Fortalecer los conocimientos de los sindicatos en los
aspectos constitucionales y legales de la libertad sindical y la negociación colectiva. B. Actualizar a los sindicatos en las tendencias jurisprudenciales tanto de la Corte Constitucional y la Corte Suprema de Justicia en materia de asociación sindical. C. Estudiar los pronunciamientos de los órganos de control sobre libertad sindical, en particular sobre modelos de negociación por industria o grupos económicos. Las normas internacionales de la OIT, en el contexto del mundo contemporáneo política, social y económica.
La importancia de las normas internacionales del trabajo
(NIT) ha tomado relevancia en la medida en que el artículo 19 del Código Sustantivo del Trabajo prevé que son normas de aplicación supletoria, pero la Corte Constitucional, mediante la Sentencia C-401 de 2005, determinó que esto era exequible, condicionado a que no hubiere una NIT ratificada por Colombia aplicable en forma directa para resolver un caso de derecho interno, pues, de lo contrario, es decir que dicha norma internacional ratificada por el país sí regule y por tanto sea fuente directa de derecho, esta se debe aplicar para la resolución del caso en concreto. Dicha sentencia también excluyó del ordenamiento “la interpretación que pueda llevar a que los convenios de la OIT ratificados por Colombia tengan carácter supletorio”.
Además, no solo con esta sentencia sino con otras tantas,
la Corte Constitucional ha determinado que varias de esas NIT (ratificadas por Colombia) sean parte del bloque de constitucionalidad stricto sensu o lato sensu, con lo cual adquieren un carácter superior del ordenamiento jurídico y se convierten no sólo en normas de aplicación directa sino también en parámetros de control de constitucionalidad. La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en San Francisco por el Consejo de
Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 17 junio 1948 en su trigésima primera reunión;
Después de haber decidido adoptar, en forma de convenio,
diversas proposiciones relativas a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación, cuestión que constituye el séptimo punto del orden del día de la reunión; Considerando que el preámbulo de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo enuncia, entre los medios susceptibles de mejorar las condiciones de trabajo y de garantizar la paz, “la afirmación del principio de la libertad de asociación sindical”. A. El trabajo no es una mercancía; B. La libertad de expresión y de asociación es esencial para el progreso constante; C. La pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad de todos; D. La lucha contra la necesidad debe proseguirse con incesante energía dentro de cada nación y mediante un esfuerzo internacional continuo y concertado, en el cual los representantes de los trabajadores y de los empleadores, colaborando en un pie de igualdad con los representantes de los gobiernos, participen en discusiones libres y en decisiones de carácter democrático, a fin de promover el bienestar común. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo para el cual esté en vigor el presente Convenio se obliga a poner en práctica las disposiciones siguientes. Los trabajadores y los empleadores, sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las mismas. 209. El artículo 2 del Convenio núm. 87 consagra el principio de la no discriminación en materia sindical y la expresión «sin ninguna distinción» que contiene este artículo significa que se reconoce la libertad sindical sin discriminación de ninguna clase debida a la ocupación, al sexo, al color, a la raza, a las creencias, a la nacionalidad, a las opiniones políticas, etc., no sólo a los trabajadores del sector privado de la economía, sino también a los funcionarios y a los agentes de los servicios públicos en general. 254. En base a los principios de la libertad sindical, todos los trabajadores – con la sola excepción de los miembros de las fuerzas armadas y la policía – deberían tener el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a las mismas. El criterio para determinar las personas cubiertas por este derecho no se funda por tanto en la existencia de un vínculo laboral con un empleador, que a menudo no existe, por ejemplo en el caso de los trabajadores de la agricultura, los trabajadores autónomos en general o los que desempeñan profesiones liberales, y que, sin embargo, deben disfrutar del derecho de organizarse. 259. La naturaleza jurídica de la relación entre los trabajadores y el empleador, ya sea aprendiz o de otro tipo, no debería tener ningún efecto en el derecho a afiliarse a las organizaciones de trabajadores y participar en sus actividades.
