Sunteți pe pagina 1din 12

Duelo

Según William Worden

Diplomado, Duelos y Crisis


Mariana García Prada
Esteban Tamayo Marín
Duelo según William Worden:
Es aquello que el doliente debe resolver para poder
elaborar de una forma adecuada su pérdida.
Para el autor, duelo no es un estado donde la persona se
sumerge en una pérdida, sino que es un estado activo
donde tiene que realizar la elaboración de un proceso
estructurado, y en el transcurrir de éste proceso deberá
hacer unas tareas que serán una estrategia clave para la
elaboración de la pérdida, propiciándole al individuo un
equilibrio interno. Las tareas no siguen un orden estricto.
Para Worden existen cuatro tareas básicas.
Duelo normal:
Sentimientos:
Tristeza, enfado, culpa y autorreproche: real e irracional, ansiedad, soledad:
emocional y social, fatiga, impotencia, shock, anhelo, sensación de
emancipación, alivio.
Sensaciones físicas:
Vacío en el estómago, opresión en el pecho, opresión en la garganta,
hipersensibilidad al ruido, sensación de despersonalización, falta de aire,
debilidad muscular, falta de energía, sequedad de la boca.
Cogniciones:
Incredulidad, confusión, preocupación, sentido de presencia, alucinaciones.
Conductas:
Trastornos del sueño, trastornos alimentarios, conducta distraída, aislamiento
social, soñar con el fallecido, evitar recordatorios del fallecido, buscar y
llamar en voz alta, suspirar, hiperactividad desasosegada, llorar, visitar lugares
o llevar consigo objetos que recuerden, atesorar objetos que le pertenecían.
Las cuatro tareas propuestas por
William Worden son:
Tarea 1:
Aceptación sobre la realidad de la pérdida.
Es la primera tarea y la más básica que el doliente deberá realizar para poder
seguir con su proceso de duelo. Es importante la realización de la presente
tarea, debido a tener la tendencia de negarse ante la pérdida.

Tarea 2:
Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida.
Las emociones y el dolor a la pérdida se deberán trabajar, Worden se refiere
al dolor emocional y al dolor físico que en ocasiones es experimentado tras una
pérdida significativa. Worden nos propone hacer un reconocimiento de los
sentimientos experimentados por el doliente, y no intentar evitarlos, al
contrario, dejar que el doliente sienta el dolor plenamente y hacerle ver de una
u otra forma que algún día pasará.
Las cuatro tareas propuestas por William
Worden son:
Tarea 3:
Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente.
Worden propone brindar una adaptación por parte del doliente, donde éste
deberá ejercer el rol que le corresponde, independientemente de tener cierta
vinculación con el fallecido. En ésta tarea, para un acompañamiento idóneo por
parte del terapeuta al doliente, se deberá entender que no es lo mismo el
ejercicio de un rol de padre, de pareja o de hijo, a cada uno se deberá atender
con la atención necesaria.

Tarea 4:
Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo.
Worden propone básicamente continuar la vida satisfactoriamente por parte
del doliente, es normal experimentar dolor, pero que ése dolor no impida la
vivencia de sentimientos positivos en el desarrollo de su vida funcional.
Tipos de duelo
Duelo Retrasado
Es posible, por parte del doliente, haber externalizado una reacción emocional
al vivir la perdida, pero la intensidad de ésta emoción externalizada no ser
suficiente.
Un individuo, únicamente no experimenta reacciones emocionales retrasadas
ante una perdida, también se pueden experimentar viendo la tele, en una obra
de teatro o al ver un individuo sufrir una pérdida.
Es importante para el terapeuta, ayudar al doliente a expresar emociones que
en su momento no fueron expresadas.

Duelo Exagerado
En éste tipo de duelo, la persona se siente desbordada emocionalmente y su
conducta no es adaptativa. Hay conciencia por parte del doliente que sus
síntomas son generados por la pérdida y buscan ayuda profesional en terapia.
Incluyen trastornos psiquiátricos mayores que su inicio es debido a una
pérdida, éstos son: trastornos de ansiedad, depresión clínica, abuso de alcohol,
entre otros.
Duelo complicado:

El doliente, en el momento de ser entrevistado, se refiere al fallecido con un


dolor intenso y reciente. Es notable en el transcurso de la entrevista clínica las
pérdidas que el doliente externaliza. Es importante identificar esas pérdidas.
El doliente es renuente al desprendimiento de posesiones materiales
pertenecientes al fallecido. Se deberá de igual forma tener en cuenta
factores religiosos y culturales.
Si el doliente toma la actitud de deshacerse de las pertenencias del fallecido
de forma inmediata, también se puede tomar como un indicador de un duelo
anormal.
Si por dictamen médico, llega arrojar síntomas físicos similares aquellos
experimentados por el fallecido antes de la muerte.
Si el doliente realiza cambios radicales en su vida o toma una conducta
evitativa con los amigos o miembros de la familia, o también evitar
actividades sociales que posean cercanía con el fallecido.
Si presenta culpa persistente o una falsa euforia
Si ejerce comportamientos compulsivos dirigidos a una imitación del
fallecido. .
Impulsos destructivos.
Si experimenta en las fechas o eventos que compartía con el fallecido
tristeza inexplicable.

Fobias relacionadas a enfermedad o muerte.


Para el terapeuta, el conocimiento de circunstancias que rodean a la
muerte del fallecido, podrá ayudarlo en la identificación de un duelo no
resuelto.
Duelo Enmascarado

El doliente vivencia síntomas y conductas causantes de


dificultades en su vida funcional. Pero éste no es
consciente que se relacionan a la pérdida.

Es posible desarrollar síntomas no afectivos, que se


aprecian como equivalentes afectivos del duelo.

Aquellos sentimientos que el doliente no externaliza de


forma abierta,
serán externalizados de alguna forma. Aparecen de dos
maneras.
Enmascarados como síntoma físico o mental.
Mediante algún tipo de conducta no adaptativa.
Principios del asesoramiento psicológico:

Principio uno: ayudar al superviviente a hacer real la pérdida


Ayudar al superviviente a hablar de la pérdida y de las
circunstancias que rodearon a la muerte:

Principio dos: ayudar al superviviente a identificar y


experimentar sus sentimientos

Principio tres: ayudar a vivir sin el fallecido

Principio cuatro: ayudar a encontrar significado en la pérdida.

Principio cinco: facilitar la recolocación emocional del fallecido.


Principios del asesoramiento psicológico:

Principio seis: dar tiempo para elaborar el duelo

Principio siete: interpretar la conducta normal

Principio ocho: permitir las diferencias individuales.

Principio nueve: examinar defensas y estilos de afrontamiento

Principio diez: identificar patologías y derivar Cuando el


asesoramiento no es suficiente y son necesarias intervenciones
especiales.
Bibliografía
Díaz, S. Z. (s.f.). siguiendo el planteamiento propuesto por J.W.
Worden . Psicoterapeutas.com.

Patricia Diaz, S. L. (s.f.). GUÍA DE DUELO ADULTO Para


profesionales socio-sanitarios. GUÍA DE DUELO ADULTO Para
profesionales socio-sanitarios (pág. 116). Fundación Maria Losantos del
Campo.

Vicente Alberola Candel1, L. A. (s.f.). INTERVENCIÓN INDIVIDUAL


EN DUELO. INTERVENCIÓN INDIVIDUAL EN DUELO (pág. 18).
Hospital Arnau de Vilanova. Valencia.

S-ar putea să vă placă și