Sunteți pe pagina 1din 34

TENDENCIAS EN ECOLOGÍA HUMANA

Con el DESARROLLO de la
urbanización que siguió rápidamente
a la agricultura y su última
consecuencia, INDUSTRIALIZACIÓN,
ya se perfilaban ante nosotros los
actuales problemas del
aprovechamiento intensivo de los
recursos naturales, el exceso de
POBLACIÓN y la contaminación de
nuestro ambiente. A partir de
nuestra larga investigación de la
historia de la especie humana,
pueden distinguirse varias
TENDENCIAS al trazar el camino
desde los sencillos cazadores-
recolectores a las complicadas y
preocupadas sociedades humanas
que existen en la actualidad.
PRIMERA TENDENCIA
Durante la larga etapa de los tiempos del
PLEISTOCENO temprano, la humanidad
dependía de una tecnología basada
esencialmente en los UTENSILIOS. Una
tendencia muy marcada en la dependencia
de medios (presas, embalses, casas,
canales de irrigación, recipientes, etc.)
caracterizó las adaptaciones del
Pleistoceno terminal y del pos pleistoceno, y
supuso el control de la energía. Las
MÁQUINAS, que son instalaciones complejas
de utensilios y medios, aparecen
relativamente tarde en la prehistoria; el
atlatl y el arco y la flecha son ejemplos de
máquinas primitivas. Sin embargo, desde los
primeros ASENTAMIENTOS urbanos en
adelante, las máquinas desempeñan un
papel cada vez más importante en ayudar a
la gente a capturar, domeñar y transformar
la energía de su entorno.
SEGUNDA TENDENCIA
La podemos ver en las adaptaciones humanas
es la CAPACIDAD de situarse a un número
creciente de niveles tróficos. Desde la DIETA
primariamente vegetariana de los homínidos
más primitivos a la compleja COCINA de que
gozan las civilizaciones superiores, ésta
tendencia es sorprendente. A medida que los
seres HUMANOS extendían su área de
distribución desde los trópicos y los
subtrópicos hacia los ambientes templados y
árticos, la CADENA trófica no sólo se hizo más
larga, sino que la gente dependía de vegetales
y de consumidores de varios niveles. La
ventaja de haberse ADAPTADO a varios tipos
de alimento es que las escaseces en el
suministro de un tipo de comida pueden
compensarse con la abundancia de otro.
Cuando mayor es el número de ALTERNATIVAS
mayor es la flexibilidad y la seguridad del
RECURSO base, pero también es mayor el
potencial de DESTRUCCIÓN ambiental.
TERCERA TENDENCIA

La que aparece como corolario


del uso SISTEMÁTICO de
recursos no ganados es una
dependencia creciente en los
medios de almacenamiento y
transporte. Con el desarrollo de
la AGRICULTURA, esta
necesidad fue muy importante.
La existencia de cualquiera de
las grandes CIUDADES
modernas no sería posible sin
un complejo de medios de
ALMACENAMIENTO y transporte
para mercancías, tales como
alimentos, agua, combustible y
otras materias primas.
E EL signo distintivo del Antropoceno: la aceleración.
e genocidio ominosas perspectivas apuntan hacia un genocidio que no tiene parangón en los doscientos mil
años de ¿Hacia un ecocidio acompañado de genocidio?
El siglo XX fue trágico. El siglo XXI lo será multiplicadamente. Si
no conseguimos dar FORMA a una sociedad industrial
SUSTENTABLE, por improbable que ello resulte (y hay que
conceder que es extremadamente improbable), en este planeta
sobran miles de millones de seres humanos. Si prosigue el BAU
(business as usual, según las siglas anglosajonas que se nos han
vuelto tan ominosas), las PERSPECTIVAS apuntan hacia un
genocidio que no tiene parangón en los doscientos mil años de
historia de nuestra especie. Las crisis malthusianas pueden
entrelazarse con crisis hobbesianas: “por qué mataremos (y nos
matarán) en el siglo XXI”, reza el subtítulo del muy bien
argumentado libro de Harald Welzer Guerras climáticas.
Éramos 1.000 millones de personas en 1800,
2.000 millones en 1925,
4.000 millones en 1974,
6.000 millones en 1999;
7.000 millones en 2011;
previsiblemente seremos 8.000 millones ya en 2023.

La población humana no crecerá mucho más… Algunas reflexiones al respecto en Jorge


Riechmann, “Sobre demografía, decrecimiento y crisis ecológico-social”,
GALERÍA GALERÍADE FOTOS:
El impacto del ser humano (National Geographic España)

El petróleo transformó Dubái


en la década de 1970. Hoy la
ciudad tiene el edificio más
alto del mundo, gigantescos
centros comerciales y unos
dos millones de habitantes,
que dependen de la
desalinización del agua de
mar y del aire acondicionado
(y por ende, de la energía
barata) para vivir en el
desierto Arábigo.
Mares cambiantes. Rosignano Solvayntes, Italia
Una playa de la Toscana refleja la
relación de los humanos con el mar.
La arena «tropical» ha sido
blanqueada por los carbonatos de la
planta química, que hasta hace poco
también vertía mercurio. La planta
convierte la sal del mar en cloro y
otros productos esenciales. Los
combustibles fósiles proporcionan la
energía necesaria para esas
transformaciones. El CO₂ que escupen
las chimeneas y los tubos de escape
en todo el mundo está acidificando el
océano, lo que constituye una
amenaza para la vida marina.
siglo del petróleo. South Belridge, California