261. En la Recomendación sobre la promoción de las
cooperativas, 2002 (núm. 193), se invita a los gobiernos a velar por que las mismas no sean utilizadas para evadir la legislación del trabajo ni para establecer relaciones de trabajo encubiertas. 262. Consciente de la naturaleza específica del movimiento cooperativo, el Comité considera que las cooperativas de trabajo asociado (cuyos integrantes son sus propios dueños) no pueden ser consideradas ni de hecho ni de derecho como «organizaciones de trabajadores» en el sentido del Convenio núm. 87, es decir como organizaciones que tienen por objetivo fomentar y defender los intereses de los trabajadores. En estas circunstancias, habida cuenta de lo previsto en el artículo 2 del Convenio núm. 87, el Comité recuerda que la noción de trabajador incluye no sólo al trabajador dependiente sino también al independiente o autónomo y considera que los trabajadores asociados en cooperativas deberían poder constituir las organizaciones sindicales que estimen conveniente y afiliarse a las mismas. 263. No le corresponde al Comité pronunciarse respecto de la relación jurídica (laboral o mercantil, es decir, como concesionarios) de ciertos vendedores de una empresa incluso si al no reconocérseles la existencia de una relación laboral no se les aplicarían las disposiciones de la ley orgánica del trabajo. No obstante dado que el Convenio núm. 87, sólo permite excluir de su ámbito de aplicación a las fuerzas armadas y a la policía, los vendedores en cuestión, deberían poder constituir las organizaciones que estimen convenientes (artículo 2 del Convenio núm. 87). 1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir libremente sus representantes, el de organizar su administración y sus actividades y el de formular su programa de acción. 2. Las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal. 272. El principio de la libertad sindical podría llegar a ser muchas veces letra muerta si para crear una organización los trabajadores y los empleadores tuviesen que obtener un permiso cualquiera, ya revista la forma de una licencia para fundar la organización sindical propiamente dicha, de una sanción discrecional de sus estatutos o de su reglamento administrativo o de alguna autorización previa indispensable para proceder a su creación. No obstante, si bien los fundadores de un sindicato tienen que observar los requisitos de publicidad u otros análogos que pueden regir de acuerdo con determinada legislación, tales requisitos no deben equivaler prácticamente a una autorización previa ni constituir un obstáculo para la creación de una organización hasta el punto de constituir en los hechos una prohibición pura y simple. Aun cuando el registro sea facultativo, si de él depende que las organizaciones puedan gozar de los derechos básicos para poder «fomentar y defender los intereses de sus miembros», el mero hecho de que en tales casos la autoridad encargada de la inscripción goce del derecho discrecional de denegarla conduce a una situación que apenas diferirá de aquellas en que se exija una autorización previa.
279. Los requisitos prescritos por la ley para constituir un
sindicato, no se deben aplicar de manera que impidan o retrasen la creación de organizaciones sindicales, y toda demora provocada por las autoridades en el registro de un sindicato constituye una violación del artículo 2 del Convenio núm. 87. 294. Si las condiciones para conceder el registro equivaliesen a exigir una autorización previa de las autoridades públicas para la constitución o para el funcionamiento de un sindicato, se estaría frente a una manifiesta infracción del Convenio núm. 87. No obstante, no parece ser éste el caso cuando el registro de los sindicatos consiste únicamente en una formalidad cuyas condiciones no son de tal naturaleza que pongan en peligro las garantías previstas por el Convenio.
309. El derecho de los trabajadores a constituir libremente
las organizaciones de su propia elección no puede considerarse existente si no es plenamente reconocido y respetado de hecho y de derecho. 311. El derecho de los trabajadores de constituir loas organizaciones convenientes implica, en particular, la posibilidad efectiva de crear, en un clima de plena seguridad, organizaciones independientes tanto de las que ya existen como de todo partido político.
333. El libre ejercicio del derecho de constituir sindicatos y
de afiliarse a los mismos implicaba la libre determinación de la estructura y la composición de estos sindicatos. 369. Las disposiciones legislativas que regulan detalladamente el funcionamiento interno de las organizaciones de trabajadores y de empleadores entrañan graves riesgos de injerencia por las autoridades públicas. En caso de que su adopción fuera considerada indispensable por las autoridades, estas disposiciones deberían limitarse a establecer un marco general, dejando a las organizaciones la mayor autonomía posible para regir su funcionamiento y administración. Las restricciones a este principio deberían tener como únicos objetivos garantizar el funcionamiento democrático de las organizaciones y salvaguardar los intereses de sus afiliados. Por otra parte, debería preverse un recurso ante un órgano judicial, imparcial e independiente, a fi n de evitar todo riesgo de injerencia excesiva o arbitraria en el libre funcionamiento de las organizaciones. 388. La libertad sindical implica el derecho de los trabajadores y de los empleadores a elegir libremente a sus representantes.
454. La libertad sindical implica el derecho de los
trabajadores y de los empleadores a elegir libremente a sus representantes y a organizar su administración y actividades sin injerencia alguna de las autoridades públicas.
