a hablar con pocas señales físicas
usuales que la mayor parte de la gente utiliza: contacto visual, ademanes,
sonrisas y movimientos de la cabeza. Las relaciones con otras personas
zozobran, de manera que los individuos con TEA tienen dificultades para
adaptar su comportamiento a las distintas situaciones sociales; pueden carecer
de interés general en otros individuos y hacer pocas amistades, si las hay.
• La repetición y el enfoque estrecho caracterizan sus actividades e intereses.
Resisten incluso a los pequeños cambios en sus rutinas (quizá solicitar
exactamente el mismo menú en cada almuerzo o repetir de manera
interminable preguntas ya respondidas). Pueden sentirse fascinados con el
movimiento (como girar sobre sí mismos) o con partes pequeñas de objetos.
La reacción a los estímulos (dolor, ruidos intensos, temperaturas extremas)
puede ser débil o excesiva. Algunos muestran preocupación inusual en torno a
las experiencias sensoriales: les fascina el movimiento visual o los aromas
particulares, o en ocasiones temen o rechazan ciertos sonidos o la sensación
que generan algunas telas. Pueden recurrir a un lenguaje peculiar o mostrar
estereotipias conductuales, como aplausos, balanceo del cuerpo o ecolalia.
LA LETRA PEQUEÑA
• Observe que existen grados variables de TEA, algunos de los cuales recibieron
diagnósticos y códigos independientes en el DSM-IV, pero ya no. En particular,
lo que se denominaba antes trastorno de Asperger tiene un grado más leve;
muchas de estas personas se comunican bien por medios verbales, pero
carecen de otras habilidades necesarias para establecer vínculos sociales.
ATIENDA LAS D: