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2018
LIC. GLADIS APAZA
Desde mediados de siglo aparece un cambio de enfoque en relación a la sexualidad en la
vejez y el erotismo tendiende a la desmitificación y la búsqueda de variables positivas.
Cobran importancia las investigaciones realizadas por Alfred Kinsey, rompen el modelo de
investigación clínica de la sexualidad y promueven una lectura más abierta de la
sexualidad. Se quiebra con el estereotipo de la imposibilidad y de la perversión, para
pasar a un sujeto que no encuentra estímulos por la represión social imperante.
¿DEMASIADO VIEJO PARA CAMBIAR? MASTERS Y JOHNSON
Long (1976) que la “expresión sexual” incluye “el humor, la broma, el guiño
de ojos, la mejor postura, los matices en la conversación y un estado
emocional positivo”, necesarios en un momento como la vejez, donde la
relación con el otro puede verse perturbada.
El concepto de “calidad de vida” aparece asociado a una vida sexual rica
en la vejez (AARP, 1999), el encuentro de nuevas parejas en esta etapa
asume un sentido ligado al romanticismo y a la sexualidad, así como a una
nueva posición frente a las expectativas de vida y ante la propia familia.
Esta nueva mirada de la sexualidad y del amor implica la construcción de
un relato adecuado a los nuevos tiempos, donde la noción de edad pueda
volverse irrelevante para definir el erotismo.
• Iacub (doctor en psicología), propone situar el eje en el erotismo y no en
la sexualidad de los mayores, porque considera que el erotismo «incluye
tanto el deseo como el amor, o las múltiples variaciones en las que este
se transmute».
LA REVOLUCIÓN SEXUAL EN LA VEJEZ
• Al iniciarse la ultima mitad del S XX, aún permanecía el rechazo hacia el
erotismo en la vejez, el horror estético, la discapacidad para lo sexual y
la aceptación de la representación tierna, infantilizada y desensualizada
de los mayores.
ES LO MISMO
SEXUALIDAD EROTISMO