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Cáncer a los huesos

Este tipo de cáncer hace mención a todos los tumores malignos que se
presenten en el tejido óseo, ha este mal se le conoce con el nombre de
cáncer a los huesos o cáncer óseo. Los tumores malignos están
constituido por células cancerosas, estás se dividen de una manera
diferente y mucho más rápida a diferencia con las células normales,
eliminando con su crecimiento el tejido sano.
Algunas de las células cancerosas podrían propagarse por el sistema
linfático o por la sangre a otros órganos y reproducirse allí, formando
tumores secundarios, a este proceso también se le conoce con el
nombre de metástasis. Es importante conocer que en el cáncer a los
huesos existen dos tipos de tumores: los primarios y los tumores
secundarios.

Tumores Primarios:
Los tumores a los huesos primarios son poco comunes y estos se
desarrollan directamente a partir de la médula ósea, carilaginosas o
células óseas.
Un tumor de hueso primario se inicia en el mismo hueso. Los
verdaderos tipos de cáncer que son de hueso o primarios se les
denominan sarcomas. Los sarcomas son tipos de cáncer que se
originan en los huesos, el tejido fibroso, los músculos, el tejido graso,
los vasos sanguíneos y también en otros tejidos. Estos podrían
desarrollarse en cualquier parte del cuerpo.
Existen varios tipos distintos de tumores de hueso. El nombre que se
les otorga dependerá del área del hueso o del tejido circundante
afectado y del tipo de células que forman el tumor. Sin embargo
algunos tumores de hueso primarios son benignos, esto quiere decir no
cancerosos, y otros son malignos, denominados también como
cancerosos. La mayoría de los tipos de cáncer de hueso son sarcomas.

Tumores Secundarios:
Los tumores a los huesos secundarios no son cáncer a los huesos
propiamente dicho, sino que se presentan como consecuencia de otras
enfermedades cancerígenas.
Por lo general, cuando a una persona con cáncer le comunican que
tiene también cáncer a los huesos, el médico hace referencia a un
cáncer que se extendió a los huesos desde otra parte. A esto se le
denomina cáncer metastásico. Este puede observarse en varios tipos de
cáncer avanzado, como por ejemplo: el cáncer de pulmón, el cáncer de
seno y el cáncer de próstata. Cuando el especialista observa los tipos
de cáncer en el hueso con una herramienta llamada microscopio, estos
tienen la apariencia del tejido del cual provienen. Ello quiere decir que
si un paciente tiene cáncer de pulmón que se ha extendido a los
huesos, las células del cáncer presente en el hueso seguirán teniendo la
apariencia de las células del cáncer de pulmón y seguirán
comportándose como tales. No tienen la apariencia de las células de
cáncer de hueso ni se comportan como éstas, a pesar de que estén en
los huesos. Dado que estas células malignas siguen actuando como
células de cáncer de pulmón, es por este motivo que se debería seguir
tratando con medicamentos que se utilizan especialmente para el
tratamiento contra el cáncer de pulmón, no contra el cáncer a los
huesos.
Otros tipos de cáncer que en oportunidades se denominan cáncer a los
huesos tienen su inicio en las células formadoras de sangre de la
médula ósea, no necesariamente en el hueso. El mieloma múltiple es el
cáncer más frecuente que se inicia en la médula ósea y que causa
tumores en los huesos. Existe otro cáncer que se desarrolla en la
médula ósea y es la leucemia, sin embargo, generalmente, se considera
que es un cáncer de la sangre en lugar de un cáncer a los huesos. En
ocasiones, los linfomas que con mayor reiteración se originan en los
ganglios linfáticos, pueden originarse en la médula ósea.

¿Cómo se ocasiona el Cáncer a los huesos?


Hasta el día de hoy no se consigue saber claramente que ocasiona el
cáncer a los huesos, los investigadores han podido identificar varios
factores de riesgo que elevan la probabilidad de padecer estos tumores.
El osteosarcoma y el sarcoma de Ewing, el primero ocurre comumente
en personas que en algún momento de su vida han recibido
tratamientos con ciertos fármacos anticancerosos o elevadas dosis de
radioterapia externa; los niños parecen ser mucho más susceptibles
que los adultos. Mientras que en el segundo hasta el momento no se
encuentra tan vinculado con ningún síndrome de cáncer hereditario,
tampoco con enfermedades infantiles congénitas o con exposición
previa a radiación.
Un número reducido de cánceres a los huesos son hereditarios, por
ejemplo los niños que han tenido retinoblastoma hereditario, el cual es
un cáncer frecuente de los ojos, tienen un mayor riesgo de padecer
osteosarcoma, especialmente si estos son tratados con radiación.
Además las personas con implantes metálicos, los cuales por lo general
suele emplearse por los médicos para tratar fracturas, son mucho más
susceptibles de padecer osteosarcoma, así mismo las personas que
tengan defectos hereditarios a los huesos son propensas a sufrir este
mal.
Es importante saber que tratamientos anteriores con quimioterapia o
radioterapia podrían ser la causa de un cáncer a los huesos. Las
personas que padecieron en su niñez una enfermedad cancerígena y
recibieron radioterapia o quimioterapia sufren con mayor frecuencia
cáncer a los huesos.

Síntomas del Cáncer a los huesos


Los síntomas del cáncer a los huesos dependerán básicamente de la
ubicación, el tipo y el tamaño de los tumores. A menudo el dolor en la
zona afectada y la limitación en el movimiento de las articulaciones
son los primeros síntomas del cáncer a los huesos.

