PRINCIPIOS.

I. LA INTEGRACIÓN ES UN HECHO RELACIONAL

Reconocer que lo creado es un todo armónico e interdependiente, es el
resultado de entender y conocer a su Creador: Solamente a través de una
relación experiencial permanente con él, lleva a los docentes, estudiantes, padres
de familia y comunidad en general a está visión integrada e integradora del mundo
(Jer 9:23-24; Col 3:15-17).
II. LA INTEGRACIÓN ES UN HECHO ESPIRITUAL
Comprender que todo lo creado es la materialización del pensamiento divino
requiere de una mente renovada: Solamente con la mente de Cristo las
personas llegan a entender que lo que ven, sienten, palpan, oyen, huelen, gustan,
son realidades físicas que demuestran el eterno poder y deidad del Creador (1 Co
2:6-16; Ro 1:20).
III. LA INTEGRACIÓN ES UN HECHO REVELADOR
Explicar la unidad estructural y la sinergia funcional, interdependiente y
dinámica del universo, conduce necesariamente al reconocimiento del
diseño inteligente de su Creador: Solamente Dios con su infinita sabiduría pudo
haber armonizado con perfección todos y cada uno de los componentes de este
vasto universo, incluyendo a los seres vivos y al ser humano como corona de su
creación (Gn 1:31; Job 38 y 39; Ap 5:13).
IV. LA INTEGRACIÓN ES UN HECHO ESPERANZADOR
Relacionar las leyes que armonizan la naturaleza con los atributos del
Creador confirma al corazón humano la esperanza bienaventurada que le fue
dada con su redención y salvación: Solamente se llega a entender plenamente
a Dios, sus atributos y carácter a través del estudio y comprensión de la armonía
que desde el principio existe en las leyes que Él le dio a la naturaleza, está
armonía se mantiene y permanece porque él mismo la sustenta, así como lo hace
con la salvación y santificación (Gn 1:5, 8, 13, 17-19; Sal 71:6; He 1:3A).
V. LA INTEGRACIÓN ES UN HECHO PEDAGÓGICO
Conocer y entender la unidad estructural y funcional dada a la creación
produce aprendizaje integral: Solamente un aprendizaje integral dará como fruto
una formación integral; es definitivo que la verdadera integración permite al
estudiante aprender sobre el Creador, su creación, su carácter y sus hechos,
llevándolo a una relación significativa con el Señor.

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Aprendizajes Básicos
APRENDER SER: RESTAURANDO LA RELACION.
Todas las personas tienen voluntad, sentimientos y pensamientos, solo es, a
través de la relación con Dios.
Por tanto aprender a SER implica, volver a la condición inicial de una relación
íntima y de total dependencia de Dios, a través de conocerle y entenderle
(Gen 1:26-27; 2:7; Ex 3:14; Jn 17:3; Gal 2:20).
APRENDER A CONOCER: COMPRENDIENDO LA CREACIÓN.
Es el anhelo de Dios que cada ser humano lo conozca, lo entienda y vuelva a
relacionarse significativamente con El, para que así obtenga la inteligencia,
vida con sabiduría y se deleite en la ciencia. (Jer 9:24; Pr 1:7; 2:10-11; 8:14;
16:16; 19:8).
Para esto, Dios le enseña al hombre su creación, su carácter y sus hechos, de tal
manera que el mejor conocimiento para el ser humano se produce en su
conocimiento, entendimiento y relación con El, pues de esta forma obtiene
una comprensión superior de la naturaleza, sus leyes, interrelaciones,
absoluta unidad y armonía, las cuales están sustentadas por el creador. (1
Co 2:12-13).
APRENDER A HACER: VIVIENDO SABIAMENTE.
El ser humano es competente cuando aplica sus conocimientos para resolver las
situaciones que cada día se dan en su propia vida y contexto.
Afrontar con éxito los retos de la vida es más que un esfuerzo por lograr
resultados temporales; al depender de Dios se acrecienta la fe que El nos
da, generando suficiente confianza en el hombre, de tal forma que no lo
hace por si mismo, sino que se convierte en el medio a través del cual Dios
obra. (Gen 1:12,31; Ex 31:3-5; Pr 16:3; 2 Co 3:4-6).
APRENDER A VIVIR JUNTOS: SIRVIENDO CON AMOR
El ser humano instruido por Dios, aprende a permanecer en una relación de
confianza y dependencia en El, reconociéndolo como soberano, lo que a su
vez propicias relaciones armoniosas, edificadoras y significativas con los
demás.
Es así, que vivir juntos es un ejercicio continuo de servicio, a través del cual El
muestra su amor, servicio y reconocimiento preferencial que tiene hacia
cada ser humano creado a su imagen y semejanza. (Mt 20:21-28; Gal 2:20;
Ef 2:10).
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Principios Pedagógicos:
Relación: Restablecida la relación con Dios se genera una unidad
totalmente dinámica, significativa y envolvente, que define y
determina las relaciones intrapersonales, interpersonales y
contextuales. (Jn 17:20-26)
Comprensión: Al conocer mejor a Dios, produce en cada persona un
entendimiento real, profundo y experiencial de Él, sus atributos y
sus hechos, de tal forma que las obras que cada una realiza en
su vida diaria, permite ver a quienes le rodean, los sentimientos,
pensamientos, voluntad agradable, y perfecta del Creador. (Ro
12:1-2; Ef 3:14-21)
Afecto Fraternal: La definitiva restauración de la relación con Dios,
ser participantes de su naturaleza divina, origina en la persona
una total y sincera aceptación de los demás, motivando el
establecimiento de relaciones legitimas, edificadoras y
trascendentes. (Ef 4:15-16, 22-25, 32)
Servicio: Cada creyente es un canal a través del cual Dios bendice
las vidas de quienes le rodean, la verdadera práctica del amor
conjuga palabras y hechos, demostrando la coherencia entre lo
que se Es, se Cree y se Hace. (Ga 5:13-14, 6:10)
Restauración: Ser participantes de la naturaleza divina, hace de cada
persona una fuente de perdón, reconciliación y apoyo
incondicional para el prójimo. (2 Co 3:1-6, 5:14-20; Ga 6:1-2)
Amor: Es la máxima manifestación lo que se Es, se Piensa, se Cree y
se Obra, son los hechos, de quienes pertenecen a Dios y
permanecen en Él. (Jn 13:34; Ro 12:9; 1 Ts 3:12; 1 P 1:22)

