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1919 - 1939

PERIODO ENTREGUERRAS
SEGUNDO AÑO MEDIO
OA1 OB JE T I VO DE LA CLASE

Comprender el proceso . de ruptura cultural


del período de entreguerras a través del
análisis de fuentes iconográficas.
REPASEMOS LO VISTO
El período que transcurre entre las dos guerras mundiales estuvo marcado
por la crisis de postguerra, el auge económico de EE.UU. (los felices años 20)
y posteriormente por su desplome: el crac de 1929, que arrastró económica y
socialmente casi al mundo entero, alentando el ascenso del Nazismo y el
Fascismo y contribuyendo al estallido de la 2da Guerra Mundial.
A la vez, se produjo una revolución científica y cultural, que cambió la
percepción del mundo y puso las bases de innovaciones técnicas que llegan
hasta hoy.
INTRODUCCIÓN

Este período, que transcurre entre 1919 y 1939, dio lugar a una
suerte de acontecimientos en cadena, fuertemente articulados
entre sí:

• Surgieron dos nuevas potencias: Estados Unidos y Japón; se


profundizaron los antagonismos ideológicos, esta vez entre
proyectos liberales, socialistas y fascistas, a lo cual se sumó la
aparición de graves problemas económicos, provocados por la
crisis de 1929.

• En algunos países, se fortalecieron los objetivos expansionistas,


ligados a descontentos originados por los acuerdos de paz de la
Primera Guerra Mundial.

• Por otro lado, la naciente sociedad de masas permitió un mayor


aprovechamiento de los tiempos de ocio, lo que dio lugar a un
gran desarrollo cultural, como un intento de afirmar la paz, al
mismo tiempo que produjo una creciente homogenización de la
sociedad.
CAMBIOS TERRITORIALES
CAMBIOS SOCIALES Y
CULTURALES DE ENTREGUERRAS
EL SURGIMIENTO DE UNA SOCIEDAD DE MASAS.

• A comienzos del siglo XX, la población europea había


crecido considerablemente gracias al progreso material
y a los avances científicos en el ámbito de la salud.

• Asimismo, como producto de la sociedad industrial,


además de aumentar los índices de consumo, se
elevaron los índices de alfabetización y educación en
las ciudades, y también se incrementaron los medios de
comunicación e información –prensa escrita y radio–, lo
que ayudó a la formación de una opinión pública que
rebasaba en número a las antiguas elites aristocráticas,
que hasta entonces habían sido las únicas clases con
acceso a la información. Nacía así la sociedad de
masas.
• El desarrollo de los sistemas de comunicación,
como la prensa escrita y la radio, y de transporte,
como los ferrocarriles permitió poner en contacto a
grupos diferentes y facilitó la difusión de las ideas y
demandas con una rapidez nunca antes vista.
• Aun cuando permanecieron las grandes
diferencias sociales, importantes sectores de la
sociedad se incorporaron en forma masiva a los
espacios públicos y tuvieron acceso a los medios
de comunicación.
TRANSFORMACIONES CULTURALES

• Las transformaciones políticas y económicas de la postguerra


se vieron reflejadas en la forma de vida y las expresiones
culturales de esos años.

• A los denominados Locos Años Veinte, caracterizados por el


desenfreno, el consumismo y la búsqueda del hedonismo, les
suceden años de angustia, inestabilidad y desesperanza, en
los que todo parecía perdido y sin futuro, tal como lo reflejan
las vanguardias artísticas.

• La radio, el cine, la literatura, la música popular y el arte dan


cuenta de tales transformaciones y de las percepciones que
tenían los distintos actores de ese período.

• En la década del 30, el uso de la radio creció y se convirtió en


parte de la vida diaria de muchos hogares, entregando
compañía a las familias con las noticias del acontecer
nacional y mundial, radioteatros y programas musicales
CAMBIOS ECONÓMICOS