520. El Comité ha estimado siempre que el derecho de
huelga es uno de los derechos fundamentales de los trabajadores y de sus organizaciones únicamente en la medida en que constituya un medio de defensa de sus intereses económicos. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores no están sujetas a disolución o suspensión por vía administrativa 677. En los casos que entrañan la disolución o la suspensión de las organizaciones sindicales de un país, el Comité se ha declarado profundamente convencido de que no es posible hallar la solución de los problemas económicos y sociales porque atraviesa un país aislando las organizaciones sindicales y suspendiendo sus actividades. Muy por el contrario, sólo el desarrollo de organizaciones sindicales libres e independientes y la negociación con ellas pueden permitir al gobierno en cuestión afrontar los problemas y resolverlos en la forma más favorable posible para los intereses de los trabajadores y de la nación. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de constituir federaciones y confederaciones, así como el de afiliarse a las mismas, y toda organización, federación o confederación tiene el derecho de afiliarse a organizaciones internacionales de trabajadores y de empleadores. 710. El principio enunciado en el artículo 2 del Convenio núm. 87, en virtud del cual los trabajadores deben tener derecho a constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a ellas, implica para las organizaciones mismas el derecho de constituir las federaciones y las confederaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a ellas. Las disposiciones de los artículos 2, 3 y 4 de este Convenio se aplican a las federaciones y confederaciones de organizaciones de trabajadores y de empleadores. 716. El Comité considera importante el derecho de constituir federaciones que agrupen a sindicatos de trabajadores de distintas profesiones y ramas de la industria. A este respecto, la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones ha señalado, en relación con una disposición legal que prohíbe a las organizaciones de funcionarios públicos afiliarse a organizaciones o centrales de trabajadores industriales o agrícolas, que esta prohibición parece difícilmente conciliable con el artículo 5 del Convenio. Indicaba además que, si bien la legislación prevé que las organizaciones de funcionarios podrán fusionarse entre sí y que tal federación será la única reconocida por el Estado, esta disposición no parece compatible con el artículo 6 del Convenio que, para la creación de las federaciones y confederaciones y la afiliación a estas organizaciones superiores, se refiere al artículo 2 del Convenio. En efecto, en virtud de estas disposiciones, las organizaciones sindicales, «sin autorización previa», tienen el derecho de constituir las federaciones o confederaciones «que estimen convenientes» y de afiliarse a ellas. La adquisición de la personalidad jurídica por las organizaciones de trabajadores y de empleadores, sus federaciones y confederaciones no puede estar sujeta a condiciones cuya naturaleza limite la aplicación de las disposiciones de los artículos 2, 3 y 4 de este Convenio 730. Para poder defender mejor los intereses de sus mandantes, las organizaciones de trabajadores y de empleadores han de tener derecho a constituir las federaciones y las confederaciones que estimen convenientes, las cuales, por su parte, deberían disfrutar de los distintos derechos que se reconocen a las organizaciones de base, especialmente en lo que respecta a la libertad de funcionamiento, de actividades y de programas de acción. 1. Al ejercer los derechos que se les reconocen en el presente Convenio, los trabajadores, los empleadores y sus organizaciones respectivas están obligados, lo mismo que las demás personas o las colectividades organizadas, a respetar la legalidad. 2. La legislación nacional no menoscabará ni será aplicada de suerte que menoscabe las garantías previstas por el presente Convenio. 1. La legislación nacional deberá determinar hasta qué punto se aplicarán a las fuerzas armadas y a la policía las garantías previstas por el presente Convenio. 2. De conformidad con los principios establecidos en el párrafo 8 del artículo 19 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, no deberá considerarse que la ratificación de este Convenio por un Miembro menoscaba en modo alguno las leyes, sentencias, costumbres o acuerdos ya existentes que concedan a los miembros de las fuerzas armadas y de la policía garantías prescritas por el presente Convenio. En el presente Convenio, el término organización significa toda organización de trabajadores o de empleadores que tenga por objeto fomentar y defender los intereses de los trabajadores o de los empleadores. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo para el cual esté en vigor el presente Convenio se obliga a adoptar todas las medidas necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores y a los empleadores el libre ejercicio del derecho de sindicación. 1. Los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo. 2. Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto que tenga por objeto: a) sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato; b) despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo. 769. La discriminación antisindical, representa una de las más graves violaciones de la libertad sindical, ya que puede poner en peligro la propia existencia de los sindicatos.
