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CONTRATO

• Código Civil Francés articulo 1101: Es una convención por la cual una o mas
personas se obligan para con otra u otras a dar, hacer o no hacer alguna cosa.

• Código Civil Colombiano articulo 1496: Contrato o Convención es un acto por el


cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer una cosa. Cada
parte puede ser de una o de muchas personas

• La finalidad del contrato es crear obligaciones


REQUISITOS PARA OBLIGARSE

Según el articulo 1502 del Código Civil, para que una persona se obligue a
otra por un acto o declaración de voluntad, es necesario:
• Que sea legalmente capaz
• Que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no
adolezca de vicio
• Que recaiga sobe un objeto licito
• Que tenga una causa licita

La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por si misma,


y sin el ministerio o la autorización de otra
CONDICIONES ESENCIALES PARA LA VALIDEZ DEL ACTO JURIDICO
“CONTRATO”
1. CAPACIDAD

2. CONSENTIMIENTO

3. OBJETO

4. CAUSA
CONSENTIMIENTO

• En nuestra legislación civil es condición única para la existencia del contrato ,


el consentimiento, es pues, la manifestación de la voluntad de las partes en
un acto jurídico.

• Es la común intención de los contratantes, su acuerdo de voluntades ( viene


de las voces latinas cum sentire: entenderse, ponerse de acuerdo con otro) se
realiza por el encuentro de las voluntades de los contratantes, lo que supone
que cada uno de ellos haya tenido la voluntad necesaria y que esas
voluntades hayan concurrido para formar una convención. Las dos voluntades
deben manifestarse, la de quien se obliga y la de quien acepta como
beneficiario.
• Es el elemento básico y fundamental que determina la existencia del
contrato. En este elemento psicológico concurren todos los demás
elementos de existencia y validez del acto jurídico. Si no hay
manifestación de la voluntad y contenido de la aceptación no hay causa
formal de vinculación

Ahora bien, es posible afirmar que el consentimiento tiene dos orbitas de


análisis, la subjetiva en la formación del negocio jurídico y la objetiva en
tanto a los sujetos parte del contrato muchas veces no deliberan sobre la
conciencia del compromiso, si no que exclusivamente tienden a la
satisfacción de un interés con independencia de su proveedor.
RESEÑA HISTORICA

• En el derecho antiguo, especialmente el romano, imperaba el formalismo


en la formación de los actos jurídicos, bastaba con el cumplimiento de los
ritos para la validez del acto, pasando a segundo termino lo relativo al
consentimiento y su integridad
• En la edad media el principio solus consensus obligat, es decir, que el solo
consentimiento, sin necesidad de formalismos, es capaz de obligar, es
eficaz para perfeccionar el contrato.
• En el siglo XVIII triunfa definitivamente el principio del consensualismo al
igual que el de la autonomía de la voluntad, gracias a la filosofía
enciclopedista francesa y, luego, a las teorías del liberalismo económico,
jurídico y social
• Desde el siglo XIX se formula una critica a los principios del consensualismo
y de la autonomía de la voluntad; se observa que el libre
ELEMENTO INTERNO Y ELEMENTO EXTERNO

ELEMENTO INTERNO

Es una operación intelectual; es la consiencia del negocio juridico y la


intencion de realizarlo por medio del contrato. Por tanto, requiere la
aptitud fisica y la plenitud de las facultades mentales del contratante, a fin
que pueda producir una volivión, es decir, un acto consciente de voluntad.
Es importante que el acto de voluntad sea serio y cierto pues de lo
contrario será un acto de voluntad desprovisto de eficacia jurídica.
ELEMENTO EXTERNO O MANIFESTACIÓN DE LA VOLUNTAD

