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•Alteraciones
Primaria intrínsecas de la pared
venosa
Secundaria o •Es consecuencia de la
Sx Postrombótico Trombosis Venosa
(PTS) Profunda (DVT)
Brunicardi, F. C. (2015). Schwartz, Principios de cirugía. 10° edición: McGrawhill.
POR LO TANTO….
Los signos y síntomas pueden atribuirse:
Reflujo venoso
Obstrucción venosa
Disfunción de la bomba muscular de la pantorrilla
O la combinación de estos factores así como:
La pérdida de elasticidad de la pared venosa
1 2
•Se notan mas en temporadas de calor
El paciente afectado por una insuficiencia venosa crónica debe asumir que
•Producción incluso
de edema que agudiza en la
adoptando medidas preventivas su afección es de carácter crónico y evolutivo, y
tarde y mejor con descanso nocturno
•Daño tisular con liberación de histamina
por lo tanto; los síntomas y manifestaciones dermatológicas irány acetilcolina
apareciendo
potenciando lacon
sensación
Estadio Estadio
dolorosa
el paso del tiempo.
• La piel se ha erosionado 4 3 • Manifestaciones
Dermatológicas:
• Produce ulcera varicosa
que normalmente suele • Pigmentación pardo
supurar tejido patológico negruzca en el maléolo
• Curación: vendaje • Alteración de capilares
compresivo fuerte,
drenaje y limpieza
• Picor
exhaustiva de la herida • Atrofia en la piel
para evitar Infección.
A continuación el paciente El tiempo requerido para
Se insertaba una aguja en la debe dejar de movilizar para que la presión venosa
VALORACIÓN DE LA INSUFICIENCIA VENOSA
vena dorsal del pie y se permitir que la vena se llene regrese del nivel de presión
conectaba a un transductor de tal manera que la presión venosa ambulatoria al 90%
de presión. venosa regrese a la línea del valor basal se conoce
Los primeros estudios diagnósticos para
basalla valoración
de IVC requerían
como VRT
obtenciones de naturaleza penetrante de la presión venosa ambulatoria (AVP) y
los tiempos de recuperación venosa (VRT).
La insuficiencia de las venas perforantes que comunican los sistemas venosos superficial y pro- fundo de la
extremidad inferior se ha referido en la aparición de úlceras venosas. La técnica típica para la ligadura abierta de
venas perforantes descrita por Linton en 1938 se acompaña de una inci- dencia elevada de complicaciones en la
herida y ahora se la utiliza pocas veces.112 Gracias al mejoramiento del equipo endoscópico, hoy en día se cuenta
con una técnica nueva que implica penetración mínima, la denominada intervención quirúrgica subfascial endos-
cópica de venas perforantes (SEPS, subfascial endoscopic perfo- rator vein surgery).
Antes de la intervención quirúrgica de los pacientes progra- mados para SEPS se efectúa una ecografía doble para
confirmar la permeabilidad venosa profunda e identificar las venas perforantes en el compartimiento posterior. El
enfermo se coloca en la mesa quirúrgica con la extremidad inferior enferma elevada 45 a 60°. Se exsanguina la
extremidad inferior con la utilización de un ven- daje de Esmarch y un torniquete alto. En seguida, se flexiona la
Figura 24-20. Colocación del trócar para cirugía endoscópica sub- fascial de la vena perforadora. (Usada con
autorización del Dr. Pankaj Patel.)
rodilla y se practican dos incisiones pequeñas en la cara medial de la porción proximal, lejos de las áreas de máxima
induración del tobillo. Se colocan los trócares laparoscópicos y se lleva a cabo una disección subfascial con una
combinación de disección roma y cortante. A continuación se insufla dióxido de carbono (CO2) para incrementar el
volumen del espacio subfascial. El torniquete en el muslo se insufla para evitar una embolia gaseosa. Se identifican las
venas perforantes, se les aplican dos grapas y se cortan. Luego del procedimiento se coloca en la extremidad inferior
un vendaje compresivo que se mantiene durante cinco días.
La eficacia de la SEPS como procedimiento único en el tra- tamiento de la insuficiencia venosa
es controversial y no está pro- bada. En un reporte de un registro norteamericano grande de
146 pacientes sometidos a SEPS113 (fig. 24-20) se logró la cicatrización en 88% de las úlceras
(75 de 85) luego de un año. Los procedi- mientos adjuntos, sobre todo la extirpación venosa
superficial, se realizaron en 72% de los pacientes. La recurrencia prevista de la úlcera fue del
16% luego de un año y de 28% a los dos años, según el análisis de las tablas vitales. Estos
resultados son similares a los logrados en algunos estudios con tratamiento compresivo solo.
Una revisión de varios estudios de 2003 a 2011 demostró en conjunto que 2 059 extremidades
con 896 úlceras se sometieron a SEPS y ablación concomitante de la vena safena (70%), con una
tasa de complicaciones de 0% a 16% y curación de la úlcera en 90% de los sujetos.114 Se
efectuó un estudio europeo multicéntrico y pros- pectivo en pacientes con úlceras venosas para
valorar la eficacia de SEPS. El análisis post hoc sugirió un posible beneficio con SEPS en personas
con ciertas categorías de úlcera venosa. Sin embargo, el análisis primario de los criterios de
valoración del estudio indicó en general que la SEPS no aportaba una ventaja adicional a la ciru-
gía venosa superficial y la compresión para la cicatrización de las úlceras venosas.115 En
apariencia, la técnica ha caído en desuso en la mayoría de las instituciones.
Cirugía venosa superficial.
Cuando no hay insu- ficiencia valvular venosa profunda de consideración, la denudación de la vena safena y la ligadura
de las venas perforantes son eficaces para el tratamiento de la CVI. No obstante, en pacientes con insu- ficiencia
valvular venosa superficial y profunda, la práctica adi- cional de reconstrucción valvular venosa profunda puede
mejorar en teoría la curación de las úlceras.117 Algunos informes describen un gran número de técnicas para la
corrección de válvulas venosas profundas. Estas técnicas consisten en la reparación de las válvu- las existentes, el
trasplante de segmentos venosos del brazo y la transposición de una vena insuficiente hacia otra competente en
posición adyacente, e implantación de segmentos venosos criopre- servados, incluidas válvulas competentes.
Se ha notificado la evolución con buenos resultados a largo plazo de 60 a 80% de los casos tratados mediante
reconstrucción valvular venosa por reparación interna con sutura.117,118 No obs- tante, en 40 a 50% de enfermos
con ulceración inicial hubo persis- tencia o recurrencia de úlceras a largo plazo.115,116
El trasplante valvular consiste en la sustitución de un seg- mento de la vena femoral o la poplítea insuficiente con
otro, ya sea de la vena axilar o de la braquial que posea válvulas competentes. Los primeros resultados son
semejantes a los de la reconstrucción valvular venosa.117,118 Sin embargo, los segmentos venosos tras- plantados
tienden a desarrollar insuficiencia a largo plazo, hiper- plasia de la íntima y trombosis del seno de la cúspide con
resultado a largo plazo inferior al obtenido con la reconstrucción valvular venosa. Los resultados de la transposición
venosa son similares a los del trasplante valvular.
En la actualidad es rara la práctica de técnicas reconstructivas para la insuficiencia venosa profunda y CVI relacionada.
Colocación de endoprótesis venosa