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O PATRIMONIO PÚBLICO
DERECHO ADMINISTRATIVO II
DERECHO ADMINISTRATIVO II
• PATRIMONIO PÚBLICO.
Para iniciar el conocimiento de los bienes del sector público, nos debemos
referir al Patrimonio Público respecto del cual, el maestro Jesús María Carrillo
Ballesteros señala que el concepto de patrimonio es de clara raigambre civilista
y su origen puede situarse en el del propio concepto de persona, por cuanto
históricamente aquel es una emanación de ésta, manifiesta que la sabiduría
romana no desestimó del todo, el tema del patrimonio público, en efecto, los
textos consignan la expresión “rex pública” con la cual se alude al “interés
público” que atañe al ciudadano en calidad de tal. Para cuya protección, el
ordenamiento confería las acciones populares, de las cuales el ciudadano
derivaba una especie de participación en el producto de la condena
correspondiente, es decir, pagaba su condena con su patrimonio a favor del
Estado.”.
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El doctor Jorge Olivera Toro, dice que el patrimonio del Estado es “el conjunto
de bienes, recursos e inversiones que se destinan o afectan en forma
permanente a la prestación directa o indirecta de los servicios públicos o a la
realización de sus objetivos o finalidades de política social o económica”
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CARACTERISTICAS DEL PATRIMONIO PÚBLICO
• 1. El Patrimonio Público es parte del Derecho Público Administrativo.
• 2. El Patrimonio Público le corresponde a un Estado Unitario y se lo utilizará en su
beneficio, ningún otro Estado puede aprovecharse del Patrimonio de otro Estado,
sino conforme a la legislación de cada país.
• 3. Su manejo y administración le pertenece al Estado a través de sus
instituciones.
• 4. El Patrimonio Público sirve en forma directa o indirecta para la prestación de
servicios públicos y la realización de beneficios sociales.
• 5. El Patrimonio Público esta compuesto por todos los bienes, impuestos, rentas,
valores y derechos tangibles e intangibles, que pertenecen al Estado.
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CARACTERÍSTICAS DEL PATRIMONIO PÚBLICO
Como se ve el Patrimonio Público atañe al derecho público administrativo, de su
correcta utilización depende la calidad de los servicios públicos y la cantidad de los
beneficios sociales a favor de los socios de un Estado, por lo que consideramos que
por una parte constituye objeto de gestión y por otra objeto de preservación de la
cosa pública, para evitar atentados contra el mismo Estado; Además, interesa al
orden interno y al orden internacional, pues en principio tiene que ver con el
derecho interno tanto en el orden privado como en el orden público, en atención al
principio según el cual el Estado de Derecho se caracteriza por su sujeción al
ordenamiento jurídico, como corresponde a todo sujeto de naturaleza pública o
privada; y, por otra parte en la esfera internacional los Estados están obligados a
respetar sus Patrimonios conforme la normativa internacional vigente.
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CARACTERÍSTICAS DEL PATRIMONIO PÚBLICO
Como se ve el Patrimonio Público atañe al derecho público administrativo, de su
correcta utilización depende la calidad de los servicios públicos y la cantidad de los
beneficios sociales a favor de los socios de un Estado, por lo que consideramos que
por una parte constituye objeto de gestión y por otra objeto de preservación de la
cosa pública, para evitar atentados contra el mismo Estado; Además, interesa al
orden interno y al orden internacional, pues en principio tiene que ver con el
derecho interno tanto en el orden privado como en el orden público, en atención al
principio según el cual el Estado de Derecho se caracteriza por su sujeción al
ordenamiento jurídico, como corresponde a todo sujeto de naturaleza pública o
privada; y, por otra parte en la esfera internacional los Estados están obligados a
respetar sus Patrimonios conforme la normativa internacional vigente.
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Los dominios públicos y los bienes públicos
Para varios expertos del Derecho Administrativo Público, existen varios bienes
públicos que no pertenecerían ni al dominio público ni al dominio privado, sobre
los cuales el Estado ejerce potestades, por ejemplo, los bienes del patrimonio
cultural, aunque sean de propiedad de particulares, sobre ellos el Estado ejerce
potestades. Entonces, la discusión esta orientada en saber si sobre estos bienes de
propiedad particular el Estado ejerce dominio, equivalente a la propiedad que
tienen los particulares. Para el maestro ecuatoriano Efraín Pérez, para el estudio de
los bienes públicos se puede considerar un aspecto objetivo y un aspecto subjetivo.
Desde el punto de vista objetivo, son bienes públicos aquellos que pertenecen al
Estado. Subjetivamente son aquellos de dominio público natural como el mar
territorial, las montañas etc. Además señala que de acuerdo a la doctrina española,
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Los dominios públicos y los bienes públicos
el dominio público se ha referido al dominio público natural, donde se distingue a
los bienes de uso común y a los bienes destinados al fomento de la riqueza natural,
como montes, bosques y minas; No obstante, la Carta Política española define a los
bienes de dominio público estatal, a todos aquellos determinados por la ley,
incluyendo la zona marítimo terrestre, las playas, el mar territorial y los recursos
naturales de la zona económica y la plataforma continental. Al amparo de esta
valoración jurídica podríamos afirmar que constituyen bienes públicos únicamente
los determinados o señalados por la ley.
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Los dominios públicos y los bienes públicos
Al decir del tratadista SANCHEZ MORAN, el dominio público es un título de
intervención administrativa, destinado a proteger y ordenar la utilización de
determinados bienes de interés general.
Discutido como esta el tema, podríamos señalar que el dominio público en si, es el
conjunto de potestades o atribuciones que las ejerce el Estado a través de sus
instituciones públicas sobre los bienes de uso público, en ejercicio pleno de sus
Derechos para la consecución del bien común.
