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UNIVERSIDAD BOLIVIANA DE INFORMATICA

MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNICA


HISTOLOGIA VETERINARIA

CARTILAGO Y HUESO

MVZ Pablo Israel Averanga Nina


ASPECTO MACROSCÓPICO DEL HUESO
El hueso puede clasificarse con arreglo a su morfología externa:

• Huesos largos, formados por un eje delgado, la diáfisis, y dos cabezas, las epífisis
• Huesos cortos, de anchura similar a su longitud
• Huesos planos, compuestos por dos placas planas de hueso compacto entre las que se
encuentra una capa de hueso esponjoso
• Huesos irregulares, sin una morfología definida
• Huesos sesamoideos, formados en el interior de los tendones
Según su densidad, el hueso puede ser denso, como es el caso del hueso compacto, o
espongiforme, como el hueso esponjoso. Este ultimo se rodea siempre de hueso compacto.

La cavidad medular de los huesos largos, tapizados por una capa delgada de hueso esponjoso,
alberga la medula ósea roja en los individuos jóvenes, que se convierte en la medula ósea
amarilla en el adulto como consecuencia de la acumulación de lípidos en esta cavidad con el
paso del tiempo.
La medula ósea fabrica las células sanguíneas, mientras que la amarilla no esta implicada en la
hematopoyesis
El hueso esponjoso posee espacios medulares
tapizados por osteoblastos en reposo; el tejido óseo
que se forma en el perímetro de estos espacios consta
de unas laminas óseas irregulares más pequeñas y
alargadas, la trabéculas.

Los extremos articulares de las epífisis se componen


de una delgada capa de hueso compacto que recubre
al hueso esponjoso y sobre la que se dispone una capa
de cartílago hialino.

La superficie externa de la diáfisis y las superficies que


no se articulan de las epífisis se recubren de un
periostio formado por dos capas que se inserta en el
hueso por medio de fibras de colágeno, las fibras de
Sharpey
La capa fibrosa externa del periostio esta formada por tejido conjuntivo fibroso irregular denso
cuyos elementos vasculares irrigan la región externa del hueso compacto.

La capa celular interna posee celulas osteoprogenitoras y osteoblastos


TIPOS DE HUESO SEGUN LA MORFOLOGIA MICROSCOPICA
La morfología microscópica del hueso permite distinguir dos tipos: hueso primario y hueso
secundario.

El hueso primario (hueso inmaduro o entrelazado) es el primero que se forma a lo largo del
desarrollo y durante el proceso de reparación ósea. Se distingue por la predominancia del
componente celular, el menor grado de calcificación y la distribución aleatoria de las fibras de
colágeno. Es sustituido por hueso secundario, con excepción de los alveolos dentales y las
inserciones tendinosas.

El hueso secundario (hueso maduro o laminar) es un tejido muy organizado en laminas óseas
concéntricas; su mayor grado de calcificación y la disposición ordenada de las fibras de colágeno
le confieren una dureza mayor que la del hueso primario.

Los osteocitos se comunican a través de sus proyecciones osteocıticas que forman uniones gap
entre sı en unos angostos canales denominados canalículos.
Sistemas laminares del hueso compacto

El hueso compacto se compone de unas capas muy delgadas de hueso conocidas como laminas
que se disponen en cuatro sistemas laminares

• laminas circulares externas


• laminas circulares internas
• Laminas intersticiales
• osteonas (sistemas de canales de Havers)
a) La capa calcificada más externa de la diáfisis, situada
inmediatamente por debajo del periostio, es el sistema laminar
circular externo, en el que se insertan las fibras de Sharpey.

b) Las laminas óseas que rodean a la cavidad medular conforman el


sistema laminar circular interno.
El hueso esponjoso que reviste este sistema proyecta trabéculas
hacia dicha cavidad.
c) Los sistemas de canales de Havers (osteonas), representan el principal sistema laminar del
hueso compacto. Están formados por laminas similares a obleas de hueso calcificado que originan
cilindros concéntricos con un canal de Havers central que recibe inervación e irrigación y esta
tapizado por células osteoprogenitoras y osteoblastos.

