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Al principio la persona percibe dentro de si,

incomodidad a la soledad que particularmente lo


vuelve sensible a quien parece ofrecerle atención
o interés por tanto sigue evitando la soledad
consigo mismo y con Dios, sin sentirse culpable,
pero sin dejarse enriquecer por ella
La concepción afectiva leve y venial, si se repite y
no es expresión transparente de la identidad del
sujeto, se debilita lentamente sus convicciones lo
aleja de su verdad, desvía su sensibilidad e incluso
deforma su juicio moral.
*De ello resulta una mezcla de vulnerabilidad de su
persona y se elección y progresivamente, de
ambigüedad de la conducta y del juicio moral
Es un estilo o costumbre de vida que necesita cada
vez un estimulo consciente de la persona. Lo cual
significa menor libertad, escasa conciencia de lo
que esta sucediendo, y hay una familiaridad cada
vez mayor con la gratificación, esto disminuye la
familiaridad con los valores del espíritu, frialdad
de la relación con Dios y la sensibilidad reacciona
a otras atracciones o intereses.
Las gratificaciones y concesiones afectivas se
vuelven automáticas se desencadenan solas.
Automatismo significa: atracción que impone y
arrastra, la persona perderá cada vez mas la
capacidad de gozar de la misma gratificación en
este momento hay que aumentar la dosis.
El individuo no percibe el salto cualitativo, su
conciencia lo justifica todo la persona cada vez
libre para gozar de la gratificación, oscurece la
conciencia.
El mecanismo se esfuerza hasta tal punto que se convierte
en motivación para actuar de, se sitúa en el centro de la
vida estará sutilmente movido por una necesidad implícita
de obtener atención y afecto.
En este punto la persona esta como dividida entre tensión
consciente hacia sus valores oficiales y atracción mas o
menos oculta, pero fuerte hacia otros objetivos. Este lo
hará muy vulnerable en el momento de la tentación de la
prueba. La crisis puede tener aquí efectos grandes y
destructivos.
La crisis saca a luz lo que permanece oculto en el
corazón del virgen. Es un momento doloroso que puede
llevar también a salidas dolorosas ( abandono, caídas,
auto-aislamiento, doble vida,...)
El que conoce la crisis, también la afectividad, que sabe
que la esperanza nace en el mismo punto donde podría
estallar la desesperación, entonces la crisis no saca a la
luz solo la debilidad, sino que puede encender también
una luz importante en la vida del célibe por el reino.

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