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Identificando relaciones

toxicas del pasado, para


mantener relaciones
sanas en el presente.
Psic. Guadalupe Ortega Gomes
 El término suele ser asociado a la relación sentimental
que existe entre dos personas. Un noviazgo o el
matrimonio suponen la existencia de una pareja.

 Una pareja es un conjunto de personas, animales o cosas


que mantienen entre sí algún tipo de relación o
semejanza. El término también se utiliza para nombrar a
cada uno de los integrantes de una pareja en relación con
la otra; esto se puede apreciar, por ejemplo, cuando
alguien habla de su novio o de su prometido refiriéndose a
él como “mi pareja”, y lo mismo puede ocurrir al hablar de
otras especies o, incluso, de objetos (por ejemplo, cuando
éstos se fabrican en pares).

¿Qué es una pareja?


 Una relación tóxica es aquélla en la cual
una o las dos personas sufren mucho más
de lo que experimentan dicha y placer por
estar juntos. Uno de los integrantes (en
algunos casos ambos) se ven sometidos a
un gran desgaste por tratar de sostener la
relación. Provocan más insatisfacción que
felicidad.

¿Qué es una relación tóxica?


Algunas preguntas que debemos
hacernos para saber si es una
relación tóxica
 ¿por momentos te sientes tan herido que desearías no
estar con esa persona?
 ¿hay demasiada culpa, sarcasmo, ironías y burlas
como mecanismos de manipulación entre ambos?
 ¿has perdido la capacidad de decidir por ti mismo?
 ¿tienes la sensación de que es necesario que te
desdibujes como persona para que el otro esté
contento y no provocar conflictos en la relación?
 ¿cedes a los deseos del otro todo el tiempo, con tal de
no provocar problemas y en aras de la paz y la
armonía del vínculo?
 La baja autoestima.
 El creernos salvadores/as: fantasear con
la idea de que nosotros podemos cambiar
a esa persona, que hemos llegado a su
vida para que se transforme en otra clase
de ser humano, mejor, más como
nosotros queremos que sea,

¿Por qué nos involucramos en una


relación toxica.
 El asumir el rol de víctimas: quién nos va a querer o
a aceptar como esta persona que se digna a darnos
ratos de su tiempo, o a convivir con nosotros, en
definitiva, a darnos momentos su (mala) compañía
cuando le place.
 La urgencia en la necesidad de muestras de cariño:
este tipo de deseo imperioso es muy mal consejero, y
se suma a la necesidad de suplir carencias profundas.
A veces da como resultado el tolerar cualquier cosa
por un poco de lo que atisbamos como cariño (una
demostración de afecto, sexo, un regalo), pero que
en realidad encubre otro comportamiento de fondo
(uso, abuso, egoísmo, maltrato, falta de respeto,
etc.).
 Estar acompañado a cualquier precio: el miedo a
la soledad es el paso preliminar hacia una posible
relación tóxica, podemos tolerar literalmente cualquier
cosa con tal de no estar solos.
 El aburrimiento: la búsqueda de nuevas sensaciones
puede hacer que sólo veamos una faceta de la
personalidad de quien nos atrae, la divertida y
agradable que nos saca del letargo. Así no logramos
ver con claridad el resto de la personalidad de quien
nos atrae, en la cual hay comportamientos tóxicos
que en un principio no identificamos.
 La necesidad imperiosa de cumplir algún rol social,
como por ejemplo el de esposa/o, madre o padre.
Esto tal vez pueda llegar a hacernos priorizar el fin
antes que ver a la persona que elegimos como
realmente es.
¿Por qué no nos damos cuenta que
estamos viviendo una relación de
pareja tóxica?
 Pensamos que nuestra pareja puede
cambiar. Que lo que está ocurriendo es algo
temporal, y puesto que nos ama, tarde o
temprano su conducta acabará mejorando. Es
decir, creamos una visión “idealizada” de la
pareja que no se correlaciona con la realidad.
 La persona manipulada, en ocasiones,
presenta una autoestima muy
baja. Puede que antes de iniciar esa relación
fuera alguien fuerte y seguro/a de sí
mismo/a. Pero con el tiempo ha acabado muy
“tocado”, muy herido/a. Tanto que ya concibe
que es eso lo que le toca vivir.
 A menudo caemos en los chantajes. Puede que
ayer te hiciera llorar, que te humillara, pero hoy te ha
pedido perdón entre lágrimas y tú no puedes girar el
rostro hacia ese gesto…
 El miedo a la soledad, al abandono o al rechazo. A
pesar de estar viviendo una relación de pareja tóxica,
pensamos que siempre será mejor “eso” a estar
solos. Es algo que suele ocurrir con frecuencia,
aunque parezca sorprendente.
 Miedo a las consecuencias por dejar a esa
persona: puede existir un claro temor a cómo va a
reaccionar la persona en sí. Tal vez exista un
componente violento a tener en cuenta.
Amar no es dar sin
ninguna clase de
límites…
 1. Tomar conciencia: nadie puede superar un problema
si primero, no reconoce que hay un “muro” en su vida. Y
hay que tenerlo en cuenta, el amor es la principal venda
que va a cubrir nuestros ojos. En ocasiones un amor tan
ciego e incondicional, donde nos cuesta mucho reconocer
que nos están quitando el aire, la integridad.

 2. Di no al miedo: el miedo es la principal barrera que


habremos de saltar. Si no te ves con fuerzas, pide ayuda. A
un amigo, a una compañera, a ese familiar que siempre te
apoya, o cualquier profesional de la salud o servicios
sociales. Tenemos claro que cada pareja es un universo
propio y particular. Puede que tu pareja no sea violenta,
pero aún así, tienes miedo a pensar qué será de ti al verte
solo/a. Pero en ocasiones, la soledad es mucho mejor
que este tipo de relaciones.

¿Se puede uno salir de una


relación tóxica?
 3. Invierte todas las energías
en ti mismo/a. Has pasado
mucho tiempo pendiente de otra
persona. Has sido como un
pequeño satélite orbitando
alrededor de un planeta que no
te ha aportado nada. Es hora de
moverte, de encontrar tu propio
horizonte y recuperar nuevas
ilusiones, ésas que te son propias
y que todos merecemos.

 Salir de una relación tóxica es


posible, requiere valentía y una
buena autoestima. Pero todos
somos capaces de conseguirlo,
está al alcance de tu mano y es
la oportunidad de girar el pomo
hacia esa puerta que te abrirá
una nueva felicidad.
¡GRACIAS!...

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