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Sigmund Freud

• Premisa básica del psicoanálisis: Diferenciación de lo psíquico


en Cc e Icc.
• Un elemento psíquico, como una representación, no suele ser
consciente de manera duradera. Por ello la importancia de
centrarse en el estudio del inconsciente.
• Representación latente: Que es susceptible de conciencia.
• Representaciones inconsciente
• Represión (esfuerzo de desalojo): Estado en que las
representaciones Icc se encuentran antes de que se les haga
conscientes.
• Resistencia: Fuerza que produce y mantiene a la represión.
• Lo reprimido es el modelo del Icc
• En el sentido descriptivo, dos clases de Icc:
• Lo latente aunque susceptible de conciencia (Prcc).
• Lo reprimido, que no es susceptible de conciencia.
• En el sentido dinámico sólo hay una clase: lo reprimido.
• Todo lo reprimido es Icc, pero no todo lo Icc es reprimido.
• Organización coherente de los procesos anímicos en una
persona.
• De este yo depende la conciencia.
• Gobierna la descarga de las excitaciones en el mundo exterior.
• Instancia anímica que ejerce un control sobre todos sus procesos.
• Una parte del yo es Icc
• Conflicto en la neurosis: la oposición entre el yo coherente y lo
reprimido escindido de él.
• Todo nuestro saber está ligado a la conciencia.
• La conciencia es la superficie del aparato anímico.
• Un sistema que espacialmente es el primero contando desde el
mundo exterior.
• Son Cc todas las percepciones que nos vienen de afuera; y de
adentro, lo que llamamos sensaciones y sentimientos.
• ¿Cómo algo deviene prcc?
• Por conexión con las correspondientes representaciones-
palabra.
• Las representaciones-palabra son restos mnémicos. Una vez
fueron percepciones que pueden devenir de nuevo conscientes.
• Los restos de palabra provienen de percepciones acústicas.
• El pensar en imágenes está más próximo a los procesos
inconscientes que el pensar en palabras.
• ¿Cómo podemos hacer consciente algo reprimido?
• Restableciendo aquellos eslabones intermedios preconscientes.
• Para traer a la consciencia la representación Icc es preciso
procurarle eslabones de conexión.
• Por mediación de las representaciones-palabra los procesos
internos de pensamiento son convertidos en percepciones.
• Un individuo es un ello psíquico, no conocido e inconsciente,
sobre el cual, como una superficie, se asienta el yo.
• Lo reprimido es una parte del ello.
• El yo es la parte del ello alterada por la influencia directa del
mundo exterior.
• El yo representa la superficie del aparato psíquico.
• El yo consciente es un yo-cuerpo, un ego corporal.
• El superyó es una diferenciación dentro del yo, un estadio en el
interior del yo.
• Las investiduras de objeto parten del ello, que siente las
aspiraciones eróticas como necesidades.
• El yo, todavía endeble al principio, recibe noticia de las
investiduras de objeto, les presta su aquiescencia o busca
defenderse de ellas mediante el proceso de la represión.
• El carácter del yo es una sedimentación de investiduras de
objeto resignadas. Contiene la historia de estas elecciones de
objeto.
• Cuando el yo cobra los rasgos del objeto se impone él mismo al
ello como objeto de amor.
• «Mira, puedes amarme a mí también, soy tan parecido al
objeto».
• Trasposición de libido de objeto en libido narcisista, conlleva
una resignación de las metas sexuales, una desexualización.
Una suerte de sublimación.
• He aquí la importancia del narcisismo para el desarrollo, pues
el infante podrá, al desexualizar al padre y a la madre,
investir de libido otros objetos.
• Cuando las identificaciones-objeto del yo son numerosas e
hiperintensas, amenaza un resultado patológico.
• Tras la génesis del superyó está la identificación primera: la
identificación con los progenitores.
• Disolución del complejo de Edipo: dos remplazos:
• Identificación con la madre o un refuerzo de la identificación-
padre.
• El superyó se encarga de reprimir el Edipo. Conservará el
carácter del padre.
• Cuanto más intenso fue el Edipo y su represión más rápida (por
influjos de la autoridad, la religión, la enseñanza, etc.), tanto
más riguroso devendrá el imperio del superyó como conciencia
moral.
• Sentimiento inconsciente de culpa.
• Freud ve al superyó como la esencia superior del ser humano,
la entidad más elevada, el ideal del yo.
• Superyó: Resultado de dos factores, uno biológico, la
dependencia del ser humano durante su infancia, y uno
histórico, el hecho de su complejo de Edipo.
• Dos variedades de pulsiones:
• Eros: reunión, síntesis de la sustancia viva dispersada en
partículas, para conservarla.
• Pulsión de muerte: Encargada de reconducir al ser vivo
orgánico al estado inerte.
• Mezcla/desmezcla de pulsiones en el desarrollo psicosexual y
en las regresiones a etapas previas de desarrollo.
• Libido: Una energía desplazable, que puede agregarse a una
moción erótica o a una destructiva cualitativamente
diferenciadas, y elevar su investidura total.
• La libido como Eros desexualizada: Proviene del acopio
libidinal narcisista.
• Trabaja al servicio del principio del placer para facilitar
descargas.
• Al principio, toda libido está acumulada en el ello.
• El ello envía una parte a investiduras eróticas de objeto.
• Posteriormente el yo, ya fortalecido, procura apoderarse de
esta libido de objeto e imponerse al ello como objeto de amor.
• Narcisismo del yo es secundario, sustraído de los objetos.

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