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Este documento habla sobre la ley espiritual de la fe y cómo opera a través de la demanda. Jesús sanó a un hombre ciego de nacimiento para demostrar que la obra de Dios no se detiene donde hay fe. Aunque los discípulos trataron de descalificar al hombre con excusas, Jesús lo sanó obediente a su palabra. Luego, el hombre defendió haber recibido el milagro a pesar de las dudas de los demás.
Este documento habla sobre la ley espiritual de la fe y cómo opera a través de la demanda. Jesús sanó a un hombre ciego de nacimiento para demostrar que la obra de Dios no se detiene donde hay fe. Aunque los discípulos trataron de descalificar al hombre con excusas, Jesús lo sanó obediente a su palabra. Luego, el hombre defendió haber recibido el milagro a pesar de las dudas de los demás.
Este documento habla sobre la ley espiritual de la fe y cómo opera a través de la demanda. Jesús sanó a un hombre ciego de nacimiento para demostrar que la obra de Dios no se detiene donde hay fe. Aunque los discípulos trataron de descalificar al hombre con excusas, Jesús lo sanó obediente a su palabra. Luego, el hombre defendió haber recibido el milagro a pesar de las dudas de los demás.
PRECEPTOS. LOS PRECEPTOS DEL CIELO SE TRANSFORMAN EN LEYES. LEYES ESPIRITUALES QUE FUNCIONAN EN LA TIERRA. HOY HAREMOS UN ABORDAJE DE UNA DE ESAS LEYES. MATEO 17:20 Porque ustedes tienen tan poca fe, les respondió. Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible. HABLAREMOS DE UNO DE SUS MÁS PODEROSOS ENEMIGOS. JUAN 9:1-2 A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. 2 Y sus discípulos le preguntaron: Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? LAS EXCUSAS. DEFINICIÓN.
Una excusa es el motivo o pretexto que se
invoca para evitar una obligación, disculpar una falta o justificar una omisión. DEFINICIÓN.
Las excusas son algo muy personal, y es
necesario aclarar que en algunos casos quien comete un error e intenta justificar sus acciones, lo hace de manera legítima. DEFINICIÓN.
Porque la persona no cree haber actuado de
manera irresponsable o descuidada. DEFINICIÓN.
Así nos desarrollamos, aprendiendo a culpar a
los maestros por nuestras calificaciones bajas, al gobierno por nuestra falta de dinero, a la sociedad por nuestras actitudes vandálicas. DEFINICIÓN.
Y cómo nadie puede escapar de sus
responsabilidades, culpamos a nuestros padres por cualquier problema que no podamos adjudicar a nadie más. Porque las excusas son como una droga. DEFINICIÓN.
Explicación - del latín “explicatio”: acción de
desplegar o desenvolver - etimológicamente viene a significar el hecho de 'desplegar' lo que estaba doblado (plegado, implicado) y oculto en su interior, que no es visible o perceptible a primera vista pero puede serlo a la luz de la razón, haciendo comprensible lo que en un primer momento no lo sería. DEFINICIÓN.
Hay excusas internas: yo no fui, yo no puedo, no
tengo, no tengo tiempo para eso, es muy difícil, la cabeza no me da, voy a esperar un tiempo mejor, no es mi temporada, cuando pueda lo intentaré….etc. DEFINICIÓN.
Hay excusas externas: Vienen por lo que
escuchamos, por lo que vemos, vienen por intimidación, por contructos desactivadores, por campañas publicitarias. DEFINICIÓN.
Ahora bien, tanto las excusas internas como las
externas tienen el propósito de debilitar la ley del cielo llamada fe. JUAN 9:1-2 A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. 2 Y sus discípulos le preguntaron: Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? LA DEMANDA DE LA FE.
La fe pone demanda sobre la unción, es decir
reclama una acción del obrar del poder de Dios. LA DEMANDA DE LA FE.
Jesús solamente vio a este hombre ciego allí
parado y reconoció que éste estaba poniendo demanda sobre la unción para recibir un milagro. LA DEMANDA DE LA FE.
La demanda en el mundo espiritual era tan
fuerte que los discípulos la sintieron, pero reaccionaron de manera errónea, aunque andaban con el maestro. LA DEMANDA DE LA FE.
Se convirtieron en jueces de quien debe o no
recibir un milagro y crearon el argumento de la excusa para descalificar y tratar de mermar la fe de este hombre. LA DEMANDA DE LA FE.
Le endosaron la excusa de que era un pecador y
estaba en pecado para descalificarlo de los que podían optar a un milagro. MATEO 15:22-23 22.- De pronto salió una mujer cananea de aquella región, y a gritos le decía: «¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! ¡A mi hija la atormenta un demonio!» 23.- Pero Jesús no le dijo una sola palabra. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: «Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros.» LA DEMANDA DE LA FE.
Pero cuando la demanda de la fe es grande,
provoca que Dios responda fortaleciendo la fe para recibir su favor. JUAN 9:1-2 3.- Ni él pecó, ni sus padres, respondió Jesús, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida. 4.- Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar. 5.- Mientras esté yo en el mundo, luz soy del mundo. LA RESPUESTA DE JESÚS.
La obra de Dios no se detiene en cualquier
tiempo y lugar donde se exprese fe habrá una manifestación del poder de Dios. JUAN 9:1-2 6.- Dicho esto, escupió en el suelo, hizo barro con la saliva y se lo untó en los ojos al ciego, diciéndole: 7.-Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado). El ciego fue y se lavó, y al volver ya veía. LA RESPUESTA DEL CIEGO.
La obediencia es la clave y lo que cambia todo los
resultados posibles en el mundo espiritual. LA RESPUESTA DEL CIEGO.
No se preguntó si era posible ser sanado con
saliva y barro, no se dijo yo no he oído eso nunca, solamente se levantó y fue a hacer lo que le dijeron. LA RESPUESTA DEL CIEGO.
Solo el que aprende a conocer a Dios en oración
le resulta sencillo seguir las instrucciones para recibir un milagro. JUAN 9:1-2 8.- Sus vecinos y los que lo habían visto pedir limosna decían: «¿No es éste el que se sienta a mendigar?» 9.- Unos aseguraban: «Sí, es él.» Otros decían: «No es él, sino que se le parece.» Pero él insistía: «Soy yo.» JUAN 9:1-2 10 .-¿Cómo entonces se te han abierto los ojos? le preguntaron. 11.- Ese hombre que se llama Jesús hizo un poco de barro, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve y lávate en Siloé.” Así que fui, me lavé, y entonces pude ver. 12 .- ¿Y dónde está ese hombre? le preguntaron. No lo sé, respondió. LA RESPUESTA DEL CIEGO.
Por último hay que aprender a luchar con los
mata fe, que una vez visto el milagro comienzan a sembrar dudas y razonamientos sin sentidos ante una evidencia irrebatible.