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Juan 13:15

CITAS BÍBLICAS
Juan 13:3 sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas
las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios
iba, 4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando
una toalla, se la ciñó. 5 Luego puso agua en un lebrillo, y
comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con
la toalla con que estaba ceñido. 6 Entonces vino a Simón
Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? 7
Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo
comprendes ahora; mas lo entenderás después. 8 Pedro le
dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no
te lavare, no tendrás parte conmigo. 9 Le dijo Simón Pedro:
Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse
los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis,
aunque no todos. 11 Porque sabía quién le iba a entregar; por
eso dijo: No estáis limpios todos.
CITAS BÍBLICAS

12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su
manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he
hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís
bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he
lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies
los unos a los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, para que
como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 De cierto,
de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el
enviado es mayor que el que le envió. 17 Si sabéis estas
cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
EL LAVATORIO DE PIES

El Lavatorio de Pies fue instituido por Jesús la noche de la


Última Cena y la iglesia lo considera una ordenanza
neotestamentaria que se nos requiere observar. Así como la
Cena del Señor representa nuestra comunión con Jesús, el
Lavatorio de Pies representa nuestra unidad común
(comunidad) de los unos con los otros como seguidores y
copartícipes junto a Él. Jesús envió a dos de Sus
discípulos al hogar de un amigo especial en Jerusalén para
que prepararan la cena de la Pascua (Marcos 14:12 –17).
Estos preparativos debieron haber incluido un lebrillo
(recipiente), un cántaro de agua y una toalla para el lavatorio
de pies acostumbrado. De acuerdo al versículo diecisiete
citado anteriormente, los doce vinieron con Jesús, pero no se
menciona el Lavatorio de Pies.
Lucas nos dice que hubo angustia entre los discípulos cuando Jesús
anunció que uno de ellos Lo traicionaría, y también hubo una
discusión entre ellos sobre quién sería el más grande (Lucas 22:21–
24). Jesús les enseñó a ser siervos como su relación correcta
(versículos 25 –27) y les demostró Su postura como Siervo entre
ellos al lavarles los pies (Juan 13:3–5). Al establecer este espíritu de
servicio entre ellos, Cristo les dijo: “… ¿Sabéis lo que os he hecho?
Vosotros me llamáis, Maestro, y, Señor: y decís bien; porque lo soy.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros
también debéis lavar los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os
he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Si
sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis” (Juan
13:12 –15, 17). La iglesia promueve que el Lavatorio de Pies sea
observado en el mismo servicio que se celebre la Cena el Señor
hasta donde sea posible en una forma honrosa y ordenada.
COMENTARIO
The Sword of the Lord with an electronic edge – Diario Vivir

Juan 13.1-17 Jesús fue el siervo modelo y mostró su disposición de


servicio a sus discípulos. Lavar los pies de los huéspedes era una
tarea que debía llevar a cabo un sirviente de la casa cuando llegaban
los invitados. Pero Jesús se colocó una toalla a la cintura, del modo
que lo haría el más humilde de los esclavos, para luego lavar y secar
los pies de sus discípulos. Si incluso El, Dios hecho carne, está
dispuesto a servir, nosotros sus seguidores también debemos ser
siervos, dispuestos a servir de cualquier modo que glorifique a Dios.
¿Está usted dispuesto a seguir el ejemplo de servicio de Cristo? ¿A
quién puede servir hoy? Hay una bendición especial para los que no
solo están de acuerdo en que el servicio humilde es característico de
Cristo, sino que también van más allá y lo cumplen (13.17).
Juan 13.12ss Jesús no lavó los pies de sus discípulos con el único fin
de promover la amabilidad entre ellos. Tenía una meta mucho mayor
que era extender su misión sobre la tierra después que El se
marchara. Estos hombres tendrían a su cargo la tarea de ir por el
mundo sirviendo a Dios, sirviéndose los unos a los otros y a todas las
personas a las que llevasen el mensaje de salvación.