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Los bienes públicos
En el derecho romano, en función de su disponibilidad las cosas podían ser
comerciales o extracomercium; entre estas últimas están las cosas comunes como
el mar, el aire, las riberas del mar, las cosas públicas, las vías públicas, los puentes,
las plazas, los foros, los teatros y las cosas universales semejantes alas cosas
públicas que pertenecían a los municipios; también eran cosas extra comercio las
cosas divinas, como los templos, las cosas sagradas, las murallas y puentes y los
sepulcros.
Según el profesor de la Universidad Complutense de Derecho, Fernando Puentes
Bodegón, en su libro sobre los bienes en el derecho administrativo, en el desarrollo
histórico del derecho romano en el que se formó el dominio público, es preciso
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Los bienes públicos
resaltar que aunque antes del dominio público se formaron las cosas consideradas
extra comercio y en ellas se incluyeron las categorías divinas, posteriormente en un
proceso de laicización pasaron a convertirse en cosas públicas. Además de la
indisponibilidad de las pertenencias que integran el dominio público, que es una de
las notas más características respecto del régimen jurídico que las cobijaba y que se
basaban a su vez en la consideración de estar fuera del comercio, también existía
sobre ellas la imposibilidad de ser objeto de posesión que llegase a la prescripción
adquisitiva.
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Los bienes públicos
Simultáneamente, existían las cosas del pueblo romano, que así se entendían por el
hecho mismo de su destinación a un uso público sin requisitos, las cuales en el
Digesto se regulan como cosas que por derecho natural pertenecen a toda la
comunidad, así como las de uso inmemorial, hacían presumir su carácter público,
sin necesidad de título formal alguno, tales como los ríos, los mares, etc.
El mismo autor indica que en el antiguo régimen, es decir, en el derecho medieval,
el régimen patrimonial público se encuentra afectado por una confusión entre el
derecho público y el privado, en el cual se partía del concepto de un sistema
infinito de privilegios, en el que los derechos adquiridos emanaban del monarca y
de los distintos señores feudales. En esos tiempos no se reconoce la personalidad
jurídica de los entes sociales, careciendo entonces de un sujeto para imputar la
totalidad de las cosas de uso público, que se consideraban comunes a todos.
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Los bienes públicos
A partir de la baja Edad Media se distinguen entre los bienes de soberano unos
denominados bienes fiscales, que pertenecen al fisco o al reino, y otros
patrimoniales que pertenecen a la propiedad personal del príncipe como si fuera
un particular. Esta clasificación de los bienes surge o se apoya en la doble
personalidad del príncipe y en una doble condición de las cosas, por cuanto de los
bienes fiscales el reino tiene plena titularidad y el monarca es administrador, no
propietario; por ello no puede enajenarlos ni disponer de ellos, por lo cual se
consideraban bienes fiscales: los ríos, los mares, los puertos, los bienes comunes y
las regalías.
Entre los patrimoniales estaban los recibidos por herencia de la familia, las rentas a
ellos agregados y las plazas fuertes (murallas).
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Los bienes públicos
En el período subsiguiente a la revolución francesa que produjo la semilla del actual
derecho administrativo, al liquidar los bienes que estaban en poder de manos
muertas se obliga a una reestructuración de la hacienda patrimonial del monarca y
de los príncipes.
Como producto de estos cambios, durante el siglo XIX se tiene la tendencia a la
desaparición del patrimonio privado de la administración, y en virtud de la
sustitución del poder político del monarca con el poder del pueblo hay un cambio de
titularidad de los bienes domínales (uso comunitario) que pasan a ser bienes de la
nación, que el Estado podrá explotar directamente. En el Código de Napoleón
identifica entonces el dominio público con las cosas pertenecientes al Estado. En
España, en el Código Civil de 1851 se distinguen los bienes de propiedad pública que
pertenecen al Estado, provincia o municipio, y el patrimonio real y los bienes de
propiedad privada.
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Los bienes públicos
Hoy la diferencia fundamental entre los bienes del Estado y los bienes particulares
reside en el principal fin que tienen que cumplir, pues en los bienes del Estado el fin
siempre es el interés general, es el interés público, es decir, tienen que cumplir o
servir de instrumento en una forma directa o indirecta en todas las funciones del
Estado; por consiguiente, los bienes de éste son “simples medios a través de los
cuales el Estado cumple las funciones propias que le corresponden, prestar los
servicios públicos y lograr un bienestar general o bien común de todos los habitantes
que vivan en él. Por el contrario, los bienes particulares tienen como fin satisfacer las
necesidades propias y personales de su dueño, su utilización y ganancias le
pertenecen exclusivamente a su dueño, el que tendrá que cumplir con el Estado con
el pago de sus impuestos, estos últimos se constituyen en bienes patrimoniales de
propiedad del Estado, los que de no ser cubiertos o pagados en la vía tributaria,
serán cobrados por parte del Esta en la vía coactiva.
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Para las actividades de auditoría o del control gubernamental son bienes del
Estado, todos aquellos que se encuentren contabilizados como tales en las cuentas
públicas o privadas.
Régimen de excepción o tratamiento especial a favor de las comunidades,
pueblos y nacionalidades, respecto del patrimonio público:
La vigente Constitución Política, establece un régimen especial en el manejo de los
recursos públicos a favor de las comunidades, pueblos y nacionalidades del
Ecuador, fundamentalmente, por su condición de grupos socio- económicos
vulnerables. En esta orientación constitucional de tutela y protección para las
comunidades, pueblos y nacionalidades, tenemos que se cobijan en la misma, los
pueblos ancestrales, indígenas, afroecuatorianos y montubios.
(Ver artículos 57 al 60 de la Constitución de la República del Ecuador).