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SISTEMA SOLAR
PLANETESIMALES
EN EL SISTEMA
SOLAR
COLISIÓN DE LOS
PLANETESIMALES
OCÉANO DE MAGMA
La Tierra primigenia se formó, como el resto de planetas
del Sistema Solar, a partir de los materiales de la nebulosa
inicial. En concreto, del gas y polvo que formaban el
disco plano que giraba alrededor del núcleo de
condensación que dio lugar al Sol. Las partículas que
formaban este disco comenzaron a agregarse. Estos
agregados chocaban entre sí sumando su materia y
formando cuerpos de mayor tamaño denominados
planetesimales. Estos planetesimales, a su vez, también
colisionaban entre sí y formaron los planetas del sistema
solar (proceso de acreción)
Al colisionar, los planetesimales se unían y fusionaban debido a la enorme cantidad de calor que se
generaba en cada impacto. El resultado fue una Tierra primigenia muy caliente cubierta por un
océano de magma, de hasta 1000 km de profundidad, que permitió su diferenciación en capas (núcleo,
manto y corteza).
DIFERENCIACIÓN EN CAPAS DE LA TIERRA
La masa rocosa que se formó, la prototierra, debido a al calor
generado por los continuos impactos de fragmentos rocosos, la
contracción gravitatoria y el calor desprendido por la
desintegración radiactiva de algunos elementos, se calentó
tanto que llegó a fundirse. Como consecuencia se produjo
una reorganización de los materiales de todo el planeta y
los materiales se fueron disponiendo por orden de densidad:
El hierro fundido, mas pesado, se hundió hacia el centro y formó el núcleo del planeta.
Los materiales rocosos formaron las capas más externas de la Tierra. De ellos, los materiales rocosos más
ligeros ascendieron y formaron la corteza, mientras que los más densos quedaron en las capas intermedias
formando el manto.
MODELO ESTATICO O
GEOQUÍMICO, basado
en la composición
química de los materiales
de las capas, las divide
en corteza, manto y
núcleo
MODELO DINÁMICO,
basado en el
comportamiento de las
capas, las divide en
litosfera, astenosfera
(actualmente
descartada), mesosfera
y endosfera
LAS CAPAS DE LA TIERRA
LA CORTEZA CONTINENTAL Y OCEÁNICA La corteza es la capa rocosa más
superficial y mas delgada de la
Tierra (si comparamos la Tierra con
un huevo, las corteza tendría el
espesor de la cáscara). Su grosor
medio varia entre 5-10 km en los
océanos y alrededor de 33 km en los
continentes, aunque aumenta
considerablemente bajo las cadenas
montañosas (a mayor altitud de
éstas, mayores “raíces” hay bajo el
continente). Se han llegado a medir
espesores de más 80 km bajo el
Himalaya. Existen por tanto dos
tipos de corteza, la continental y la
oceánica, con las siguientes
características diferenciales:
El campo magnético terrestre se origina debido al movimiento de las masas de hierro fundido del
núcleo externo, que generan corrientes eléctricas alrededor de la masa de hierro sólido del núcleo interno.
En conjunto el núcleo terrestre se comporta como un gigantesco electroimán, en un proceso conocido como
efecto dinamo.
En los polos magnéticos, donde penetran las líneas del campo magnético terrestre, entran las partículas
cargadas eléctricamente del viento solar y chocan con los átomos y moléculas de las capas altas de la
atmosfera, produciendo un fenómeno luminoso conocido como las auroras boreales o australes y
causando interferencias en las comunicaciones
Las auroras se producen cuando en la superficie del sol
tiene lugar las conocidas manchas solares, zonas del
Sol donde se producen tremendas explosiones, con
llamaradas de cientos de miles de kilómetros de longitud
(más fuertes que la explosión de 1000 bombas atómicas
simultáneas), que lanzan al espacio partículas
cargadas eléctricamente formando el llamado viento
solar.
El Sol tiene una actividad cíclica, de modo que cada
11 años aproximadamente alcanza un máximo de
manchas solares. El año 2013 fue uno de esos máximos
de actividad solar, en la que algunas de la tormentas
solares fueron tan intensas que tuvieron que desactivarse
satélites o voltearlos para impedir que se dañaran.