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Descripción de

los
planteamientos
de descartes:
Para Descartes ésta era la parte más importante del cerebro
pues en ella la sangre se convertía en “espíritus animales”
que posteriormente se extendían por todos los nervios; la
parte del cerebro en donde se sitúa el alma.
Los cuerpos de los hombres hipotéticos de Descartes no
eran más que máquinas; el funcionamiento de sus partes es
explicado de manera mecánica. Para él, la glándula pineal
juega un papel en su explicación, porque está envuelta en la
sensibilidad, la imaginación, la memoria y la causa de los
movimientos corporales. Explicaba que esta glándula estaba
llena de espíritus animales y se encontraba rodeada de
arterias (en realidad son venas). Consideraba que allí era el
asiento principal del alma racional.
A pesar de que una amplia discusión acerca de la ruptura metafísica entre la mente y el cuerpo no aparece hasta
las Meditaciones Metafísicas de Descartes, plantea estas opiniones y provee la primera explicación del interaccionismo
mente/cuerpo.
Según la idea de Descartes, el alma racional, una entidad distinta del cuerpo y puesta en contacto con el mismo por la
glándula pineal, puede o no darse cuenta de las aromas diferenciales que los espíritus animales traían a su alrededor a
través de la reordenación de los espacios. Cuando tales percepciones ocurrían, el resultado era la sensación consciente;
el cuerpo afecta a la mente. A su vez, en la acción voluntaria, el alma puede por sí misma iniciar una onda diferencial de
espíritus animales. La mente, en otras palabras, puede también afectar al cuerpo.
Esto lo explica diciendo que hay dos sustancias creadas diferentes, el cuerpo y el alma (a la que también denomina
‘mente’). La esencia del cuerpo es la extensión; mientras la del alma o mente es el pensamiento. El cuerpo es espacial, el
alma no tiene extensión. El cuerpo es un mecanismo que puede ejecutar muchas acciones sobre sí mismo sin la
intervención del alma; el alma es pura sustancia pensante que puede, pero no siempre, regular el cuerpo.

Cómo el cuerpo espacial puede afectar o ser afectado por la mente no extensa no puede ser comprendido, para
Descartes, ni en términos espaciales ni no espaciales. Está más allá de nuestra capacidad comprender cómo el cuerpo y
la mente están unidos, o, en el mejor de los casos, estamos forzados a regresar a la concepción de sentido común de su
mutua interacción.
Puede ser un tanto enredoso de comprender lo que Descartes filosofaba, pero es interesante ver de lo que es capaz de
hacer esa glándula. Tal vez no se guarde ahí más el alma animal, pero el hecho de que segregue ciertas hormonas
causantes de nuestros sueños es bastante interesante.
A pesar de que una amplia discusión acerca de la ruptura metafísica entre la mente y el cuerpo no aparece hasta
las Meditaciones Metafísicas de Descartes, plantea estas opiniones y provee la primera explicación del interaccionismo
mente/cuerpo.
Según la idea de Descartes, el alma racional, una entidad distinta del cuerpo y puesta en contacto con el mismo por la
glándula pineal, puede o no darse cuenta de las aromas diferenciales que los espíritus animales traían a su alrededor a
través de la reordenación de los espacios. Cuando tales percepciones ocurrían, el resultado era la sensación consciente;
el cuerpo afecta a la mente. A su vez, en la acción voluntaria, el alma puede por sí misma iniciar una onda diferencial de
espíritus animales. La mente, en otras palabras, puede también afectar al cuerpo.
Esto lo explica diciendo que hay dos sustancias creadas diferentes, el cuerpo y el alma (a la que también denomina
‘mente’). La esencia del cuerpo es la extensión; mientras la del alma o mente es el pensamiento. El cuerpo es espacial, el
alma no tiene extensión. El cuerpo es un mecanismo que puede ejecutar muchas acciones sobre sí mismo sin la
intervención del alma; el alma es pura sustancia pensante que puede, pero no siempre, regular el cuerpo.

Cómo el cuerpo espacial puede afectar o ser afectado por la mente no extensa no puede ser comprendido, para
Descartes, ni en términos espaciales ni no espaciales. Está más allá de nuestra capacidad comprender cómo el cuerpo y
la mente están unidos, o, en el mejor de los casos, estamos forzados a regresar a la concepción de sentido común de su
mutua interacción.
Puede ser un tanto enredoso de comprender lo que Descartes filosofaba, pero es interesante ver de lo que es capaz de
hacer esa glándula. Tal vez no se guarde ahí más el alma animal, pero el hecho de que segregue ciertas hormonas
causantes de nuestros sueños es bastante interesante.
A pesar de que una amplia discusión acerca de la ruptura metafísica entre la mente y el cuerpo no aparece hasta
las Meditaciones Metafísicas de Descartes, plantea estas opiniones y provee la primera explicación del interaccionismo
mente/cuerpo.
Según la idea de Descartes, el alma racional, una entidad distinta del cuerpo y puesta en contacto con el mismo por la
glándula pineal, puede o no darse cuenta de las aromas diferenciales que los espíritus animales traían a su alrededor a
través de la reordenación de los espacios. Cuando tales percepciones ocurrían, el resultado era la sensación consciente;
el cuerpo afecta a la mente. A su vez, en la acción voluntaria, el alma puede por sí misma iniciar una onda diferencial de
espíritus animales. La mente, en otras palabras, puede también afectar al cuerpo.
Esto lo explica diciendo que hay dos sustancias creadas diferentes, el cuerpo y el alma (a la que también denomina
‘mente’). La esencia del cuerpo es la extensión; mientras la del alma o mente es el pensamiento. El cuerpo es espacial, el
alma no tiene extensión. El cuerpo es un mecanismo que puede ejecutar muchas acciones sobre sí mismo sin la
intervención del alma; el alma es pura sustancia pensante que puede, pero no siempre, regular el cuerpo.

Cómo el cuerpo espacial puede afectar o ser afectado por la mente no extensa no puede ser comprendido, para
Descartes, ni en términos espaciales ni no espaciales. Está más allá de nuestra capacidad comprender cómo el cuerpo y
la mente están unidos, o, en el mejor de los casos, estamos forzados a regresar a la concepción de sentido común de su
mutua interacción.
Puede ser un tanto enredoso de comprender lo que Descartes filosofaba, pero es interesante ver de lo que es capaz de
hacer esa glándula. Tal vez no se guarde ahí más el alma animal, pero el hecho de que segregue ciertas hormonas
causantes de nuestros sueños es bastante interesante.

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