USO DEFINICIÓN DEL USO RACIONAL DE LOS MEDICAMENTOS El objetivo de cualquier sistema de gestión del medicamento es proporcionar el medicamento correcto al paciente que lo necesita. Los pasos de selección, compra y distribución son las condiciones previas del uso racional de los medicamentos. La Conferencia de Expertos sobre el Uso Racional de los Medicamentos convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Nairobi en 1985 definió el uso racional como sigue: el uso racional de los medicamentos exige que los pacientes reciban los medicamentos apropiados para sus necesidades clínicas, a dosis que se ajusten a sus requerimientos individuales, durante un periodo adecuado de tiempo y al costo más bajo posible para ellos y para la comunidad. CRITERIOS QUE INVOLUCRAN EL USO RACIONAL Un medicamento correcto. una indicación apropiada -es decir, el motivo de la prescripción se basa en consideraciones médicas sólidas Un medicamento apropiado desde el punto de vista de la eficacia, la seguridad, la idoneidad para el paciente y el costo, Una posología, una administración y una duración del tratamiento apropiadas. Un paciente apropiado -es decir, para el que no existan contraindicaciones y la probabilidad de reacciones adversas sea mínima. Una dispensación correcta, que incluya la información apropiada para el paciente sobre los medicamentos prescritos. Que el paciente cumpla el tratamiento. Para satisfacer estos criterios los prescriptores deben seguir un proceso normalizado de prescripción que se inicia con un diagnóstico para definir el problema que requiere una actuación. A continuación es preciso definir el objetivo terapéutico. El prescriptor ha de decidir, basándose en una información actualizada de los medicamentos y la terapéutica, qué tratamiento se requiere para conseguir el objetivo deseado en cada paciente concreto Una vez adoptada la decisión de tratar al paciente con medicamentos, se selecciona el mejor fármaco para cada paciente individual basándose en consideraciones de eficacia, seguridad, idoneidad y costo. Seguidamente se determinan la dosis, la vía de administración y la duración del tratamiento, teniendo siempre presente el estado del paciente. Cuando se prescribe un medicamento, el prescriptor debe proporcionar al paciente una información apropiada sobre el fármaco en cuestión y sobre su enfermedad. Por último, el prescriptor debe decidir la manera de supervisar el tratamiento, teniendo en cuenta los probables efectos terapéuticos y adversos de la terapéutica empleada. El medicamento se dispensa al paciente de una forma segura e higiénica, asegurándose de que el enfermo comprende la posología y el ciclo terapéutico. A partir de este momento, el paciente empieza a tomar el medicamento. El cumplimiento del tratamiento es bueno si el paciente (y su grupo comunitario) comprende y aprecia el valor de tomar unos fármacos específicos para tratar unas indicaciones específicas. EJEMPLOS DEL USO IRRACIONAL DE LOS MEDICAMENTOS
En todos los países existen casos de uso irracional de
los medicamentos. Entre estos casos se incluyen el consumo innecesario de medicamentos, la prescripción de fármacos incorrectos o de medicamentos ineficaces o peligrosos, la utilización insuficiente de medicamentos eficaces disponibles y el uso incorrecto de los fármacos. Farmacoterapia innecesaria La utilización de medicamentos cuando no se necesitan incluye muchos usos no terapéuticos de las especialidades farmacéuticas. Por ejemplo, en muchos países, la mayoría de los niños con infecciones de vías respiratorias altas leves son tratados con antibióticos. Así mismo, en muchos niños con diarreas agudas se prescriben de forma indiscriminada agentes antimicrobianos o productos anti-diarreicos innecesarios e ineficaces en lugar de soluciones de rehidratación oral (SRO). Medicamentos incorrectos En algunos países, por ejemplo, a muchos niños con una faringitis estreptocócica no se los trata como se debía, es decir, con penicilina de pequeño espectro. En su lugar se prescribe habitualmente tetraciclina, un medicamento que no se recomienda para la profilaxis ele la fiebre reumática consiguiente a una faringitis estreptocócica y que ; puede producir efectos secundarios graves en los niños. Medicamentos ineficaces y medicamentos de eficacia dudosa Un ejemplo de esta pauta de prescripción viene dado por la utilización excesiva e innecesaria de preparados multi- vitamínicos o tónicos. Medicamentos peligrosos Si se prescriben medicamentos peligrosos la probabilidad de reacciones adversas supera a los posibles efectos tera- péuticos. Son ejemplos comunes el empleo de esteroides I anabólicos para estimular el crecimiento y el apetito en los : niños, o su utilización en los atletas. En muchos países se usa indiscriminadamente dipirona (metamizol), un medicamento prohibido en la mayoría de los países desarrollados, tanto en los establecimientos de salud como fuera de ellos, para tratar una gran variedad de dolencias leves. Utilización insuficiente de medicamentos eficaces disponibles En Java Occidental, Indonesia, un estudio puso de manifiesto hace algunos años que las SRO se prescribían únicamente a una pequeña proporción de los niños con diarrea aguda. Por desgracia, este uso insuficiente de una terapéutica eficaz de rehidratación oral para tratar la diarrea aguda en los niños sigue produciéndose en muchos países. Uso incorrecto de los medicamentos Las preparaciones inyectables se suelen utilizar excesivamente. Otro uso incorrecto frecuente de medicamentos es la administración, de los antibióticos a los pacientes durante sólo uno o dos días, en lugar de administrar un ciclo terapéutico completo. Consecuencias adversas del uso irracional de los medicamentos
