El incendio comenzó una noche de marzo de 1981, y consumió por completo el edificio de viviendas conocido como la Torre Santa María, con el luctuoso saldo de once muertos. Algunos de los muertos eran miembros del cuerpo de bomberos que ofrendaron sus vidas tratando de rescatar a personas atrapadas por un incendio voraz. Desde entonces hasta nuestros días, trabajadores y visitantes del edificio, han asegurado oír extraños ruidos, ver sombras que recorren los pasillos y en casos más extremos, aseguran ver bomberos en los ascensores. Un equipo de investigación intentó esclarecer las versiones intentando realizar contactos con lo paranormal, per o hasta el momento no han tenido éxito. El pequeño Romualdo: Según la creencia popular, Romualdo o Romualdito era un pequeño niño asesinado por unos malvivientes que querían apoderarse del poco dinero que había logrado vendiendo chucherías en la calle. Romualdito es en Santiago hoy un intercesor, a quien vecinos y transeúntes le encargan pedidos para divinidades mayores, y puede que algunos hasta lo consideren un psicopompos. Los favores concedidos por Romualdito van desde curaciones milagrosas, empleos y asuntos de amores maltrechos. Otra versión sostiene que Romualdo no era un niño sino un hombre de unos cuarenta años, asesinado por las mismas causas, según un certificado de defunción que un grupo de estudiosos halló en las actas notariales de la ciudad de Santiago en el año 2009. Sea como fuere, los ruegos siguen haciéndose al pequeño Romualdito en cercanías de la estación central de Santiago de Chile. La mujer rubia de la Avenida Kennedy: Esta leyenda urbana principia a fines de los setenta, cuando varios conductores que paseaban por la avenida Kennedy dijeron haberse llevado un mayúsculo susto cuando fueron abordados por una bella mujer rubia que les hacía señas pidiendo que se detuvieran. Cuando los hombres aminoraban la marcha, la mujer les suplicaba que pasaran muy despacio por ese lugar, y luego desaparecía en un abrir y cerrar de ojos. Una versión da cuenta de un accidente automovilístico en el que habría muerto una mujer y en el que el responsable habría sido el exceso de velocidad, pero no se poseen mayores pruebas de que haya sucedido un hecho de esa naturaleza t haya quedado oculto a los ojos de las autoridades. La novia del cementerio: Patrona del amor herido, es venerada tanto por varones como por mujeres, quienes le dejan ofrendas en la tumba que supuestamente guarda sus restos en el cementerio de Santiago. La leyenda reza que la joven se dejó morir luego de haber sido abandonada por su novio exactamente el día de la boda. La leyenda también reza que su madre la habría embalsamado y enterrado vestida de novia. Un estudio logró confirmar que su verdadero nombre era Orlita Romero Gómez, fallecida en 1943 a los 17 años. Muerta virgen antes de iniciar su vida matrimonial, fue embalsamada y enterrada vestida de blanco en señal de pureza. Nada se dice sobre el vestido de novia, pero ya sabemos que en el amor y en las leyendas es lo fantástico lo que prevalece.