Descubierto en 1911, este


yacimiento produjo petróleo
mientras las ciudades se
adaptaban a los coches y las
moléculas de hidrocarburos eran
transformadas en artículos de
plástico, cosméticos y productos
farmacéuticos. Actualmente,
South Belridge produce 32
millones de barriles al año,
cantidad suficiente para cubrirla
demanda mundial durante nueve
horas. La oferta de petróleo podría
desplomarse en el transcurso de
este siglo.
Mover montañas. Kayford Mountain, Virginia
Occidental
Las compañías petroleras perforan
cada vez más profundamente en
busca de petróleo en aguas
marinas, y las mineras extraen
todo el carbón de los Apalaches,
que genera la mitad de la
electricidad de Estados Unidos.
Esta colina desapareció en un día.
Unas 470 cimas lo han hecho
desde los años ochenta, y sus
residuos han cegado los ríos. La
minería por desmonte sólo
aprovecha el 6 % de los depósitos
de carbón.
La sexta extinción masiva. Museo de Historia,
Aralsk, Kazajstán
El esturión barba de flecos está
próximo a la extinción, y ya no se
encuentra en el mar de Aral; los
trasvases convirtieron lo que fue el
cuarto lago más grande del mundo
en una laguna polvorienta. En los
últimos 500 millones de años, los
sucesos naturales causaron cinco
extinciones masivas de plantas y
animales. Los humanos podríamos
estar causando la sexta.
Agricultura industrial. Provincia de Almería, España

En las áridas llanuras del sur de


España, la tierra da sus frutos en
el mayor complejo de invernaderos
del mundo. Éstos utilizan el agua y
los nutrientes con eficiencia y
producen durante todo el año (por
ejemplo, tomates en invierno).
Pero el reto en el mundo son los
cereales y la carne, no los
tomates. Usamos el 38 % de la
tierra firme libre de hielo para
alimentar a 7.000 millones de
personas, y se prevé que para
2050 habrá 2.000 millones más.
Química en los alimentos. El Ejido, España

Fertilizantes y pesticidas
hacen posible la alta
productividad y la calidad
celebradas en esta valla
publicitaria, pero sus
efectos nocivos son de gran
alcance: la escorrentía
cargada de nitrógeno de los
campos fertilizados, por
ejemplo, causa zonas
muertas en las
desembocaduras de los ríos.
Un mundo embalsado. Presa Hoover y lago Mead,
Nevada
Las presas controlan las
inundaciones, llevan agua a los
cultivos (y a la gente) y generan el
16 % de la electricidad mundial, sin
emisiones de carbono. También han
desplazado entre 40 y 80 millones de
personas y han destruido
ecosistemas fluviales. Más de la
mitad de los grandes ríos del mundo
están hoy embalsados, algunos
explotados al máximo. La sequía
constante ha dejado una marca en el
lago Mead, que suministra agua a
gran parte del Sudoeste de Estados
Unidos.
Especies invasoras. Akron, Alabama
La Pueraria lobata, una planta
trepadora asiática de
crecimiento rápido, ha ocupado
millones de hectáreas en
Estados Unidos desde que se
plantó en la década de 1930
para controlar la erosión. Las
plantas exóticas difundidas por
la mano del hombre son una
amenaza para la biodiversidad
mundial. Casi todas las especies
amenazadas en Estados Unidos
lo están en parte por la presión
de las foráneas invasoras.
Marea de residuos. Chittagong, Bangladesh
El proceso de desguace de
barcos crea puestos de trabajo
en Bangladesh y proporciona
gran cantidad de metales
reciclables, pero también
produce asbestos, bifenilos
policlorados y otras sustancias
tóxicas. Aunque el reciclaje de
residuos va en aumento,
también crece muy deprisa la
producción de basura. En las
ciudades estadounidenses,
durante los últimos decenios
las dos tendencias se han
equilibrado mutuamente.
Super expansión urbana. Ciudad de México

Unos 20 millones de personas viven en


Ciudad de México, la quinta área
metropolitana más grande del mundo.
En 1800, un 3 % de la población
mundial vivía en ciudades. Hoy es el
50 %, y la cifra sigue aumentando. En
los superpoblados barrios de
chabolas, la necesidad de agua limpia
y saneamiento es urgente. Sin
embargo, la urbanización también
tiene aspectos positivos: la ciudad
consume menos energía por habitante
y contamina menos que las áreas
rurales.
CONCLUSIÓNES
Vemos el inicio de estas tres tendencias en los
primeros estadios de la evolución humana. El uso
regulado del fuego hizo posible la explotación de
una gama más amplia de alimentos y combustibles,
el abanico trófico aumentó, y los depósitos de
alimento fueron un factor importante en las zonas
templadas. Pero con la obtención de recursos no
ganados, hacia el final del Pleistoceno, el
sedentarismo y la expansión de la población
resultante, estas tres tendencias se aceleraron
sistemáticamente, junto a la evolución cultural. Es
el transporte y el almacenamiento de comida y
combustible lo que ha hecho posible el reciente y
espectacular desarrollo de la tecnología. La
supervivencia de la civilización depende claramente
del mantenimiento de fuentes de energía
permanentes (como la energía atómica. solar o
marítima) cuando las reservas de petróleo se
agoten, que es lo que ocurrirá inevitablemente en el
próximo siglo.

S-ar putea să vă placă și