Síntomas del osteosarcoma


El osteosarcoma es el tipo de cáncer a los huesos más común. Ya que
se manifiesta básicamente en los huesos de las piernas y de los brazos,
en el eje de un hueso hueco y entre el final de una articulación. Se le
llama huesos huecos aquellos huesos largos como por ejemplo el
fémur o húmero. Un típico síntoma del osteosarcoma es una
inflamación dolorosa, por ejemplo en la zona de la rodilla, la cual
afecta también a la movilidad. Se debe tener mucho cuidado ya que
leves presiones externas podrían causar fracturas.

Síntomas del sarcoma de Ewing


El sarcoma de Ewing es un tipo de cáncer a los huesos no muy común
en personas adultas. Sin embargo en niños y jóvenes es el segundo
tumor óseo más usual. En este sarcoma los síntomas del cáncer a los
huesos son la aparición fiebre, inflación y dolor simultáneamente. Las
personas afectadas con el sarcoma se sienten enfermos y es debido a
esta sintomatología, que por lo general se confunde el sarcoma de
Ewing con la infección de la médula ósea también conocida como
osteomielitis. En estamos avanzados, cuando el cáncer provoca ya
tumores secundarios, es decir hizo metástasis, las personas afectadas
tienden a sentirse cansados y a perder peso.
El sarcoma de Ewing aparece por lo general en el eje de los huesos
huecos largos, sobre todo en la pierna. Sin embargo también puede
aparecer en el hueso ilíaco provocando en él los mismos síntomas.

Tratamiento del Cáncer a los huesos


Las opciones para el tratamiento dependerán de 4 factores
principalmente, estos son: de la ubicación, del tipo, del tamaño y de la
etapa o estado del cáncer, así como también de la edad y de salud en
general de la persona.
Las opciones de tratamiento contra el cáncer de hueso pueden incluir
cirugía, quimioterapia, radioterapia y criocirugía.
• Cirugía: Es el tratamiento más común frente al cáncer a los
huesos. El especialista extirpará todo el tumor con márgenes
negativos, en estos márgenes o bordes del tejido que se extrae en
el momento de la cirugía no se encuentran células cancerosas. El
especialista podría también emplear otras técnicas quirúrgicas
especiales para disminuir al mínimo la cantidad de tejido sano
que se extrae con el tumor. Gracias a los grandes avances en
técnicas quirúrgicas y tratamientos pre-operativos de los tumores
se ha hecho posible que la gran mayoría de los pacientes con
cáncer a los huesos en una pierna o en un brazo, se puedan
obviar procedimientos quirúrgicos sumamente radicales, como
por ejemplo la total amputación de una extremidad. Sin
embargo, un gran número de los pacientes que se someten a una
cirugía conservadora de extremidades necesitarán cirugía
reconstructiva, esto con el fin de incrementar al máximo la
función de dicho miembro.
• Quimioterapia: Este tratamiento emplea fármacos citostáticos
que detienen el crecimiento de las células cancerosas. El médico
suministra la medicina en una vena o el paciente lo toma en
forma de pastilla. La quimioterapia se lleva a cabo en los
llamados ciclos, es decir que luego de cada tratamiento de
quimioterapia existe un tiempo libre de alrededor de tres
semanas. Los pacientes que tienen cáncer a los huesos a menudo
reciben una combinación de fármacos anticancerosos. Sin
embargo, la quimioterapia no se emplea en la actualidad para
tratar el condrosarcoma.
• Radioterapia: Este tratamiento también es llamado terapia de
radiación y consiste en hacer uso de radiaciones de alta energía,
para destruir las células cancerosas y disminuir los tumores. La
radiación puede proceder de una máquina o de materiales que
producen radiación. Este tratamiento podría ser utilizado en
combinación con la cirugía. A menudo suele utilizarse para
tratar el condrosarcoma, el cual no puede ser tratado por medio
de la quimioterapia. También puede ser utilizados en pacientes
que por algunas razones no quieren someterse a cirugía.
• Criocirugía: Este tratamiento se basa en el uso de nitrógeno
líquido, con el objetivo de congelar y eliminar las células
cancerosas. Esta técnica puede utilizarse en algunas ocasiones
en lugar de la cirugía convencional para destruir tumores.

¿Cómo se previene el Cáncer a los huesos?


Es muy importante que usted entienda que el cáncer a los huesos es
imposible de prevenir. Sin embargo, existen algunas medidas
preventivas que se pueden tomar en cuenta para reducir el riesgo sufrir
de cáncer en general, y unas de estas medidas preventivas es una
adecuada alimentación, esto quiere decir, una alimentación saludable,
debe evitar la nicotina y el consumo de alcohol excesivo, de esta
manera se podría minimizar la posibilidad de padecer algún tipo de
cáncer.
En medida que se pueda detectar el cáncer a los huesos lo antes
posible, mayores serán las probabilidades de curarse. Es por este
motivo es que no hay que restar importancia a un dolor continuo, que
en un inicio puede parecer insignificante. Sobre todo, si el dolor es
constante y va creciendo en intensidad en piernas y brazos. Por lo
general, son molestias inofensivas, sin embargo aun así, se
recomienda consultar a un especialista para mayor seguridad. De este
modo, se podrían detectar los tumores óseos de forma precoz y
tratarlos, evitando así evoluciones complicadas que posteriormente
lamentaremos, es por esto la importancia de no restar importancia a
las anomalías que pueda presentar nuestros cuerpos.

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