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Pablo sufrió muchas tribulaciones y persecuciones en su ministerio como apóstol. Fue azotado, apedreado, naufragó tres veces, pasó necesidades y fue despreciado. Sin embargo, Pablo se enorgullecía de sus debilidades porque así el poder de Cristo podía descansar sobre él. Aunque sufría, Pablo se regocijaba y consolaba a otros con el evangelio.
Descriere originală:
Los obreros del Señor tiene sus peligros y padecimientos, he aquí una lista de ellos
Pablo sufrió muchas tribulaciones y persecuciones en su ministerio como apóstol. Fue azotado, apedreado, naufragó tres veces, pasó necesidades y fue despreciado. Sin embargo, Pablo se enorgullecía de sus debilidades porque así el poder de Cristo podía descansar sobre él. Aunque sufría, Pablo se regocijaba y consolaba a otros con el evangelio.
Pablo sufrió muchas tribulaciones y persecuciones en su ministerio como apóstol. Fue azotado, apedreado, naufragó tres veces, pasó necesidades y fue despreciado. Sin embargo, Pablo se enorgullecía de sus debilidades porque así el poder de Cristo podía descansar sobre él. Aunque sufría, Pablo se regocijaba y consolaba a otros con el evangelio.
Hch 9:10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado
Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él
respondió: Heme aquí, Señor. Hch 9:11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, Hch 9:12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Hch 9:13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; Hch 9:14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. Hch 9:15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; Hch 9:16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. 1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 1Co 2:3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 1Co 4:9 Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. 1Co 4:10 Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados. 1Co 4:11 Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. 1Co 4:12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. 1Co 4:13 Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos. 1Co 15:30 ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? 1Co 15:31 Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero. 1Co 15:32 Si como hombre batallé en Éfeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. 1Co 16:8 Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés; 1Co 16:9 porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios. 2Co 1:4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. 2Co 1:5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 2Co 1:6 Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. 2Co 1:7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación. 2Co 1:8 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. 2Co 1:9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; 2Co 2:4 Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo. 2Co 2:5 Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros. 2Co 4:1 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2Co 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 2Co 4:8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 2Co 4:9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 2Co 4:10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 2Co 4:11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 2Co 4:12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida. 2Co 4:15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 2Co 4:16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 2Co 4:17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 2Co 4:18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2Co 6:3 No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado; 2Co 6:4 antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; 2Co 6:5 en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; 2Co 6:6 en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, 2Co 6:7 en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; 2Co 6:8 por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; 2Co 6:9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; 2Co 6:10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. 2Co 7:4 Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones. 2Co 7:5 Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. 2Co 11:18 Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré; 2Co 11:23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 2Co 11:24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 2Co 11:25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 2Co 11:26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 2Co 11:27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 2Co 11:28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. 2Co 11:29 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? 2Co 11:30 Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad. 2Co 11:32 En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme; 2Co 11:33 y fui descolgado del muro en un canasto por una ventana, y escapé de sus manos. 2Co 12:1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 2Co 12:2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 2Co 12:3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 2Co 12:4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. 2Co 12:5 De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. 2Co 12:6 Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. 2Co 12:7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 2Co 12:8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 2Co 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2Co 12:10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 2Co 12:14 He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. 2Co 12:15 Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos. Gál 4:13 Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; Gál 4:14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. Gál 4:16 ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? Gál 4:19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, Gál 4:20 quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros. Gál 6:14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Efe 3:1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; Efe 3:13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. Efe 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados. Flp 1:7 como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia, Flp 1:12 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, Flp 1:13 de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Flp 1:14 Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Flp 1:16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; Flp 1:19 sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, Flp 1:20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Flp 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Flp 2:17 Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. Flp 2:25 Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; Flp 2:29 Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; Flp 2:30 porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí. Flp 3:7 Cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Flp 3:8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, Flp 3:10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte. Sé vivir humildemente, y sé Flp 4:12 tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Col 1:24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; Col 2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; 1Ts 2:1 Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana; 1Ts 2:2 pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición. 1Ts 2:8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos. 1Ts 2:9 Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. 1Ts 3:1 Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, 1Ts 3:2 y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, 1Ts 3:3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. 1Ts 3:4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. 1Ts 3:6 Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, 1Ts 3:7 por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe 2Ts 3:1 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, 2Ts 3:2 y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. 1Ti 4:9 Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. 1Ti 4:10 que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 2Ti 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2Ti 1:8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 2Ti 2:3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 2Ti 2:8 Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, 2Ti 2:9 en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. 2Ti 2:10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. 2Ti 2:11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 2Ti 2:12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 2Ti 2:23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 2Ti 2:24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido 2Ti 3:10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 2Ti 3:11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 2Ti 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución 2Ti 4:5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 2Ti 4:6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 2Ti 4:9 Procura venir pronto a verme, 2Ti 4:10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. 2Ti 4:14 Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. 2Ti 4:15 Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. 2Ti 4:16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. 2Ti 4:17 Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. 2Ti 4:18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. Stg 5:10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. Stg 5:11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.