Las osteonas reflejan las ramificaciones y bifurcaciones de la irrigación vascular. Están limitados
por una línea de cementación, formada por una sustancia fundamental calcificada que contiene
escasas fibras de colágeno. .
Las fibras de colágeno presentan una estructura helicoidal muy organizada; en un corte
transversal, las fibras son paralelas entre sı dentro de cada lamina, pero están orientadas en
perpendicular a las de las laminas adyacentes. La variación de la inclinación de la hélice da lugar
a este patrón, que reduce la probabilidad de fractura ósea.

Los canales de Havers están conectados a los de la osteona adyacente por medio de canales
oblicuos, los canales de Volkmann, que hacen posible la irrigación de otros canales de Havers.
El proceso de formación de las osteonas es el siguiente: en primer lugar se desarrolla la lamina
mas externa, mas cercana a la lınea de cementación; las laminas siguientes se adosan a las ya
formadas; la lamina mas interna, en contacto con el canal de Havers, es la ultima en sintetizarse.

Dado que el mantenimiento de los osteocitos depende de los ineficientes canalículos, el grosor
de cada osteona no suele superar las 20 laminas.

d) El hueso esta sometido a una remodelación continua a medida que los osteoclastos
reabsorben osteonas y son sustituidos por osteoblastos. Los restos de las osteonas que han
sufrido este proceso permanecen en forma de fragmentos laminares con aspecto de arco, las
laminas intersticiales, rodeados de osteonas no reabsorbidas
HISTOGENIA DEL HUESO

El hueso se desarrolla a lo largo de la etapa embrionaria mediante formación intermembranosa de


hueso o bien formación endocondral de hueso.
A pesar de que ambos procesos difieren notablemente, histológicamente sus productos finales son
idénticos. De manera independiente de la vía de formación, el primer hueso que se forma es el
primario; posteriormente se reabsorbe y sustituye por hueso secundario, un tejido maduro sometido
continuamente a reabsorción y remodelación como respuesta a las fuerzas ambientales a las que se
enfrentara a lo largo de la vida.
• La mayoría de los huesos planos se desarrolla mediante el proceso de formación intramembranosa de
hueso.
• El proceso comienza en un entorno muy vascularizado de tejido mesenquimatoso en el que las
células mesenquimatosas están en contacto entre sı.
• Estas células expresan los reguladores maestros osteogenicos, factores de transcripción, y se
diferencian en osteoblastos, las células encargadas de secretar la matriz ósea.
• En ausencia del factor osterix, las células mesenquimatosas se convierten en preosteoblastos que no
pueden diferenciarse en osteoblastos funcionales capaces de secretar la matriz.
• La osteogenia se pone en marcha a medida que la matriz inicial establece complejos
trabeculares en cuyas superficies se alojan los osteoblastos. Esta área representa un centro de
osificación primaria en el que se forma hueso primario. .
• La calcificación se inicia tras la secreción del osteoide, de modo que los osteoblastos quedan
atrapados en las lagunas. Estas y la matriz que las rodea reciben el nombre de osteocitos. La
matriz se calcifica y se crean canalículos alrededor de las proyecciones de los osteocitos.
• Las trabéculas crecen y proliferan para formar redes alrededor de los elementos vasculares,
que se convierten en médula ósea.
• Los huesos planos de mayor tamaño, como los que integran el cráneo, precisan de otros
centros de osificación. Estos centros se fusionan para originar un único hueso conforme
avanza la formación del hueso, salvo en el caso de las fontanelas del cráneo neonatal, en el
que los centros de osificación de los huesos frontal y parietal no se fusionan hasta después del
nacimiento con la sustitución de los puntos blandos por hueso.
• Las regiones del tejido conjuntivo mesenquimatoso que no intervienen en la osteogenia
originan el periostio y el endostio.
Formación endocondral de hueso

La mayoría de los huesos del organismo, exceptuando a los huesos planos, se desarrollan a
través de la vı ´a de formación endocondral de hueso, un proceso dividido en varias etapas.

