Sunteți pe pagina 1din 45

Esta vez llegó a mis manos . . .

un nuevo mensaje revelador.


Un tema
descuidado
que me
recuerda
que tan
programados
estamos.
Hemos olvidado nuestras necesidades naturales.
Me refiero al contacto cariñoso . . .

A como manifestamos el amor.


¿Qué sientes cuando te tocan con cariño?

¿Cuándo te acarician?
Si resulta tan agradable……

¿por qué nos privamos de sentirlo con mas frecuencia?


¿Sabes que muchos
podemos pasar largas temporadas
sin haber tocado a alguien . . .

. . . apartando nuestros hijos, padres y cónyuges?


¿Qué hay
de aquellos
que están
lejos
y
no tienen
familia?
¿Ó
si ya eres
mayor y no tienes a
nadie a tu alrededor?
También están quienes, aunque muy acompañados,

viven sus propias prisiones

sin muestras de afecto,

sólo
el saludo convencional.
Sabes que agradable es
darle un cálido apretón de manos a alguien,
un abrazo o
simplemente
acariciar naturalmente
su espalda?
Los bebes
no pueden
sobrevivir
sin recibir
este cálido
contacto.
¿Te imaginas cuanto
nos aliviaría
recibir unas cuantas
demostraciones
de afecto?
No me refiero
unicamente
a las palabras que nos
reconfortan.
Entonces, ¿por qué nos privamos de
aquello que tanto anhelamos?
Nos hemos privado demasiado,
incluso preferimos la soledad del
aislamiento
que enfrentar
nuestro miedo
al rechazo.
¿Creemos que
si nos mostramos
vulnerables
nos van a dañar?
¿Quién nos hace más daño
que nosotros mismos?
Muchas veces tomamos la expresión de cariño
como un atrevimiento aunque sea una simple
demostración.
Con un niño pequeño es distinto. . .

Nos sentimos cómodos y libres de


pasarle la mano por la cabeza o
simplemente darle unas palmaditas.
Igual sucede cuando
acariciamos a nuestros
animales,
el perro
o el gato.
¿Sabes cuántos adultos
necesitamos ser tocados
y nos avergonzamos
de pedirlo?
A veces nos sentimos incómodos

cuando nos tocan,

no queremos vernos necesitados,

o tememos exceder la barrera

de lo mentalmente permitido.
Si tan sólo podemos lograr romper esa barrera de
nuestros tabúes, creencias,

y pensar que tan sólo estamos dando


y recibiendo amor . . .
Es nuestra mente la que juzga,
son nuestros pensamientos
que nos mantienen apartados,
es nuestro temor al que dirán
o que pensará el otro.
Sabes. . .

el otro no existe,

ese eres tú

quién juzga.
Tienes temor a romper
tus esquemas,
tus hábitos…

y te privas
de dar y recibir.
Cuando nos privamos de
brindar cariño a otros
seres, nos estamos
privando a nosotros
mismos de fluir con la más
simple y natural
expresión de amor
Es a nosotros a quien estamos limitando.
Limpiemos
esas memorias
de que acariciar es malo.
Es una de las más
profundas creencias
que tenemos
arraigadas.
Estas creencias
nos mantienen
solitarios,
amargados,
deprimidos
e infelices.
Regalar cariño es regalar felicidad.
Lo que sale de ti
siempre regresa a ti.
Dios nos dio brazos
no sólo para maniobrar
los objetos y alimentos.
Dios nos dio brazos
para que hiciéramos uso
acariciando, abrazando.
También la piel
no solo cumple
la función
de proteger
nuestro
cuerpo,
junto con
nuestras
manos, son
todo un sistema
completo de
comunicación táctil
¿Qué si te van
a rechazar?

Nadie te
rechaza,
eres tú mismo
que ves el rechazo en el otro,
porque el otro únicamente es tu espejo.
Limpiemos
esos bloqueos que te alejan
de la expresión del amor.
Regálate felicidad.
No hay mejor manera de expresar la
ternura que con un toque cariñoso.
Nuestra sociedad y
nuestras creencias nos han
mantenido aun mas
separados.
Que gratificantes son aquellos eventos
donde las personas se abrazan al
finalizar.
La vibración energética de
nuestro cuerpo sube como
un cohete.
Es tiempo de
abrazar . . .
de tocar . . .

De hacer feliz y
ser feliz . . .
Ahora este mensaje es tuyo.

Toma para ti lo que te sirva


y compártelo con los demás . . .
Inspirado en Palabras Mágicas,
el libro sobre Ho’oponopono

www.hooponoponoenvenezuela.wordpress.com
palabrasmagicas00@gmail.com

S-ar putea să vă placă și