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SECRETO PROFESIONAL
La necesidad del secreto profesional esta intimamente ligada a la intimidad de las personas
Solo intervenían el
medico y paciente
complejidad
A los estudiantes y moderna
personas (dificultades en
involucradas guardar el secreto)
Obliga al medico
aun despues de la
muerte
Mas critico
Desarrollo de la
informatica
Acceso a la Datos de
información laboratorio u
otros
justificación
No consigna datos solo el medico, sino otros profesionales mas personas tienen
acceso a ella y dificultan reserva
A pesar de los problemas la persona debe manejar su historia clinica y sus examenes
Para poder guardar mas la intimidad del paciente, debería
elaborarse a parte de la historia clínica, registros con:
c) Reclamaciones de pacientes
debido a que un médico en una
conversación en ambientes públicos
no profesionales y sin autorización,
ha hecho alguna afirmación sobre
algún paciente y sobre sus datos
médicos.
Puede revelarse con o sin el consentimiento del paciente
Los problemas surgen Siempre que se revele debe
cuando no hay buscarse el bien del paciente o la
La norma es:
consentimiento del sociedad y los beneficios deben ser
paciente o aun oposición. mayores que el mal producido
Cuando se
Para el Por bien de la
busca el bien Para provecho
beneficio de la empresa u
del propio de la sociedad
familia organización
paciente
Comentando
con su familia,
Médicos: reuniones
sociales
Nadie debería
Estudiantes de
Historia clínica leer sin
medicina
consentimiento
No deben
permitirse cámaras
ni micrófonos en Viola el pudor y la intimidad de
los hospitales, los enfermos
quirófanos o UCI
CASO CLINICO
En 1969, Prosenjit Poddar, un estudiante de posgrado en
la Universidad de California en Berkeley, le manifestó
a su psicólogo sus intenciones de asesinar a una ex
compañera, Tatiana Tarasoff. El psicólogo promovió
la internación del paciente, pero se sintió obligado a
no traicionar el secreto profesional y no advirtió de las
amenazas ni a las autoridades ni a la mujer
amenazada. Tras obtener el alta de su internación,
Poddar concretó su amenaza. La familia Tarasoff
demandó al hospital universitario y al profesional, y la
Corte Suprema de California resolvió en 1976 que los
profesionales de la salud mental tenían la obligación
de proteger a sus víctimas, incluso violando el secreto
profesional, si sus pacientes hacían amenazas
concretas contra un tercero, o si representaban algún
otro riesgo serio de violencia hacia terceros..