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2018
I. INTRODUCCIÓN
El mundo está en constante cambio y evolución, pero, en los últimos años, el cambio en la construcción y la arquitectura
se está dando con más fuerza que en otros sectores. Posiblemente esto se deba, entre otras cosas, al auge de las ideas de
sostenibilidad, eficiencia energética y respeto por el medio ambiente por las que estamos rodeados hoy en día. Este
nuevo pensamiento ha calado en la sociedad, en la demanda, y nos obliga a repensar la arquitectura y con ello sus
materiales. Ya no valdrá con el edificio más espectacular, más caro o más alto, también será necesario que las
construcciones sean respetuosas con el planeta, de calidad y que consuman poca energía. Los últimos excesos de la
construcción en años pasados no han hecho más que apuntalar este pensamiento y ahora la arquitectura parece ser
llamada a comandar ese cambio hacia la sostenibilidad.
Teniendo en cuenta que el cemento y el acero, principales materiales de la construcción hoy en día, son caros y costosos
desde el punto de vista ambiental y energético ¿cuáles serán los materiales que utilicemos en las construcciones del
futuro? Es posible que algunos de ellos ya existan, las posibilidades cada vez son más amplias, pero ¿alguno será capaz de
sustituir al ladrillo, al cemento o al acero? En este informe recogemos algunos materiales muy interesantes que puede
que nos encontremos en la arquitectura de un futuro cercano.
II. MATERIALES DE RECICLAJE
El reciclaje es una de las alternativas utilizadas para reducir el volumen de los residuos sólidos. La incorporación de
artículos construidos con residuos sólidos urbanos, surge con el propósito de transformar y aprovechar los
desperdicios disponibles en el lugar y como salida laboral.
A continuación, mencionamos algunos materiales hechos de reciclaje.
Plasma Rock
Un nuevo material hecho a partir del 100% desperdicios reciclados procedentes del vertedero. Un diseño de Inge
Sluijs que ha encontrado la manera de convertir los desechos de los vertederos en un material innovador que
puede ser utilizado para crear material de construcción respetuoso con el medio ambiente. El resultado de un
proceso que calienta los materiales del vertedero a temperaturas extremadamente altas. Según el diseñador, se
pueden crear 20 kg de roca de plasma de 100 kg de residuos de vertedero.
Plástico Reciclado como ladrillo de construcción
La empresa italiana Presanella patentó un sistema que logra transformar el plástico en materiales aptos
para el diseño arquitectónico en la construcción de casas. Este ladrillo tiene componentes resistentes y se
realizan con rapidez y a bajo costo. En promedio una casa de 80 metros cuadrados necesitaría 2.500 kg de
plástico reciclado, una gran cifra para impactar positivamente el medio ambiente.
Azulejos de reciclaje de basura
Otro proyecto que recicla materiales para la
construcción es el de TrashPresso, una planta de
reciclaje móvil capaz de convertir 5 botellas de plástico
en un azulejo. Pero no solo convierte los residuos
plásticos, sino que trata también los textiles y, en 40
minutos de trabajo, produce azulejos suficientes para
cubrir 10 metros cuadrados. Además, tal y como
explican desde la empresa que ha ideado este proyecto,
esta planta transportable está equipada con paneles
solares en la cubierta que garantizan que toda la
energía necesaria para que la maquinaria funcione se
obtiene de fuentes limpias.
“Thermo Poly Rock” (TPR).
La compañía del Reino Unido Affresol ofrece un novedoso material de construcción llamado “Thermo Poly Rock”
(TPR), el cual está hecho de desperdicios seleccionados. Este material es más fuerte que el concreto, a prueba de
agua, retardante de incendios y puede ser usado para construir casas a bajo costo.
Cada casa construida con paneles de TPR les ahorrará a los vertederos un promedio de 18 toneladas de desechos.
TPR es producido en frío de una mezcla de desechos con resina y polímeros, el cual puede ser vertido en moldes,
como el concreto. Una vez curado, la compañía dice que TPR ofrece un buen aislamiento térmico, no es objeto de
invasión de insectos, no se pudre ni se le filtran sustancias químicas peligrosas y es 100% reciclable.
La compañía también asegura que los paneles de TPR tienen mejor flexibilidad y mejor resistencia que el concreto y
se pueden fabricar a diferentes grados de dureza según la necesidad.
Paneles de plástico reciclado.
