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HACIA EL ENCUENTRO DE JESUCRISTO REDENTOR,

BAJO LA MIRADA AMOROSA DE SANTA MARÍA DE


GUADALUPE

Proyecto Global de Pastoral


2031+2033
MIRAMOS LA REALIDAD COMO
PUEBLO REDIMIDO POR JESUCRISTO
Y AMADO DE SANTA MARÍA DE
GUADALUPE

PRIMERA PARTE
Núcleo cultural fundamental desafiante:
¡La negación de la primacía del ser humano!

La humanidad vive un verdadero y


profundo cambio de época.
Esta nueva cultura desdibuja y
mutila la figura humana.
Es aquí donde se encuentra el
núcleo cultural fundamental: ¡la
negación de la primacía del ser
humano!
Nos encontramos ante una profunda crisis
antropológico-cultural.
Esta realidad genera en su raíz una eliminación de las
personas: Los excluidos no son explotados, sino
desechos, sobrantes.
Esta honda transformación antropológica exige sanar
todas las relaciones básicas de la persona, siendo este
el enfoque fundamental que nos guiará en este PGP.
Una nueva época en el camino de la humanidad

Acercarse a la realidad es el punto de


partida, porque en ella se encuentran las
alegrías y las esperanzas más
profundas, los dolores, las luchas y los
sufrimientos más sentidos.
Queremos acercarnos a ella con los ojos
bien abiertos, alertar bien nuestros oídos
para escuchar los gritos de nuestro
pueblo y encender nuestro corazón para
acoger la voz del Señor que se
manifiesta a través de ella.
Al analizar nuestra realidad, se
experimentan profundas y aceleradas
transformaciones que están afectando
todos los campos de la vida de las
personas.
Estamos en una nueva época en el
camino de la humanidad.
Esto trae consigo cambios, que no
alcanzamos aún a comprender, por lo
que se nos dificulta tener una
respuesta adecuada y pronta.
Una mirada sobre la realidad global
Estas grandes transformaciones
nos ponen en estado de alerta,
para descubrir el paso del Señor
en ellas.

Es importante discernir lo que él


pide a su Iglesia en este
momento.

La Iglesia no es ajena o extraña


a la sociedad en la que se
encuentra inmersa.
Esta nueva época exige acompañar a cada persona y
renovar con valentía nuestro profetismo evangélico,
anunciando con fuerza el valor inestimable de la persona,
denunciando todo lo que se opone a su plena realización y
discerniendo a la luz del Evangelio esta nueva realidad,
para encarnar la experiencia de la misericordia, de la
comunión y la solidaridad en esta nueva época.
Este nuevo momento de la
humanidad abarca todos los
ámbitos de la vida de las
personas, transformando la
manera de pensar, percibir y
vivir su relación con Dios, con
los demás, con la naturaleza y
consigo mismo.
Situación que ha traído
frustración, desesperanza,
angustia y desmoralización en
muchas personas.
Contemplando –fe y esperanza- este nuevo escenario
global, los obispos dicen con su pueblo:
Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las
angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre
todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez
gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los
discípulos de Cristo.
Nada hay verdaderamente humano que no encuentre
eco en su corazón (GS 1).
Signos de una crisis antropológico-cultural

No dejan de sorprendernos los


inventos y descubrimientos que
están marcando el camino para
hacer más digna y plena la vida de
las personas.
Valoramos la búsqueda constante
del sentido de la vida y la
trascendencia como valores
esenciales a la existencia del ser
humano.
Se han abierto grandes
posibilidades para la
salud, la educación y las
comunicaciones. No
obstante, estos grandes
avances no llegan de
forma regular a muchos
hermanos.
Una transformación cultural
Percibimos que en el fondo de esta
transformación, se evapora la
concepción integral del ser humano y
va surgiendo con gran fuerza una
sobrevaloración del individuo por
encima de la colectividad.
Un individualismo que debilita y
rompe los vínculos comunitarios,
olvidando la construcción del bien
común y abriendo camino a la
satisfacción inmediata de los deseos
del individuo.
La imagen se sobrepone al
contenido, lo inmediato pasa
por alto los procesos, y se
establece lo superficial, lo
rápido y provisorio.
El mundo expresa su belleza
humana en un rico y variado
mosaico de culturas, con una
multiplicidad de formas de
pensar, vivir y expresar los
sentimientos.
Por otra parte, en esta crisis
antropológica, es posible que estos
cambios profundos pongan en peligro
este gran tesoro y terminen por hacer
perder los elementos multicolores que
posee, acelerando el deterioro de sus
raíces culturales y de su particularidad.