La voluntad contractual no podría quedarse en un simple acto


psicológico e interno. Orientada como está a formar el
consentimiento, base del contrato, ha de manifestarse para que el otro
la conozca, pues de lo contrario carece de eficacia jurídica. Manifestar
la voluntad es llevarla al mundo exterior, pero no basta conque sea
emitida solamente, es necesario además, que se desprenda del autor
en forma que los demás puedan conocerla
FORMA DE LA MANIFESTACIÓN DE LA VOLUNTAD

A veces la Ley exige ciertas solemnidades, ad substantiam actus, para el


perfeccionamiento de los contratos, pues, según el principio del consensualismo,
el simple acuerdo de voluntades, sin el lleno de formalidades, basta para
perfeccionar el contrato y engendrar las obligaciones, salvo en algunos casos, en
donde a pesar de que la voluntad es libre, pudiendo ser verbal o escrita, debe
ser expresa o tácita.
• La voluntad contractual es expresa, cuando la persona la da a conocer
directamente por cualquier medio apto para ello, es decir, de manera
verbal, por escrito (cartas, telegramas, escritos públicos o privados) o
por cualquier medio inequívoco que equivalga al lenguaje

• La voluntad es tácita, cuando el conjunto de actos demuestre de


manera inequívoca la intención de obligarse o de formar una relación
jurídica. La aceptación tácita refleja la intención de aceptar, como se
deduce del art. 854 del Cód.. De Comercio
• El silencio como manifestación tacita de la voluntad es valido solo e
los casos que autorice una norma expresa, o por razón de la
autonomía de la voluntad mediante la cual las partes son libres de
conferirle eficacia al silencio.

El Código de Comercio le otorga un valor jurídico determinado al silencio,


como se puede apreciar en el art. 912 y en el art. 1288
EL CONSENTIMIENTO Y SU REFORMA

El articulo 1602 del C.C. recoge el aforismo latino pacta sunt servanta al
expresar “todo contrato legalmente celebrado es una ley para los
contratantes, y no puede ser invalidado si no por su consentimiento mutuo
o por causas legales”, por ello, solo a falta de estipulación expresa en el
contrato entrarían en juego las normas del código de comercio o civil con la
finalidad de suplir, por decirlo así, la voluntad de los que intervienen en esta
clase de convenciones

Constituido un acto mediante un acuerdo de voluntades no cabe la


posibilidad de deshacerse si no de la misma forma, a través del concurso
(espontaneo o forzado) de quienes comparecen a su perfeccionamiento
Las causales por las cuales se pueden verificar son:

1. CAUSA INTERNA

Mutuo disenso: tal como establece el articulo 1602 e Inciso 1° del articulo 1625 se
centra entre el acuerdo entre deudor y acreedor por medio de el cual se dejan sin
efecto el contenido obligacional de forma tal o modificatoria a una de las partes del
compromiso, esto puede ser en especificar su contenido, limitar la aplicación,
extinguirla o dejarla sin efectos.

2. CAUSA LEGAL

• Los vicios ocultos

Establecidos en los artículos 1915 C.C. y 934 C. de Comercio, los cuales tienen
como configuración legal determinante de los siguientes elementos:
 Que existan vicios o defectos al momento de la adquisición del bien objeto
del contrato

 Ser determinantes y que afecten de forma tal al bien al impedirse o


imposibilitarse su uso natural o la destinación o finalidad especifica que
interesaba en el momento contractual al comprador

 Que tales vicios o defectos no fueren manifestados con debida antelación


por parte del vendedor y que el comprador lo hubiere podido ignorar sin
negligencia grave de su parte
ARRAS

Del griego arrhabo que implica seña o señal, es la cosa, generalmente una
suma de dinero que un contratante entrega a otro, en el momento de la
celebración del contrato, para confirmar su cumplimiento

