3000 AÑOS (ANTES DE CRISTO, ANTES DE

TARJETAS)
• Comenzamos alineando el comienzo
de la tarjeta de felicitación con el
inicio de la lengua escrita unos
3000 años antes de Cristo. En el
principio sabemos que los sumerios
escribieron mensajes en tablillas
de arcilla en la misma manera que
hombres de las cavernas escribió
símbolos en las paredes de las
cuevas. Tal vez estos mensajes no
fueron escritos por el bien de una
celebración, o, de hecho, como el
primer tipo de tarjetas de
felicitación y están escritas para
transmitir un mensaje a los demás
y se han contenido los mensajes
personales como tarjetas
contemporáneas hacen.
• Sumeria es una región histórica de Oriente Medio, parte sur de la antigua
Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La
civilización sumeria está considerada como la primera civilización del
mundo.
INFLUENCIA EGIPCIA

• La primera evidencia real

de tarjetas personalizadas como los
conocemos nos retrotrae a la
época de los egipcios. Utilizaron
papiro, un material similar al papel,
para escribir mensajes personales a
otros durante las celebraciones de
Año Nuevo. En esta época del año
marcó nuevos ciclos de vida en la
naturaleza e intercambiaron estos
mensajes escritos junto con los
presentes para celebrar.
 ORIGEN CHINA
• La derivación de tarjetas en la
cultura china puede ser
rastreado de vuelta a una
antigua leyenda china cuando
fueron enviados en el fondo de
comercio para evitar una bestia
salvaje llamado “Nian” (“año”),
que se cree que han atacado y
matado a los aldeanos al final de
cada año. Tarjetas fueron
distribuidos al comienzo de cada
nuevo año como una forma de
desear buena suerte a los
aldeanos de en el año de seguir. Es
este viejo cuento popular, y el
monstruo mitológico, que compró
sobre el Año Nuevo chino, que
ahora está bien arraigada en su Nian es la bestia mitológica china que puede ser evitado
cultura, y el inicio de la tarjeta antes con mensajes con guión de la buena suerte
de felicitación.
Y A LO LARGO VIENE EL PAPEL

• Con el tiempo las civilizaciones

comenzaron a utilizar diferentes
materiales para escribir mensajes
incluyendo la piel de animales, huesos de
animales y la corteza batida. Sin embargo,
fue la invención del papel en 105 dC que
transformó la palabra escrita como una
forma de saludo. De esta época en
adelante los chinos inventaron muchos
formatos de papel, y después de 750 AD
los japoneses desarrollaron aún más la
idea. Una vez que el papel había llegado
el resto de Asia, y luego Europa, se
convirtió en un material indispensable y
estaba siendo producido en masa por el
siglo XIII.
TARJETAS HECHAS EN CASA PARA LAS ÉLITES

• Fue en el siglo 14 que las tarjetas hechas

en casa, algo parecido a la tarjeta de
felicitación moderna, hicieron acto de
presencia. Los alemanes comenzaron a
imprimir saludos de Año Nuevo en
xilografía y saludos de papel comenzaron
a intercambiarse también. Incluso San
Valentín se celebra en este momento,
pero las tarjetas de esta variedad, o
cualquier variedad de hecho, eran caros
porque se hacían a mano y entregadas
por los funcionarios, por lo que fueron
pocos y distantes entre sí. Sólo aquellos
con un alto estatus social sería enviar o
recibir un saludo tal, que resulta en la
tarjeta de felicitación de convertirse en un
símbolo de la riqueza.
 LA TECNOLOGÍA JUEGA SU PARTE EN LA
HISTORIA DE LA TARJETA DE FELICITACIÓN
• Por el siglo 18 , los avances en la tecnología de impresión, la reducción de las
tarifas postales y la disponibilidad de los sellos postales permitió a la gente para
intercambiar tarjetas de felicitación. Sin embargo, esta forma de comunicación
fue reservado para los ricos solos ya que las tarjetas eran hechos a mano y por lo
general caro . En otras palabras, la práctica sigue siendo limitada.
 • Quien en el año 1843
encargó a un amigo
pintor, que le dibujara y
pintara una escena
navideña, que luego
mandaría a reproducir
en una imprenta, para
después escribirle unos
breves deseos de
felicidad, firmarlas y
enviarlas a los amigos y
familiares.
John Calcott Horsley,
SIR HENRY COLE,
Horsley hizo 1.000 tarjetas y, las
que no utilizó Cole, las vendió a un
chelín cada una. Eran unos
grabados coloreados a mano que
representaban una familia que
brindaba por sus amigos ausentes.
La imagen fue criticada por
muchos puritanos, que decían que
fomentaba la bebida
. En 1862 se empezaron a imprimir
tarjetas navideñas de serie, que
fueron un éxito inmediato. En 1893
la costumbre recibió la
confirmación real cuando la Reina
Victoria encargó 1.000 tarjetas a
una imprenta británica.