EL DERRUMBE DE UN MODELO: LA CRISIS DE 1929

Antecedentes de la crisis

• En octubre de 1929, la Bolsa de Nueva York se derrumbó luego de un


largo auge de especulación nunca antes visto.
• Algunos profesionales de la economía veían venir este colapso y
postulaban que el sistema capitalista, por su propia dinámica, estaba
compuesto por “ondas expansivas” y “ondas recesivas”.
• Pero la gran mayoría no veía motivo de preocupación, ya que las
acciones en la bolsa subían todos los días y las fábricas producían
sostenidamente.
• Esta situación generó una sobreproducción: es decir, las fábricas
producían más de lo que se consumía, lo cual, en el corto plazo, hizo
inviable la venta de sus productos, acumulándose un gran stock en sus
bodegas.
• Cuando esto trascendió a la opinión pública, la gente intentó vender sus
acciones, pero estas ya estaban totalmente desvalorizadas. Al estallar la
crisis, su magnitud fue catastrófica.
• Cientos de industrias cerraron y cientos de miles de
trabajadores quedaron cesantes, los cuales, además,
carecían de un sistema social que los protegiera.
• El problema central fue que la crisis de la Bolsa de
Nueva York afectó prácticamente a todo el mundo
capitalista, Estados Unidos había vivido, en la década
de 1920, un notable período de crecimiento económico,
lo que demandaba altas cantidades de materias
primas, especialmente desde los países más pobres y
subdesarrollados, como los latinoamericanos.
• Al desatarse la crisis, Estados Unidos disminuyó
abruptamente su demanda de productos primarios y
arrastró en este proceso a diversas regiones del mundo.
• Para enfrentar la crisis, los bancos estadounidenses no
solo dejaron de ser los financistas del mundo, también
comenzaron a exigir de vuelta los dineros prestados, los
cuales eran difíciles de restituir.
Proyecciones de la crisis

• La crisis económica de 1929 generó enormes repercusiones en todo el mundo, y


en diversos ámbitos, además del económico. Sus consecuencias han generado
proyecciones que se mantienen hasta nuestros días.

• ECONÓMICAS. La actividad económica se resintió en el mundo entero, en


especial, la producción industrial. La paralización de los créditos y las quiebras
bancarias afectaron a la industria y limitaron el consumo de las personas.

• Muchas fábricas tuvieron que cerrar ante la disminución de la demanda. La


baja demanda llevó a su vez a una baja de los precios y beneficios.

• En el campo la situación era similar: la falta de créditos, la caída de la


demanda y de los precios llevó a la ruina a miles de campesinos. Sin poder
mantener sus tierras se vieron transformados en braceros o emigraron a las
ciudades en busca de un trabajo que tampoco existía.

• El desempleo pasó a ser un problema permanente en todas las economías


liberales del mundo, lo que condujo al surgimiento de nuevas teorías
económicas, como la de J. M. Keynes, que abogaba por una mayor
participación del Estado en la regulación de la economía. Así, un nuevo
concepto sobre la naturaleza del capitalismo comenzó a imponerse.
• En Estados Unidos el presidente Franklin Delano Roosevelt
implementó el New Deal –nuevo trato–, que consistía en
una serie de medidas pragmáticas que buscaban
enfrentar la grave recesión mediante la creación de
nuevos puestos de trabajo y el restablecimiento de la
demanda de bienes de consumo.

• Se fomentó el gasto público, el desarrollo de obras


públicas, se implementaron subsidios agrícolas y se
generó un mayor control de las políticas financieras. Si
bien estas medidas contribuyeron a que comenzara a
superarse la crisis, solo la participación de Estados Unidos
en la Segunda Guerra Mundial permitió dejar atrás la
Gran Depresión.
• SOCIALES: Durante la
mayor parte del siglo XX,
las políticas de previsión
social fueron parte del rol
asignado a los gobiernos.
En esa época recién
comenzaba esto a
aparecer en el debate
público, y la crisis del 29
actuó como factor
desencadenante de esta
demanda, factor que hizo
posible la creación de los
Estados de bienestar en
Europa después de la
Segunda Guerra Mundial.
• POLÍTICAS: Las proyecciones de la
Primera Guerra Mundial, agudizadas por la
crisis económica, generaron una gran
inestabilidad social en los años 30.

• Esta habría de tener consecuencias


políticas que condujeron al desprestigio y
desvalorización de los sistemas
democráticos y al surgimiento de gobiernos
totalitarios.

• La aguda crisis del sistema capitalista le


ofrecía a las fuerzas de izquierda nuevas
perspectivas de revolución, pero no solo a
ellas, sino también a nacionalistas,
anticomunistas, militaristas y demagogos.
No es de extrañar entonces que las
penurias que provocó la crisis económica
en la población hayan allanado el camino
al posterior triunfo de los movimientos de la
extrema derecha: nazismo y fascismo.

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