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Principios Metodológicos:
Dependencia: Se es competente en Él y por Él, separados
de Dios nada se puede hacer, lo verdaderamente
trascendente se origina en él, solo en total dependencia
del Creador que es el camino más excelente, los hechos
personales serán efectivos, eficientes y eficaces, como
testimonio de Dios, el único absolutamente exitoso. (Jn
14:10, 15:5, 7-8)
Diligencia: Cada experiencia con Dios y en Él, se produce
dentro del tiempo propicio y en el lugar adecuado, dando
resultados confiables, sólidos y permanentes. (Ef 5:15-
17; 2 Ti 2:15; 2 P 1:5-8)
Planeación: La efectividad, permanencia e influencia que se
logra a través de los diferentes programas y proyectos,
esta determinada por el orden y seguimiento que se
hace de cada uno de los procesos con sus acciones
respectivas. (Gn 1:1-31)
Integralidad: Dios establece una unidad con cada creyente y
entre ellos mismos, es por esto, que se llega a tener una
verdadera comprensión de la armonía y unidad
presentes en la creación. (Gn 1:1, 31; Jn 17:23; 1 Co
2:10-16)
Asertividad: Al expresar las ideas y necesidades propias, se
hace con prudencia, sobriedad, respetando las ideas y
necesidades de los demás, mostrando el poder y 4
fidelidad de Dios, quien mora en el creyente. (Col 3:16; 2
Momentos Metodológicos:
Cuántos sabemos de: Son los presaberes que se
tienen de si mismo y del resto de la creación, a
partir de las relaciones que ha establecido con
Dios, consigo mismo, con los demás y con el
mundo, lo empírico, científico e informativo (Jer
9:23; Ec 8:1; Job 42:5; Ec 12:12)
Renovando mis Pensamientos: A través de lo
creado conocemos cada vez más y mejor a Dios,
la relación con él es totalmente significativa,
produciendo en cada persona inteligencia y
excelente entendimiento de la armonía y leyes
que fueron dadas a la creación y sustentadas por
el mismo creador. (Ro 12:2; Ec 7:25; Pr 2:6).
Sabiduría para la Vida: En la confrontación de
saberes la persona toma una posición
transformadora, sustentada en la relación
armónica que mantiene con el creador y su
creación, para su práctica y aplicación (SOY,
CONOZCO, APLICO, NOS DESARROLLAMOS),
incidiendo
determinantemente en el desarrollo de cada proyecto
de vida. (Pr 4; Ec 7:12; Gal 5:16, 22-26; Pr 2:5-6)
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