CLASES DE ARRAS

• Penitenciales o de retractación

Las arras confirmatorias o probatorias y las penitenciales o de retracción se


aplican para los contratos de compraventa (Arts. 1859, 1860, 1861 y 1932) y
para el arrendamiento (art. 1979)
En el C. C., las arras penitenciales o de retracción, las consagra en el art 1859:
Si se vende con arras, esto es, dando una cosa en prenda de celebración o
ejecución del contrato se entiende que cada uno de los contratantes podrá
retractarse; el que ha dado las arras, perdiéndolas y el que las ha recibido
restituyéndolas dobladas.
El C. de Co. en su art. 866 estipula:

Cuando los contratos se celebran con arras, esto es, dando una cosa en prenda
de su celebración o de su ejecución, se entenderá que cada uno de los
contratantes podrá retractarse, perdiendo las arras el que las haya dado, o
restituyéndolas dobladas el que las haya recibido. Celebrado el contrato
prometido o ejecutada la prestación, objeto del mismo, no será posible la
retractación y las arras deberán imputarse a la prestación debida o restituirse
si fuere el caso.

De la lectura de los arts. 1866 del C. C. y 866 del código de comercio se


observa que las de este último están instituidas para todos los contratos; en
cambio la del C. C. es para la compraventa y el arrendamiento. Esto quiere
decir que en materia comercial las partes contratantes con fundamento en el
principio de la autonomía de la voluntad, pueden estipularlas en todos los
contratos que por su naturaleza no le sean contrarias al orden público y a las
buenas costumbres.
Arras Confirmatorias o Probatorias

Están consagradas en el art. 1861: “si expresamente se dieren arras como parte
del precio o como señal de quedar convenidos los contratantes quedará perfecta
la venta”.

El sentido de esta norma es que las arras entregadas al momento de la


celebración del contrato se consideran como un anticipo y parte del precio.
El código de comercio no las consagra, pero las partes pueden darle el efecto
que a bien lo consideren, con tal de que no se viole normas imperativas o de
orden público.

Estas arras son las de mayor uso en los contratos comerciales actuales en las
que se propende darles más el carácter de confirmatorias por razón de que los
comerciantes buscan que los negocios estén revestidos de rapidez y seguridad.
Diferencia entre arras y cláusula penal

Es posible que una de las partes al acto o contrato entregue a la otra Una
suma de dinero u otra cosa para garantizar la celebración o ejecución del
contrato, es decir, esta garantía ha de ser real porque supone la entrega de
una cosa o prenda antes del cumplimiento de las obligaciones y en virtud de
la característica del consentimiento, cada una de las partes contratantes
podrá retractarse. El que ha dado las arras perdiéndolas y el que ha recibido
restituyendo el duplo.
En cambio, en la cláusula penal, lo que pretenden las partes al estipularla es
predeterminar las consecuencias del incumplimiento de las obligaciones
contractuales. De ahí que no hay entrega de dinero o cosas, que es lo que la
diferencia con las arras.
VICIOS DEL CONSENTIMIENTO
ERROR

El error, en términos generales, es un desacuerdo entre la mente y la


realidad. En materia contractual, consiste en la falsa o inexacta idea que se
forma el contratante sobre uno de los elementos del contrato. Es esa
equivocación la que lo lleva a consentir en el acto jurídico.

En la doctrina se ha hecho una diferenciación entre error e ignorancia


para decir que, en el caso de la ignorancia la posición de la inteligencia es
negativa, mientras que en el caso del error esa posición es positiva. En el
primer caso, hay carencia de conocimiento; en el segundo, conocimiento
equivocado. Por eso se dice que entre la ignorancia y el error hay la misma
diferencia que hay entre no conocer y conocer le mal.
CLASIFICACION DEL ERROR
Error de hecho vicia el consentimiento, se clasifica en
El error de derecho, de acuerdo con el art. 1509, no lo vicia, pues nadie puede
alegar la ignorancia de la ley para excusarse (nemini licet ignórate leges).
El error de hecho puede recaer:
• Sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra previsto en el
art. 1510 del C. C.
• Sobre la identidad de la cosa específica de que se trata que se refiere el art.
1510, ibídem
• Sobre la sustancia o calidad esencial del objeto del contrato. El error sobre
cualquier otra calidad no vicia el consentimiento, salvo que tal calidad fuese
el principal motivo para contratar. Este error se denomina error in causa y lo
prevé el art 1511 del C. C.
• Sobre la persona con quien se tiene intención de contratar (error in
persona), siempre y cuando la consideración de esta persona sea la causa
principal del contrato.
FUERZA
Dice el art. 1513 del C. C.: “La fuerza no vicia el consentimiento sino cuando es
capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando
en cuenta su edad, sexo y condición. Se mira como una fuerza de este género
todo acto que infunde a una persona un justo temor de verse expuesta a ella, su
consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal irreparable y
grave.”

