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EMBRIOLOGIA DEL

SISTEMA UROGENITAL
El sistema urinario y el sistema genital, desde una perspectiva
embrionaria y anatómica están interrelacionados de manera estrecha.

Los dos se desarrollan a partir de una cresta mesodérmica común


(mesodermo intermedio) a lo largo de la pared posterior de la cavidad
abdominal; en un principio los conductos excretores de ambos sistemas
entran en una cavidad común: la cloaca.
Sistemas renales
En el ser humano tres sistemas renales ligeramente superpuestos se forman en una secuencia craneal
a caudal durante la vida intrauterina:

• Pronefros (rudimentario y no funcional). Nivel cervical

• Mesonefros (funcionalidad durante el estadio fetal temprano). Nivel torácico y lumbar

• Metanefros (forma el riñón permanente). Nivel pélvico.


Embriología humana / Valdés Valdés, Armando et al. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2010.
Pronefros
Al inicio de la cuarta semana el
pronefros está representado por 7
o 10 grupos celulares sólidos en la
región cervical. Los grupos
constituyen
unidades excretorias vestigiales –
los nefrotomas– que muestran
regresión antes que aparezcan
más grupos caudales. Hacia el
final de la cuarta semana ya
desaparecieron los indicios del
sistema pronéfrico.
Mesonefros
El mesonefros y los conductos mesonéfricos se originan en el mesodermo intermedio
desde los segmentos torácico y lumbar superiores (L3).

Al comenzar la cuarta semana del desarrollo, los primeros túbulos excretores del
mesonefros aparecen durante la regresión del sistema pronéfrico. Se alargan con
rapidez, producen un asa en forma de S y adquieren una red de capilares que
desarrollarán un glomérulo en su extremidad medial.
Alrededor del glomérulo los túbulos dan origen a la cápsula de Bowman y juntas estas estructuras
constituyen un corpúsculo renal. Lateralmente el túbulo penetra en el conducto colector
longitudinal llamado mesonéfrico o conducto de Wolff.

A mediados del segundo mes del desarrollo, el mesonefros forma un órgano voluminoso a cada
lado de la línea media, que protruye hacia la cavidad abdominal, al cual se une la gónada en
desarrollo situada en el lado interno del mesodermo. El relieve formado por ambos órganos se
denomina pliegue o cresta urogenital.
Al tiempo que los túbulos mesonéfricos caudales están en diferenciación, los túbulos y
glomérulos más craneales degeneran y, al final del periodo embrionario (segundo mes),
gran parte del mesonefros ha desaparecido. En el varón, los túbulos mesonéfricos
caudales y el conducto mesonéfrico persisten y participan en la formación del aparato
genital; sin embargo, en el sexo femenino desaparecen completamente.
Metanefros: el riñón definitivo
El metanefros o riñón permanente, tercer órgano urinario, aparece en la quinta
semana. Sus unidades excretoras se desarrollan a partir del mesodermo
metanéfrico de la misma manera que en el sistema mesonéfrico. El desarrollo del
sistema de conductos no es igual al de otros sistemas renales.
En el humano, el metanefros o riñón definitivo aparece durante la quinta semana de desarrollo.
Está formado por dos partes que se originan por separado, la porción excretora a partir del
mesodermo o blastema metanéfrico, mientras el sistema de conductos o colector proviene a partir del
brote o yema ureteral.
Sistema colector
Los conductos colectores del riñón permanente se originan en la yema ureteral,
una excrecencia del conducto mesonéfrico cercano a su entrada en la cloaca. La
yema penetra en el tejido metanéfrico, que en su extremo distal adquiere la
forma de un casquete. Más tarde la yema se dilata formando la pelvis renal
primitiva; se divide en porciones craneal y caudal: los futuros cálices Mayores.
Cada cáliz produce dos yemas mientras penetra en el tejido metanéfrico. Las yemas
continúan subdividiéndose hasta crear 12 o más generaciones de túbulos. Mientras tanto, en
la periferia aparecen más túbulos antes del final del quinto mes.
Los túbulos del segundo orden se agrandan absorbiendo los de tercera y cuarta generaciones,
produciendo así los cálices menores de la pelvis renal. Al proseguir el desarrollo, los túbulos
colectores de la quinta generación y de las posteriores se alargan mucho y convergen en el
cáliz formando la pirámide renal.