El uso incorrecto de los medicamentos en gran escala
puede repercutir de una forma muy adversa sobre los costos de la asistencia sanitaria y sobre la calidad de la farmacoterapia y de la atención médica. Otros efectos negativos son la mayor probabilidad de reacciones adversas y una errónea dependencia de los medicamentos por parte de los pacientes. El proceso de utilización de los medicamentos Repercusión sobre la calidad de la farmacoterapia y de la asistencia médica Una prescripción inapropiada pueden poner en peligro, directa o indirectamente, la calidad de la atención al paciente e influir negativamente sobre los resultados de los tratamientos. La probabilidad de reacciones adversas a los medicamentos aumenta si éstos se prescriben innecesariamente. La defectuosa utilización de los productos inyectables se ha relacionado con una elevada incidencia de choque anafiláctico. El uso de una posología excesiva o insuficiente de productos antibióticos y agentes quimioterápicos da lugar por su parte a la rápida aparición de cepas resistentes de bacterias o del parásito responsable del paludismo. Repercusión sobre el costo El empleo excesivo de medicamentos, incluso si se trata de medicamentos esenciales, da lugar a unos gastos excesivos en especialidades farmacéuticas y al desperdicio de recursos financieros, tanto por parte de los pacientes como del sistema asistencial. En muchos países los gastos en productos farmacéuticos no esenciales, tales como vitaminas y antitusígenos, consumen recursos financieros limitados que podrían asignarse a productos más esenciales y vitales como, por ejemplo, vacunas o antibióticos. La utilización insuficiente de los medicamentos en las fases iniciales de una enfermedad puede producir también un exceso de costos, ya que aumentan la probabilidades de que la enfermedad se prolongue y de que en último término sea necesario hospitalizar al paciente. Consecuencias psicosociales Un exceso de prescripciones es interpretado por los pacientes en el sentido de que cualquier enfermedad, por trivial que sea, requiere medicamentos. El concepto de que hay una píldora para cada enfermedad es pernicioso. Lo único que se consigue es que los pacientes pongan toda su confianza en los medicamentos, y esta dependencia aumenta la demanda de fármacos. Los pacientes pueden solicitar inyecciones innecesarias debido a que durante sus años de utilización de los modernos servicios de salud se han acostumbrado a que los médicos les pongan inyecciones. Factores que influencian uso irracional de los medicamentos La utilización de los medicamentos está influida por muchos factores interrelacionados como: Sistema sanitario Entre los factores que influyen en el sistema sanitario se cuentan un suministro poco fiable, las faltas de existencias de medicamentos, la expiración de los fármacos y la disponibilidad de medicamentos inapropiados. Estas ineficiencias del sistema dan lugar a que el prescriptor y el paciente pierdan su confianza en él. El paciente exige ser tratado y el prescriptor se siente obligado a proporcional lo que está disponible, incluso si el medicamento en cuestión no es el adecuado para tratar la enfermedad. Prescriptor El prescriptor puede verse afectado por factores interno y externos. Su formación puede no ser adecuada, o sus hábitos de prescripción pueden haberse quedado anticuados debido a la falta de una formación continuada. Puede faltar una información objetiva sobre los medicamentos y la información proporcionada por los agentes comerciales de las compañías farmacéuticas puede no ser fiable. Existe una fuerte tentación a generalizar de forma inapropiada la eficacia o los efectos secundarios de los medicamentos basándose en una experiencia personal limitada. En lo que se refiere a los factores externos, un número excesivo de pacientes y la presión que se ejerce sobre el médico para que prescriba de acuerdo con lo que hacen sus colegas líderes de opinión, con lo que le piden su pacientes y con lo que le sugieren los agentes comerciales de las compañías farmacéuticas complican sus decisiones de prescripción. Por último, cuestiones de beneficio personal pueden influir en la elección de un prescriptor si sus ingresos dependen de las ventas de ciertos productos. Dispensador (B.P.D.) El dispensador desempeña un papel decisivo en el proceso terapéutico. La calidad de la dispensación puede verse influida por la formación y las orientaciones recibidas por el dispensador y por la información que le llega sobre los medicamentos. Las faltas de productos a dispensar y la escasez del tiempo destinado a la