Después, se posó sobre un árbol color marrón… y se volvió marrón. Luego, descansó sobre una flor roja, y se tornó rojizo. Y cuando caminó despacio sobre la arena amarilla, se volvió amarillento ¡apenas se le podía ver! Cuando el camaleón tenía calor y había comido, era de color verde. Y cuando tenía frio y hambre se volvía gris y apagado. Cuando quería comer se quedaba muy quieto. Solo movía los ojos arriba, abajo y a los lados hasta que aparecía una mosca. Entonces, sacaba rápidamente su lengua larga y pegajosa y cazaba la mosca. Así era su vida, nada emocionante. Pero un día, el camaleón va al zoológico ¡Nunca había visto tantos animales tan bonitos! El camaleón pensó: “que pequeño soy, que lento, que frágil. ¡Me gustaría ser tan grande y blanco como un oso polar! Y su deseo se hizo realidad… ¿Ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría ser hermoso como un flamenco”, dijo. Y su deseo se hizo realidad… ¿ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría ser elegante como un zorro” Y su deseo se hizo realidad… ¿ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría nadar como un pez”
Y su deseo se hizo realidad…
¿ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría correr como un ciervo”
Y su deseo se hizo realidad…
¿ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría ver las cosas desde muy lejos como una jirafa”
Y su deseo se hizo realidad…
¿ya estaba contento? ¡No! ““Me gustaría tener caparazón para esconderme como una tortuga”
Y su deseo se hizo realidad…
¿ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría ser fuerte como un elefante”
Y su deseo se hizo realidad…
¿ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría ser divertido como una foca”
Y su deseo se hizo realidad…
¿ya estaba contento? ¡No! “Me gustaría ser como las personas”
Y su deseo se hizo realidad…
Y su deseo se hizo realidad… ¿ya estaba contento? ¡No! El camaleón tenía hambre, y en ese momento pasó volando una mosca. Pero estaba hecho un verdadero lio. ¡Era un poco de cada cosa! “Me gustaría ser yo mismo”