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Historia de las

Teorías de la
Cultura
La Ilustración
Cuando los europeos comienzan a explorar y ampliar el comercio de sus
manufacturas, aumento el interés por conocer la diversidad cultural de los
pueblos y civilizaciones nuevos.
En 1492, Colon buscando la ruta de las especies, para llegar a la India y China,
se encuentra con el “Nuevo Mundo” y se incremento aun más el interés por
conocer a los diferentes, a los no-europeos.
A mediados del siglo XVIII, conocido como el Siglo de la Ilustración,
aparecen los primeros estudios sistemáticos sobre las culturas de los otros no-
europeos.
Los estudiosos de dicho siglo: Adam Smith, Adam Ferguson, Jean Turgot y Denis
Diderot sostenían que las diferencias con dichas culturas se debía a sus
diferencias de niveles de conocimiento y racionalidad.
Marvin Harris “Antropología Cultural” (1990), sostiene que:

“El tema común de estas teorías era la idea de progreso… Se creía


que la humanidad, incluyendo a los antepasados europeos,
había vivido en cierto momento en una situación “no civilizada”,
al no existir un conocimiento de la agricultura y la ganadería, de las
leyes y del gobierno. Sin embargo, gradualmente , guiada por el
papel cada vez más importante de la razón en los asuntos
humanos, la humanidad progreso desde un “estado natural” a un
estado de civilización ilustrada. Las diferencias culturales, eran
casi, en buena medida, un resultado de los diferentes grados de
progreso intelectual y moral conseguido por diferentes
pueblos.”
Evolucionismo del siglo XIX
(…) “La idea de progreso cultural fue la precursora del concepto de evolución
cultural que domino las teorías de la cultura durante el siglo XIX. Las culturas se
consideraban generalmente en movimiento a través de diversas etapas de
desarrollo, finalizando con algo que se parecía a los estilos de vida
euroamericanos.

August Comte postulo una progresión de los modos de pensamiento desde el


teológico al metafísico y al positivo (científico).

Hegel trazo un movimiento desde la época en que había un hombre libre (el
tirano asiático), pasando por una época en que había algunos libres (ciudad
estado griega) hasta una época en que todos serian libres (monarquías
constitucionales europeas)”
(…)
“… el antropólogo norteamericano Lewis H. Morgan,
en su libro Ancient Society (La Sociedad Antigua) Morgan
dividió la evolución de la cultura en tres etapas principales:
salvajismo, barbarie y civilización. Estas etapas habían
figurado en los esquemas evolucionistas ya en el siglo XVI,
pero Morgan los subdividió y les confirió un mayor detalle,
haciendo mayor referencia a la evidencia etnográfica que
cualquier otro (el mismo Morgan llevo a cabo durante toda
su vida un estudio sobre los iroqueses que vivían cerca de
su ciudad natal de Rochester, Nueva York)…”
(…)

“… el “salvajismo inferior” se había basado


exclusivamente en recoger alimentos
silvestres, que en el las personas se
emparejaban promiscuamente y que la unidad
básica de la sociedad era la “horda” nómada
que tenia propiedad común sobre sus
recursos… “
(…)
“… Con la invención de la cerámica y el
comienzo de la agricultura llego la transición a la
barbarie. Las prohibiciones del incesto se
ampliaron para incluir a todos los descendientes
por línea femenina, y el clan y la aldea se
convirtieron en las unidades básicas… la filiación
cambia de la línea femenina a la masculina,…
aparece la propiedad privada… “
(…)

“… el desarrollo del gobierno civil y la aparición de


la familia monógama marcaron el comienzo de la
civilización.”
Darwinismo social
Charles Darwin sostiene en su libro “El Origen de las Especies”
(1859) que a lucha por la supervivencia de las especies se da por
selección natural, sobreviviendo los mas aptos. Estuvo muy
influenciado por Thomas Malthus y Herbert Spencer.

Malthus sostenía que la población crecería demasiado y generaría


la lucha por la existencia inevitablemente.

Spencer sostenía que la lucha por la supervivencia conduciría a la


sobrevivencia de los mas aptos.
Critica al Darwinismo social
Piotr (Pedro) Kropotkin, (1907) “El apoyo mutuo. Como factor de
progreso entre los animales y los hombres”, menciona lo siguiente:

“Dos rasgos característicos de la vida animal de la Siberia Oriental y del norte


de Manchuria llamaron poderosamente mi atención durante los viajes que en
mi juventud, realice por esas regiones del Asia oriental.
Me llamo la atención, por una parte, la extraordinaria dureza de la lucha por
la existencia que deben sostener la mayoría de las especies animales contra
la naturaleza inclemente, así como la extinción de grandes cantidades de
individuos, que ocurría periódicamente, en virtud de causas naturales, debido
a lo cual se producía extraordinaria pobreza de vida y despoblación en la
superficie de los vastos territorios donde realizaba yo mis investigaciones.”
(…)
“La otra particularidad era que, aun en aquellos pocos puntos
aislados en donde la vida animal aparecía en abundancia,
no encontré a pesar de haber buscado empeñosamente sus
rastros, aquella lucha cruel por los medios de subsistencia
entre los animales pertenecientes a una misma especie que
la mayoría de los darwinistas (aunque no siempre el mismo
Darwin) consideraban como el rasgo predominante y característico
de la lucha por la vida, y como la principal fuerza activa del
desarrollo gradual en el mundo de los animales….