Juan 13.6, 7 Imagínese que usted es Pedro que observa a Jesús lavar
los pies de los demás, y que este va acercándosele cada vez más. A
Pedro debe haberle confundido que su Maestro estuviera realizando
tareas de esclavo. Todavía no comprendía la enseñanza de Jesús de
que para ser un líder, debía ser un siervo. Este no es un pasaje
agradable para los líderes a los que les cuesta servir a los que están
bajo su dirección. ¿Cómo trata a los que trabajan bajo sus órdenes,
sean estos hijos, empleados o voluntarios?
LECCIONES ENSEÑADAS EN EL ACTO DEL LAVATORIO
DE PIES.
A.LA OBEDIENCIA. “Si no te lavare...” Compare esto con lo
que Samuel le dijo a Saúl. “Ciertamente el obedecer es mejor
que los sacrificios...” La obediencia es la razón número uno
para observar el acto del lavatorio de pies.
B.LA HUMILDAD. No hay un acto más grande que ese del
lavatorio de pies para traer al pueblo de Dios a una posición
de humildad.
C.EL AMOR. Cuando Jesús se inclinó para lavar los pies de
aquel que luego traicionaría a Él, no cabe duda de que, Él se
acordó de las palabras que Él había hablado en el Sermón
del Monte. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mt.
5:44).
LECCIONES ENSEÑADAS EN EL ACTO DEL LAVATORIO DE PIES.

D. LA IGUALDAD. En Lucas 22:24-30, inmediatamente seguido de la Cena


del Señor, hubo entre los apóstoles una disputa acerca de quién de ellos
sería el mayor. Jesús indicó que esto sería algo natural de esperar del
mundo, y Él dijo: “Pero entre vosotros no será así” (v. 26). Gálatas 3:28
dice, “Ya no hay judío, ni griego; no hay esclavo, ni libre; no hay varón, ni
mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.

E.LA SUMISIÓN. Sumisión es el sometimiento de nosotros mismos a la


autoridad de otra persona, a Cristo y a otros. (Véase a Juan 13:12-17). El
lavar los pies de los santos, más que cualquier otra práctica de la Iglesia,
nos ayuda a someternos los unos a los otros, a aquéllos sobre nosotros
en el Señor, y a Dios

F. EL SERVICIO. El vocablo servicio significa servir a otra persona. Jesús


voluntariamente se humilló a sí mismo, tomando forma de siervo, cuando
Él se arrodilló al frente de estos hombres para servirles mediante el acto
de lavar sus pies.
LOS REQUISITOS ESPIRITUALES.

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros


también debéis lavar los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he
dado, para que también vosotros hagáis como yo os he hecho”. (Juan
13:14, 15)

A. LOS REQUISITOS ESPIRITUALES. Jesús estaba demostrando


obediencia, humildad, amor, igualdad, sumisión, y servicio. Para tener
este mismo espíritu requeriría una relación con esa misma que Jesús
nos llamó a lavarnos los pies los unos a los otros.

B. LA OBSERVANCIA DEL LAVATORIO DE PIES (JUAN 13:4-7)

a. EJEMPLO NOS FUE DADO. Después de haberles lavado los pies


Él dijo: “Ejemplo os he dado”. El vocablo ejemplo significa modelo,
patrón, o copia. Esto es tan sencillo y simple que no cabe duda de
que nosotros no lo podemos entender mal. Él lavó los pies de ellos
con agua literal y se los secó con una toalla literal. Esta es la copia,
el patrón, o el modelo que debemos seguir.
LOS REQUISITOS ESPIRITUALES.

b. ERA UNA ORDENANZA.

«Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies,


vosotros también debéis lavar los pies los unos a los otros. Porque
ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros
también hagáis....Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois, si
las hiciereis»

c. EL BENEFICIO

Lo bueno que resultó de la observancia no era un beneficio literal


de la limpieza física, porque ya ellos se habrían lavado sus propios
pies para eso. La bendición ganada era espiritual. Fíjense que
Jesús dijo: “para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis”. ¿Han experimentado la felicidad de lavar los pies de los
santos?

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