Prof. Lic. Tania Rivero El Realismo Europeo Hacia 1850 en Francia una serie de escritores y críticos presentan ya al Realismo como una nueva estética alejada u opuesta a la romántica. Podemos decir que el movimiento realista surge en Francia con la aparición del novelista Stendhal, que escribió sus novelas basándose en el análisis psicológico de los personajes y en la práctica de la observación. Según Stendhal, la novela debe ser "como un espejo colocado a lo largo del camino". Stendhal es un novelista que todavía está a caballo entre Romanticismo y Realismo. Muchos de sus personajes y ambientes son románticos, pero su técnica es ya puramente realista: la descripción fiel de la realidad circundante. Aunque podamos considerar a Stendhal ya como un autor realista, los verdaderos iniciadores del género fueron los novelistas Balzac y Flaubert. Balzac reunió todas sus novelas bajo el nombre genérico de La Comedia Humana, obra con la que pretende hacer el retrato de la sociedad francesa de su época. Honoré de Balzac por Louis Candide Boulanger Gustave Flaubert, con su obra Madame Bovary, consigue establecer el modelo de estudio de la psicología femenina. Flaubert por Giraud LA REVISTA RÉALISME
"El Realismo pretende la reproducción exacta, completa y sincera
del ambiente social y de la época en que vivimos... Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan."
Edmond Duranty por Edgar Degas
CARACTERÍSTICAS DEL REALISMO - Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad. - Se opone al Romanticismo en su rechazo de lo sentimental y lo trascendental. - Aspira a reflejar la realidad individual y social en el marco del devenir histórico. - Hace un uso minucioso de la descripción. - Muestra de manera exacta los temas, personajes, situaciones y lugares. - Lo cotidiano es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales. - El lenguaje abarca diversos registros y niveles y se adapta a los usos de los distintos personajes. - Los personajes son complejos y evolucionan e influyen unos en otros. - Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente. - Los personajes dan testimonio de una época, una clase social, un oficio... - El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad. - Transmite ideas de la forma más verídica y objetiva posible. EL REALISMO EN INGLATERRA Inglaterra en el siglo XVIII comenzó su propio realismo con autores como Daniel Defoe con Robinson Crusoe, Samuel Richardson con Pamela o la virtud recompensada o Henry Fielding con Tom Jones, entre otros. Buena parte de los escritores realistas posteriores reciben la influencia de sus obras. El escritor más popular del Realismo inglés en el siglo XIX fue Charles Dickens.
El sueño de Dickens, obra
inacabada de Robert Williams Buss REALISMO ESPAÑOL Para entender el nacimiento de la novela realista en España hay que tener en cuenta las especiales circunstancias históricas que lo rodearon. Nos debemos situar en el año 1868 cuando en España se produce una revolución en la que se vieron implicados el ejército, los políticos de ideología liberal- progresista y el pueblo llano en contra de la monarquía borbónica, representada por la reina Isabel II y los políticos conservadores que apoyaban el régimen. La revolución, conocida como La Gloriosa, triunfó y supuso la expulsión de la reina y un cambio de sistema. Se inicia un periodo revolucionario de 6 años con diferentes tentativas de gobierno y que, como es lógico, dividió a la sociedad de la época. Los revolucionarios reclamaban más libertades, una nueva constitución, el fin de la censura y de la esclavitud en las colonias de América (solo le quedaban a España Cuba y Puerto Rico) y sobre todo un mejor reparto del poder evitando la corrupción y el dominio que las clases privilegiadas (monarquía, nobleza y clero) habían mantenido hasta entonces. La revolución alzó a la burguesía y su ideología liberal al poder en España. Cada vez toma más forma la fractura social: la sociedad y la clase política se dividieron entre los defensores del conservadurismo y los valores católicos; y los defensores del liberalismo y el progreso. Esta división social también afecto a los novelistas que se agruparon, como veremos, en dos bandos: tradicionalistas-conservadores y liberales-progresistas. Emilia Pardo Bazán (1851 – 1921) La condesa de Pardo Bazán fue la única autora destacada del periodo. Sobresalen sus novelas Los Pazos de Ulloa (1886) y La madre naturaleza (1887) La primera se ambienta en un “pazo” o casa señorial de Galicia. De estilo naturalista, en la novela encontramos todos los temas más recurrentes del realismo-naturalismo: el caciquismo y sus consecuencias en la sociedad de una pequeña ciudad de provincias; el amor (y en ocasiones los abusos sexuales) entre personajes de diferentes clases sociales; la vida de los ricos propietarios y la de los humildes trabajadores del Pazo; la intervención política y social del cura del lugar ejerciendo su influencia y poder para condicionar la vida pública. La madre naturaleza es su continuación, y en ella se trata otro de los temas también de moda en el Naturalismo: el amor entre hermanos. Benito Pérez Galdós. (Gran Canaria 1843 – Madrid 1920) Es el escritor más importante del realismo y uno de los novelistas españoles más grandes de todos los tiempos. Estudió derecho pero se dedicó a la literatura desde muy joven. Hombre sin prejuicios y de ideología progresista, trató en sus novelas de observar la realidad para ofrecer “respuestas literarias” que ayudaran a resolver los males de España. Se ocupó de todos los temas importantes y polémicos de aquella realidad a la que tanto intentó describir de la manera más exacta posible. En sus novelas no hay doctrinas morales ni tesis explicitas (excepto en su primera época), pero sí una actitud crítica respecto a todos los problemas sociales de su tiempo, con el ánimo de concienciar al lector para que reflexione sobre el mundo que tiene a su alrededor. En este sentido, sus novelas plantean problemas comunes como los político-religiosos; la contradicción entre lo tradicional y lo liberal, etc. Y todo ello (de ahí su grandeza) sin descuidar el estudio psicológico de sus personajes. Los personajes de las novelas de Galdós tienen alma, visicitudes, historia… vida propia. Dar vida al personaje es el reto de cualquier novelista, y en este afán Galdós fue un maestro aún no superado. Escribió más de setenta novelas que podemos agrupar en las siguientes colecciones: Los episodios Nacionales: Visión novelada de la historia más reciente de España, desde la invasión napoleónica hasta su tiempo. Destacan Trafalgar y El dos de Mayo. Novelas contemporáneas de la primera época: El autor agrupó bajo este título sus primeras novelas dentro del realismo de tesis. La mayoría de ellas se desarrollan en ciudades de nombre inventado con la intención de establecer un paralelismo ficticio con la realidad social del momento. Destacan novelas como: Gloria, La Fontana de Oro, El audaz, la familia de León Roch y Doña Perfecta Novelas contemporáneas de la segunda época.De técnica naturalista, la mayoría se ambientan en la ciudad de Madrid y ya se han desprendido del corsé del realismo de tesis. En ellas Galdós – como en su momento Balzac, por ejemplo- crea un pequeño mundo donde los mismos personajes repiten su aparición en diferentes novelas, con la intención de recrear literariamente un mundo paralelo, lo más verosímil posible, a la realidad del momento. Destacan: Fortunata y Jacinta (1885), La desheredada, Miau, Misericordia o La de Bringas. En sus últimos años, dejó de lado la preocupación social y practicó un realismo más preocupado por descubrir el interior del alma humana, en perpetuo conflicto con disposiciones éticas y religosas. A esta etapa se le ha puesto la etiqueta de “realismo místico”. Destacan obras como Jeromín o Misericordia