dispensación debido al gran número de pacientes pueden repercutir de forma adversa en el proceso de dispensación. Por último, si la categoría social de los dispensadores es baja la calidad de la dispensación se resiente. Paciente y comunidad El cumplimiento del tratamiento por cada enfermo concreto está influido por muchos factores, entre los que se incluyen las creencias culturales, las capacidades de comunicación y las actitudes del prescriptor y del dispensador, la limitación de tiempo para realizar consultas, la escasez de información impresa y las creencias de la comunidad sobre la eficacia de ciertos medicamentos o vías de administración. Por ejemplo, su entorno comunitario puede creer que las inyecciones son más eficaces que las cápsulas o que éstas son más eficaces que los comprimidos. INFORMACIÓN DE MEDICAMENTOS La disponibilidad de una información de medicamentos clínicamente importante, actualizada, específica del usua- rio, independiente, objetiva e imparcial es esencial para un uso apropiado de los medicamentos. Tanto los pres- criptores como los dispensadores y los usuarios de los medicamentos necesitan disponer de una información objetiva. Un sistema de asistencia sanitaria puede garanti- zar la disponibilidad de los fármacos de más calidad pero, si éstos no se utilizan adecuadamente, sus beneficios pueden ser muy escasos e incluso pueden dar lugar a efectos adversos. Aunque la disponibilidad de una buena información de medicamentos no garantiza el uso apropiado de los medicamentos, constituye desde luego una exigencia básica para poder adoptar decisiones racionales. Existen muchas formas de información de medicamentos (materiales escritos y audiovisuales (base de datos), y la necesidad de esta información varía en los diferentes tipos de prestadores de asistencia sanitaria y pacientes. Por ejemplo, los médicos y farmacéuticos necesitan acceder a la totalidad de la información referente a medicamentos genéricos y con nombre de marca, sus indicaciones y contraindicaciones de uso, los fármacos de elección y las alternativas terapéuticas. la posología. las precauciones de uso. las interacciones farmacológicas, los efectos secundarios y adversos, las características clínicas de la sobredosificación y su tratamiento, la disponibilidad y el costo de un ciclo de tratamiento. Los pacientes necesitan unas indicaciones básicas para utilizar tanto los medicamentos prescritos como sin receta. Además de forma creciente, los pacientes y el público en general pretenden obtener una información sobre medicamentos más completa y, de hecho la van consiguiendo. Tanto los prescriptores como los farmacéuticos y los pacientes necesitan información sobre los medicamentos. Las fuentes de esta información se pueden clasificar como primarias (artículos y trabajos de investigación original), secundarias (revisiones de la literatura primaria) y terciarias (formularios, manuales de protocolos de tratamiento normalizados, libros de texto y artículos de revisión o información sobre medicamentos aprobada por las agencias de reglamentación farmacéutica). La utilidad de la literatura promocional es limitada, ya que proporciona una información sesgada cuyo objetivo es la promoción de las ventas de los productos comerciales. Los conocimientos requeridos para evaluar las fuentes de información de medicamentos puede proporcionarlos un centro de información sobre medicamentos (CIM). Lo ideal es que en cada país exista uno de estos centros. Un CIM se puede establecer en un hospital o departamento universitario accesible. Estos centros deben proporcionar información de una forma activa, dirigida al exterior, además de responder a las consultas que se les dirigen. Exigen que el personal que trabaja en ellos posea una buena formación y tenga acceso a fuentes de información textuales e informatizadas. Entre las actividades de este tipo de centros se incluyen el envío de personal fuera del centro-para proporcionar información, la elaboración, producción y difusión de un boletín de medicamentos basado en modernos principios de comunicación y la enseñanza. LA INFORMACIÓN DE MEDICAMENTOS DEBE SER RECEPTIVA A LAS NECESIDADES DE LOS CLIENTES ESTABLECIMIENTO DE UN CENTRO DE INFORMACIÓN Un centro de información de medicamentos constituye una parte vital de los esfuerzos realizados para racionalizar el uso de los fármacos. En un país pequeño con medios limitados puede ser simplemente una pequeña oficina en el hospital nacional, en la que se guardan en una estantería libros y publicaciones de la OMS. El responsable de contestar a las preguntas es un farmacéutico del hospital. Sin embargo, idealmente, los países deben desarrollar centros de información de medicamentos oficiales (CIM) como parte de sus programas de salud nacionales. Un CIM debe trabajar en colaboración estrecha con el programa nacional de medicamentos esenciales y participar en la elaboración de los materiales oficiales relacionados con los fármacos. Para resultar eficaz, un CIM debe contar con un local fijo en un entorno también estable, debe aceptar un compromiso básico de proporcionar la información de medicamentos necesitada, disponer de un