La pérdida de estos valores y la


incorporación de formas culturales
extrañas a estos pueblos, tienen como
punta de lanza la fuerte presión de los
medios de comunicación y las nuevas
tecnologías que tratan de imponer una
cultura única.
La economía
La economía crece continuamente
y muchas familias y comunidades
en el mundo han disfrutado y
experimentado la llegada de
importantes beneficios para ellas.

Sabemos, por otro lado, de muchas


historias humanas de dolor y
desesperación que se viven a
diario en el mundo por falta de
salud, educación, viviendas dignas
y los más elementales derechos
para una vida decorosa.
Este modelo neoliberal es un capataz cruel, generador de
inequidades e injusticias que marcan tristemente la vida
de muchos países pobres, provocando una concentración
de poder y riqueza en pocas manos y manteniendo en la
pobreza a un gran número de personas.
El relativismo
Se percibe un esfuerzo por
potenciar la libertad de la persona,
a la vez que se busca fortalecer un
ambiente de tolerancia, necesaria
para una convivencia sana como
condición para un mayor
pluralismo.
A la par, se distingue el fenómeno
del relativismo como signo propio
de nuestro tiempo que ha marcado
no sólo el pensamiento sino la
vida del ser humano.
Su presencia ha alterado los
referentes fundamentales del bien
y la verdad: Se va constituyendo
una dictadura del relativismo que
no reconoce nada como definitivo
y que deja como última medida
sólo el propio yo y sus antojos.

Esta tendencia peligrosa niega


verdades objetivas y universales
que deben orientar la convivencia
humana, señalando que cada
quien es dueño de su propia
verdad.
Esta disposición relativista va
tomando carta de ciudadanía en la
vida práctica de la sociedad,
provocando muchas veces
confusión y contradicciones.

Este pensamiento, en el fondo, es


una forma de intolerancia y temor
de quienes son incapaces de
asumir un diálogo abierto y honesto
por encontrar la verdad.
La ecología
Existe una conciencia cada día más ecológica y un
deseo sincero de cuidar el planeta.
Sin embargo, el sistema neoliberal, que privilegia lo
económico por encima de las personas, está poniendo
en riesgo también nuestra casa común.
El agua, el aire, el campo y la biodiversidad se están viendo
gravemente dañados por una peligrosa contaminación que
afecta a millones de personas por desechos tóxicos y
toneladas de basura que se producen cada día, afectando
la naturaleza.
Las tecnologías de la comunicación
Los medios masivos de comunicación y
las nuevas tecnologías son un
verdadero don para todos; han
aportado innumerables beneficios y
están cambiando profundamente la
manera de pensar y de vivir de las
personas.

Aun así, hay que tener presente otros


aspectos como la dispersión, la
manipulación de la verdad, la falta de
comunicación interpersonal y la
enajenación, que nos pueden confundir.
El arribo de inéditas espiritualidades
• La religión ha sufrido también un
fuerte impacto: llegada y proliferación
de nuevas espiritualidades a países
de honda tradición cristiana.

