• Premisa básica del psicoanálisis: Diferenciación de lo psíquico
en Cc e Icc. • Un elemento psíquico, como una representación, no suele ser consciente de manera duradera. Por ello la importancia de centrarse en el estudio del inconsciente. • Representación latente: Que es susceptible de conciencia. • Representaciones inconsciente • Represión (esfuerzo de desalojo): Estado en que las representaciones Icc se encuentran antes de que se les haga conscientes. • Resistencia: Fuerza que produce y mantiene a la represión. • Lo reprimido es el modelo del Icc • En el sentido descriptivo, dos clases de Icc: • Lo latente aunque susceptible de conciencia (Prcc). • Lo reprimido, que no es susceptible de conciencia. • En el sentido dinámico sólo hay una clase: lo reprimido. • Todo lo reprimido es Icc, pero no todo lo Icc es reprimido. • Organización coherente de los procesos anímicos en una persona. • De este yo depende la conciencia. • Gobierna la descarga de las excitaciones en el mundo exterior. • Instancia anímica que ejerce un control sobre todos sus procesos. • Una parte del yo es Icc • Conflicto en la neurosis: la oposición entre el yo coherente y lo reprimido escindido de él. • Todo nuestro saber está ligado a la conciencia. • La conciencia es la superficie del aparato anímico. • Un sistema que espacialmente es el primero contando desde el mundo exterior. • Son Cc todas las percepciones que nos vienen de afuera; y de adentro, lo que llamamos sensaciones y sentimientos. • ¿Cómo algo deviene prcc? • Por conexión con las correspondientes representaciones- palabra. • Las representaciones-palabra son restos mnémicos. Una vez fueron percepciones que pueden devenir de nuevo conscientes. • Los restos de palabra provienen de percepciones acústicas. • El pensar en imágenes está más próximo a los procesos inconscientes que el pensar en palabras. • ¿Cómo podemos hacer consciente algo reprimido? • Restableciendo aquellos eslabones intermedios preconscientes. • Para traer a la consciencia la representación Icc es preciso procurarle eslabones de conexión. • Por mediación de las representaciones-palabra los procesos internos de pensamiento son convertidos en percepciones. • Un individuo es un ello psíquico, no conocido e inconsciente, sobre el cual, como una superficie, se asienta el yo. • Lo reprimido es una parte del ello. • El yo es la parte del ello alterada por la influencia directa del mundo exterior. • El yo representa la superficie del aparato psíquico. • El yo consciente es un yo-cuerpo, un ego corporal. • El superyó es una diferenciación dentro del yo, un estadio en el interior del yo. • Las investiduras de objeto parten del ello, que siente las aspiraciones eróticas como necesidades. • El yo, todavía endeble al principio, recibe noticia de las investiduras de objeto, les presta su aquiescencia o busca defenderse de ellas mediante el proceso de la represión. • El carácter del yo es una sedimentación de investiduras de objeto resignadas. Contiene la historia de estas elecciones de objeto. • Cuando el yo cobra los rasgos del objeto se impone él mismo al ello como objeto de amor. • «Mira, puedes amarme a mí también, soy tan parecido al objeto». • Trasposición de libido de objeto en libido narcisista, conlleva una resignación de las metas sexuales, una desexualización. Una suerte de sublimación. • He aquí la importancia del narcisismo para el desarrollo, pues el infante podrá, al desexualizar al padre y a la madre, investir de libido otros objetos. • Cuando las identificaciones-objeto del yo son numerosas e hiperintensas, amenaza un resultado patológico. • Tras la génesis del superyó está la identificación primera: la identificación con los progenitores. • Disolución del complejo de Edipo: dos remplazos: • Identificación con la madre o un refuerzo de la identificación- padre. • El superyó se encarga de reprimir el Edipo. Conservará el carácter del padre. • Cuanto más intenso fue el Edipo y su represión más rápida (por influjos de la autoridad, la religión, la enseñanza, etc.), tanto más riguroso devendrá el imperio del superyó como conciencia moral. • Sentimiento inconsciente de culpa. • Freud ve al superyó como la esencia superior del ser humano, la entidad más elevada, el ideal del yo. • Superyó: Resultado de dos factores, uno biológico, la dependencia del ser humano durante su infancia, y uno histórico, el hecho de su complejo de Edipo. • Dos variedades de pulsiones: • Eros: reunión, síntesis de la sustancia viva dispersada en partículas, para conservarla. • Pulsión de muerte: Encargada de reconducir al ser vivo orgánico al estado inerte. • Mezcla/desmezcla de pulsiones en el desarrollo psicosexual y en las regresiones a etapas previas de desarrollo. • Libido: Una energía desplazable, que puede agregarse a una moción erótica o a una destructiva cualitativamente diferenciadas, y elevar su investidura total. • La libido como Eros desexualizada: Proviene del acopio libidinal narcisista. • Trabaja al servicio del principio del placer para facilitar descargas. • Al principio, toda libido está acumulada en el ello. • El ello envía una parte a investiduras eróticas de objeto. • Posteriormente el yo, ya fortalecido, procura apoderarse de esta libido de objeto e imponerse al ello como objeto de amor. • Narcisismo del yo es secundario, sustraído de los objetos.