La yema ureteral da origen a las siguientes estructuras: uréter, pelvis renal, cálices mayores
y menores, aproximadamente de 1 a 3 millones de túbulos colectores.
Sistema excretor
Los túbulos colectores recién formados están recubiertos en su extremo distal por un
casquete de tejido metanéfrico. Bajo la influencia inductiva del túbulo, las células
del casquete tisular producen pequeñas vesículas –las vesículas renales– que dan
origen a túbulos pequeños en forma de S
 Los capilares crecen hasta dentro del espacio delimitado en un extremo de la
S, diferenciándose allí en glomérulos. Esos túbulos junto con sus glomérulos
forman nefronas o unidades excretoras. El extremo proximal de cada nefrona
da origen a la cápsula de Bowman profundamente hendida por un glomérulo

El extremo distal forma una comunicación abierta con


uno de los túbulos colectores, creando un paso
desde la cápsula de Bowman hasta la unidad colectora.
El constante alargamiento del túbulo excretor
crea el túbulo contorneado proximal, el asa de
Henle y el túbulo contorneado distal
Así, el riñón se desarrolla a partir de dos fuentes:

1) el mesodermo metanéfrico que aporta las


unidades excretoras y …

2) la yema ureteral que crea el sistema colector.


 Sistema colector o de conductos El brote ureteral se alarga rápidamente y
origina el uréter, y ejerce una acción inductora sobre el mesodermo
metanéfrico. El extremo distal dilatado del brote se aplana y expande dentro
del blastema y forma la pelvis renal primitiva, la cual se bifurca en dos
ramas, cefálica y caudal, que originan los cálices mayores, los que contactan
con el tejido renal y provocan su lobulación.
 Tabicamiento de la cloaca
Ya en la cuarta semana del desarrollo se puede observar un tabique
mesenquimatoso denominado tabique urorrectal, en el ángulo formado por la
alantoides y el intestino posterior al comunicarse con la cloaca. Este tabique
crece y desciende, de forma gradual, hasta hacer contacto con la membrana
cloacal, de esta manera la cloaca queda dividida en dos porciones, una ventral
(el seno urogenital primitivo) y otra dorsal (el conducto anorrectal).
El sitio de unión forma el periné primitivo y la membrana cloacal queda dividida
en dos porciones: una dorsal, la membrana anal y otra ventral, la membrana
urogenital. La división se completa durante la séptima semana y este es el
momento en que el tabique llega a la membrana cloacal.
Canal vesicouretral
De este se derivan la vejiga urinaria y la uretra primaria.
La vejiga se origina de la porción superior (cefálica) del
canal vesicouretral, que se dilata mucho, y una porción
de la alantoides, pero cuando esta última se oblitera, el
vértice de la vejiga queda unido con el ombligo por un
cordón fibroso grueso, el uraco o ligamento umbilical
medio.
La porción inferior (caudal) del canal vesicouretral adopta una forma de
conducto bastante estrecho que da origen, en el sexo femenino, a la totalidad de
la uretra, mientras que en el masculino da lugar a la porción superior de la
uretra prostática.

Durante la división de la cloaca y la formación de la vejiga, las porciones


caudales de los conductos mesonéfricos se incorporan de manera gradual en la
pared vesical hasta el sitio de salida de los uréteres, en consecuencia, los
uréteres, que en un principio eran evaginaciones de los conductos mesonéfricos,
entran en la vejiga directamente y por separado.
Seno urogenital definitivo
El seno urogenital definitivo se divide en dos porciones:

1. Porción pélvica: es estrecha. En el sexo masculino se transforma en la porción inferior de la


uretra prostática y en la uretra membranosa; en el femenino, participa en el origen de los
conductos genitales.

2. Porción fálica: es más ancha y distal. En el sexo masculino se transforma en la uretra


peneana; en el femenino origina el vestíbulo de la vagina.
Uretra
Uretra masculina
El epitelio de la uretra prostática, en su porción superior,
se deriva del endodermo del conducto vesicouretral. El
del resto de la uretra prostática y la uretra membranosa
se deriva del endodermo de la porción pélvica del seno
urogenital.
El epitelio de la uretra peneana se forma a partir de la
porción fálica del seno urogenital, excepto en su porción
terminal o uretra balánica, cuyo epitelio se desarrolla
por canalización de un cordón ectodérmico, que se
extiende hacia el interior del glande, desde su
superficie, y se conecta con el resto de la uretra
peneana.
Uretra femenina
El epitelio de toda la uretra femenina es de origen
endodérmico y se deriva de la uretra primaria o porción
caudal del conducto vesicouretral
 La producción de orina comienza temprano en la gestación, poco después de
diferenciarse los capilares glomerulares que comienzan a formarse hacia la décima
semana.
 En el momento del nacimiento, los riñones presentan un aspecto lobulado; pero
desaparece durante la infancia a consecuencia del crecimiento ulterior de las
nefronas, aunque su número permanezca estable.
 El funcionamiento de los riñones y la producción de orina durante el esarrollo
intrauterino pasa por diferentes estadios, relacionados con las diferentes
estructuras que aparecen durante la formación del sistema urinario, hasta
formar el metanefros o riñón definitivo.

