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EL ARBITRAJE

Antecedentes
El arbitraje como institución a lo largo de la historia en general y en el Perú parte
de la Constitución Española de Cádiz de 1812 en que se reconocía y establecía el
arbitraje.
Su incorporación sucede en el siglo XX, con las Constituciones de 1919 en el
período de Augusto B. Leguía, luego las Constituciones de 1933; pero
fundamentalmente las de 1979 y 1993 que de manera clara la incorporan con
todas sus letras y sin ningún reparo en los capítulos referidos al Poder Judicial.
Hacemos igualmente un análisis de las normas de la cláusula compromisoria y
del Compromiso arbitral regulados en el Código Civil de 1984; para transitar
luego por el estudio de los dispositivos contenidos en el Decreto ley Nº 25935
Ley General de Arbitraje para desembocar en un análisis mucho más amplio de
la Ley General de Arbitraje y sus modificatorias contenida en la Ley Nº 26572.
Esta institución moderna no aspira a sustituir a la justicia ordinaria, pero tiene
sus propias reglas y metodologías y que busca constituirse en un instrumento de
desarrollo al buscar la seguridad jurídica y la paz entre las partes que
voluntariamente se someten a ella.
Sin embargo, el Arbitraje existió en el Derecho Romano, donde se configuró
como un sistema organizado de impartir solución pacífica a las controversias
surgidas entre familiares o familias, con la intervención de terceros imparciales
que, conocidas las causas del conflicto, decían su última palabra.
Es la época en que el proceso judicial oficial aún no tenía presencia.
Inicialmente este rol fue ejercido por el paterfamilias, que actuaba como
tercero imparcial. Luego su lugar fue ocupado por un tercero imparcial.
Posteriormente esta función fue atribuida a un árbitro al que las partes
recurrían voluntariamente para plantearles las disputas o conflictos mediante
una ordalía; para finalmente aceptar que las partes estén facultadas para elegir
libremente al tercero imparcial –árbitro- para que resolviera sus disputas o
discrepancias.
Este sistema privado de “solución de conflictos” en la práctica operó hasta que
el crecimiento natural de la población y, por ende de conflictos, dio lugar a que
se impusiera un procedimiento ordinario de administración de justicia el que sin
embargo, se nutrió del procedimiento arbitral.
LA CONSTITUCION POLITICA DE 1993
La Constitución Política del Perú de 1993 siguiendo la corriente impregnada por
Constituciones anteriores, también plasmó a nivel normativo el arbitraje como
una solución de controversias distinta a la ordinaria, la militar y la de las
comunidades campesinas y nativas que establece el art. 149 del texto
constitucional.

