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LA ARTESANIA EN LA ÉPOCA DE

LA INDEPENDENCIA

Laura Vanesa Sánchez Chacón


Institución Educativa Técnica de
Nobsa
2019
LA ARTESANIA EN LA ÉPOCA DE LA
INDEPENDENCIA.
 La producción artesanal se encontraba en algunas - partes,
en un nivel de desarrollo semejante al del período
mercantilista Europeo. Así, buscaba la ampliación de la
comercialización en el territorio nacional. Pero la
producción capitalista de Europa había crecido hasta el
punto de imponerse dando lugar a un intercambio de
manufacturas y materias primas con todos los países
latinoamericanos, a los que les correspondió la entrega de
sus recursos naturales a cambio de las manufacturas
extranjeras. Tales circunstancias hicieron que la
producción artesanal tuviera una posición secundaria,
hasta los tiempos actuales, con respecto al comercio y la
naciente producción capitalista de Colombia
 el modo de vestir de hombres y mujeres de la época estaba
marcado en las élites por la herencia española, la alta costura que
hacía escuela en Europa.
"Sus vestidos y tocados era importados pues tenían preferencia
por las mercancías provenientes de España -explica Cecilia
Mercado, investigadora-. Usaban mantillas de color azul o negro,
faldas de bayeta, peinetones para el cabello, enaguas, pendientes
de oro, collares y sombreros de fieltro". Cuando iban a tierra
caliente, lucían blusas con flores bordadas adornadas con
encajes, medias de algodón y zapatos de cordobán.
Entre tanto los hombres de la élite -explica el historiador de
moda Augusto Montenegro- vestían de sombrero de copa, frac,
chaleco, calzón tipo torero a la rodilla y apretado y botas de
caballería, que remplazaban por medias de seda y zapatillas con
hebilla cuando tenían una ocasión de gala.
 Otra historia del vestido se cuenta en las clases populares -
representadas por indígenas, negros y sus mezclas también con
el blanco español-. "Ellos confeccionaban sus ropas de diseños
muy sencillos con telas rústicas como la bayeta proveniente de
telares artesanales", dice Mercado.
Montenegro recuerda que ni artesanos ni artesanas usaban
medias y sólo calzaban alpargatas, aunque muchos llevaban los
pies descalzos. Sólo una prenda los unía: la ruana, que era usada
por los campesinos diariamente, mientras que los grandes
señores la vestían cuando montaban caballo y dejaban colgada su
elegante capa.
La opulencia de la clase alta -criolla y española- y la sencillez de
los campesinos se mantuvo como una constante durante ese
siglo, con pequeños, pero muy significativos cambios.
 "Entre 1820 y 1830 -explica Montenegro- las damas
ricas criollas ya no querían parecerse a las españolas y
optaron por el estilo inglés y francés, que recién les
empezaba a llegar por la amistad entre Colombia y
esos países".

Entonces, ancharon sus faldas, marcaron sus cinturas y


empezaron a usar blusas con mangas tipo globo.
Apareció el 'levantacolas' (especie de armazón que
llevaban debajo del vestido) y hacia 1850 regresó el
corsé que se mantuvo hasta alrededor de 1910 cuando
Paul Poiret lo jubiló. En los hombres el único cambio
importante durante el siglo fue la llegada del pantalón
largo (en 1820).

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