preventivo de las construcciones Cuando se habla de un mantenimiento preventivo de la construcción se habla de una revisión programada para garantizar la funcionalidad y la seguridad de la obra. Esto con el fin de evitar daños graves o irreversibles en la construcción o en las personas que hacen vida en ella. En esta oportunidad, Construcciones Yamaro presenta algunos consejos para el mantenimiento preventivo de las construcciones. Realizar pruebas y verificaciones constantes de todas las áreas en funcionamiento. Cada área posee materiales y equipos que varían su vida útil dependiendo de la frecuencia o intensidad de los usos. Realizar inspecciones en las áreas no visibles. Por ejemplo, cimientos y conductos de drenaje y desagüe. Considerar la variabilidad de los agentes principales de deterioro: condiciones ambientales y alteración de configuración de origen. Realizar las tareas de limpieza y desinfección de todas las áreas con periodicidad. Determinar los cuidados específicos de cada área: cada una posee sus propios materiales de construcción, por lo tanto requiere materiales específicos para su revisión y mantenimiento. Evitar el uso de productos y materiales de mantenimiento que alteren la composición del material de la obra. No realizar perforaciones que alteren la resistencia de la obra, ni aumentar el peso de las cargas previstas según los cálculos de diseño. Cuidar el tránsito y la accesibilidad a las áreas en mantenimiento para evitar daños mayores. Cuidar los espacios para el almacenamiento de equipos y materiales para el mantenimiento. Cualquier desperfecto por pequeño que parezca (fisuras, grietas, deformaciones, deterioro o alteraciones de un elemento estructural) debe ser arreglado por profesionales especializados en la materia. No realizar modificaciones o alteraciones sin estudio previo, sin autorización del técnico competente y sin la dirección y supervisiones expeditas. Estructura Período de revisión
Pavimentos. Inspección general: cada dos años.
Juntas: cada cinco años.
Muros de contención. Después de cada período de lluvia.
Juntas de dilatación: cada cinco años. Muros: cada diez años.
Restos de cimentaciones. Inspección general: cada dos años.
Inspección de conductos de drenaje y desagüe: cada dos años. Elementos que conforman la cimentación: cada diez años.
Estructuras de hormigón. Inspección general: cada dos años.
Pruebas de resistencia: cada diez años.
Muros de carga. Inspección general: cada cinco años.
Pruebas de resistencia: cada diez años.
Fachadas. Inspección general: cada diez años.
Revisión de elementos: cada dos años. Revocado, revestimiento o pintado: cada 15 años. Fuente: http://www.estrucplan.com.ar/Producciones/en trega.asp?IdEntrega=1357