DE EDIFICIO DE CONCRETO REFORZADA ELEMENTO CONFINADO Y NO CONFINADO EN PARED La mampostería que se utilizaba antiguamente se basaba en lo masivo de los elementos que hacían parte de las estructuras y de su gran tamaño, que por su propio peso, lograban una estabilidad estructural bajo la acción de cargas laterales como viento o sismo. Sin embargo, en la actualidad dados los avances en materiales y las necesidades de reducir costos, este tipo de estructuras no son viables. Por esta razón se ha visto un gran desarrollo en cuanto a técnicas de construcción y en características de los materiales tales como la resistencia, por lo cual las estructuras hoy en día son más esbeltas, de menor peso y por ende menos masivas, pero a la vez más resistentes. La mampostería no reforzada bajo la acción de cargas laterales de una baja magnitud, presenta un esfuerzo de flexión menor al esfuerzo axial de compresión, por lo tanto, en estos casos no se presenta ningún riesgo para la estructura. Sin embargo con el aumento de las cargas laterales se generan esfuerzos de tensión en la mampostería que pueden llevar a la aparición de grietas en la estructura lo que puede generar una falla si las cargas laterales son lo suficientemente altas para vencer la capacidad de tensión de las unidades de mampostería y del mortero de pega, que en realidad no es muy alta, ya que la característica principal de la mampostería es su resistencia a la compresión y su baja resistencia a la tensión. A partir de los levantamientos de daño realizados después de ocurrido un sismo, se han podido identificar algunos de los principales factores que contribuyen al aumento de la vulnerabilidad sísmica de las estructuras de mampostería no reforzada, estos son entre otros: 1. Elementos excesivamente esbeltos 2. Baja densidad de muros en planta 3. Deficiencias en los anclajes de los muros a los diafragmas de piso y techo 4. Malas conexiones entre los distintos elementos 5. Flexibilidad en los diafragmas de piso 6. Ausencia de separación entre los edificios adyacentes 7. Deformaciones permanentes de los suelos de fundación e irregularidades en la distribución en planta y altura de las estructuras. La mayoría de las edificaciones en el pais poseen paredes de mampostería, tanto en sus fachadas como en sus divisiones internas. Estas paredes son comunmente consideradas como componentes no estructurales, incorporándose en el análisis y diseño sismorresistente sólo como peso (para las acciones permanentes) y masa (para las acciones sísmicas), menospreciando su aporte a la resistencia y rigidez del sistema estructural. Las paredes de mampostería y los pórticos de concreto armado tienen un comportamiento muy diferente ante las acciones laterales (sísmicas). En general, las paredes de mampostería son inicialmente mucho más rígidas que los pórticos.
Sin embargo, su comportamiento es muy errático y frágil, ya que disminuyen
drásticamente su rigidez y resistencia al agrietarse a deformaciones (derivas) relativamente bajas. Por el contrario, los pórticos dúctiles de concreto armado son mucho más flexibles que las paredes y pueden alcanzar grandes deformaciones inelásticas. En la mayoría de los casos no hay dominio absoluto de las paredes ni de los pórticos a través de todo el edificio, sino que en algunas áreas o entrepisos prevalecen las paredes y en otras, los pórticos, promoviendo irregularidades y discontinuidades en la rigidez de ciertos sectores del edificio.
Cuando esto ocurre, la demanda de deformación (deriva) se concentra sólo en
algunos entrepisos o algunas regiones donde no hay paredes o en aquellos sectores donde éstas se rompen primero, mientras que el resto del edificio se comporta casi como un cuerpo rígido, lo que genera mecanismos conocidos como “entrepiso blando” y “corta columna “, entre otros. 1. Las normas actuales advierten sobre la necesidad vital tener en cuenta la influencia de los componentes no estructurales en el desempeño estructural, en particular las paredes rígidas (paredes de mampostería), recomendando que deben ser aisladas o que tienen que ser incorporadas en el análisis y el diseño como parte de la estructura. A pesar de estas advertencias, todavía se arrastra la herencia de considerar las paredes en los modelos sólo por su peso y masa, subestimando su rigidez, resistencia y fragilidad. 2. El modulo de elasticidad de las paredes de la mampostería toma en cuenta la relación de esfuerzo-deformacion tanto de las unidades como del mortero, debido a que es una sumatoria de las deformaciones de los materiales que componen la mampostería tomando en cuenta la altura del elemento y el espesor de la junta de mortero. 3. La resistencia de la comprensión de la mampostería vendrá dependiendo de su proceso constructivo, debido a que la unidad y mortero podrían cumplir con las especificaciones pero si se coloca de la manera incorrecta afectara la resistencia del elemento. 4. Han sido pocos los estudios concentrados en la relación de Poisson de las unidades de mampostería por lo que se manejan valores estándar para tres tipos diferentes de unidades, sin embargo los materiales no fueron especificados con claridad. 1. Debido a que las estructuras se ven afectadas no solo por cargas gravitacionales sino también por cargas de viento y los sismos, que se traducen en fuerzas horizontales que deben ser soportadas por la estructura, se debe no solo considerar la resistencia a comprensión sino también la resistencia a cortante y a tracción de la mampostería. 2. Verificar todas las irregularidades que la normativa exige para prevenir cualquier colapso o vulnerabilidad que pueda presentar la estructura.