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Los números de los

Sacramentos
Integrantes:
• Henrich Mohr
• Iván Núñez
• Karina Aranda
• Cándido Galeano
Sacramento
Los sacramentos —en la teología de la Iglesia católica—
son signos sensibles y eficaces de la gracia de Dios y mediante
los cuales se otorga la vida divina; es decir, ofrecen al creyente el
ser hijos de Dios.
Los sacramentos se administran en distintos momentos
de la vida del cristiano y simbólicamente la abarcan por entero,
desde el bautismo hasta la unción de los enfermos (que antes
del Concilio Vaticano II se aplicaba solo a los que estuvieran en
peligro de muerte).
La mayoría de los sacramentos solo pueden ser
administrados por un sacerdote. El bautismo, en ocasiones
excepcionales, puede ser administrado por cualquier seglar, o
incluso no cristiano, que tenga la intención de hacer con el signo
lo que la Iglesia hace. Además, en el sacramento del matrimonio
los ministros son los mismos contrayentes.
Número de los Sacramentos
Sacramento significa signo sagrado. Ahora bien, puede
haber y de hecho hay muchos signos de realidades
sobrenaturales, Decimos, por ejemplo, que Cristo es el “gran
sacramento” del Padre: el signo que mejor nos revela quien y
como es Dios.
Por la misma razón, decimos que la iglesia es el
sacramento de Cristo: el signo que mejor nos revela y comunica
a Cristo, y decimos también, que cada uno de los cristianos debe
ser, para los otros, sacramento o signo de Cristo por su vida
imbuida totalmente del Espíritu del Señor; la vida del cristiano
debería ser tan santa, que los demás pudieran descubrir en su
persona el rostro de Cristo. También se habla a veces del
sacramento de la Palabra.
Enumeración y resumen de
los Sacramentos
• El Bautismo
Es el primero de los sacramentos de la Iglesia cristiana. Borra el pecado original y
convierte a quien lo recibe en miembro de la Iglesia. Es como nacer de nuevo para Dios.
• La Confirmación
Es el sacramento de la Iglesia católica que transfiere los dones del Espíritu Santo. Este
nos ilumina y nos da fortaleza para cumplir nuestras obligaciones de cristiano.
• La Orden Sagrado
Consagra sacerdotes para el servicio de la Iglesia y les concede las gracias necesarias
para el buen cumplimiento de su ministerio.
• La Penitencia
Es el sacramento por el cual el sacerdote perdona los pecados en nombre de Dios. Por
medio de ella se nos perdonan los pecados cometidos después del bautismo.
• El Matrimonio
Es el sacramento cristiano que legitima la unión de un hombre y una mujer. Les concede
la gracia para vivir como esposos cristianos y educar a sus hijos en la fe.
• La Eucaristía
Es el sacramento instituido por Jesucristo en la Ultima Cena, por el que el pan y el vino
se transforman en su carne y en su sangre. Alimenta nuestra alma dándonos su cuerpo
bajo la apariencia de pan.
• La Unción a los enfermos
Llamada también "la unción de los enfermos". Este sacramento -que se da a los
enfermos o a las personas que ya están listas para partir al encuentro de Dios- alivia y
fortalece el alma de los cristianos, e incluso también sus cuerpos.
La vida cristiana es vida
Sacramental
• 1. Cristo
Centro, modelo y meta del cristianismo, “Cristiano viene de Cristo;
por tanto, el cristiano es un servidor o discípulo de Cristo, es decir, una
persona que lo conoce, que realiza su palabra y se compromete con él,
dejándose guiar por su mismo espíritu en las relaciones consigo mismo y
con los demás, con Dios y con todas las realidades humanas. Este es el
único verdadero cristiano practicante, porque solo el sigue la practica el
estilo de vida de Cristo, modelo y vida del cristiano.

“Vivo yo, mas no yo, sino que Cristo viene en mi”; Porque para mí,
vivir es Cristo y morir ganancia, decía San Pablo. Lo mismo debería repetir
todo cristiano, sin el falso temor de perder su personalidad e identidad
humana: seré tanto más yo mismo, cuanto más lo fuere en Cristo.

