Sebastián Mórelo Mayoreth Pacheco Valeria Buitrago Existen sonidos audibles por el oído humano y otros que sólo perciben ciertas especies de animales. En cualquier caso, se componen de ondas acústicas debidas a la oscilación de la presión del aire, que son percibidas por el oído y transmitidas al cerebro para ser interpretadas. El sonido es una onda longitudinal, es decir, que necesita un medio material para su propagación. Todos sabemos que cuando llueve fuertemente y se produce rayos, aunque el relámpago y el trueno se produce en el mismo instante, el trueno se oye después de haber visto la luz del relámpago. La razón es que la velocidad de la luz es mayor que la velocidad del sonido en el aire. Como en todas las ondas, la velocidad del sonido depende de las características del medio donde se propagan. Estos factores son la compresibilidad y la densidad. Además de estos factores, en los gases se considera la masa molecular del gas y la temperatura. Al comparar dos sonidos podemos establecer, entre ellos, alguna diferencia. Por ejemplo, es fácil identificar la voz de una persona cuando la escuchamos, o distinguir entre una nota alta y otra nota baja o entre un sonido fuerte y otro sonido débil. El tono: el tono o altura de un sonido es la característica que se refiere a los sonidos altos o agudos y a los bajos o graves. Esta calidad se debe a la frecuencia del sonido, ya que, cuanto mayor sea la frecuencia mas agudo es el sonido y cuanto menor sea la frecuencia mas grave es el sonido La intensidad: la intensidad del sonido se relaciona con la que comúnmente se conoce como el volumen del sonido. La cual permite diferenciar los sonidos fuertes de los débiles. La intensidad del sonido es la energía que transporta una onda por unidad de tiempo y de are, y es proporcional al cuadrado de su amplitud. La intensidad del sonido se mide en vatios sobre metros cuadrados (w/𝑚2 ) El timbre: es la cualidad del sonido que nos permite identificar el foco que lo emite por ejemplo, un diapasón, una flauta y un gong pueden emitir la misma nota musical pero al comprar su registro grafico es fácil distinguir cual instrumento es el que la emite Las pulsaciones: cuando dos tonos ligeramente diferentes en su frecuencia suenan al unísono, se presenta una fluctuación en la intensidad de los sonidos, es decir, que el sonido es intenso, luego débil, después intenso, etc. Seguramente has oído pasar un auto a toda velocidad junto a ti cuando estas parado al borde de la calle. ¿que ocurre con el sonido del motor? Cuando el auto se aproxima, el sonido es mas agudo que cuando se aleja, pero la persona que viaja en el automóvil siempre oye el mismo sonido. Este efecto ocurre porque una fuente de onda se mueve respecto a un observador, mientras que el medio en que se propaga la onda, se encuentra en reposo con respecto al observador. Al cambio de frecuencia de las ondas debido al movimiento relativo entre la fuente y el observador se le llama efecto doppler. El sistema auditivo empieza en un curioso mecanismo de huesos y membranas que captan vibraciones. El oído es un órgano de gran importancia para el estudio del sonido, ya que allí es donde se da inicio a la sensación acústica que procesa el cerebro. El funcionamiento del oído inicia cuando el sonido es captado por el pabellón de la oreja que tiene la forma adecuada para brindar una mayor superficie de recepción, pasa por el conducto auditivo externo, donde centra las ondas y las lleva al tímpano. El oído tiene tres partes principales: externo, medio e interno. Para oír se utilizan todas ellas. Las ondas sonoras entran por el oído externo. Llegan al oído medio, donde hacen vibrar el tímpano. Las vibraciones se transmiten a través de tres huesos diminutos llamados osículos que se encuentran en el oído medio. Las vibraciones viajan hacia el oído interno, un órgano curvilíneo con forma de serpiente. El oído interno transmite los impulsos nerviosos hasta el cerebro. El cerebro los identifica como sonidos. El oído interno también controla el equilibrio. Otitis media: inflamación del oído medio causada por una bacteria o un virus que da lugar a una acumulación de fluido detrás del tímpano. Otosclerosis: consiste en un crecimiento anormal del hueso del oído y es una de las causas más comunes de sordera progresiva en adultos. Tinnitus o acufenos: es una percepción de ruidos en la cabeza, parecido a un zumbido o silbido constante. Hasta la fecha, no existe ningún tratamiento ni cura científica para combatir esta enfermedad. Maniere: es una enfermedad crónica con un trastorno del sistema vestibular del oído interno y se caracteriza por sufrir vértigo, pérdida de audición, presión o sensación de plenitud en los oídos y tinnitus. Presbiacusia: se trata de una pérdida de audición progresiva que aparece en la población adulta a medida que va envejeciendo. Generalmente es bilateral y simétrica en ambos oídos. Baro trauma: esta enfermedad es una lesión del oído a causa de cambios en la presión barométrica (es decir, del aire) o del agua. Traumas acústicos: son daños producidos por un sonido potente y repentino. Algunos ejemplos son explosiones, maquinaria ruidosa, o conciertos Sordera, cifosis o anacusia: es la dificultad o incapacidad total de usar el sentido del oído debido a la pérdida auditiva parcial, unilateral, bilateral o total. Ésta puede ser hereditaria o ser consecuencia de una enfermedad, traumatismo, exposición a largo plazo del ruido o medicamentos agresivos para el nervio auditivo. Exóstosis: es un crecimiento óseo anormal que aparece dentro del oído. También se lo conoce como «oído de surfista», ya que puede ser causada por la exposición al viento frío y al agua. Síndrome de Usher o Retinitis pigmentosa: es una enfermedad poco común que se manifiesta desde el nacimiento y que afecta tanto a la audición como a la vista. Tumor acústico: crecimiento no cancerígeno en el nervio del equilibrio situado en el oído interno y cerca del cerebro.