Influencias Vargas Llosa (VLL) ha señalado que el Tirant lo Blanc fue para él: “importantísimo ya que me dio la idea de la novela como una totalidad, o sea como un mundo cerrado sobre sí mismo”. Otras de sus influencias declaradas son: Flaubert, Conrad, Tolstoi, entre otros. Todos grandes contadores de historias. Para (VLL) es de vital importancia el salvar la distancia entre lo narrado y el lector, para lo cual el escritor se vale de las técnicas narrativas. El lector no debe de notar la presencia del escritor para que así la materia narrada no pierda su poder de persuasión. Para que una novela llegue a convencer al lector y lo mantenga inmerso en su ficción, es necesario que la novela, según VLL, tenga aspiración totalizadora. El escritor debe de crear un mundo en el que no falte nada, en donde la realidad aparezca como total, como la vida misma, ya que ella es la que nutre al novelista de sus temas. En su empeño totalizador, en su afán de crear una novela que lo abarque todo, una novela total, el escritor se vuelve un "deicida", ya que compite con Dios al crear un nuevo mundo y lo suplanta. El escritor es para VLL un disidente frente al mundo, alguien que no se resigna a aceptar el mundo como es y lo cambia en su acto creador, en la novela. • Para VLL Los "demonios" de un escritor, entendidos como experiencias que lo marcaron, son los que lo estimulan a escribir un mundo paralelo al real. Dentro de tales "demonios" se distinguen tres clases: 1) Los personales, que son el subconsciente o los instintos, quienes "eligen los materiales que el novelista va a utilizar“. 2) Los históricos (o acontecimientos sociales), que lo marcaron a él como individuo dentro de una sociedad. 3) Los culturales, que son las fuentes culturales e influencias literarias en el escritor. Técnicas usadas por Vargas Llosa Para (VLL) Hay cuatro principios estratégicos de organización de la materia narrativa que abrazan la infinita variedad de técnicas y procedimientos novelísticos: los vasos comunicantes, la caja china, la muda o salto cualitativo y el dato escondido. Los vasos comunicantes Este procedimiento tiene como fin que dos o más historias contadas simultáneamente se influyan la una a la otra, complementándose y modificándose. Dado que la realidad es compleja y contradictoria, el autor se sirve de esta técnica para reflejar tal complejidad en su obra, para dar forma a su mundo ficticio. La caja china Contar una historia como una sucesión de historias que se contienen unas a otras: principales y derivadas, realidades primarias y realidades secundarias La muda Cuando cambia de perspectiva es porque cambia de narrador. La sutileza con que ejecuta este cambio es también signo de su habilidad, puesto que el lector no debe darse cuenta de ello. Dato escondido Son aquellos silencios significativos, datos escamoteados por un astuto narrador que se las arregla para que las informaciones que calla sean sin embargo locuaces y azucen la imaginación del lector, de modo que éste tenga que llenar aquellos blancos de la historia con hipótesis y conjeturas propias. El sueño del celta La idea surgió cuando Vargas Llosa, a través de Conrad (El corazón de las tinieblas), descubrió a Roger Casement. La novela comienza con un epígrafe de Motivos de Proteo de José Enrique Rodó: “Cada uno de nosotros es, sucesivamente, no uno, sino muchos. Y estas personalidades sucesivas, que emergen las unas de las otras, suelen ofrecer entre sí los más raros y asombrosos contrastes”. Y al recorrer la obra de VLL, en relación a criterios éticos (ensayística) y estilísticos (narrativa), pareciera presentarse la idea que cada uno somos muchos, pues luego de obras cumbres como: La casa verde. Conversación en La Catedral. La guerra del fin del mundo. El sueño del celta representa una obra menor. Estructura de la obra Es un novela en tres partes y de estructura alterna, sobre la vida de Roger Casement, ahorcado en Londres como traidor por sus desvelos nacionalistas en pro de la independencia irlandesa, su patria reencontrada (según la novela) tras su experiencia en el Congo belga, primero, y en la Amazonía peruana después. Narrada desde la cárcel en que espera su ejecución, la novela en la primera parte recorre con una precisión documentalista la vida de este embajador y aventurero, que descubre el “corazón de las tinieblas” en el centro de África, a la que llega con el sueño etnocéntrico y cristiano, del comerciante y civilizador (las tres C del colonialismo) y se encuentra con la barbarie blanca y racista, la inmoralidad del trato a los nativos, la barbarie del presunto civilizado. Y en donde también descubre su sexualidad homoerótica con la que fantasea en sus cuadernos y que al cabo le supusieron la ruina, pues esos mismos textos se usaron en su contra a la hora de denegarle el indulto. La segunda parte de la novela se desarrolla en la Amazonía. Allí se enfrenta Casement con un nuevo (o el mismo) horror: el del maltrato a los indígenas por parte de la compañía cauchera y su entrabada sucesión de intereses políticos y comerciales que hacen punto menos que imposible cualquier intento de denuncia del mismo. La tercera parte, ya de vuelta a Europa, cuando Casement reivindica sus raíces gaélicas e independentistas irlandesas y se convierte en valedor de la causa contra el Imperio británico al que ha servido durante décadas. De héroe, se convierte en traidor. La novela alterna las visitas de sus amigos en la cárcel, las charlas con el carcelero (muy tópicas: se pasa de la animadversión absoluta por el traidor a la cordialidad compasiva, que pretende elevar la catadura moral del personaje, pero en un exceso de inverosimilitud melodramático) Una novela, en fin, muy bien documentada, pero mal construida, que lo fía todo, precisamente, a ese trabajo previo de documentación, aquí fallido: débil de estilo y de factura, confusa incluso, carente de interés Una novela aburrida, a ratos melodramática, a ratos solo “trabajo de campo”. Una novela donde no hay nervio, falta tensión, y todo acontece sin gracia. Una novela donde los procedimientos novelísticos: los vasos comunicantes, la caja china, la muda o salto cualitativo y el dato escondido son usados de forma precaria.