Efectivamente en el art. 139, numeral 1 de la carta magna referida se establece


una jurisdicción diferente a la ordinaria, en la arbitral y la militar.
El Arbitraje en el Perú
Los sistemas jurídicos de determinados países contemplan la posibilidad que en
determinadas circunstancias y cumplidas determinadas formalidades las partes
se aparten, renuncien o sustraigan el conocimiento de su controversia o
conflicto de intereses de los órganos jurisdiccionales del Estado para someter la
decisión de sus controversias a jueces de su elección, los que adoptan la
denominación de Árbitros.
Existen determinadas circunstancias y atendiendo a la naturaleza jurídica de los
actos o contratos en los que interviene el Estado, éste impone un arbitraje
obligatorio, sin que ello modifique sustancialmente su carácter jurídico.
En el Perú la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado y su Reglamento,
establece el arbitraje obligatorio para el caso que en la ejecución de los
contratos surjan controversias, los medios alternativos a la solución de
controversias (MARCs) están regulados en su Reglamento.
El Arbitro o los Árbitros, sea que se trate de un arbitraje con Arbitro único o de
un Tribunal Arbitral compuesto por tres Árbitros o más, reciben sus facultades
directamente de las partes y por ello en relación a éstas tienen el carácter de
jueces, estando obligados a pronunciarse en el Laudo Arbitral que emitan acerca
de las cuestiones litigiosas o dudosas propuestas por las partes.
Los Laudos Arbitrales tienen el carácter de sentencias y deben ser ejecutados
por los jueces ordinarios ya que los árbitros carecen del ius imperium que el
Estado a través de la ley les otorga a aquellos. El procedimiento para su
ejecución en el Perú está regulado en la Ley General de Arbitraje y se sujeta
también a lo establecido en el Código Procesal Civil.
Para Hugo Alsina, crítica que la institución del arbitraje ha sido objeto que en
algunos países pese a su aplicación cada vez más frecuente, se la acepta con
desconfianza. Y añade que se le considera un procedimiento artificioso, lleno de
sorpresas y peligros para los litigantes, en el que los árbitros, en lugar de ser
jueces se convierten en defensores de las partes que los nombran, respetándose
rara vez sus pronunciamientos.
Reconoce que la deficiencia no radica en la institución en sí misma, sino en su
reglamentación y en la forma como se aplican las disposiciones de la ley. Y
agrega que en la práctica las partes designan árbitros a personas que de
antemano se comprometen a defender sus respectivos intereses, pero cuando la
designación recae en quien no tiene ninguna vinculación con ellas, como en el
caso que la designación de un tercer árbitro recae en un extraño (a las partes) la
eficacia del procedimiento es fácilmente apreciable.
¿Qué es el arbitraje?
El arbitraje es un procedimiento por el cual se somete una controversia, por
acuerdo de las partes, a un árbitro o a un tribunal de varios árbitros que dicta
una decisión sobre la controversia que es obligatoria para las partes. Al escoger
el arbitraje, las partes optan por un procedimiento privado de solución de
controversias en lugar de acudir ante los tribunales.
Características del Arbitraje
1. El arbitraje es consensua, proviene de la autonomía de la voluntad de las partes que lo
celebran
2. Las partes seleccionan al árbitro o árbitros
3. El arbitraje es neutral, autónoma
4. El arbitraje es un procedimiento confidencial
5. La decisión del tribunal arbitral es definitiva y fácil de ejecutar
6. Es una institución autónoma
7. Es una excepción al principio de la unicidad y exclusividad de la función jurisdiccional
establecida en el art. 139 de la Constitución Política del Perú.
8. Contiene la renuncia expresa al derecho de acción judicial en la vía ordinaria.
El arbitraje es consensual
Un proceso de arbitraje únicamente puede tener lugar si ambas partes lo han
acordado. En el caso de controversias futuras que pudieran derivarse de un
contrato, las partes incluyen una cláusula de arbitraje en el contrato.
Una controversia existente puede someterse a arbitraje mediante un acuerdo de
sometimiento entre las partes.
A diferencia de la mediación, una parte no puede retirarse unilateralmente de
un proceso de arbitraje.
Las partes seleccionan al árbitro o árbitros
Compete a las partes seleccionar conjuntamente a un árbitro único. Si optan por
un tribunal compuesto por tres árbitros, cada parte selecciona a uno de los
árbitros y éstos seleccionarán a su vez a un tercer árbitro que ejercerá las
funciones de árbitro presidente. Otra posibilidad es que el Centro proponga
árbitros especializados en la materia en cuestión o nombre directamente a
miembros del tribunal arbitral. El Centro posee una amplia base de datos
sobre árbitros, que incluye a expertos con vasta experiencia en el ámbito de la
solución de controversias y expertos en todos los aspectos técnicos y jurídicos
de la propiedad intelectual.
El arbitraje es neutral
Además de seleccionar árbitros de nacionalidad apropiada, las partes pueden
especificar elementos tan importantes como el derecho aplicable, el idioma y el
lugar en que se celebrará el arbitraje. Esto permite garantizar que ninguna de las
partes goce de las ventajas derivadas de presentar el caso ante sus tribunales
nacionales.
El arbitraje es un procedimiento confidencial
Se protege específicamente la confidencialidad de la existencia del arbitraje, las
divulgaciones realizadas durante dicho proceso, y el laudo. En determinadas
circunstancias, el Reglamento de Arbitraje de la OMPI permite a una parte
restringir el acceso a secretos comerciales u otra información confidencial que
se presente al tribunal arbitral o a un asesor que se pronuncie sobre su
confidencialidad ante el tribunal arbitral.
La decisión del tribunal arbitral es definitiva y fácil de ejecutar
Las partes se comprometen a ejecutar el laudo del tribunal arbitral sin demora.

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