Lo que vicia el consentimiento no es la fuerza en sí, sino el temor que esa fuerza
causa en la siquis de la persona contratante. Además, se impone un criterio
subjetivo pues es preciso tomar en consideración la edad, sexo y condición de la
persona sobre la cual se ejerce esa fuerza, pues no es lo mismo ejercer una fuerza
sobre una persona madura que sobre una inmadura, o sobre un hombre que
sobre una mujer.
ERROR

El art. 63 ibídem, del C.C. nos define el dolo como "la intención positiva de inferir
injuria a la persona o propiedad de otro". Esta definición conjuga las dos grandes
corrientes con relación al dolo: la intención y su manifestación externa. Para que el
consentimiento se vicie como consecuencia del dolo, es precisa esa intención y que
el hecho externo ilícito sea el resultado de una voluntad determinada por el error,
error este que debe ser consecuencia de las maniobras engañosas de la otra parte.

El dolo debe ser determinante, es decir, que sin él la persona no hubiera


contratado. Debe ser efectuado, además, por el contratante requisito este que no
se presenta en la fuerza. Por último, debe ser reprensible, esto es, contrario al
orden social, a la buena fe, a la moralidad o a las buenas costumbres.

El dolo siempre debe ser probado; jamás se presume.


LA REPRESENTACION

En el derecho moderno no se requiere que las partes de contrato concurran


personalmente a expresar su consentimiento. Existe la representación,
institución que permite a las personas convertirse en parte de un contrato
sin haber concurrido personalmente a celebrarlo. En virtud de esta
institución de la representación, una persona, denominada representante,
actúa por cuenta y en nombre de otra, llamada representado, y, en este
caso, los efectos del acto celebrado se producen en cabeza del representado,
como si él hubiera manifestado su consentimiento personalmente.

En consecuencia, el representado y no el representante es el que se


convierte en parte del contrato y es su patrimonio el que recibe los efectos
de tal contrato. El representante no es sino una especie de intermediario,
que desaparece luego de haberse perfeccionado el acto jurídico.

Los elementos que estructuran la representación son: a) El poder, b) La


intención de representar, c) la manifestación de la voluntad del
representante
LA CAUSA

Nuestro C. C. trae el siguiente concepto de causa:


No puede haber obligación sin causa real y lícita; pero no es necesario
expresarla. La pura liberalidad el motivo que induce al acto o contrato; y por
causa ilícita, la prohibida por la ley, o contraria a las buenas costumbres o al
orden público. Así, la promesa de dar algo en pago de una deuda que no
existe, carece de causa; y la promesa de dar algo en recompensa de un crimen
o de un hecho inmoral, tiene una causa ilícita (art. 1524).

En consecuencia, si no hay causa de la obligación, no hay contrato; si llega a


desaparecer después no puede subsistir. Por tanto, hay resolución de los
contratos bilaterales y excepción de contrato no cumplido.
REQUISITOS DE LA CAUSA

A tenor de los artículos 1524 y 1501 del Código Civil, la causa debe ser real y
lícita

1. Real: porque debe tener existencia verdadera


2. Lícita: la no prohibida por la ley, ni contraria a las buenas costumbres o
al orden público.

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