771. Nadie debe ser despedido u objeto de medidas
perjudiciales en el empleo a causa de su afiliación sindical o de la realización de actividades sindicales legítimas, y es importante que en la práctica se prohíban y sancionen todos los actos de discriminación en relación con el empleo. 1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de injerencia de unas respecto de las otras, ya se realice directamente o por medio de sus agentes o miembros, en su constitución, funcionamiento o administración. 2. Se consideran actos de injerencia, en el sentido del presente artículo, principalmente, las medidas que tiendan a fomentar la constitución de organizaciones de trabajadores dominadas por un empleador o una organización de empleadores, o a sostener económicamente, o en otra forma, organizaciones de trabajadores, con objeto de colocar estas organizaciones bajo el control de un empleador o de una organización de empleadores. 855. El artículo 2 del Convenio núm. 98 establece la total independencia de las organizaciones de trabajadores en el ejercicio de sus actividades, con respecto a los empleadores. Deberán crearse organismos adecuados a las condiciones nacionales, cuando ello sea necesario, para garantizar el respeto al derecho de sindicación definido en los artículos precedentes. Deberán adoptarse medidas adecuadas a las condiciones nacionales, cuando ello sea necesario, para estimular y fomentar entre los empleadores y las organizaciones de empleadores, por una parte, y las organizaciones de trabajadores, por otra, el pleno desarrollo y uso de procedimientos de negociación voluntaria, con objeto de reglamentar, por medio de contratos colectivos, las condiciones de empleo. 880. Debería estimularse y fomentarse entre los empleadores y las organizaciones de empleadores, por una parte, y las organizaciones de trabajadores, por otra, el pleno desarrollo y uso de procedimientos de negociación voluntaria, con objeto de reglamentar por medio de contratos colectivos, las condiciones de empleo.
881. El derecho de negociar libremente con los
empleadores las condiciones de trabajo constituye un elemento esencial de la libertad sindical, y los sindicatos deberían tener el derecho, mediante negociaciones colectivas o por otros medios lícitos, de tratar de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de aquellos a quienes representan, mientras que las autoridades públicas deben abstenerse de intervenir de forma que este derecho sea coartado o su legítimo ejercicio impedido. Tal intervención violaría el principio de que las organizaciones de trabajadores y de empleadores deberían tener el derecho de organizar sus actividades y formular su programa.
885. El Convenio núm. 98, en especial su artículo 4,
relativo al estímulo y fomento de la negociación colectiva, es de aplicación tanto en el sector privado como en el de las empresas nacionalizadas y organismos públicos. 1. La legislación nacional deberá determinar el alcance de las garantías previstas en el presente Convenio en lo que se refiere a su aplicación a las fuerzas armadas y a la policía. 2. De acuerdo con los principios establecidos en el párrafo 8 del artículo 19 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, la ratificación de este Convenio por un Miembro no podrá considerarse que menoscaba en modo alguno las leyes, sentencias, costumbres o acuerdos ya existentes, que concedan a los miembros de las fuerzas armadas y de la policía las garantías prescritas en este Convenio. El presente Convenio no trata de la situación de los funcionarios públicos en la administración del Estado y no deberá interpretarse, en modo alguno, en menoscabo de sus derechos o de su estatuto. Constitución Política de Colombia ARTICULO 38. Se garantiza el derecho de libre asociación para el desarrollo de las distintas actividades que las personas realizan en sociedad.
ARTICULO 39. Los trabajadores y empleadores tienen
derecho a constituir sindicatos o asociaciones, sin intervención del Estado. Su reconocimiento jurídico se producirá con la simple inscripción del acta de constitución. La estructura interna y el funcionamiento de los sindicatos y organizaciones sociales y gremiales se sujetarán al orden legal y a los principios democráticos. La cancelación o la suspensión de la personería jurídica sólo procede por vía judicial. Se reconoce a los representantes sindicales el fuero y las demás garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión. No gozan del derecho de asociación sindical los miembros de la Fuerza Pública.
