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Al observar que las enfermedades crónicas no venéreas, reaparecían bajo un aspecto más

o menos modificado y con nuevos síntomas e incluso con un incremento en la intensidad


de sus manifestaciones, concluyo que se trata de una enfermedad aparte.

Se concluye que solo se ve una porción de un mal primitivo mas profundo; no se


debe por tanto considerar una enfermedad aparte y diferenciada; por consiguiente
es necesario conocer la extensión total de todas las manifestaciones y síntomas
propios del mal primitivo desconocido.

Además demostraba claramente que el mal primitivo debía ser de naturaleza miasmática
y crónica ya que no podía ser vencido por una buena energía vital o una constitución
robusta, así como el mejor estilo de vida ya que solo se agrava con el tiempo.
Así, por ejemplo, una afección venérea chancrosa que nunca haya sido
combatida con y que se haya transformado en syphilis, nunca desaparece
por sí misma.

Evidencio que estas enfermedades, provenía, en la mayoría de los casos,


de la desaparición de una erupción sarnosa antigua.

La mayoría requieren atención de males que se remontan a la época de


este exantema, que de no recordar o referir el paciente sale en el
interrogatorio profundo, o incluso marcas discretas de esta enfermedad.

Estas circunstancias, llevan a saber que la supresión del exantema


psorico, bien sea por un tratamiento mal dirigido o por cualquier otra
causa que elimine la erupción, llevan a afecciones crónicas semejantes o
análogas.
La observación muy detallada y
precisa de las virtudes
Poco a poco conoció
terapéuticas de los medicamentos
medicamentos más eficaces
antipsóricos, no hizo más que el
contra esta enfermedad primitiva,
origen miasmático profundo en
la psora.
estas afecciones crónicas, la
mayoría dependen de la psora.
ACONTECIMIENTOS QUE PUEDEN
DESPERTAR UNA PSORA LATENTE
Hay circunstancias morales y psíquicas que pueden despertar la psora para convertirla en una
psora manifiesta.

Estas circunstancias pueden no sólo exaltarla, sino volverla mas difícil o incluso incurable.

Hay que destacar que éstas son de muy diversa naturaleza y por consiguiente igual sus influencias.

No obstante, no hay ninguna paridad entre estas causas físicas y las morales.

Decepciones, vejaciones, pueden manifestarse rápidamente como afecciones crónicas físicas o


mentales e incluso inducir a la locura.
Comúnmente las afecciones psicológicas son los que con mayor frecuencia, desarrollan la
psora latente

Ninguna otra influencia agravante de los males ya existentes podría ser tan frecuente, tan
nefasta y tan perniciosa.

Por ende el medico busca eliminar las causas de aflicción y de contrariedad. Esta será la meta
principal de sus cuidados.

En efecto, el tratamiento mejor dirigido, los remedios más apropiados no pueden ya ejercer
ningún tipo de acción sobre el estado físico crónico del que sufría por la persistencia
incesante de trastornos morales que a cada instante merman la profundidad de su psiquismo.

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