espacio físico suficiente para albergar el centro, de referencias de información básicas, personal, equipos de apoyo para acceder a la información y difundirla y equipos de comunicación. El centro de información de medicamentos y el centro de control de tóxicos representan dos servicios diferentes aunque, con frecuencia, están combinados. El control de tóxicos es por lo general un servicio de emergencia que requiere rápidas respuestas telefónicas. El servicio de información de medicamentos se ocupa tanto de solicitudes urgentes de información terapéutica como de preguntas que exigen una revisión y síntesis de la información, más detalladas. LA DISPENSACIÓN La dispensación se refiere al proceso de preparar y entregar medicamentos a una persona identificada basándose en una prescripción. Implica la interpretación correcta de los deseos del prescriptor y la preparación y etiquetado exactos del medicamento de tal forma que el paciente lo utilice como se le ha recomendado. Este proceso puede tener lugar en una clínica pública o privada, un centro de salud o un hospital, o en el contexto de una farmacia privada o un comercio autorizado a vender medicamentos Con frecuencia, las personas que llevan a cabo el proceso son de tipos muy diferentes y su formación y experiencia son muy diversas. Sin embargo, sea cual sea el lugar en que se realiza la dispensación y sea cual sea la persona que la lleva a cabo, cualquier error o fallo en la misma pueden afectar seriamente la asistencia proporcionada al paciente. La dispensación es uno de los elementos vitales del uso racional de los medicamentos. En los programas dedicados a este tema los esfuerzos se han centrado en garantizar unos hábitos de prescripción racionales, pasando por alto la dispensación y la utilización real de los medicamentos por parte de los pacientes. Se supone habitualmente que la dispensación constituye un proceso simple y sistemático que no puede fallar. Sin embargo, todos los recursos invertidos en la asistencia a los pacientes hasta el momento de la dispensación pueden haberse gastado en vano si ésta no da lugar a que el paciente en cuestión reciba una forma eficaz del medicamento correcto, en un envase adecuado, en la dosis correcta y con las instrucciones necesarias. ENTORNO DEL SERVICIO DE DISPENSACIÓN Los ambientes en que se desenvuelve la dispensación deben ser limpios, ya que la mayoría de los medicamentos se toman por vía interna y, por lo tanto, es importante su higiene y la seguridad de que no están contaminados. Además, el entorno debe estar organizado para que la dis- pensación se realice de manera exacta y eficiente. El entorno de la dispensación incluye: personal entorno físico áreas de estanterías v almacenamiento Superficies utilizadas durante el trabajo Equipo y materiales de envasado. BUENAS PRÁCTICAS DE DISPENSACIÓN (B.P.D.) Unas prácticas correctas de dispensación garantizan que se entregue al paciente que corresponda una forma eficaz del medicamento correcto, en la dosis y cantidad prescritas, con instrucciones claras y en un envase que conserve la potencia del medicamento. La dispensación incluye todas las actividades realizadas entre el momento en que se presenta la prescripción y el momento en que el medicamento u otros artículos prescritos se entregan al paciente. La base para una práctica correcta la proporciona un entorno de trabajo seguro, limpio y organizado. La dispensación debe ser exacta y debe llevarse a cabo de una manera metódica, recurriendo a. procedimientos eficaces y organizados. Se prestará la atención debida a que la lectura de las etiquetas sea exacta. La persona encargada de la dispensación debe contar y medir cuidadosamente e impedir la contaminación de los medicamentos utilizando un equipo limpio y evitando su manipulación directa. El personal responsable de la dispensación debe poseer la calificación o la formación precisas para proporcionarle los conocimientos, habilidades y prácticas necesarios para dispensar los numerosos medicamentos que se prescriben. Deberá supervisarse regularmente su actuación. PROCESO DE DISPENSACIÓN La utilización constante y repetida de un procedimiento de dispensación correcto es vital para garantizar que los errores se detectan y se corrigen en todas las fases del proceso de dispensación. El término proceso de dispensación abarca todas las actividades realizadas desde la recepción de la prescripción a la entrega al paciente del medicamento prescrito. Se diferencian cinco áreas principales de actividad. Recepción y validación de la prescripción. Comprensión e interpretación de la prescripción. Preparación de los artículos para su entrega. Registro del acto de dispensación. Entrega de los medicamentos al paciente con instrucciones y consejos claros. LA DISPENSACIÓN EN UN HOSPITAL PUEDE COMPRENDER LOS SIGUIENTES TIPOS: Dispensación para stock fijo (U.D. – Botiquín) Dispensación a Pacientes Ambulatorios Dispensación a Pacientes Hospitalizados Dispensación en Unidad de Emergencia. Dispensación de Medicamentos que contienen sustancias estupefacientes, psicotropicas u otras sustancias sujetas a fiscalización sanitaria. Dispensación en dosis unitarias.