La regla general en materia de responsabilidad civil
extracontractual es que cada sujeto de derecho responde por hecho propio, es decir, cada uno es responsable por los daños que cause a los terceros.
Sin embargo, en casos excepcionales, específicamente
predeterminados por el legislador, un sujeto responde por hecho ajeno, siempre y cuando se cumplan determinados requisitos exigidos por la ley.
También responde por hecho de las cosas, bien se trate por
daños causados por edificaciones o por animales. Entonces:
En todos estos supuestos, en los cuales se configura una
responsabilidad civil por hecho ajeno o por hecho de las cosas, sin que el sujeto haya causado daño alguno, estamos frente a un caso de la denominada responsabilidad civil indirecta, llamada también por algunos autores responsabilidad civil refleja o subsidiaria.
Es aquella que se genera por mandato de la ley, aun cuando
el sujeto, llamado: “autor indirecto”, no haya causado daño alguno, siempre y cuando se cumplan determinados requisitos legales exigidos para el nacimiento de dicho supuesto especial de responsabilidad civil. En sentido estricto, la responsabilidad civil indirecta es aquella que se produce o genera cuando existe un autor indirecto, que se convierte en responsable civilmente a pesar de no haber causado daño alguno. Por ello, los dos casos de responsabilidad civil indirecta son el de la responsabilidad civil por hecho de los subordinados o dependientes y el de la responsabilidad civil por hecho de los incapaces. Sin embargo, en doctrina existe consenso en que la responsabilidad civil indirecta no solo es consecuencia de los hechos de las personas (sean estos subordinados o dependientes o incapaces), sino también cuando se trata del hecho de las cosas animadas o inanimadas. Consiguientemente:
En el Código Civil peruano, tenemos debidamente regulados
cuatro supuestos de responsabilidad civil indirecta: la responsabilidad civil por hecho de los subordinados o dependientes normada en el artículo 1981 del Código Civil; la responsabilidad civil por hecho de los incapaces establecida en los artículos 1975, 1976 y 1977 inclusive; la responsabilidad por los daños causados por los animales en el artículo 1979 y finalmente la responsabilidad civil por hecho de las edificaciones normada en el artículo 1980. Tenemos dos supuestos: la responsabilidad civil indirecta por hecho de los subordinados o dependientes y la responsabilidad civil por hecho de los incapaces.
El común denominador a estos dos supuestos de
responsabilidad indirecta es que en ambos casos debemos identificar dos autores: el autor directo, que es aquel que ha causado el daño directamente a la víctima, bien se trate del subordinado o del incapaz, y el autor indirecto, que es aquel que sin haber causado daño alguno, responde indirectamente por mandato de la ley por daño causado por hecho ajeno. En primer lugar debe examinarse respecto del autor directo y la víctima el cumplimiento de todos los requisitos generales de la responsabilidad civil extracontractual (entre el autor directo y la víctima deben presentarse el daño causado, una conducta antijurídica, la relación de causalidad y los factores de atribución), de modo tal que se configure un perfecto supuesto legal de responsabilidad civil por hecho propio del autor directo respecto de la víctima. A continuación, debe examinarse la concurrencia de los requisitos legales especiales de la responsabilidad civil por hecho ajeno establecidos en la norma jurídica. Verificado el cumplimiento de ambas clases de requisitos legales, el autor indirecto deviene inmediata y automáticamente en responsable civilmente en forma indirecta. Artículo 1981° del Código Civil:
“Aquél que tenga a otro bajo sus órdenes responde por
el daño causado por este último, si ese daño se realizó en el ejercicio del cargo o en cumplimiento del servicio respectivo. El autor directo y el autor indirecto están sujetos a responsabilidad solidaria”. Los requisitos legales especiales son: 1) que exista una relación de subordinación fáctica o jurídica del autor directo respecto del autor indirecto y 2) que el autor directo haya causado el daño en el ejercicio del cargo o en cumplimiento del servicio respectivo. De verificarse ambos requisitos especiales y todos los requisitos generales del autor directo respecto de la víctima, el efecto jurídico establecido por la ley es que ambos autores son responsables solidariamente frente a la víctima. En el Código Civil actual no es posible el argumento de defensa de la ausencia de culpa, por cuanto este supuesto especial no se sustenta en la noción de culpa en la elección, sino en un factor de atribución objetivo, denominado ”garantía” que prescinde totalmente de la culpa. Artículo 1975° del Código Civil:
“La persona sujeta a incapacidad de ejercicio
queda obligada por el daño que ocasione, siempre que haya actuado con discernimiento. El representante legal de la persona incapacitada es solidariamente responsable”.
Artículo 1976° del Código Civil:
“No hay responsabilidad por el daño causado por
persona incapaz que haya actuado sin discernimiento, en cuyo caso responde su representante legal”. En este segundo supuesto, los requisitos legales especiales son: 1) que se trate de un incapaz sujeto a una relación jurídica de representación legal con el autor indirecto, y 2) que el incapaz haya causado el daño a la víctima actuando con discernimiento. Verificados ambos requisitos automáticamente el representante legal se convierte en responsable indirecto por los hechos del incapaz a su cargo. El fundamento es un factor de atribución objetivo totalmente ajeno a la noción de culpa del representante legal, quien no puede liberarse de responsabilidad civil invocando su ausencia de culpa. Ahora bien, si el daño fuera causado por el incapaz privado de discernimiento, el incapaz ya no sería responsable, siendo el único responsable el representante legal.
En este supuesto de daño causado por incapaz privado de
discernimiento, no se trata de un supuesto de responsabilidad civil indirecta del representante legal, sino que se entiende que es un supuesto de responsabilidad por hecho propio del representante legal. Otros casos de responsabilidad indirecta es aquel regulado en el artículo 1979° por hecho de los animales y por hecho de las edificaciones regulado en el artículo 1980°. Aquí, no se puede hablar de autor directo, sino únicamente de autor indirecto, pues se trata de responsabilidades indirectas por hecho de las cosas, ya que se trata de daños causados por animales o por las caídas de edificaciones. Aun cuando no existe jurídicamente en ambos casos un autor directo, pues se trata de daños causados por cosas, se trata de supuestos de responsabilidad civil indirecta, por cuanto el daño no es causado por el autor indirecto. En el caso de los animales como en el caso de las caídas de edificaciones solo deben verificarse los requisitos generales del daño causado y la relación de causalidad entre la víctima y el animal. Como es evidente, en ambos casos no tiene sentido hablar de los demás requisitos generales de la responsabilidad civil, sino solamente del daño y la relación de causalidad. En el caso específico de daños causados por animales el requisito especial de configuración es: que el autor indirecto tenga el animal bajo su cuidado o que sea su propietario; y en el caso de las edificaciones los requisitos especiales son: 1) que el autor indirecto sea el propietario y 2) que la caída de la edificación haya sido consecuencia de falta de conservación o de construcción. En estos dos supuestos de responsabilidad por hecho de las cosas, la responsabilidad civil del autor indirecto no se sustenta en la noción de culpabilidad, sino en factores de atribución objetivos, fundamentados en la noción de riesgo creado, razón por la cual el autor indirecto no puede liberarse de responsabilidad civil invocando su ausencia de culpa, una vez verificados los requisitos generales y especiales antes mencionados. ¡¡Muchas gracias!!