 La orina de los fetos humanos cerca del nacimiento, tiene una osmolaridad
muy baja, con concentración baja de potasio, urea y fosfato, pero con valores
relativamente altos de sodio y cloruros.
El metanefros se hace funcional al final del primer trimestre del embarazo. La orina se
deposita en la cavidad amniótica y se mezcla con el líquido amniótico, el cual es
deglutido por el feto, pasa al intestino, el líquido es absorbido e incorporado a la
sangre, desde donde llega a los riñones para depositarse de nuevo en el líquido
amniótico
 https://youtu.be/TnjbF7ziHO8
ANOMALIAS CONGENITAS
Riñón lobulado: se caracteriza por conservar la
disposición lobulada fetal. No altera la función renal.

2. Enfermedades quísticas del riñón: este está sujeto a


la formación de quistes, solitarios o múltiples, unilateral
o bilaterales. Muchos son congénitos, pero sus
causas son muy debatidas.
Enfermedad renal poliquística:
es un trastorno hereditario que se caracteriza por
numerosos quistes de origen epitelial, situados en el
parénquima renal, llenos de líquido (orina), y que lleva a
la pérdida de la función y a la insuficiencia renal; puede
provocar la muerte de no ser trasplantado el riñón.

Agenesia renal:
generalmente se produce por insuficiencia en la formación o,
desaparición
temprana de la yema ureteral. Otras propuestas incluyen
insuficiencia del brote para hacer contacto con el blastema
metanéfrico, ausencia del
blastema o regresión del brote ureteral. Las malformaciones
urogenitales congénitas, tales como la agenesia renal, se
acompañan con frecuencia de
malformaciones de los oídos externos.
La duplicación parcial o completa del uréter:
se produce por bifurcación tempana del brote ureteral. En este caso, el tejido metanéfrico se
puede dividir en dos partes, cada una de las cuales posee pelvis renal y uréter propios. Sin
embargo, lo más frecuente es que las dos porciones presenten varios lóbulos comunes, como
consecuencia de que se entremezclan los túbulos colectores. En algunos casos, poco
frecuentes, un uréter desemboca en la vejiga mientras que el otro es ectópico y penetra en la
vagina, la uretra o el vestíbulo
Ectopia renal: se refiere a un riñón que no se encuentra
en la fosa lumbar y que no es debido a tosis.
Se produce a menudo por insuficiencia del ascenso
y su modelo vascular corresponde al nivel de donde
cesó este.

Riñón en herradura: a veces, ambos riñones se sitúan


muy juntos, alrededor de la quinta semana, de
manera que, al pasar por la bifurcación arterial, sus
polos inferiores se fusionan y adoptan la forma de
herradura (
Arterias renales accesorias: son comunes y representan
la persistencia de vasos embrionarios que se
formaron durante el ascenso de los riñones. Por lo
general, estas arterias se originan en la aorta e ingresan
en los polos superiores o inferiores del riñón; un
vaso que pase, desde la aorta, al polo inferior del riñón,
puede comprimir al uréter y causar distensión
urinaria de la pelvis y los cálices (hidronefrosis).
Fístula uracal: es la persistencia de la permeabilidad
de toda la porción intraembrionaria de la alantoides,
puede fluir orina por el ombligo.

Quiste uracal: se produce cuando solo persiste una


zona localizada de la alantoides, y la actividad
secretora de su revestimiento da lugar a una dilatación
quística.
Ureterocele: es una dilatación quística de la parte
inferior del uréter, que se proyecta dentro de la cavidad
vesical. Es secundaria a la obstrucción del
orificio ureteral, la cual es probable sea causada
por la persistencia de una membrana normalmente
temporaria en la luz del uréter.
Extrofia de la vejiga: defecto de la pared abdominal
ventral, en que la mucosa de la vejiga queda expuesta.
Nefroblastoma (tumor de Wilms): es uno de los dos
tumores más frecuentes en niños, el otro es el
retinoblastoma. Contiene tipos mixtos de células y
tejidos (incluye músculo estriado), aunque se piensa que
todo esto surge de células madres embrionarias
multipotenciales del riñón (el blastema néfrico
mesodérmico). Además, las células diferenciadas (como
músculo o cartílago) se encuentran algunas veces.
Muchos casos son esporádicos pero unos pocos
son familiares. El tumor de Wilms se puede combinar
con aniridia (ausencia bilateral de iris), anormalidades
genitourinarias y retardo mental (síndrome WAGR)

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