• Dentro de este fenómeno religioso,


la violencia ha alcanzado niveles
preocupantes y dolorosos, por el
fanatismo y el fundamentalismo
religioso, alcanzando en algunos
países niveles alarmantes de odio
y violencia.
Crisis de sentido
Una mirada a la mujer y al hombre
La humanidad ha entrado en un verdadero mercado
de ideas, ideologías, corrientes religiosas, de hoy
políticas,
culturales, etc., que han dado como resultado una
rica pluralidad de propuestas, sin que ninguna
tenga una hegemonía sobre las demás.
Una mirada a la mujer y al hombre
de hoy

Un elemento es lo que llamamos “crisis de sentido”, que


nos hace sentir como huérfanos, porque los valores,
comportamientos y conductas parece que ya no encajan
en esta nueva realidad.
Esto ha traído consigo desaliento, desorientación y
superficialidad, dando paso a otro rasgo de nuestro
tiempo: una especie de depresión humana, espiritual y
moral.
Migración forzada

Una de las características


propias del hombre, desde su
origen, ha sido su movilidad.
El deseo de conocer, viajar y
descubrir cosas y lugares
nuevos, lo ha llevado a un
continuo desplazamiento.
Por otro lado, aquí se encuentra uno de
los dramas de nuestro tiempo: la
migración forzada de millones de seres
humanos que ha obligado a muchos
hermanos a dejar su pueblo y su cultura,
lo que deriva en pobreza, violencia, falta
de oportunidades, rechazo racial,
político y religioso, desintegración
familiar, trata de personas, necesidad de
refugio, constitución de nuevas familias,
soledad, desarraigo y una vulnerabilidad
jurídica ante su situación de inmigrantes
indocumentados.
Nuevas ideologías que afectan a la familia
Grandes sectores siguen
reconociendo el valor de la
familia como un elemento
fundamental para una
sociedad más sana y vigorosa,
formadora ineludible de
valores en la educación de los
hijos.
Así mismo, tenemos que
reconocer la grave crisis por la
que atraviesa la familia.
Fenómenos como la pobreza, el
estrés, la organización laboral y
social, una ambigua concepción de
la libertad, la dificultad para
adquirir compromisos sólidos, una
implacable lucha jurídica y social
por implantar la ideología de
género, han hecho que la familia
se encuentre gravemente dañada.

La sexualidad es una gran


bendición de Dios para sus hijos y
abarca la totalidad de la persona.
Es fuente de vida, alegría y desarrollo humano, y está
íntimamente ligada al amor entre el hombre y la mujer.
Existe una honda preocupación por la ideologización de
la sexualidad, desligándola del sentido natural que ella
tiene en el ser humano.
Esta orientación trae consecuencias profundamente
lamentables a la educación, la familia, las leyes y la
identidad de las personas, dada por la misma naturaleza.

Nos preocupa que este tipo de ideologización trate de


imponerse como pensamiento único.
El rol de la mujer

Es necesario valorar el rol tan importante que la mujer


está desempeñando.

Nos alegra constatar el arribo de muchas mujeres a los


puestos de grandes responsabilidades, el acceso a la
educación, la lucha por consolidar cada vez más sus
derechos en todos los campos de la vida social, política
y económica, así como su presencia valiosa e
imprescindible dentro de la Iglesia.
Con todo, vemos con
tristeza que aún los rasgos
más dolorosos de la
pobreza, la desigualdad y la
violencia, tienen rostro de
mujer, y existe todavía un
largo camino para darle el
lugar que le corresponde.
Megatendencias
Hay algunos fenómenos globales,
llamados megatendencias, ante los
que habremos de estar atentos, con
una mirada de fe:

La continuación de la inestabilidad
en el mundo, el fundamentalismo
religioso, la desigualdad económica
y social, el empeño por implantar
una nueva imagen del hombre y la
mujer, la facilidad de viajar, los
medios de comunicación y las
nuevas tecnologías, el crecimiento
explosivo de las comunicaciones,
el área tecnológica de la salud, una creciente
preocupación por la ecología, la redefinición del papel de
la mujer, el Estado que deja en manos privadas la
mayoría de las actividades preponderantes, un
crecimiento de la pluralidad y la democracia, un mayor
interés por la educación y las artes.

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