Cristo es, por tanto, el centro de la vida del cristiano. Pero Cristo
vivió físicamente entre los hombres hace dos mil años, mientras que yo
vivo hoy. Ahora bien, para que el pudiera vivir en mí y yo en él, tendríamos
que ser contemporáneos. Y lo somos: Cristo continua viviendo en medio
de nosotros por su Palabra, por su espíritu, por su presencia de resucitado
y de una manera muy particular, por y en los sacramentos.
La vida cristiana es vida
Sacramental
• 2. El hombre tiene Necesidad de signos
El hombre logra comunicar a los demás lo que siente y lo
que sabe solamente por medio de signos: palabras, gestos,
sonidos. Por su sonrisa adivino que una persona está contenta;
por una lagrima veo que esta presa de tristeza; por un cálido
apretón de manos me consta de su amor y cariño… El hombre
conoce a través de los sentidos, y los sentidos exigen señales o
signos adecuados e inconfundibles. Sin ellos, nunca sabrían los
demás lo que yo pienso o siento, ni yo mismo sabría nada de los
demás ni siquiera de la realidad me circunda.
La vida cristiana es vida Sacramental
• 3. Dios invisible se hace visible en Cristo y por los sacramentos
Si, para conocer el mundo natural, necesitamos de signos sensibles, cuanto
más para conocer el mundo sobrenatural, las realidades invisibles pero no menos reales.

Esta fue la razón por la que Dios, siendo invisible pero real, se hizo visible y
presente a los hombres a través de la creación, de acciones y, sobre todo, por medios de
su Hijo hecho hombre. Cristo Jesús es, por tanto, el gran signo visible de la presencia de
Dios en el mundo: “Lo que existía desde el principio, lo que oímos, lo que vieron
nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos, hablamos de la palabra,
que es la vida, porque la vida se manifiesta, nosotros la vimos, damos testimonio yos
anunciamos la vida eterna, que estaba de cara al Padre y se manifestó a nosotros-, eso
vimos y oímos os lo anunciamos ahora, para que seáis solidarios con nosotros” ( Jn1,1-3)

“Cristo es imagen de Dios invisible” (Col 1,15) – Quien me ve a mí, está viendo al Padre
(Jn 14,9).
Cristo a su vez, saliendo al encuentro de la necesidad que el hombre
experimenta de sentir y palpar la realidad, se hace hoy presente no solo a través de su
palabra y de las obras que su espíritu realiza en nosotros, sino también y de una manera
particular a través de unos signos concretos y bien conocidos de los hombres: el agua, el
pan, el vino, gestos, palabras, personas…Estos signos sagrados son los Sacramentos.
Sintetizando, diremos que a través de los sacramentos se opera una serie de realidades
sobrenaturales:
• El misterio de Cristo se convierte en presente Salvífico
• Los hombres de cada generación incorporan a Cristo
• El padre nos configura conforme a la imagen de su hijo e instaura su reino en
nosotros.
En consecuencia, si queremos que nuestra vida sea una vida cristiana: en
Cristo, tiene que ser una vida sacramental.
Conclusión
Los Sacramentos no son apariencias, no son ritos, sino
que son la fuerza de Cristo… los Sacramentos nos impulsan a ser
misioneros, y el compromiso apostólico de llevar el Evangelio a
todo ambiente, incluso a los más hostiles, constituye el fruto
más auténtico de una asidua vida sacramental, en cuanto que es
participación en la iniciativa salvífica de Dios, que quiere donar a
todos la salvación…por ello es importante recibir la Comunión,
es importante que los niños estén bautizados pronto, que estén
confirmados, porque los Sacramentos son la presencia de
Jesucristo en nosotros, una presencia que nos ayuda. Es
importante, cuando nos sentimos pecadores, acercarnos al
sacramento de la Reconciliación. ¿Tú sabes a quién te
encontrarás en el sacramento de la Reconciliación? ¡Encontrarás
a Jesús que te perdona! Es Jesús quien te espera allí; y éste es
un Sacramento que hace crecer a toda la Iglesia.

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