ARTICULO 55. Se garantiza el derecho de negociación
colectiva para regular las relaciones laborales, con las excepciones que señale la ley. Es deber del Estado promover la concertación y los demás medios para la solución pacífica de los conflictos colectivos de trabajo. ARTICULO 53. El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales:
Igualdad de oportunidades para los trabajadores;
remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo; irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; situación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho; primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad. El estado garantiza el derecho al pago oportuno y al reajuste periódico de las pensiones legales. Los convenios internacionales del trabajo debidamente ratificados, hacen parte de la legislación interna. La ley, los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden menoscabar la libertad, la dignidad humana ni los derechos de los trabajadores. El agotamiento de los recursos internos para la defensa de los derechos conculcados, es un presupuesto para acudir a las instancias internacionales, consagrado en los instrumentos internacionales ratificados por Colombia y en varios pronunciamientos del máximo tribunal de asuntos internacionales. En consecuencia, la decisión de las instancias internacionales competentes para controlar la aplicación de los tratados y convenios, sólo puede ser posterior a las decisiones administrativas internas, y a las sentencias nacionales sobre la legalidad de ellas. Cualquier pronunciamiento de esas instancias, necesariamente constituye un hecho nuevo. “El derecho de asociación se protege también en la normatividad internacional. Los Convenios de la OIT 87 y 98 defienden de la libertad y actividad sindical y han sido calificados en la Cumbre de Copenhague como convenios esenciales. El artículo 2° del Convenio 98 establece en su primera parte: “Las organizaciones de trabajadores y de empleadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de injerencia de unas respecto de las otras, ya se realice directamente o por medio de sus agentes o miembros, en su constitución, funcionamiento o administración”. El Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su artículo 8, estableció que los Estados Parte se comprometen a garantizar: “c) El derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos y sin otras limitaciones que las que prescriba la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática en interés de la seguridad nacional o del orden público o para la protección de los derechos y libertades ajenos”. Se deben evitar los obstáculos y las maniobras que desalienten el ingreso al sindicato, o su permanencia en él o la completa expresión de la actividad sindical, por el contrario: “… debería estimularse y fomentarse entre los empleadores y las organizaciones de empleadores, por una parte, y las organizaciones de trabajadores, por otra, el pleno desarrollo y uso de procedimientos de negociación voluntaria, con objeto de reglamentar por medio de contratos colectivos, las condiciones de empleo.” Todas las normas de Convenios y Protocolos sobre derechos humanos (dentro de ellos las normas laborales como lo dijo la Corte en la T-568/99) se aplican internamente según el artículo 93 C.P. y la figura del bloque de constitucionalidad”. El derecho de asociación sindical no es un derecho absoluto, lo que implica que puede estar sujeto a restricciones para los efectos contemplados en los Convenios Internacionales, así como igualmente a aquellas que le está permitido imponer al legislador en la medida que no afecten su núcleo esencial, lo desnaturalicen o impidan su normal y adecuado ejercicio. Por ende, al contemplar las normas acusadas que se podrá prever en los estatutos sindicales, tanto la creación de subdirectivas seccionales en aquellos municipios distintos al de su domicilio principal, como la creación de comités seccionales también en aquellos municipios distintos al de su domicilio principal o el domicilio de la subdirectiva ; y, que no podrá haber más de una subdirectiva o comité por municipio, no se viola la Constitución ni los convenios internacionales que en materia de asociación y libertad sindical se integran al bloque de constitucionalidad según lo ha reconocido la jurisprudencia de esta Corporación, por cuanto la estructura interna y funcionamiento de los sindicatos deben sujetarse a las restricciones impuestas por el orden legal, las cuales, para el caso, no resultan irrazonables ni desproporcionadas, ni violan el núcleo esencial del derecho fundamental a la libertad sindical. Por el contrario, las exigencias establecidas en las normas acusadas resultan mas bien necesarias y proporcionadas a la finalidad perseguida como lo es el garantizar la estructura interna y funcionamiento de los sindicatos en un ambiente democrático y participativo. Permitir la creación de subdirectivas y comités seccionales, en aquellos municipios distintos al del domicilio principal del sindicato, e indicar que no podrá haber más de una subdirectiva o comité por municipio, apenas impone unos requisitos mínimos e indispensables para el normal funcionamiento y organización de un sindicato, que permiten ampliar su campo de acción y así garantizar los derechos de asociación y libertad sindical, así como el de participación de quienes lo integran. Existen mecanismos de control especiales que tienen su fundamento en los artículos 24 y 2520 de la Constitución de la OIT, a los cuales se puede acudir bajo los criterios de reclamaciones relacionadas con la observancia de convenios ratificados y quejas respecto de la aplicación de los convenios ratificados de los artículos 26, 27, 28, 29, 31, 32, 33 y 34. El Comité de Libertad Sindical del Consejo de Administración y la Comisión de Investigación y Conciliación en materia de libertad sindical, son los organismos encargadas de conocer sobre las quejas por violación de la libertad sindical y son los encargados de pronunciarse sobre la fuerza jurídica que puedan tener las recomendaciones de los organismos de control especiales. El primero tiene su procedimiento especial interno y sus recomendaciones y conclusiones son sometidas al Consejo de Administración. Igualmente, el segundo organismo tiene su procedimiento parecido al de la Comisión de encuesta. En el año 2006 en el informe 340 el Comité señala que: “reconoce los esfuerzos realizados por el Gobierno para mejorar la protección de los dirigentes sindicales, afiliados y organizaciones sindicales y para avanzar en las investigaciones de los casos. El Comité coincide en la “importancia del diálogo tripartito para avanzar en estos esfuerzos”.
