Ciudadanos del

Reino
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos,
de donde también esperamos al Salvador,
al Señor Jesucristo…
Filipenses 3:20 RV
La necesidad del
Reino en mí
El reino de Dios es el sistema
de gobierno (soberanía)
establecido en el cielo y que
ha de manifestarse en la
tierra a través de ciudadanos
celestiales (seres humanos
regenerados)

Dios creó la tierra para ser una

colonia del cielo y en ella el ser
humano es el gobernador bajo
la sumisión del reinado de
Cristo.
 La necesidad del Reino en mí

En otras palabras, los hombres y mujeres somos los

embajadores del Reino de los cielos para establecer en la
tierra el Reinado de Dios.

Embajador
En el diccionario En las Escrituras

(Pol.) funcionario El más anciano. Aquí hay una

diplomático de primera
clase que representa a un
Estado ante otro extranjero
y que dirige la misión
diplomática en éste. Fig. Un
emisario.
sugerencia que ser un
embajador de Cristo involucra
la experiencia sugerida por la
palabra «anciano». Eran los
hombres ancianos los que se
elegían como embajadores.
La necesidad del
Reino en mí
Por tal motivo, es de extrema
importancia que tanto el carácter de
Cristo como la cultura del Reino
sean producidos en nosotros para así
poder representar al Rey de manera
adecuada. Sumisión

Siendo embajadores, se hace imperativo,

imperioso, obligatorio el hecho que no
podemos hacer lo queremos, sino más bien
debemos seguir las instrucciones del Rey
para defender y avanzar los intereses del
Reino que estamos representando.
 La necesidad del Reino en mí
Ustedes deben orar así: «Padre nuestro que estás en el cielo,
que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios. Ven y sé
nuestro único Rey. Que todos los que viven la tierra te
obedezcan, como te obedecen los que están en el cielo» Mateo
6:9-10 (TLA)

Jesús pide al Padre que las

En la cita anterior encontramos

1 cosas se hagan en la tierra
como se hacen en el cielo.
el modelo de oración que
Jesús dejó. Hay dos cosas que Para que todos le obedezcan
podemos notar: en la tierra, las personas tienen
2 que saber qué es lo que Él
espera y cuáles son sus
normas y consejos
 La necesidad del Reino en mí
Hoy en día la religión ha distorsionado grandemente la imagen de Dios, por esta
causa la mayoría de la humanidad tiene no idea de lo que Dios espera de ellos

Así que nuestra responsabilidad es:

1º lugar 2º lugar 3º lugar

Aprender lo que Él Enseñarlo, no sólo en
Hacer nuestro su teoría ni religiosidad
espera de nosotros.
pensamiento, (decir pero no vivir),
Implica escuchar con
aplicarlo a nuestra sino con modelaje, de
atención, enfocar la
vida, vivirlo, la manera que lo hizo
mente en sus Cristo, siendo un
practicarlo, decidir
palabras, requiere ejemplo vivo y
ejecutarlo en cada
concentración y manifestando el reino
área que nos revela.
meditación de Dios en la tierra
1 Co. 4:20
 La necesidad del Reino en mí
Sin embargo, es importante comprender que
no somos perfectos. Estamos consientes que
todos pecamos.

Si tuviéramos la capacidad de no equivocarnos

y caminar rectamente haciendo el bien, no
hubiese sido necesaria la muerte de Jesús

Él no espera perfección, pero sí que día a día

vayamos madurando y creciendo, alcanzando
de esa manera la plena estatura de Cristo.
Efesios 4:13

En Hechos 1:1, podemos ver que Jesús

hacía y luego enseñaba.
 La necesidad del Reino en mí
Aunque sabemos que el Señor es
nuestro máximo ejemplo a seguir,
también lo vemos como un estándar
imposible de alcanzar

Nos excusamos diciendo que Dios nos

entiende cuando decidimos vivir sin
esforzarnos por hacerlo bajo sus
normas

La mayoría de las personas ni siquiera lo

intentan, razonando que Jesús era Dios
y que no pueden llegar a ser como Él.
 La necesidad del Reino en mí
Pero bíblicamente, hemos entendido que
Jesús tuvo la capacidad de mantenerse sin
pecado a causa de que el Espíritu Santo
estaba en Él y que era dirigido por una
extraordinaria comunión total con el Padre

Así que también, puedes ser un ejemplo de

vida para muchos otros, permitiendo que el
Espíritu Santo te transforme y desarrolle el
carácter de Cristo en ti, siendo dirigido en
una constante intimidad con Dios Padre.
¿No crees que el Padre y yo somos uno? Y a
los discípulos les dijo:
Lo que les he dicho, no lo dije por mi propia
cuenta. Yo sólo hago lo que el Padre quiere
que haga. Él hace sus propias obras por medio
de mí.
Créanme cuando les digo que mi Padre y yo
somos uno solo. Y si no, al menos crean en mí
por lo que hago. Les aseguro que el que confía
en mí hará lo mismo que yo hago. Y, como yo
voy a donde está mi Padre, ustedes harán
cosas todavía mayores de las que yo he hecho.
Juan 14:10-12 (TLA)
De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que
se conforme a la plena estatura de Cristo. Efesios 4:13 (NVI)

Hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el

conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta,
que corresponde a la plena madurez de Cristo. Efesios 4:13
(DHH)

Este proceso continuará hasta que todos alcancemos tal

unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que
seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a
plena y completa medida de Cristo. Efesios 4:13 (NTV)