nos permite enfrentarnos a las exigencias de la vida cotidiana. Sin embargo, cuando la ansiedad aparece con frecuencia de forma exagerada y excesiva, sin motivos reales aparentes, podríamos estar frente a lo que puede ser un posible trastorno de ansiedad. La ansiedad se manifiesta a través de fuertes sentimientos de temor e inquietud frente a determinadas situaciones que son vividas y experimentadas como amenazantes y peligrosas, pero existen varias formas de enfrentar la ansiedad sin la necesidad de utilizar medicamentos para combatirlo. Podríamos decir que hay dos tipos de ansiedad: la ansiedad positiva, que es consecuencia de peligros reales, y la ansiedad negativa, que responde a miedos que sólo están en nuestra imaginación. La primera es buena porque nos moviliza y nos lleva a buscar una solución, mientras que la segunda es negativa porque nos bloquea y nos impide sacarle gratificación a la vida.
La ansiedad se manifiesta de muchas maneras:
1. Huida/Evitación: Evitas situaciones de la vida diaria o
escapas de ellas si te las encuentras de forma imprevista.
1. Sensación de pérdida de control: Miedo a perder el control o
a volverte loco; a hacerte daño a ti mismo o a los demás en un arrebato incontrolable; Miedo a hacer algo sin poderte controlar. 3. Respuestas físicas y psicológicas: Palpitaciones, sacudidas del corazón o aceleración del pulso; Sudoración; Temblores o sacudidas; Sensación de ahogo o falta de aliento; Sensación de atragantarte; Opresión o malestar torácico; Náuseas o molestias abdominales; Inestabilidad, mareo o desmayo; Sensación de irrealidad o de estar separado de ti mismo; Sensación de embotamiento, desapego o ausencia de reactividad emocional; Falta de concentración o sensación de mente en blanco; Aturdimiento respecto al entorno; Irritabilidad sin motivo; tensión muscular sin motivo; Dificultad para conciliar el sueño al acostarte; Sensación de no haber descansado al levantarte por la mañana; Inquietud o impaciencia frecuentes. Fatiga fácil y sin motivo; Sensación de entumecimiento o de hormigueo; Escalofríos o sofocos 4. Miedos: Miedo a tener un infarto de miocardio; a morir tu o algún ser querido, o a que ocurra alguna desgracia; Miedo a estar solo o con demasiadas personas; a atragantarte, a tener vómitos, a producir demasiada o poca saliva, a cerrar demasiado o poco los párpados, a respirar demasiado o con poca frecuencia; Miedo a estar en sitios muy grandes o muy pequeños; a estar con gente; Miedo a viajar en automóvil, en tren, en avión, en bus o a subirte en ascensores; a objetos concretos, a personas determinadas o a situaciones específicas; Miedo a animales, a la administración de inyecciones o a la visión de sangre; Temor intenso a tener crisis de ansiedad; a volverte loco o a perder la cabeza; Preocupaciones irracionales por cosas de la vida cotidiana; Horror intenso ante el recuerdo permanente a lo largo de meses o años de un acontecimiento traumático (un accidente, muerte o amenazas reales) COMO CONTROLAR LA ANSIEDAD:
• Tata de mantener la mayor tranquilidad posible cuando
percibas que la ansiedad esta aumentado. Debes aprender a reconocer cuáles son las situaciones que generan un aumento de la ansiedad, para poder controlarlas. Si bien la ansiedad puede estar presente en la mayor parte del tiempo, existen situaciones que fomentan un aumento considerable de esta emoción. • Haz una tarea por vez. Trata de concéntrate en una tarea y realizarla con tranquilidad y dedicación. Una de las características principales de la ansiedad, es la necesidad de realizar varias tareas al mismo tiempo, lo que conduce a que el cuerpo esté en un constante nivel de tensión. Por eso, es importante dedicar un tiempo determinado a cada tarea y aprender a controlar la necesidad de hacer múltiples tareas al mismo tiempo. • Cuida tu cuerpo y tu mente. Debes reconocer tus limitaciones de tiempo y energía. No debes sobrecargarte de tareas que no puedes realizar, y trata de no agobiarte con pensamientos que fomenten sentimientos de culpa por no poder realizar todas las tareas. Trata de mantener pensamientos positivos. • Evita el consumo de productos que contengan cafeína. La cafeína estimula la secreción de adrenalina, favoreciendo el aumento de la ansiedad. En su lugar, se recomienda consumir hierbas y plantas medicinales . Por lo tanto, cuando sientas que la ansiedad te está dominando, tómate tu tiempo y realiza estos ejercicios y verás como te sentirás mejor y hasta tu nivel de eficiencia va a aumentar.
• Reconoce y acepta tu ansiedad. Como decía, no trates de
nadar contra la corriente, ni te mientas a ti mismo, acepta que estás ansioso y ten confianza en que pronto te vas a sentir mejor.
• Una vez que haz aceptado tu ansiedad y sabes qué lo está
causando, intenta distraerte, es importante que te conozcas bien y sepas qué cosas te hacen sentir mejor y ponerlas en práctica por un momento, con el tiempo vas a ver cómo este ejercicio se hace más efectivo. Escuchar una canción, ver algún video, cerrar los ojos, recordar un momento feliz, caminar un poco, hacer algo de ejercicio, esto hara distraernos y no necesitamos invertir mucho tiempo en ello, simplemente la cantidad para dar una nueva perspectiva a nuestros sentimientos.
• Respira, puedes buscar algunas técnicas de respiración, verás
cómo practicar cinco minutos de respiración profunda o completa, puede hacer una gran diferencia.