Debido a esto dedique toda mi atención a establecer, ante todo, la


importancia de la ayuda mutua como factor de evolución,
especialmente de la progresión, dejando para otros
investigadores el problema del origen de los instintos de ayuda
mutua en la Naturaleza.” (pp. 13-17)
Marvin Harris “Antropología Cultural” (1990), sobre el
darwinismo social menciona:
“… apareció un movimiento conocido como darwinismo social,
basado en la creencia de que el progreso cultural y biológico
dependía del libre juego de las fuerzas competitivas en la
lucha del individuo contra el individuo, de la nación contra
la nación, y de la raza contra la raza. El darwinista social más
influyente fue Herbert Spencer, que llego incluso a abogar por
el fin de todos los intentos de proporcionar ayuda y alivio a
las clases desempleadas y empobrecidas y a las llamadas
razas atrasadas, sobre la base de que esta ayuda interfería con el
funcionamiento de la llamada ley de supervivencia del más apto y
de que simplemente prolongaba la agonía y agudizaba la
miseria de aquellos que eran “no aptos”… ” (pág. 546)
El Evolucionismo Marxista
Marvin Harris “Antropología Cultural” (1990), menciona:

“Es importante darse cuenta de que, si bien los escritos de Karl Marx se
oponían diametralmente al darwinismo social, el marxismo fue también
fuertemente influenciado por las nociones prevalecientes en el siglo XIX de
evolución y progreso cultural. Marx vio las culturas pasando por las etapas de
comunismo primitivo, sociedad esclavista, feudalismo, capitalismo y comunismo.
También, como muchos de sus contemporáneos, Marx recalco la importancia
del papel de la lucha en el logro de la evolución y el progreso cultural.
Toda la historia según Marx, era el resultado de la lucha entre las clases
sociales por el control de los medios de producción.
La clase proletaria, cuya existencia había sido provocada por el capitalismo
estaba destinada a abolir la propiedad privada y a provocar la etapa final
de la historia: el comunismo”
(…) “La Ancient society (La sociedad antigua)de Morgan
proporciono la base a Engels para escribir “El origen de la
familia, la propiedad privada y el Estado”, que hasta la mitad
del siglo XX, sirvió como piedra angular de la antropología
marxista.” (p. 547)

Es necesario precisar que Marx en sus Grundrisses (Borradores),


sostenía que la evolución habría sido multipolar, de acuerdo a
la evolución cultural de las civilizaciones orientales y de otras
latitudes.

El papel que le asignaba a la estructura y la superestructura,


descansaba en el aspecto económico, que determinaba la
conciencia social y la ideología predominante en cualquier tipo de
sociedad concreta.
La reacción al Evolucionismo del siglo XIX
Marvin Harris “Antropología Cultural” (1990), menciona:

“A comienzos del siglo XX, los antropólogos tomaron la iniciativa en la


revisión de los esquemas y doctrinas evolucionistas, tanto de los darwinistas
sociales como de los comunistas marxistas. En los Estados Unidos, la
posición teórica dominante fue desarrollada por Franz Boas y sus
discípulos y se conoce como particularismo histórico, Según Boas, los
intentos del siglo XIX de descubrir las leyes de evolución cultural y de
esquematizar las etapas de progreso cultural se basaron en una evidencia
empírica insuficiente. Boas adujo que cada cultura tiene su propia
historia larga y única. Para comprender o explicar una cultura en
particular, lo mejor que podemos hacer es reconstruir la trayectoria única
que ha seguido, Este énfasis en la unicidad de cada cultura supuso una
negativa a la perspectiva de una ciencia generalizadora de la cultura.”
“… Otra característica importante del particularismo histórico es la
noción de relativismo cultural, que mantiene que no existen
formas superiores o inferiores de cultura. Términos como
“salvajismo”, “barbarie” y “civilización” expresan simplemente el
etnocentrismo de la gente que piensa que su forma de vida
es más normal que la forma de vida de otras personas…

El logro más importante de Boas fue su demostración de que la


raza, la lengua y la cultura eran aspectos independientes de
la condición humana. Puesto que entre pueblos de la misma
raza se encontraban culturas y lenguas similares y
diferentes, no existía base alguna para la noción darwinista social
de que las evoluciones biológica y cultural formaban parte de un
proceso simple.” (p. 548)
Difusionismo
Marvin Harris “Antropología Cultural” (1990), menciona:

“Otra reacción de comienzos del siglo XX al evolucionismo del siglo XIX se


conoce como difusionismo. Según sus partidarios, la fuente principal de
diferencias y similitudes culturales no es la inventiva de la mente
humana, sino la tendencia de los humanos a imitarse entre sí. Los
difusionistas consideran las culturas como un mosaico de elementos derivados
de una serie fortuita de préstamos entre pueblos cercanos y distantes.
En el caso critico del origen de las civilizaciones americanas indias,
por ejemplo, los difusionistas adujeron que la tecnología y arquitectura
de los incas del Perú y de los aztecas de México habían sido
difundidas desde Egipto o desde el sureste asiático, en lugar de ser
inventados independientemente.”

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