• Un molde de cartílago hialino actúa como esqueleto para la formación del hueso.
• A medida que el hueso en formación va adquiriendo estabilidad para sostener al organismo,
el molde cartilaginoso se reabsorbe y sustituye por tejido o 'seo.
• La primera zona del cartílago que se sustituye corresponde a la diáfisis, el centro primario
de osificación, y posteriormente se forma hueso en las epífisis, los centros secundarios de
osificación.

El proceso de formación endocondral de hueso consta de una secuencia dinámica de


acontecimientos relacionados que se pone en marcha durante el desarrollo fetal y continua
hasta la vida adulta, en la que se prolonga en función de las necesidades de reparación ósea.
Estos mecanismos actúan en el adulto, ya que el hueso es un tejido dinámico sometido a una
constante remodelación para adaptarse a las presiones ambientales.
Crecimiento longitudinal del hueso

El crecimiento longitudinal del hueso se debe a la proliferación de los condrocitos de la placa epifisaria. La
superficie epifisaria de la placa esta formada por cartílago, mientras que la cara diafisaria se compone de hueso.
La placa epifisaria se divide en cinco regiones que comienzan en el lado epifisario
• Zona de reserva del cartílago. Los condrocitos en mitosis activa se distribuyen de forma aleatoria.
• Zona de proliferación. Los condrocitos secretan la proteína Indian hedgehog, que impide la hipertrofia de estas
células e induce la secreción de la proteína relacionada con la PTH (PR-PTH), la cual favorece la división celular
en los condrocitos de la zona de proliferación.
• Zona de maduración e hipertrofia. Los condrocitos en fase de maduración acumulan glucógeno y expresan los
factores de trascripción, que les permiten hipertrofiarse. Asimismo, estos condrocitos liberan fibras de colágeno
de tipo X y el factor de crecimiento del endotelio vascular, el cual favorece la vascularización.
• Zona de calcificación. Las células hipertrofiadas atraen macrófagos, los cuales destruyen los tabiques
calcificados de las lagunas hipertrofiadas adyacentes; los condrocitos sufren procesos de apoptosis y mueren.
• Zona de osificación. Las células osteoprogenitoras pasan a la zona de osificación y se diferencian en
osteoblastos, los cuales sintetizan matriz ósea que posteriormente se calcificara sobre la superficie del cartílago
calcificado. El complejo cartílago calcificado/hueso calcificado se reabsorbe y sustituye por hueso.
Crecimiento transversal del hueso

El crecimiento longitudinal del hueso se lleva a cabo por medio de la proliferación intersticial
del cartílago de la placa epifisaria, mientras que el crecimiento transversal se sustenta en el
crecimiento aposicional por debajo del periostio. Los osteoblastos procedentes de células
osteoprogenitoras del periostio secretan matriz ósea en la superficie del hueso, un proceso
que recibe el nombre de formación intramembranosa subperiostica de hueso y continua a lo
largo del desarrollo y el crecimiento del hueso.

Los procesos de resorción y deposito del hueso deben mantenerse equilibrados a lo largo de
la vida.

La formación de hueso en la superficie externa de la diáfisis debe compensarse con la


actividad de resorción ejercida por los osteoclastos en la cara interna para elongar la cavidad
medular
REPARACION OSEA