El ingeniero-arquitecto de la Escuela Superior de Ingeniería y
Arquitectura (ESIA), Unidad Tecamachalco del IPN, mediante un
procedimiento especial logró crear paneles ecológicos para la
construcción de muros y losas mediante el procesamiento de
envases de plástico.
Así mismo, este material además de ofrecer una alternativa a la
problemática de la basura en el país, se trata de un producto de
calidad, económico, sólido, resistente, durable, térmico y acústico,
lo que lo convierte en único en su género.
Este proyecto se basa en la reutilización del plástico mediante un
procedimiento de termoformado que consiste en la aplicación de
compresión y calor para dar origen a un panel plástico que se une
por medio de alambres soldado malla con malla.
“De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, en México los residuos plásticos ascienden a 40
mil 330 metros cúbicos por día, de los cuales se recicla únicamente
el 10 por ciento y el 90 por ciento restante se deposita en baldíos,
barrancas, ríos, y en el mejor de los casos, sepultados en rellenos
sanitarios, lo cual ocasiona la contaminación del subsuelo y por
consecuencia los mantos acuíferos por un periodo de más de 500
años, situación que origina altísimos costos económicos y
ecológicos”.
II. MATERIALES INNOVADORES
Los materiales innovadores surgen a cada momento para
tratar de resolver problemas puntuales que han sido
heredados de los métodos industriales más comunes. Lo
que se pretende es introducir nuevas técnicas de
manufactura, el reciclaje de componentes contaminantes,
el abaratamiento de los costos de construcción, reducir la
huella de carbono, favorecer el ahorro energético, entre
otros.
La eficiencia energética de las viviendas, que ya cuentan incluso con su propia etiqueta que lo certifica, irá un paso más allá en un
futuro no muy lejano. El CSIC ya está investigando en cemento termocrómico y hormigón autorreparable gracias a la aplicación de
los nanomateriales en el sector de la construcción.
Cemento lumínico.
Creado por el Dr. en Ciencias mexicano José C. Rubio A., este material es capaz de absorber e irradiar energía
luminosa. Ha sido concebido en función del ahorro energético.
Breathe brick.
Diseñados para ser parte de la ventilación, estos ladrillos
funcionan como una aspiradora con filtración ciclón. Van
situados al exterior para capturar las partículas
contaminantes, filtrarlas y descargarlas en una tolva
desmontable incorporada.
Hidrocerámica.
Compuesta por burbujas de hidrogel en su interior, puede
retener hasta 400 veces su volumen en agua. Esto le
permite refrescar los espacios cuando la temperatura alta
evapora el líquido capturado.
Hormigón con azufre.
Cada vez hay más interés en enviar humanos a Marte. Varias agencias espaciales han empezado a estudiar los
numerosos problemas que presentaría tal misión, como su protección durante el viaje.
Pero una vez que los humanos lleguen al planeta rojo requerirán edificios de alta calidad en los que vivir y trabajar.
Podrán llevar determinadas estructuras con ellos, pero esto sólo puede representar una solución temporal. Los primeros
colonos tendrán que encontrar la manera de edificar con los recursos propios del planeta. ¿Pero cómo?, se
pregunta MIT Tech Review.
Una posible respuesta surge gracias al trabajo de Lin Wan y sus compañeros de la Universidad de Northwestern en
Estados Unidos. El equipo ha averiguado cómo elaborar hormigón marciano con materiales ampliamente disponibles en
Marte. Y, de forma crucial, este hormigón puede hacerse sin agua, un recurso casi precioso en el planeta rojo.
El material clave en el auge de la innovación en construcción marciana será el azufre, asegura el equipo. La idea básica
es calentar este elemento a unos 240 °C para que se vuelva líquido, mezclarlo con tierra marciana, que sirve de
conglomerado, y dejarlo enfriar. El azufre se solidifica, uniendo el conglomerado y creando hormigón. Y ¡listo!, ya
tenemos hormigón marciano.
Por supuesto, la idea de emplear azufre para unir los conglomerados dista mucho de ser nueva. Los ingenieros llevan al
menos un siglo experimentando con este tipo de material e inicialmente encontraron que el hormigón basado en azufre
tiene sus propios problemas.
Para empezar, mientras se enfría el azufre, se solidifica para
formar azufre monoclínico y luego se transforma en azufre
ortorrómbico, el alótropo estable, a temperaturas más bajas.
Pero también se encoge durante este proceso y esta reducción
de tamaño crea cavidades y estrés, que debilitan gravemente el
material.