Principios

Bíblicos
Para
Familias
Victoriosas

Escuela sabática
Definitivamente no existen palabras y consejos
más poderosos para nuestra familia que los que
encontramos en la palabra de nuestro Dios.
 Primer Principio: Una Familia
Victoriosa Tiene Una Fe Bien
Fundamentada (1 Corintios 2:3-5).

Una familia cristiana victoriosa pone su fe

en Dios no en la sabiduría de los hombres,
es decir la palabra de Dios reconoce que hay
sabiduría en los hombres, pero nunca se
compara a la sabiduría y el poder de
nuestro Dios.
Segundo Principio: pero a los que le
Una Familia aman Dios tiene
Victoriosa Ama A preparadas
Dios (1 Corintios bendiciones que
2:9) van más allá de lo
El Señor tiene cosas que nosotros
maravillosas para pensamos o
los que le aman, a entendemos. ¿Pero
los que le creen Dios qué significa ser
les da lo que le una familia que
piden de acuerdo ama a Dios? (Juan
con su voluntad, 14:21).
Es lindo ver a las familias sirviendo
en la iglesia trabajando juntos para
limpiar y arreglar el templo donde
se congregan, definitivamente que
eso traerá bendición a sus vidas,
pero el Señor quiere también que
cuidemos su templo donde el
habita y ese templo somos cada Tercer Principio:
uno de nosotros. Una Familia
Victoriosa cuida el
Templo de Dios (1
Corintios 3:16-17)
 IV. Cuarto Principio: Una
Familia Victoriosa Se Aparta
De Las Malas Influencias (1
Corintios 5:6).
Muchas veces tenemos jactancia
en pensar: Eso no me afectara,
un poco no es malo, de vez en
cuando no es pecado, una no es
ninguna, etc., todas estas son
frases para excusarnos de lo que
sabemos que no debemos hacer.
Pero tenemos que saber que si le
damos cabida a un poco de
pecado puede destruir mucho…
 Las misericordias del Señor
Isaías 63:7
Bondad de Jehová hacia Israel
De las misericordias de Jehová
haré memoria, de las alabanzas
de Jehová, conforme a todo lo
que Jehová nos ha dado, y de la
grandeza de sus beneficios hacia
la casa de Israel, que les ha hecho
según sus misericordias, y según
la multitud de sus piedades.
Nuevo horizonte
Hugo Sanz sintió mucho temor cuando su
pastor lo invitó a plantar una iglesia en un
vecindario sin presencia adventista en
Asunción, la capital de Paraguay.