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LEÓN DUGUIT: Las

transformaciones del Derecho público,


Edeval.

“La nación posee una personalidad distinta


de la de los individuos que la componen.
Como tal, tiene una voluntad que
naturalmente es superior a las voluntades
individuales, pues la colectividad es
superior al individuo.
Esta superioridad es la soberanía o
poder público. Constituye un gobierno que
la representa, que quiere por ella y que
ejerce en su nombre la soberanía, de la que
queda siempre titular inmutable.
La nación soberana y organizada en
Gobierno, situada en determinado territorio,
es el Estado.
No siendo éste sino la nación
organizada, es titular de la soberanía, del
poder público, que constituye para él un
derecho subjetivo. En virtud de este
derecho, tiene la potestad de mando sobre
los particulares. Las órdenes que emite no
son más que el ejercicio de este mismo
derecho.”
OTTO MAYER: Derecho Administrativo
Alemán, tomo I, parte general, Editorial Depalma,
Buenos Aires, 1949.

“La manera por medio de la cual el pueblo ejerce


su poder soberano consiste en que él mismo
elabora las leyes, es decir, prescribe las reglas
generales que en adelante serán obligatorias
para todos, incluyendo a los funcionarios del
Estado sin excepción, ya sean jueces u otros,
comprendido el propio Jefe de Estado.
Nadie podrá obrar sino conforme a la voluntad
general, es decir, según la ley.”

Así, la potestad del Estado “se reviste a sí


misma de formas y rasgos característicos del
derecho. El derecho público no significa ya,
como en el eufemismo de los antiguos doctores,
una esfera en la cual, por oposición a la del
derecho civil, no existe derecho cuando se trata
de relaciones entre el Estado y el súbdito.
Tenemos ante nosotros el hecho de la existencia
de un derecho público que se aplica a la
Administración al lado de aquel que queda
atribuido a las relaciones civiles, y que debe
considerarse respecto del Estado como el
derecho común que en la duda le es aplicable”.
FRITZ FLEINER: Instituciones de Derecho
Administrativo, Barcelona, 1933.
El Derecho administrativo adquiere toda su
connotación como disciplina jurídica cuando “el
Estado atiende los asuntos administrativos en calidad
de poder superior, de soberano, pues en esos casos
se hace inaplicable a su respecto el Derecho privado”.
El Derecho administrativo se caracteriza, justamente
por eso, por contener “preceptos de naturaleza
jurídico-pública”, los que “presuponen una relación
entre partes desiguales”, qué, por lo mismo, autoriza a
la autoridad administrativa para dictar “disposiciones
unilaterales, basadas en el poder coercitivo
implícitamente contenido en ellas”.

ROGER BONNARD, Précis de Droit Public,


Paris, 1949.
Las prerrogativas o privilegios de la
“puissance publique” son fundamentalmente tres:
1- El poder jurídico unilateral, que permite a
la Administración producir por sí misma, al impulso de
su sola voluntad, un efecto de derecho, al margen de
todo acuerdo de voluntades.
2- El privilegio “du préalable” o de la
ejecución de oficio, conforme al cuál la
Administración se impone directamente sobre los
particulares, sin resolución judicial previa que
autorice la ejecución, y
3- La “contrainte” material o uso de la fuerza
pública para compeler al remiso a obedecer lo
ordenado por las autoridades administrativas, aún
contra su voluntad.
ANDRÉ DE LAUBADÈRE: Traité
elementaire de Droit administratif, volumen I,
LGDJ, Paris, 1967.

“Los actos de poder público o de autoridad –


actos iure imperii- son aquellos en que los
órganos administrativos proceden por medio
de órdenes, prohibiciones y
reglamentaciones. Son los actos
administrativos, de Derecho público,
susceptibles de ser impugnados sólo ante la
jurisdicción administrativa.
Son actos de gestión –iure gestionis-
aquellos en que los órganos administrativos
actúan como lo hace un particular cualquiera
en la administración de su patrimonio. Son
actos de Derecho privado, sometidos a la
judicatura ordinaria.
La teoría de los actos de autoridad y
de gestión ha sido una de las ideas
fundamentales sostenidas por los principales
autores del siglo XIX. BATBIÉ, DUCROCQ,
AUCOC, incluso del mismo LAFERRIÈRRE y
BERTHÉLEMY construyeron sobre ella todo
el Derecho administrativo.”
LONG, WEIL, BRAIBANT y otros, Les grands
arrêts de la jurisprudence administrative,
Sirey, varias ediciones.
Arrêt Terrier (1903): Doctrina. El contrato de
eliminación de animales dañinos dentro de
un Departamento, no es un acto de gestión,
tampoco es un acto de autoridad, es un acto
de “gestión pública”.
“La importancia y celebridad de esta
sentencia derivan de los términos en que el
Comisario ROMIEU sistematizó los
principios que delimitan la competencia
contencioso administrativa de la judicial,
tanto a nivel nacional como territorial,
criterio que mantiene su validez hasta el día
de hoy. Data de las conclusiones de ROMIEU
esa idea fundamental de que el Derecho
administrativo y por consiguiente la
juridicción administrativa, se aplican a todos
aquellos casos en que la Administración
actúa -en beneficio del servicio público- bajo
formas exorbitantes al Derecho común.”

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