En el año 2009 en el informe 353 de marzo, el Comité
manifiesta: “En lo que se refiere a los actos de violencia en particular, el Comité observa que se han realizado considerables avances en la lucha contra la violencia...” En el informe de la Comisión de Expertos de la OIT resalta el esfuerzo del Estado en la lucha contra la impunidad y la protección de los dirigentes sindicales, señalando. “La Comisión toma nota de todas las medidas adoptadas por el Gobierno y de sus esfuerzos, reconocidos por las organizaciones sindicales, para llevar adelante las investigaciones relativas a las violaciones de los derechos humanos de los sindicalistas”. Agrega que “la Comisión pide al Gobierno que continúe tomando todas las medidas a su alcance para llevar adelante y agilizar todas las investigaciones relacionadas con los actos de violencia contra el movimiento sindical y expresa la firme esperanza que las medidas recientemente adoptadas en relación con el nombramiento de nuevos fiscales y jueces permitirán disminuir la situación de impunidad y lograr el esclarecimiento de los actos de violencia cometidos contra los dirigentes sindicales y los afiliados así como la captura de los responsables de los mismos. La Comisión pone de relieve la tarea desempeñada por los jueces de descongestión y expresa la esperanza de que los mismos continúen desarrollando sus funciones” Los expertos indicaron que “la Comisión expresa su satisfacción en los casos en los que, tras los comentarios que ha formulado sobre un asunto específico, los Gobiernos han adoptado medidas, ya sea a través de la adopción de una enmienda a la legislación, ya sea a través de un cambio significativo en la política o en la práctica nacional, con lo que se logra un mayor cumplimiento de sus obligaciones en virtud de los correspondientes Convenios. La razón para la identificación de los casos de satisfacción es doble: dejar constancia de que la Comisión se congratula por las medidas positivas adoptadas por los gobiernos en respuesta a sus comentarios, y aportar un ejemplo a otros gobiernos e interlocutores sociales que tienen que tratar asuntos similares.” En el informe de aplicación de normas de marzo de 2009 señalo: “La Comisión toma nota con satisfacción de que la ley num. 1210 modifica el artículo 451 del Código Sustantivo del Trabajo de manera que “la legalidad o ilegalidad de una suspensión o para colectivo del trabajo será declarada judicialmente mediante trámite preferente”. COLOMBIA EN LOS ÓRGANOS DE CONTROL DE LA OIT
Desde 1985, la Comisión de Aplicación de Normas ha
dado seguimiento a la situación de Colombia, con fundamento principalmente en las quejas y denuncias recibidas en torno a la violación de los derechos humanos de los sindicalistas; a divergencias legislativas entre el ordenamiento jurídico colombiano y los Convenios de la OIT ratificados por el país; a la aplicación de justicia y, más recientemente, a la necesidad de fortalecer el diálogo social. Colombia ha sido citada por la Comisión en 18 oportunidades para presentar información sobre la aplicación de los Convenios 87 (sobre Libertad Sindical y Derecho de Sindicación) y 98 (sobre Derecho de Sindicación y Negociación Colectiva). En tres oportunidades (1989, 1990 y 2001), la Comisión tomó la decisión de mencionar a Colombia en un Párrafo Especial en su Informe. En 2000, la violencia en contra de los sindicalistas llegó a niveles tan alarmantes, que el Comité de Libertad Sindical pidió la conformación de una Misión de Contactos Directos, la cual efectuó una visita a Colombia en ese mismo año. Como resultado de la visita, se produjo el nombramiento de un Representante Especial del Director General de la OIT para la Cooperación en Colombia, quien desempeñó su labor hasta 2001. A partir de 2002, a pesar de haber estado incluida en la Lista, la Comisión de Normas no volvió a hacer uso de la figura del párrafo especial para referirse a Colombia. En noviembre de 2002, el Comité de Libertad Sindical recomendó al Consejo de Administración de la OIT el establecimiento de una Comisión de Investigación y Conciliación para Colombia, órgano alterno al Comité. Frente a esta recomendación, Colombia, por conducto del Vicepresidente de la República, hizo la reserva de rigor y en consecuencia, dicha Comisión no fue constituida. A petición del Consejo de Administración y con el respaldo del Gobierno, los Empleadores y los Trabajadores colombianos, se diseñó un Programa Especial de Cooperación para Colombia, que se desarrolló entre 2002 y 2005, facilitando el diálogo social y promoviendo una mayor sensibilización acerca de los derechos fundamentales de los trabajadores y las libertades sindicales. A pesar del espíritu constructivo con el que las tres partes acogieron el Programa de Cooperación, organizaciones sindicales internacionales presentaron la propuesta de conformar una Comisión de Encuesta para Colombia. Esta propuesta se discutió y llevó a votación en el Consejo de Administración de la OIT de junio de 2003. La votación arrojó los siguientes resultados: a favor: 14 representantes de los Trabajadores; en