Los danos graves ocasionados al hueso pueden provocar el desplazamiento de los extremos
del hueso fracturado o la separación de fragmentos óseos del hueso dañado o ambos. Además,
la sección de los vasos sanguıneos en la zona de fractura da lugar a una hemorragia local con
formación de un coagulo que rellena el área dañada
• La irrigación de la zona se interrumpe de manera retrograda hasta un punto de anastomosis
que permita el establecimiento de una nueva vía de irrigación
• La irrigación de muchos sistemas de Havers desaparece, lo que origina la muerte de los
osteocitos, que dejan lagunas vacías y amplían el área dañada.
• La desaparición de la irrigación afecta en menor medida al periostio y la medula ósea, ya
que disfrutan de una profusa vascularización procedente de distintas áreas.
• A lo largo de los 2 dıas siguientes a la lesión, pequeños capilares y fibroblastos invaden el
coagulo que ocupa la zona dañada y se forma tejido de granulación.
• La capa osteogenica del periostio, el endostio, y las células indiferenciadas de la medula ósea
proliferan y dan lugar a células osteoprogenitoras, las cuales se diferencian en osteoblastos.
• Los nuevos osteoblastos secretan matriz ósea, que cementa el hueso muerto en el área dañada
para crear hueso sano, un proceso que comienza con la formación de un collar óseo –el callo
externo–.
• De manera simultanea, células pluripotenciales procedentes de la medula ósea y células
osteoprogenitoras derivadas del endostio invaden el coagulo de la cavidad medular para
crear el callo interno, formado por trabéculas óseas, a lo largo de la semana siguiente a la
lesión.
La tasa de proliferación de las células osteoprogenitoras en el callo externo es mayor que la de
vascularización, por lo que algunas de las células osteoprogenitoras alejadas de los lechos
capilares están expuestas a una tensión de oxıgeno mas baja. Estas células se diferencian en
células condrogénas que dan lugar a condroblastos y secretan matriz de cartílago en la
superficie del collar óseo.
Las células osteoprogenitoras irrigadas por capilares continúan proliferando para ampliar su
población. El callo externo consta de tres capas
• Capa de collar óseo cementada al hueso
• Capa intermedia de cartílago
• Capa superficial con células osteogénicas
La matriz de cartílago adyacente al hueso del collar se calcifica y se sustituye por hueso
primario mediante formación endocondral de hueso. En ultima instancia, los fragmentos óseos
terminan por unirse a través de hueso esponjoso. Por ultimo, el área dañada se remodela a través
de la sustitución del hueso primario por hueso secundario y la resorción del callo. La zona
afectada recupera finalmente su morfología y su capacidad de resistencia iniciales. La
reparación satisfactoria de las lesiones óseas depende de la formación intramembranosa y
endocondral de hueso.
ARTICULACIONES

El hueso puede articularse con otro hueso en una articulación móvil o bien puede acercarse a
otro en una articulación inmóvil. La clasificación de las articulaciones se sustenta en la ausencia
de movimiento (sinartrosis) o el movimiento libre (diartrosis) de los dos huesos de la
articulación

Las articulaciones de sinartrosis se dividen en tres subgrupos:

• Sinostosis: el movimiento es reducido o inexistente; el hueso es tejido que une la articulación


(p. ej., huesos parietal derecho e izquierdo del cráneo adulto).
• Sincondrosis: el rango de movimiento es limitado; el tejido que une la articulación se compone
de cartílago hialino (p. ej., articulación esternocostal).
• Sindesmosis: el rango de movimiento es escaso; el tejido que une la articulación esta formado
por tejido conjuntivo denso (p. ej., articulación tibiofibular inferior unida por el ligamento
interóseo).
Las articulaciones de diartrosis son las mas
abundantes en las extremidades
Las superficies que se articulan de los huesos de
estas articulaciones presentan una cubierta
permanente de cartílago hialino (cartílago
articular). Los ligamentos unidos ambos huesos
suelen mantener en contacto entre ellos. Existe una
capsula articular que rodea y sella la articulación.
La capa fibrosa externa de esta capsula consta de
tejido conjuntivo fibroso, que se continua con el
periostio de ambos huesos de la articulación. La
capa interna, la capa sinovial celular (membrana
sinovial), recubre todas las superficies articulares
exceptuando a las superficies que se articulan.
La capa sinovial esta formada por dos tipos celulares:

• Las células de tipo A son macrófagos que fagocitan residuos presentes en la cavidad articular.
• Las células de tipo B secretan líquido sinovial.

El líquido sinovial aporta nutrientes y oxígeno a los condrocitos del cartílago articular. Presenta
leucocitos, abundante acido hialurónico y lubricina, una glucoproteína que se combina con el
plasma extravasado para lubricar la articulación.

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