contra: la totalidad de los miembros Empleadores (14). En el Grupo de los Gobiernos, la moción contó con el voto favorable del Gobierno de Sudáfrica y la abstención de Bulgaria y Noruega; Nigeria no tomó ninguna posición y 22 países votaron en contra. En junio de 2006, de manera consecuente con el compromiso de avanzar en la garantía de derechos de los trabajadores, especialmente lo relacionado con la situación de los sindicalistas y dirigentes sindicales, se inició una etapa significativa en las relaciones laborales en el país, con la firma del Acuerdo Tripartito por el Derecho de Asociación y la Democracia por parte de los representantes del Gobierno, los Empleadores y los Trabajadores colombianos en el marco de la 95 Conferencia Internacional del Trabajo. Mediante este Acuerdo, el Gobierno de Colombia se comprometió a acordar con la OIT, con el apoyo de los interlocutores sociales, una renovada presencia de la Organización en el país, a través de una Representación Especial para el fortalecimiento de la cooperación técnica en áreas como la lucha contra la impunidad, el diálogo social, la promoción del trabajo decente y la promoción de la defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores. Como resultado de su implementación y de los recursos asignados por el Gobierno colombiano, se creó en la Fiscalía General de la Nación una sub unidad especializada encargada de investigar los crímenes contra sindicalistas al interior de la Unidad de Humanos y Derecho Internacional Humanitario. Así mismo, el Consejo Superior de la Judicatura estableció tres Juzgados Especializados para atender los casos relacionados con violación de los derechos de los trabajadores. De igual forma, se reactivaron los espacios tripartitos de diálogo y concertación, en particular la Comisión para el Tratamiento de Conflictos ante la OIT (CETCOIT) y la Comisión Interinstitucional de Concertación de Políticas Salariales y Laborales. En 2007, Colombia no fue incluida en la Lista de la Comisión de Normas, en atención a los desarrollos en la aplicación del Acuerdo Tripartito de 2006. Al no incluir a Colombia en la Lista de países llamados a presentar información, la Comisión de Normas de la Conferencia Internacional del Trabajo hizo un reconocimiento a los esfuerzos adelantados por el Estado colombiano en materia de lucha contra la impunidad y protección a sindicalistas y respaldó el Acuerdo Tripartito, por considerarlo un instrumento útil para el fortalecimiento del diálogo social y la cooperación entre las Partes. La delegación de Gobierno entregó un reporte escrito de avance en la aplicación del Acuerdo en el que se plasmaron las acciones y resultados en cada una de las áreas que lo componen. Con el voto de confianza otorgado por el Grupo Empleador, en 2008 el país no figuró en la Lista de la Comisión de Normas. Se acordó de manera tripartita que Colombia se presentaría de manera voluntaria ante la Comisión de Normas de la Conferencia para rendir un informe sobre los progresos alcanzados en la aplicación del Acuerdo Tripartito y presentar un reporte de los logros y desafíos que enfrentaba en su situación laboral. El resultado del debate fue consignado en actas y la Comisión emitió conclusiones. A lo largo del debate, se hizo énfasis en que la fórmula de la presentación voluntaria no debía constituir un precedente en los métodos de trabajo de la Comisión. En 2009, la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones catalogó a Colombia como Caso de Progreso por la aplicación del Convenio 87. No obstante lo anterior, por insistencia del Grupo Trabajador, el país fue incluido en la Lista de la Comisión de Normas de la Conferencia. En junio de 2009, la delegación colombiana encabezada por el Embajador Angelino Garzón y la Viceministra de Relaciones Laborales Ana Lucía Noguera presentó ante la Comisión de Normas de la 98 Conferencia Internacional del Trabajo un informe de progreso sobre las acciones y resultados alcanzados en materia de lucha contra la impunidad, protección de sindicalistas y descenso en la cifra de asesinatos, enmarcados dentro de la política de seguridad democrática y en desarrollo del Acuerdo Tripartito. En el mismo sentido, señaló los avances logrados en materia legislativa y resaltó la importancia de fortalecer el diálogo social, reconociendo que todavía hay un camino por recorrer en aras del mejoramiento de las condiciones de vida para toda la población y de la garantía para el ejercicio de los derechos de todos los ciudadanos, incluidos los trabajadores sindicalizados. Por último se refirió a la importancia de continuar implementando y fortaleciendo el Programa de Cooperación Técnica para Colombia con el acompañamiento de la OIT. La comparecencia de Colombia ante la Comisión, a pesar de haber sido catalogada como Caso de Progreso por la Comisión de Expertos, fue valorada positivamente por diversas delegaciones gubernamentales y por el Grupo Empleador, como una evidencia del respeto del Gobierno colombiano por los procedimientos de la OIT. En octubre de 2009, por invitación del Gobierno, visitó el país la Directora del Departamento de Normas Internacionales Laborales, Cleopatra Doumbia-Henry. De manera consistente con la política de apertura, transparencia y rendición de cuentas que aplica el Gobierno Nacional, se buscó poner en conocimiento de la Directora Doumbia-Henry los avances en la implementación de las Conclusiones de la Comisión de Normas de la Conferencia Internacional del Trabajo de junio de 2009 sobre la aplicación del Convenio 87, así como el progreso en el desarrollo del Acuerdo Tripartito por el Derecho de Asociación y la Democracia. La Directora tuvo la oportunidad de entrevistarse con representantes del Gobierno Nacional, los empresarios y las organizaciones sindicales colombianas, así como con representantes de las instituciones del Estado. Durante las diversas reuniones llevadas a cabo, obtuvo información amplia y detallada sobre las medidas adoptadas por el Estado en materia de lucha contra la impunidad, el Programa de Protección, los avances legislativos y el funcionamiento de la Comisión Especial de Tratamiento de Conflictos ante la OIT (CETCOIT). Al finalizar su visita a Colombia, la señora Doumbia- Henry presentó sus conclusiones preliminares a los actores sociales colombianos en una reunión tripartita. El Ministro de la Protección Social, por su parte, hizo entrega de una comunicación de respuesta en nombre del Gobierno Nacional, en la cual reafirmó el compromiso y voluntad de cooperación con los órganos de supervisión de la OIT. El reporte presentado por la Directora de Normas Internacionales en el Trabajo tras su visita a Colombia fue recogido por la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones en su Informe de 2010, que sirvió de base para la decisión adoptada por la Comisión de Normas de la Conferencia de no incluir a Colombia en la Lista de Casos a ser examinados durante la 99 Conferencia Internacional del Trabajo que sesiona en junio de 2010. Negociación Directa Conciliación Arbitraje o Huelga, dependiendo esta última exclusivamente de la decisión mayoritaria de los trabajadores. 1. Para que sea válida la manifestación escrita de dar por terminada una convención colectiva de trabajo, si se hace por una de las partes, o por ambas separadamente, debe presentarse por triplicado ante el Inspector del Trabajo del lugar, y en su defecto, ante el Alcalde, funcionarios que le pondrán la nota respectiva de presentación, señalando el lugar, la fecha y la hora de la misma. El original de la denuncia será entregado al destinatario por dicho funcionario, y las copias serán destinadas para el Departamento Nacional de Trabajo y para el denunciante de la convención. 2. Formulada así la denuncia de la convención colectiva, ésta continuará vigente hasta tanto se firme una nueva convención. Por lo general la ley no limita los aspectos y temas que pueden ser tratados en el convenio colectivo. Puede objeto de negociación todo lo que contribuyan a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los beneficiarios y las beneficiarias del convenio. En ningún caso se pueden incluir clausulas que reduzcan los derechos consignados en la ley o en los convenios internacionales que ha ratificado el país. En los actuales momentos, es fundamental incluir en la propuesta temas relacionados con la no discriminación y la promoción de igualdad de oportunidades y de trato entre trabajadores y trabajadoras. El arreglo directo es la primera etapa del procedimiento de negociación colectiva, que se inicia dentro de los 20 días calendarios de presentado el pliego de reclamos, debiendo este ultimo ser admitido por la Autoridad Administrativa de Trabajo. En dicha etapa las partes se reúnen para buscar una solución el pliego de reclamos, suscribiendo acuerdos parciales o el convenio colectivo, en caso de llegar a un acuerdo final. El Comité ha estimado siempre que el derecho de huelga es uno de los derechos fundamentales de los trabajadores y de sus organizaciones únicamente en la medida en que constituya un medio de defensa de sus intereses económicos. Serán sometidos a este medio en los casos de conflictos Colectivos de Trabajo, en donde particulares elegidos por las partes interesadas o por el Ministerio del Trabajo, y llamados árbitros, concurren investidos de facultades jurisdiccionales, con el fin de resolver un conflicto mediante una sentencia que se denomina laudo arbitral. Convención colectiva de trabajo es la que se celebra entre uno o varios empleadores o asociaciones patronales, por una parte, y uno o varios sindicatos o federaciones sindicales de trabajadores, por la otra, para fijar las condiciones que regirán los contratos de trabajo durante su vigencia.
Además de las estipulaciones que las partes acuerden en
relación con las condiciones generales de trabajo, en la convención colectiva se indicarán la empresa o establecimiento, industria y oficios que comprenda, el lugar o lugares donde ha de regir la fecha en que entrará en vigor, el plazo de duración y las causas y modalidades de su prórroga, su desahucio o denuncia y la responsabilidad que su incumplimiento entrañe.